Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No hay luz sin sombra por Arescollie

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

 

 

 

 

Notas del capitulo:

Bueno... pues nueva historieta que andaba ya tiempo rondándome la cabeza.


Es un rollo tema policíaco, suspense, drama... me encantan estas cosas.


No sé si será del agrado del todo el mundo pero aunque solo haya a una personita que le guste yo la seguiré escribiendo!


Sí hay alguna duda no dudéis en preguntar, aclararé todo lo posible.


Un saludo y gracias a todo aquel que le dé una oportunidad!!

- Por qué lloras?

- No estoy llorando!! snif..

- Claro que estás llorando! si se te caen hasta los mocos!

- Déjame en paz!

- Cómo has acabado aquí?

- .... snif... snif...

- Yo te puedo enseñar todo esto, llevo aquí desde siempre!

- Yo... snif... no quiero estar aquí....

- Jé ni tú ni nadie, pero luego no es tan malo en serio, si nos hacemos amigos podemos jugar durante todo el día!! aquí hay pocos de mi edad....

- Cu... cuantos años tienes?

- Seis! y tú?

- También.

- Ves! seguro que nos divertiremos mucho! Me llamo Sanji!

- Yo... - carraspeó para aclarar la garganta que ya dolía por el esfuerzo de llorar - ... yo soy Zoro. Roronoa Zoro.

- Vaaaya!! tienes apellido? aquí pocos lo tienen.

- Tú no tienes?

- Nop! soy Sanji a secas... mi nombre me lo puso el viejo cocinero de este sitio. Fue él el que me encontró y me trajo aquí.

- Donde te encontró?

- En un callejón al lado de la basura - el pequeño peliverde lo miró con tristeza pero aún así el chico no perdía la sonrisa - jejeje... no me mires así, eso es lo que él cuenta, yo era un bebé no me acuerdo de nada de eso así que no hay porqué estar triste. Y tú qué?

- .... yo.... bueno.... - no estaba preparado para hablar aún de eso pero ese niño rubio le había contado su historia sin conocerlo de nada y él sentía que debía hacer lo mismo - vivía con mi padre en una auto caravana. No teníamos mucho dinero.... no sé que pasó... yo... - el llanto volvía a apoderarse de él - ... creo... que se metió en algún lío, los últimos días estaba muy nervioso y preocupado por algo, pero nunca me decía nada ... snif... y él ahora está.... snif...

- Muerto.... - terminó el rubio la frase - .... esta ciudad es un asco... - el peliverde asintió limpiándose las lágrimas.

- Me ha dejado solo .... - no podía parar, ya no podía hacerse el fuerte, ya no le quedaba nada. Su padre había muerto y no tenía a nadie más y ahora se encontraba en un mugriento orfanato donde sabía que ya nadie le querría.

- No estás solo... me tienes a mi - la calidez de sus azules ojos y su sonrisa hicieron que un pequeño rayo de luz calentase su ya frío y oscuro corazón - ... seremos los mejores amigos! - dijo animado el rubio levantándose de repente - Ya veras!! nos lo pasaremos genial musguito!!

- Musguito?! a quién llamas musguito??!

- Jejeje... es que tu pelo en muy raro!!

- Mira quien fue hablar!! tus cejas parecen una diana!!

- Oye!!

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- Señores pasajeros les recordamos que en breve aterrizaremos en Loguetown, manténganse en sus asiento y no desabrochen sus cinturones.

Abrió los ojos con pereza al oír la desagradable voz de la azafata por la locución. Cuantas horas había dormido? ese maldito vuelo era un infierno. Le dolía la espalda y el culo por culpa de los endemoniados asientos, ni si quiera le cabían bien las piernas.

Miró por la ventanilla del avión. Ahí estaba, su ciudad natal, la asquerosa ciudad donde pasó su infancia. Aún después de tantos años seguía teniendo la misma fama. Era considerada una de las más peligrosas del estado. La delincuencia estaba a la orden del día y pocos podían escapar de ella. Si nacías en los barrios marginales de Loguetown estabas condenado. Solo un pequeño porcentaje conseguía salir de allí y podía labrarse un buen futuro.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- Cada vez somos mas...

