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No eres una simple hermana para mí por redangel

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Notas del fanfic:

Hola woow de verdad ha pasado bastante tiempo desde que actualize en esta pag. no puedo decir mucho salvo que mi carrera me absorbio mucho y mi querido y fiel computador murio T_T bueno al fin tengo mi computador bueno y actualizare las historias inconclusas y "conexiones amorosas" ahora se llama "no eres una simple hermana para mi" bueno la avance mucho mientras estuve ausente y quiero terminarla bueno la actualizare aqui y en wattpad donde subo fic de parejas y esta historia bajo el seudonimo de angelred93

Notas del capitulo:

bueno aqui va el primer cap de esta historia espero que lo disfruten 

¿Cuánto tiempo había pasado? Cerca de dos años o eso al menos ella creía, todo ese maldito tiempo había estado alejada de la única persona que realmente le quería verdaderamente, su madre, si para Scarlett la única persona que ella confiaba a ojos cerrados era su madre, pero lamentablemente las circunstancias en las que se vieron envueltas por decisiones de terceras personas las orillaron a separarse por tanto tiempo, lo único que le quedo en ese entonces fueron dos promesas, una más agradable que la otra.  

-          Promételo…- a veces ella misma se decía aquellas palabras recordando por qué aún se mantenía viviendo una mentira

Ella lo había prometido, había prometido a su madre mantener oculto la verdadera razón por la que ambas escaparon, pero por más que trataba de mantenerlo oculto las consecuencias de aquello se mantenían en los recuerdos de la menor. Paso de un infierno a otro antes de que su padre al fin consiguiera su tuición, un triunfo para él, un problema para ella. Pero no podía desmerecer el esfuerzo de su padre, después de todo la busco incesantemente por tal vez año y medio, había que darle mérito de no abandonarla a su suerte luego de quedarse con su amante y su nueva familia, pero la cosa no sería fácil, él fue aceptado, no su hija, no después de todos los antecedentes que ella tenía, simplemente no encajaba en su nueva familia y parecía que él no lo notaba. Su nueva esposa parecía bastante preocupada por el comportamiento Scarlett, jamás en su vida había lidiado con problemas tan graves, después de todo la menor estuvo retenida un año en un reformatorio y no dejaba de meterse en problemas en su actual colegio, algo que jamás su hija Vanessa hizo.

Scarlett sentía un cierto malestar cuando el nombre de Vanessa se pronunciaba, realmente juntarlas a ambas era como una bomba de tiempo, tarde o temprano explotaría, es que simplemente ambas era totalmente opuestas. Vanessa era lo que jamás seria Scarlett, parecía que a ella le encantaba restregarle aquello.

Incluso ahora Scarlett podía notar la diferencia abismal entre ellas, bastaba con ver donde se encontraban en este momento, ella estaba en una estación de policía encerrada tras unos barrotes, lamentando su mala suerte, mientras que su genial hermana mayor estaba en la universidad forjando su futuro como enfermera. Podía sentir como su estómago se daba vuelta mientras esperaba sentada sobre una fría cama de fierro, en un espacio frio y gris en la estación. Realmente tenía la peor suerte del mundo, a veces se preguntaba que hizo en su antigua vida para merecer esa vida de mierda que tenía.

-          ¡Bustamante!- escucho su apellido, mientras un guardia se acercaba a su reja y la abría de forma estrepitosa, el chirrido del metal la puso en alerta de inmediato- tienes suerte, puedes irte- dicho esto la tomo del brazo y la arrastro a la fuerza, la menor poco podía hacer con las manos esposadas tras su espalda.

Lo primero que ella vio fue a su padre, que firmaba unos documentos, cuando sus miradas se encontraron, noto como el desviaba la mirada incomodo, como si su propia hija le avergonzara, tal vez tenía sus motivos, ella no era un ejemplo de comportamiento, pero hace muchos años su padre evitaba verle a sus ojos, aquello le dolía y lo peor es que no sabía porque ¿vergüenza? ¿Culpa? No lo sabía y no le interesaba, no iba a gastar su tiempo en rehacer su lazo padre-hija, cuando había cosas más importantes en las que pensar.

