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Dame un beso por La_Oscura_Reina_Angel

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Notas del fanfic:

yo la misma The Dark Queen Angel, ahora con nueva cuenta pues la anterior no fue solo jaqueada si no al pareser borada, pero yo soy cabesadura y no se rendirme asi que nuevo emeil, nueva cuenta y a la carga de nuevo.

No es mentire, no es nada facil esto llore, patalee y me senti sumamente mal, ahroa intento volver pero sin su apoyo no lo lograre pro favor se los ruego apoyenmen o me rendire.

Si alguien quiere volver a añadirme mi nuevo messenger es the_dark_queen_angel@hotmail.com

 

Dame un beso

 

 

Mokuba y Duke estaban enfadados el uno con el otro. Y en realidad la pareja estaba enfadada por una reverenda estupidez.

 

Se habían peleado por un estúpido cuadro.

 

Tarde de verano,
buena música en la radio.
Llevamos diez minutos enfadados.
Fútbol en la tele,
yo nervioso, tú fumando,
y en la calle las parejas de la mano

Otra pelea más. Esta vez Mokuba realmente se enfadó, así que, tirando un par de mudas de ropa en su mochila, se viró hacia Duke y le dijo:

 

- ¿Sabes algo, maldito ricachón engreído? Vete al diablo, yo vuelvo con Seto.

 

Le dijo el pelinegro, yéndose hacia la puerta de la habitación.


No me gusta pelear
y estamos siempre como el perro con el gato.
Viva la felicidad,
yo me marcho con mi hermano,
no te puedo soportar.

Duke detuvo a su amado niño pelinegro.

 

- No Mokuba, no te vayas. De verdad lo lamento. Te juro que dejaré de fumar dentro de la casa. Es más, dejaré el cigarrillo, pero no me dejes - Le pidió Duke, pues la causa de la pelea era que estaba fumando dentro de la casa.

 

- De acuerdo. - Dijo Mokuba - Pero que conste que dejarás esa manía tuya de fumar.

 

Duke asintió con ojitos verdes de cachorro, antes de arrojarse sobre los labios de su amado Chiby.

 

Dame un beso, no, no
dame un beso, no, no

En la cama de aquella mansión estaban los dos cuerpos, desnudos, sudorosos, saciados y abrazados.

 

Duke pasó un dedo por el costado desnudo de su amante y Mokuba se estremeció bajo su toque.

 

- Perdóname, mi amor. Siempre estamos peleando por estupideces.

 

Le dijo Duke besándole los labios.


Perdóname cariño, por favor
somos dos niños discutiendo sin razón
discutiendo sin razón


Mokuba rodeó con sus brazos el cuello de Duke y, restregándose provocativamente contra él, lo besó.

 

- No importa... Ciertamente peleamos por estupideces, pero mientras nuestras reconciliaciones sean como estas, no hay problema.

 

Duke sonrió ante el comentario de su pícaro amante, y ambos se volvieron a besar con pasión, mientras Mokuba al sentir el miembro del oji-verde nuevamente erecto, abrió sus piernas sin dejarlo de besar, rodeándole las caderas y, ya lubricado por la anterior venida del oji-verde en su interior, Duke lo penetró sin preparación previa y ambos gimieron de placer.

Después de hacer la guerra
haremos el amor
es increíble que bien saben las caricias
tras la reconciliación

Duke y Mokuba en el restaurante se miraban molestos. Duke quería pedir espagueti, Mokuba quería ensalada, así que al final terminaron pidiendo cada uno lo que se le pegó la gana. Para después de toda la discusión donde todo el restaurante los miró, terminar compartiendo su comida ambos.


Quieres espaguetis
yo prefiero la ensalada
somos de comedia americana

- Vamos al cine.

 

Propuso Mokuba de la nada.

 

- No, mejor a la playa.

 

Sonrió Duke mirando el día. Y ahí comenzó la discusión que si cine o playa. Hasta casi el extremo de tirarse los platos a la cabeza el uno al otro.

