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Amor Insuficiente por rynu

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Notas del fanfic:

Hice este ficc desde el fondo de mi kokoro, espero que os transmita lo mismo que yo senti al escribirlo, espero os guste :D

Pensaba que nuestro destino era estar juntos.. Pense que nuestros sentimientos superarian cualquier obstáculo…

 

Mas me equivoque.. ¿Cuando todo empezó a ir mal?

 

¿Cuando empezamos a distanciarnos?

 

¿Cuándo fue que nos empezamos a dañar mutuamente?

 

¿Cuándo fue que nos dimos cuenta de que el amor que nos teníamos no era suficiente?

 

Cuando me di cuenta ya ambos creamos una brecha que es imposible de poder arreglarla…

 

Al final los finales felices no existen…



Era un dia nublado… Aunque no tenía pintas de que fuera a llover, el aspecto era de un dia frio y triste.

 

Como era mi costumbre me encontraba en mi templo, vigilando como era el deber de todos los presentes que estaban al servicio de nuestra diosa Athena.

 

Pero a pesar de que todo parecía normal, mi ánimo no era así… Le extrañaba… Extrañaba a Aioros..

 

Llevaba dos semanas sin verlo y su ausencia empezaba a hacerme falta… A solas cuando nadie podía verme, me pasaba horas observando una foto en la cual estábamos los dos.

 

No me di cuenta de cuando comenzó el cambio en mi, pero su presencia era vital en mi, era como el oxígeno que necesitaba para respirar…

 

Era mi ancla a él, sin darme cuenta me volví totalmente de él, era capaz de hacer todo por el, aún si eso me llevaba a la autodestrucción de mi mismo.

 

Por eso cada dia que pasaba sin verlo sentía caerme en un pozo oscuro, profundo y frío…

 

Además de darme cuenta a través de los demás que cuando él se encontraba no éramos como una pareja, casi parecía que fuéramos nuevamente un par de amigos.

 

No había caricias, besos, ni un “Te amo” en el tiempo que estábamos juntos…

 

Fue en ese momento que me aislé de todos, empeze a sentir envidia de todos ellos. El ver como todos eran felices con sus relaciones solo me hacía sentir más solo y miserable…

 

Mu y Afrodita, los cuales eran mi mayor apoyo, se dieron cuenta de mi declive en ánimos y solían venir hacerme compañia a menudo, dandome animos y asegurandome que todo estaría bien, solo tenia que hablar con Aioros cuando lo volviera a ver.

 

Quise decirles que sentía miedo, pero de mis labios no salió ninguna palabra y me deje consolar casi en silencio por ellos dos..

 

Más el miedo solo aumentó conforme los días pasaban…

 

Fue un jueves donde Mu y Afrodita, junto a la pareja de de este primero, el cual era Milo, que me obligaron a ir con ellos para una comida que realizaban en la casa del Ariano y donde asistirian muchos de nuestros amigos y compañeros.

 

La comida fue agradable, pero apenas probé bocado… Sentado en la mesa en una esquina junto a otros compañero pude ver como las parejas que habían se trataban.

 

Milo y Mu dándose de comer y dedicándose palabras llenas de amor

 

Afrodita y Seiya casi lo mismo, solo que de vez en cuando se besaban y jugueteaban entre ellos.

 

Kanon y Saga se encontraban discutiendo entre ellos, más cuando nadie los veía o eso creían ellos, se tomaban de las manos o se hacían suaves caricias, además de las miradas intensas que se dedicaban…

 

Degel y Kardia dándose de comer o más bien, el de escorpio intentando que el de acuario se comiera un trozo de manzana que sostenía en sus dedos. Y a pesar de que Degel se negaba o fruncía el ceño molesto, podía ver claramente sus ojos llenos de amor hacia el contrario además de una pequeña sonrisa, que pocas veces solía mostrar.