-          Realmente estaba preocupado- exclamo el padre de la menor mientras tocaba a modo de apoyo el hombro de su hija

-          ¿Dónde está mi disculpa?- pregunto la menor alzando su tono de voz, mientras miraba a los dos policías que estaban frente a ella, pero un silencio inundo el lugar, ella pudo notar como ambos hacían una mueca- tal vez para la próxima puedan hacer su trabajo correctamente y no arrastrar a gente inocente a la cárcel-

-          Señor llévese a su hija o la volveremos a retener-

-          Vámonos- exclamo su padre empujándola por la espalda a la salida- no causes más problemas

-          ¿problemas? Ellos me arrestaron sin preguntarme nada ¿sabes cuantos policías fueron tras una estudiante? ¡TRES! Lo mínimo que me merezco es una jodida disculpa    

Cuando la menor se subió al auto el hombre guardo silencio a su comentario, a lo que la menor solo chasqueo la lengua y miro la ventana bastante molesta, cuando al fin llego a su casa, la esposa de su padre la miro con semblante serio, le hecho un vistazo de arriba abajo y solo se limitó a preguntarle si tenía hambre. Pero la menor se negó, tenía el estómago cerrado y preferiría meterse en la ducha y cambiarse de ropa, esos malditos policías embarraron toda su ropa y lo peor es que esa jodida celda olía a muerto. Fue a su cuarto a buscar ropa y se metió rápidamente, a juzgar por la hora Vanessa estaría por llegar y dios sabe cómo esa chica pasa horas en el baño.

A medida que el agua caliente corría por el cuerpo de la menor por fin empezaba a relajarse, se llevó una de sus manos a su hombro opuesto y comenzó a masajear quitando restos de tensión en él, cuando cambio su mano y la llevo al hombro izquierdo sintió la necesidad de estirar un poco más sus dedos hasta alcanzar una cicatriz, aquella que no tenía intención de desaparecer, dejo caer su mano por su brazo hasta detenerse unos centímetros bajo su codo ahí aprecio 3 cicatrices circulares, eran quemaduras de cigarro. Scarlett  suspiro tratando de alejar todo los malos recuerdos, constantemente tenía que tapar todas esas cicatrices de los ojos curiosos, su propio padre desconoce la totalidad de aquellas marcas ¿Cuántas tenia? Nunca se detuvo a contarlas pero de solo verlas tras el espejo le daba nauseas, la única que está a la vista es la que tiene en su ceja izquierda y que de cierta forma tiene una justificación, nadie en su sano juicio miraría con buenos ojos aquellas marcas y no hacía más que sumar más.

Cuando termino de ducharse salió un poco más calmada, pero cuando abrió la puerta se topó con Vanessa quien la miro de reojo mientras caminaba a su habitación. Camino hasta su cuarto mientras se secaba su cabello.

Salto a su cama y se recostó un momento, era agradable sentir la suavidad y la comodidad de su cama, ciertamente jamás se acostumbraría a ese intento de cama en la comisaria.

-          Ahora que lo pienso… ¿Por qué fui la única que se llevaron detenida?- pregunto sentándose en la cama rápidamente- estaba con Johana y Jon- Scarlett se cruzó de brazos y recordó ese momento, estaba acompañada con dos de sus amigos más cercanos, cuando vio gente correr, había escuchado algo de una marcha no autorizada pero no le presto mucha atención, la cosa fue que alguien de los que corría le dio un cartel y producto de eso unos policías la agarraron, Johana emprendió una huida rápida y Jon se quedó parado frente a ella sin reaccionar ¿Por qué no corrieron tras Johana? ¿Por qué no agarraron a Jon? ¿Tanta pinta de delincuente tenia? 