 

- Si sigues así me marcharé a Brasil... o a Paraguay.

 

Juró Mokuba y de inmediato consiguió la reacción que esperaba, un gran beso de Duke, quien lo agarró bien fuerte como para que no se fuera a ir.


Amas el deporte
cada vez estoy más vago
dices cine
siempre que yo digo playa
no nos gusta pelear
y siempre estamos tirándonos los platos
viva la felicidad
amenazas con marchar
a Brasil o Paraguay
dame un beso, no, no
dame un beso, no, no

En el suelo de la cocina, una niña preciosa de cabellos tricolor y una niña rubia de ojos azules se peleaban agarradas de las greñas. La niña tricolor era Melanie y la rubia Esther. La rubia era hija de Seto y Joey, mientras la tricolor era hija de Yami y Yugi.

 

La rubia le había dicho a la tricolor que sus papis eran los mejores, y la tricolor le había dicho que no, que los de ella eran los mejores y ahí había comenzado la encarnizada batalla a golpes por ver cuál tenía la razón.

 

Pero, a pesar de eso, ninguno de los comensales prestaban atención. Los padres de ambas niñas, Yugi, Yami, Joey y Seto, estaban más concentrados en la discusión que Mokuba y Duke sostenían como para prestarles atención a las usuales peleas campales de sus hijas.

 

Seto suspiró mirando a su hermano y su cuñado. Fue Yami el que sonrió y dijo lo que Seto pensaba al ver a Duke besar a Mokuba para hacerlo callar.

 

- Tu hermano y tu cuñado, son amores que matan.

 

El castaño asintió a lo dicho por el faraón, mientras Joey y Yugi se reían y por fin se percataban de que sus hijas se estaban partiendo hasta la madre en su pelea y se apresuraban a separarlas, aún prestando atención a Duke y Mokuba. Pero era que ver a aquellos dos era más entretenido que una película.


Perdóname cariño, por favor
somos dos niños discutiendo sin razón
discutiendo sin razón
olvidémoslo y en paz
dame un beso, no, no
dame un beso, no, no

- No Mokuba, no puedes tomar champán, el médico te lo dijo bien claro.

 

- Tú y el médico se pueden ir a coger por culo.

 

Gritó Mokuba fuera de sí. Todo eso porque desde que el médico le dijera que estaba embarazado, el oji-verde parecía una mamá gallina detrás de él y el pelinegro de ojos azules ya estaba que escupía fuego.

 

Y por si no fuera suficiente, todos estaban del lado de Duke. Así que se fue molesto a su cuarto. Pero cuando Duke llegó y lo miró con sus ojitos de cachorro y le dio un tímido beso, Mokuba se volvió como una fuera hacia él dándole un apasionado beso y entregándose al placer.


Después de hacer la guerra
haremos el amor
es increíble que bien saben las caricias
tras la reconciliación
dame un beso, no, no
dame un beso, no, no

Esther y Melanie se taparon sus oídos, mientras miraban a sus tíos Duke y Mokuba peleando por el nombre de la bebé recién nacida.

 

Mientras Joey, Seto, Yami y Yugi se miraban resignados.

 

Al final como siempre Duke besó a Mokuba para callarlo, y cuando el del registro democrático (o civil) pidió un nombre, Duke lo dio antes de que Mokuba se recuperara del aturdimiento del beso.

 

Perdóname cariño, por favor
somos dos niños discutiendo sin razón
discutiendo sin razón
olvidémoslo y en paz
dame un beso no, no
dame un beso no, no

Cuando la del registro democrático salió, todos miraron la cara de psicópata en serie de Mokuba. Supieron que ahí iba a arder Troya. Joey y Yugi tomaron a sus hijas en brazos y seguidos de sus maridos salieron huyendo de ahí, mientras los gritos de la pareja se escuchaban por todo el hospital.


Después de hacer la guerra
haremos el amor
es increíble que bien saben las caricias
tras la reconciliación

 

***Fin***

(En cursiva, la canción Dame un beso de Moderatto)


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