 

Y no eran las únicas parejas…

 

El darme cuenta de aquel brillo en sus ojos me hizo darme cuenta de otra cosa…

 

Ese brillo que Aioros y yo teníamos por estar al lado del otro… ya no estaba…

 

Aquello me terminó por despertar de aquel bonito sueño que había vivido…

 

Nuestra relación estaba al borde del abismo, más esa realidad y miedo me la trague en la soledad de mi cama, abrazando un portarretratos con la imagen donde salíamos juntos y sonrientes, dejando escapar todas aquellas lágrimas que ya no podía contener

 

Y como temía... ese miedo se hizo realidad el domingo…

 

Me encontraba en mi sillón intentando distraerme leyendo un libro cuando sentí su cosmos adentrarse de mi templo.

 

Con mi corazón latiendo a toda prisa fui a recibirle, deseoso de verle, porque a pesar de todo lo seguia amando como desde el primer dia.



-Aioros finalmente regresaste-



Le dije con una sonrisa, acercándose y romper la distancia con un abrazo, el cual me devolvió, pero el cual solo duro unos segundos.



-Ven Shura tenemos que hablar-



Me dijo mirándome a los ojos con seriedad y tristeza, lo que hizo que todas las alarmas se hicieran presente en mi cuerpo.



Intente disimularlo una vez nos sentamos en el sofá para hablar, pero mis manos empezaron a temblar por el miedo…

 

Cuando Aioros empezó a hablar sentía como mi mente daba vueltas, mi corazón se encogía y mis ojos ardían.

 

Decía que nuestra relación ya no era como la que teniamos, que se encontraba lleno de dudas, que quería alejarse de muchas cosas y por eso cada vez tomaba mas misiones, pero al igual que yo se dio cuenta de que nos estabamos hiriendo…

 

Estuvimos hablando por dos horas con los corazones medio rotos cuando con una voz ronca y sus ojos apagados me hizo la pregunta más difícil y la cual temía responder.



-¿Quieres volverlo a intentar desde el inicio Shura o no?-



-Mi corazon dice que si, pero mi cabeza dice otra cosa ¿Que debo hacer?-



Lo miré totalmente perdido y lleno de miedo, pero es entonces que con voz fría y mirada helada me dio su respuesta.

 

-En ese caso haz caso a tu cabeza, el corazón no sirve para tomar decisiones-

 

Ahí me rompí, en ese caso solo me dejo opción a una respuesta…

 

-Si seguimos juntos solo nos haremos nuevamente daño, por lo cual mi respuesta está clara ¿No?-  

 

Respondi con la garganta ronca, ya que apenas podia respirar… sentia que en cualquier momento podría ahogarme.

 

-Entiendo muy bien Shura, en ese caso deja que ahora sea sincero contigo-

 

Empezó a decir poniendo una expresión totalmente neutra en su rostro.

 

-Fue un error conocerte, te ame y te amo, eres un bonito error, del cual aprenderé en mi camino, al parecer no fui lo suficiente para ti, solo deseo que seas feliz y que alguien te saque de esas dudas que yo no he podido, gracias Shura, ahora no quiero volverte a ver, por eso me iré en cuanto tenga oportunidad, necesito viajar para poder olvidarte y pensar en muchas cosas sobre mi vida-

 

Me dolía el pecho, mi respiración no la encontraba... Mi cabeza no asimilaba lo que estaba sucediendo.

 

Aioros continuó hablando más, pero yo continuaba en silencio escuchando cada una de sus terminantes palabras.

 

Fue cuando me dedicó una última sonrisa y se marchó con un “Adiós Shura, se feliz...” que solo pude responder con lo siguiente;

 

“Gracias por haber estado en mi vida…”

 

Ya una vez a solas, caí al suelo de rodillas, dejando salir de mis ojos a borbotones todas aquellas lágrimas que había estado acumulando…

 

Mi pecho dolía mucho…

 

Ahora podía comprobar que era cierto lo que decían…

 

El corazón duele por amor… en este caso de desamor y era la peor de las sensaciones…




No se cuanto tiempo estuve en esa posición cuando de repente sentí a mi alrededor unos brazos que me abrazaba cálidamente.



-Todo estará bien Shura, ya lo se todo, desahogate-



Me dijo Mu, con voz dulce, aunque se le notaba triste por lo sucedido.