Debía vengarse por lo que esos traidores le hicieron, pero no tuvo mucho tiempo de pensar en una venganza ya que fue llamada a cenar, lamentablemente aunque no tuviera hambre era obligatorio para todo miembro de la familia cenar juntos. La cena fue incómoda para la menor quien observaba a su padre y a su esposa hablar de trabajo de forma animada, cuando miro al frente Vanessa comía en silencio mirando su celular. Ninguno de los tres le presaba atención, pensó que sería una cena aburrida más si no fuera porque sonó su celular, fue en ese momento donde sintió tres miradas sobre ella, cuando vio quien le llamaba, sintió su sangre hervir, era Johana.

-          “espero que tengas una buena excusa para haberme dejado ahí tirada…”- fue lo primero que dijo Scarlett- “¡Maldita hija de puta!”- exclamo golpeando la mesa, tras escuchar a su “amiga” lo que tenía que decir- “no me interesa si entraste en pánico… no… escúchame tu desgraciada… pudiste haberte quedado y explicarle la situación a esos malditos policías, pero te escapaste y pase tres horas en una celda y ¿para qué? Para que me dejaran libre luego de ver la grabación de las cámaras de seguridad… te juro… juro que te are pagar el haberme abandonado”- dicho esto colgó la llamada, cuando miro al frente Vanessa la miraba con una sonrisa divertida en el rostro.

-          ¿qué?- exclamo fastidiada la menor

-          Nada…- rio un poco- es solo que me llama la atención la buena vista que tienen los policías- exclamo de forma burlona, Scarlett sintió una oleada de rabia al escuchar aquello- digo… para ver a una enana como tú-

Scarlett apretó los puños y trato de no caer en las provocaciones de Vanessa, pero como siempre fracasaba olímpicamente, por más que se mordiera la lengua o tratara de contar. Sentía esa necesidad de mostrarle a ese intento de chica ejemplar que con ella no debía meterse.

-          ¿Por qué no vas a molestar a tu novio? Oh disculpa… lo olvide, estas tan centrada en estudiar y ser una aburrida que no tienes novio- dijo mientras miraba su plato y se echaba un trozo de carne a la boca- si sigues así, serás una gran enfermera pero estarás sola triste y amargada.

-          Lo mismo va para ti enana, eres tan poco femenina y tan violenta que dudo que encuentres a alguien que te soporte- exclamo sonriendo de lado la mayor

-          Bueno… si es por eso no tengo nada de qué preocuparme- Scarlett esbozo una sonrisa triunfal- no me interesa los chicos- ante esto Vanessa abrió enormemente los ojos, su padre se atoro con la comida y su madrastra la quedo mirando fijamente sorprendida

-          ¿Qué?- fue lo único que logro articular Vanessa  

-          Me gustan las mujeres-

-          ¿segura?- exclamo su padre respirando con dificultad, aquello había salido de la nada.

-          Si…-

-          No te gustaría ir a un psicólogo hablar de eso, tal vez solo estés confundida- exclamo la madre de Vanessa tratando de sonar calmada

-          No… ya fui al psicólogo por eso, mi madre me llevo y estoy bien y si van a empezar a poner mala cara o algo mi padre siempre puede darle la mi tuición a mi madre y problema resuelto- exclamo Scarlett tratando de sonar lo más seria posible a ella le convenía volver al lado de su madre

-          No- exclamo de forma tajante su padre- no aremos eso-

-          No me molesta- exclamo la madre de Vanessa, bueno ahora si la menor estaba sorprendida

-          ¿enserio? Vaya… tal vez podamos llevarnos mejor- sonrió levemente

Cuando Scarlett miro a Vanessa ella la miraba fijamente como si quisiera hacer una pregunta incomoda pero no se atreviera, la menor suspiro y se pasó una mano por su corto cabello.

-          Tranquila- exclamo- no me gustas si es lo que ibas a preguntar, si… eres muy bonita y todo pero no eres mi tipo- rio un poco, dicho esto fue a dejar su plato en la cocina y se marchó rápidamente a su cuarto mientras reía por lo que había hecho. Su madre le había sugerido que no dijera nada sobre su condición sexual mientras estuviera en esa casa, debido a que la madre de Vanessa era bastante devota a la religión, iban a  misa todos los domingos, había una estatua de dios con una biblia en casa.

