No entendía como habían llegado a esta situación.
Estar en una habitación de hospital con sus brazos y piernas rotos.
El diagnóstico del doctor fue que por lo menos tardaría medio año en sanar de aquellas fracturas.
Soltó una pequeña carcajada recordando el por qué de su estado.
-¿De que te ríes? perro estúpido.
Aquella voz llena de desprecio era de seto Kaiba el actual CEO más famoso de todo Japón. Su estado no era mejor que el del rubio, tenía fracturas pero no tan graves como las de Joey al menos podía caminar (con ayuda de muletas) en su ojo izquierdo tenía un moretón y en sus brazos varias cortadas.
-De mi y de ti- le contesto con una sonrisa burlona en el rostro. - me sorprende que aún no estemos muertos, ser tu novio a sido el reto más grande que eh enfrentado.
Aquello hizo sonrojar al castaño, giro la cabeza por la vergüenza, era demaciado orgulloso para que lo viera de aquella manera. El rubio no pudo evitar soltar una carcajada.
-Esto se debe a tus imprudencias, está me la pagarás.- dijo el castaño con malicia.
Sabes- siguió hablando con preocupación fingida, viéndolo directamente a los ojos lo que puso nervioso al rubio- eh estado reflexionando y me eh dado cuenta que eh sido un novio terrible.
Aquello sorprendió a Joey, creía que se había golpeado fuerte la cabeza ya que Seto jamás diría aquellas palabras. No pudo evitar sentir un leve escalofrío por la espalda.
-Por eso vendré todos los días, ¿no te alegra perro? yo seré el que esté al pendiente de ti y me encargaré personalmente de tus cuidados- termino de hablar con una sonrisa forzada.
Se acercó lentamente al rubio para besarlo. Joey no se resistió cerró los ojos para disfrutar de la cercanía del castaño sentía que en cualquier momento se iba a desmayar.
Lentamente seto se separó de el.
-es hora de cambiar tus vendajes-
¿Mi que? Pregunto aturdido Joey creyendo no haber escuchado bien.
Sin esperar más el ceo empezó a quitarle las vendas sucias bruscamente su pareja soltaba quejidos de dolor
Oh disculpame ¿Te lastime? Le pregunto mientras apretaba lo más fuerte que podía su nuevo vendaje
-para nada- le respondio con falta de aire sin duda está sería una recuperación muy larga. Soltó un leve suspiro después de todo, lo peor había pasado ¿No?
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No entendía como habían llegado a esta situación.
Estar en una habitación de hospital con sus brazos y piernas rotos.
El diagnóstico del doctor fue que por lo menos tardaría medio año en sanar de aquellas fracturas.
Soltó una pequeña carcajada recordando el por qué de su estado.
-¿De que te ríes? perro estúpido.
Aquella voz llena de desprecio era de seto Kaiba el actual CEO más famoso de todo Japón. Su estado no era mejor que el del rubio, tenía fracturas pero no tan graves como las de Joey al menos podía caminar (con ayuda de muletas) en su ojo izquierdo tenía un moretón y en sus brazos varias cortadas.
-De mi y de ti- le contesto con una sonrisa burlona en el rostro. - me sorprende que aún no estemos muertos, ser tu novio a sido el reto más grande que eh enfrentado.
Aquello hizo sonrojar al castaño, giro la cabeza por la vergüenza, era demaciado orgulloso para que lo viera de aquella manera. El rubio no pudo evitar soltar una carcajada.
-Esto se debe a tus imprudencias, está me la pagarás.- dijo el castaño con malicia.
Sabes- siguió hablando con preocupación fingida, viéndolo directamente a los ojos lo que puso nervioso al rubio- eh estado reflexionando y me eh dado cuenta que eh sido un novio terrible.
Aquello sorprendió a Joey, creía que se había golpeado fuerte la cabeza ya que Seto jamás diría aquellas palabras. No pudo evitar sentir un leve escalofrío por la espalda.
-Por eso vendré todos los días, ¿no te alegra perro? yo seré el que esté al pendiente de ti y me encargaré personalmente de tus cuidados- termino de hablar con una sonrisa forzada.
Se acercó lentamente al rubio para besarlo. Joey no se resistió cerró los ojos para disfrutar de la cercanía del castaño sentía que en cualquier momento se iba a desmayar.
Lentamente seto se separó de el.
-es hora de cambiar tus vendajes-
¿Mi que? Pregunto aturdido Joey creyendo no haber escuchado bien.
Sin esperar más el ceo empezó a quitarle las vendas sucias bruscamente su pareja soltaba quejidos de dolor
Oh disculpame ¿Te lastime? Le pregunto mientras apretaba lo más fuerte que podía su nuevo vendaje
-para nada- le respondio con falta de aire sin duda está sería una recuperación muy larga. Soltó un leve suspiro después de todo, lo peor había pasado ¿No?
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