 

No tenia idea como se había enterado pero ahora mismo el era mi salvavidas junto a Afrodita que apareció una hora después.

 

Ambos me estuvieron abrazando en silencio, ya que las palabras no tenían sentido en este momento, nada podría consolarme y ellos lo sabian, mas aun así agradeció su apoyo.



Tras aquella noche perdí lo que era el rumbo de mi vida…

 

Me sentía desolado… Solo veía oscuridad y niebla en el horizonte…

 

En esos instantes me sentía muerto en vida…

 

Cuando me miraba en el espejo ya no me reconocía…

 

¿Donde había quedado aquel caballero que luchaba por su diosa y la paz en el mundo?

 

En ninguna parte… Ese antiguo Shura había muerto… Ahora solo era una carcasa vacía…

 

En ese dia es donde me deje que la vida me consumiera poco a poco…

 

Empeze a beber alcohol hasta que llegaba a mi limite y me caía redondo donde fuera.

 

Varios venían a verme y tratar de sacarme de un aislamiento en la que me había metido por voluntad propia, pero con el paso de los días y semanas deje de recibirlas, incluso de a los que consideraba mis mejores amigos…

 

Así era lo mejor… Solo les hacia daño al cuidar de mi… era mejor que continuarán con su vidas… La mía ya no existía...

 

Fue cuando una tarde que Shion me encontró borracho dando pena ajena desparramado en el suelo, que fui obligado alejarme una temporada del Santuario.

 

Fue en su despacho que me comunicó su decisión con expresión dura y preocupada a la vez;

 

-No puedes seguir aquí en el Santuario, no hasta que superes aquello que te consume cada día, por ello regresaras a España y no es una sugerencia, es una orden, ya tengo tu billete y tu vivienda donde te alojaras por dos años, tu avión sale en la mañana-

 

Me comentó entregando los billetes y una llaves en mi mano, mientras que yo me quedaba helado.

 

Quise protestar, pero al ver su mirada no tuve otra opción que aceptar su orden con una inclinación de cabeza en señal de respeto…



-Cómo ordene Patriarca…-



Y así… partí al día siguiente a España, sin despedirme de nadie…



2 años más tarde...



¿Dicen que el tiempo cura todo?

 

No se si eso funcionara en el caso de los demás pero para mi solo fue un tiempo vacío…

 

La soledad…

 

Los recuerdos…

 

El dolor…

 

Y el amor…

 

Cada dia era mas angustiante, porque no quería olvidar… no podía tampoco dejar de amar al que fue mi primer y único amor…

 

Pero eso se acabaría muy pronto…

 

En el baño de mi habitación me veía en el espejo...

 

Mis ojos totalmente carentes de brillo y sentimiento, pálido como la cera, ojeras en mis ojos,  mi pelo grasiento y revuelto, más una barba descuidada era lo que veía de mi reflejo…

 

Eso era en lo que me había convertido…

 

Pero ya no más…

 

Pronto el dolor y los recuerdos acabarían…

 

Mire al suelo donde se encontraba un papel hecho bola, debido al contenido de esta.

 

En ella me narraba Afrodita lo que eran de sus vidas;

 

Milo y Mu se casaron hace cinco meses, que él y Seiya se encontraban de viaje por el mundo, Degel y Kardia estaban por casarse en un par de meses, que El Cid y Sisyphus habían adoptado a un pequeño bebé abandonado y lo querían como si fuera su hijo de sangre, Kanon y Saga habían hecho pública su relación sin importarles lo que otros dijeran, que Manigoldo y Albafica finalmente se habían confesado lo que sentían debido a una jugarreta por parte de Aioria y Death, mas finalmente me contó lo que mas me intereso y terminó por destrozar los pocos pedazos que quedaban en el suelo de mi corazón…

 

Aioros se casó hace cuatro meses con una jovencita de nombre Sennia con la cual ya esperaba su primer hijo…

 

Finalmente Aioros había rehecho su vida…

 

Con una sonrisa llena de tristeza, me alegré por el… Por que se merecía lo mejor…

 

Mire mi mano y luego al espejo…

 