Cuando llego a su cuarto, se detuvo a pensar por un momento, salió del closet en una cena en familiar y salió ¿bastante bien? Hizo dos cosas en una sola ocasión, dejar sin palabras a Vanessa y salir del closet. Nunca había avanzado tanto en una cena y le alegraba. Ciertamente Vanessa tenía un genio jodido y no congeniaba con el de Scarlett pero había que admitir que dentro de esa maldita familia era la única que le miraba a los ojos, la veía como un ser inferior pero le miraba, aquello le hacía sentir tal vez menos ignorada, menos sola. Había dicho que no era su tipo, pero realmente no le molestaba recibir atención de alguien tan bella como Vanessa, pero eran familia y la chica tenía un genio endemoniado. Scarlett suspiro desganada, realmente a estas alturas sus hormonas no se lo dejarían fácil. Pronto cumpliría 16 y pareciera que su única atadura seria su estatura, le molestaba bastante aquello, ella cumplía con el promedio de donde vivía pero pareciera que el mundo le gustaba recordarle que sería bajita eternamente ¿porque? Cada conocido o amigos le superaban en estatura por al menos 3 centímetros, incluso Vanessa le superaba por 9 centímetros.

 

Varios días pasaron desde su pequeño incidente con la autoridad y todo parecía haberse calmado para el resto, no para ella, sentía como sus emociones le quemaban el pecho, todas mescladas tratando de salir, si no fuera por ese chico ella estaría en paz, pero no… insistía una y otra vez en ir tras de ella, como si ya los problemas no la buscaran. Scarlett estaba sumamente abrumada sentía que podía perder el control en cualquier momento y no podía darse el lujo de aquello ¿Qué debía hacer? Si podía llegar a casa con calma sortear a todos los integrantes de ella y pasar directamente al patio a descargarse con el saco de boxeo no habría problemas.

 Mientras tanto Vanessa hablaba con su mejor amiga, a la mayor aun le rondaba en la cabeza lo que había dicho Scarlett.

-          … simplemente lo dijo como si fuera lo más normal de mundo- exclamo Vanessa sentada en la silla de su escritorio

-          Pero eso no era novedad, se le notaba, aunque tratara de disimularlo se le iba los ojos de vez en cuando- rio Fernanda quien estaba acostada en la cama de su mejor amiga, ella fue la primera en conocer  a la menor- ¿Cómo lo tomo tu mamá?-

-          Bueno…- se rasco la nuca Vanessa- no dijo mucho solo que no le molestaba, pero…lo que me dijo a mí me incomodo un poco dijo que aceptaría eso de cualquiera menos de mi-

-          ¿Por qué lo dijo?-

-          No se… siempre hace esas cosas-

-          Bueno ella no tendrá de que preocuparse- rio Fernanda

-          Claro, pero aun así detesto que haga eso, como si lo que hiciera esa enana influyera en mi-

Un golpe estrepitoso las hizo sobresaltar a ambas, Vanessa fue la primera en ir al comedor, cuando llego dos sillas estaban en el suelo y Scarlett estaba parada frente a ellas apretando los puños, pareciera que fuera a estallar en cualquier momento, la expresión de su cara daba miedo o era lo que en ese momento sintió la mayor, ira cruda recorriendo el cuerpo de la menor, ira que sería dirigida a cualquiera que se le cruzara. La menor cayo de rodillas y golpeo el suelo con el costado de los puños.

-          ¿Scarlett?- la voz de Fernanda resonó en el lugar, Vanessa no se había atrevido a decir una palabra, la menor alzo la mirada sorprendida, ahí se dio cuenta que su pequeño espectáculo no pasó desapercibido, bajo la mirada y se llevó una mano a la cara, trato inútilmente de calmarse.

-          Lo siento… no sabía que estabas aquí- exclamo sin mirar a ninguna de las dos, Fernanda la observo por unos segundos para luego acercarse a ella y abrazarla fuertemente- no lo hagas o yo…- la menor comenzó a tiritar, sus ojos se llenaron de lágrimas ante el contacto de aquella chica ¿hace cuánto que no recibía un abrazo? Hace bastante, sonaba patético viniendo de ella, pero dolía… desde que llego a esa casa la soledad que sentía había crecido aún más.

-          Ya paso- exclamo Fernanda mientras acariciaba la espalda de la menor

La menor se apartó de la mayor una vez que se sintió un poco más calmada, se secó algunas lágrimas que traicioneramente habían salido contra su voluntad y sonrió levemente.

-          Gracias- exclamo bajando la mirada y caminando a su cuarto

-          ¿estás bien?- pregunto preocupada Fernanda

-          Si- exclamo sin parar su marcha- solo me sentí algo abrumada y perdí el control pero estoy bien-

Lo siguiente que escucharon fue una puerta cerrándose, ambas se miraron por unos momentos antes que Fernanda hablara.

-          Tu hermana me preocupa- exclamo cruzándose de brazos.

Vanessa quedo pensativa su mejor amiga pareciera entender mejor a Scarlett incluso llevarse mucho mejor, realmente era complicado, los arrebatos de su “hermana menor” eran bastante comunes, nadie en casa sabia realmente que le pasaba, ella en algún momento pensó que tal vez la molestaban pero eso lo descartaba rápidamente, aun sentía escalofríos cuando supo de lo que era capaz Scarlett. Desde ese momento supo que no debía meterse con ella, cada una vivió su mundo dentro de su casa, tampoco es que tuviera tanto tiempo para meterse en los asuntos de la menor.

-          No te preocupes, seguro sabe cómo superarlo- exclamo al fin Vanessa

Aquello rondo por unos minutos antes de que al fin Fernanda decidiera marcharse, cosa que aprovecho Scarlett quien de inmediato se cambió su uniforme y salió al patio, hace varios meses por petición suya su padre le instalo un saco de boxeo, algo que le había beneficiado bastante para liberar tensión, se colocó los guantes respiro un momento y comenzó a golpear, primero fue suave pero a medida que sus recuerdos le abrumaban los golpes se intensificaban, cada vez más rápidos y con más fuerza. Lo único que tenía en mente era en volverse más fuerte y mantener su promesa

-          Promételo- exclamo lanzando una patada al saco, moviéndolo violentamente, para luego golpearlo con fuerza.

Vanessa miro desde la ventana de la cocina a Scarlett golpear violentamente el saco de boxeo, podía ver que la menor pronunciaba algo mientras golpeaba con fuerza el saco, pero no podía descifrar que. La mayor noto como la menor retrocedía un momento cuando golpeo de mala forma el saco, pero la menor solo se comió el dolor y golpe con el otro brazo provocando el mismo retroceso, Scarlett  jadeo con dificultad mientras miraba al suelo y dejaba descansar sus brazos. La mayor negó con la cabeza y camino a su cuarto, lo menos que quería ver era como su extraña hermana se lastimaba ella misma, a los minutos Scarlett entro sacándose los guantes, dejando ver sus nudillos rojos y lastimados. Cuando llego a su cuarto miro su celular maldiciendo a los policías, aquellos le habían quitado su única fuente de alivio ¿Cuántas semanas llevaban? Ni lo recordaba, solo que se hacía eterno con cada día que pasaba, si ellos no hubieran metido las narices en los asuntos de su jefe ella aun estaría peleando sobre el ring por las noches, aliviando su ira y  ganando algo de dinero. Arrojo su celular sobre la cama y se sentó en el suelo apoyando su espalda en el costado de la cama, su celular vibro y al revisarlo noto que era un mensaje de Jon casi lo había olvidado mañana por la noche iban a entrenar junto al idiota de Daniel. 

 

Notas finales:

woow de verdad no puedo dejar de decir que de verdad ha pasado tiempo.

espero que lo hayan disfrutado y cualquier cosa pueden preguntarme por los comentarios 

actualizare la semana que viene luego de año nuevo 


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