Era hora… concentré en mi mano cosmo afilado, el cual lleve a mi cuello y antes de cometer el acto susurré las palabras de las cuales solo el silencio de esa casa sería testigo…



-Te amo Aioros-



Tras aquellas dos palabras hice el corte en mi cuello, sintiendo como la sangre se resbalaba por todo mi cuerpo…

 

Caí al suelo, podía sentir cómo todo se oscurecía… al igual que mi consciencia y respiración se perdía…

 

Mi último recuerdo antes de morir fue el momento donde conocí a Aioros y con ese pensamiento, en mi consciencia dije mis últimas palabras;

 

“Para mi no fue un error conocerte…”



En el inframundo…



Radamanthys, uno de los tres jueces del inframundo, se encontraba se encontraba revisando en su mesa concentrado unos papeles, cuando el toque de una puerta lo interrumpió de su trabajo.



-Adelante-



Dijo simplemente, sin levantar la mirada de su pila de papeles.

 

En eso entro Valentine, el cual hizo una reverencia a su superior antes de hablar.



-Mi señor Radamanthys tengo una noticia que creo que os sea de interés-



Comunicó el espectro con voz sedosa, levantando la mirada al ver como su superior dejaba de escribir y se levantaba de su asiento.



-Mi querido Valentine, estando a solas no hace falta que te inclines ante mí-



Susurró con voz insinuante, apresando entre sus brazos a su mano derecha y amante, al cual tomó de la barbilla y posó sus labios en los ajenos, dando lugar a un travieso beso.



-Radamanthys me encantaria jugar contigo en nuestra alcoba pero creo que esto te interesará saber-



Le comenta una vez se separa del beso con una sonrisa y se relame el labio.



-¿Que es?-



Pregunta intrigado al coger un papel que le paso Valentine a sus manos, empezando a leer, dejándolo atónito conforme termino de leer el informe, luego miró con seriedad a su pareja.



-¿Es esto cierto Valentine?-



Pregunto el rubio juez totalmente serio.



-Asi es, llego hace dos horas, está a la espera de ser juzgado...



No sentía nada…

 

Ni frío...Ni calor… Ni hambre.. Ni sed..

 

Tampoco sentía el dolor…

 

Era la ventaja de morir… No tenía miedo del lugar en el que me encontraba, sabía lo que me esperaba y con serenidad lo esperaba.

 

Estaba en medio de una de las salas donde juzgaban a las almas, cuando escuche una voz que bien conocía.



-Me lo contaron y no me lo puedo creer.. ¿Por qué decidiste cometer tal acto Shura?-



Pregunto con seriedad Radamanthys, a lo que yo me di la vuelta para encararlo con tranquilidad.

 

 

-Era mi hora-



Dije sin mas, suponía que al leer su informe ya sabía todo de mi y mi decisión por lo cual no tenía sentido añadir nada más. El me miro fijamente por unos largos segundos para luego dejar escapar un largo suspiro.



-Te daré dos opciones Shura, eres como un amigo y no quiero verte en la prisión del hielo eternamente… la primera opción es que te vuelvas uno de nosotros, serias un subordinado mío, más serias un compañero que un soldado sin más… Y la segunda opción es la de la prisión eterna en él hielo, más le pediré al señor Hypnos que tu conciencia esté sumergida eternamente en un sueño, donde solo vivas una vida falsa de ensueño, así que dime ¿Que decides?-



Me da a elegir el juez,  mientras me mira fijamente con sus brazos cruzados portando aquella oscura armadura…

 

Le sonrió débilmente y en un susurro le indico mi respuesta…. no sin antes darle las gracias…

 

Fue así, que ahora en mi mundo falso, me encontraba sentado en un sofá junto a Aioros abrazados y tapados con una manta, sintiéndome totalmente cálido en esa posición, donde nos sonreímos felices, a pesar de que mi verdadero cuerpo se encontraba enterrado entre el hielo eterno para siempre…












































 

Notas finales:

Y aqui esta pequeña historia, espero os haya gustado :') la verdad el escribir esto me dolio mucho ¿Os transmitio ese mismo dolor que senti yo? Nos veremos en alguna otra historia cuidaros y muchos besitos a todos :D


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