- Ni si quiera hay camas! no sé porqué siguen metiendo a mas niños!

- Oye cejillas! no te pases! tu también ocupas sitio así que cállate!

- Pero yo estaba antes marimo! - sacó la lengua haciendo burla a su amigo.

- Jé... idiota...

- Sabes que? cuando salga de aquí me uniré al cuerpo de policía! seré el mejor! y limpiaré todas las calles de este maldito sitio! haré que Loguetown sea el mejor sitio para vivir! - dijo el rubio sonriendo y alzando el puño victorioso - ya veras como así hay sitio de sobra en los orfanatos...

- ... eso me gustaría verlo... jejeje... - siempre conseguía contagiarle sus sueños y emociones.

- Claro que lo veras!! lo haremos juntos! a ver... cuanto nos queda?... tenemos nueve años así que serian... siete! siete años.... con 16 ya nos dejarán salir y podremos empezar a entrenarnos!

- Cuando piensas todas esas cosas?

- Jejeje... nunca paro de darle vueltas! que me dices? no sería genial? Zoro y Sanji! los salvadores de Loguetown!!

- Jajajaj! me gusta como suena!

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los recuerdos iban y venían desde que puso un pie en el avión. Quince años habían pasado desde que dejó el orfanato y se mudó a otra ciudad. Quince años sin saber nada de aquel chico que consiguió sacarlo de la oscuridad con sus sonrisas y sueños. Seguiría en la ciudad? le habría ido bien?

- Seguro que si... - pensó en voz alta. Estaba convencido de que habría conseguido triunfar, con lo apasionado que era para todo lo raro es que no lo hubiese hecho. Sonrió al recordar lo hiperactivo y emocionado que se ponía cuando hablaba del futuro.

Cuando salió del aeropuerto un taxi ya lo estaba esperando. Tenía que ir directo a la comisaria de la ciudad. La reunión con su nuevo jefe era en media hora por lo que no podía si quiera ir a dejar las maletas al apartamento que le habían asignado.

El tráfico del centro empezó a ponerle nervioso, solo quedaban diez minutos y no había manera de circular. Las sirenas de los coches de policía sonaban por detrás haciendo que los coches se apartasen a un lado.

- No hay otro camino? - preguntó al taxista.

- Podemos ir por el puente, pero daremos mucha más vuelta.

- Hágalo. Tiene pinta de haber sido un accidente - dijo intentando ver a través de lo coches que tenían delante - estaremos un buen rato aquí parados.

- Lo más seguro es que haya sido un tiroteo.

- Un tiroteo en pleno centro?

- Amigo esto está peor que nunca. Las guerras entre bandas cada vez son mas frecuentes. Un buen exterminio de chusma hacía falta aquí.

- ....

- Intentaré desviarme por la siguiente calle.

- Bien.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Primer día y llegaba media hora tarde. Menuda bienvenida le estaba dando esa maldita ciudad. Dejó las maletas detrás de la recepción de la comisaría y unos agentes con cara de idiotas prepotentes lo guiaron hasta el despacho de su supuesto jefe.

- Llevamos un buen rato esperando señor Roronoa. - dijo con seriedad un hombre moreno sentado tras una gran mesa y con una mirada que asustaría incluso al mas valiente.

- Disculpe el retraso señor, el centro estaba colapsado y el taxista tuvo que desviarse. No he podido hacer nada.

- Habrá sido por el tiroteo - habló un chico más o menos de su edad que se encontraba de pié al lado del otro. Parece ser que el taxista tenía razón

- Sí, ya lo sé, te libras por eso. - Zoro frunció el ceño, ni que estuviera en el colegio - bueno... empecemos. Por qué pidió el traslado aquí? en su expediente dice que es usted excepcional, uno de los mejores de su promoción. Podría haber elegido cualquier destino y le aseguro que todos serían mejor que este.

- Nací y pasé mi infancia aquí señor.

- Mejor me lo pones. Quién querría volver?

- Tengo mis motivos. - no tenía por qué contarle nada.

- .... bueno.... espero que sean buenos... bien, está claro que no dejaremos pasar esta oportunidad y encantados daremos uso de sus habilidades - sonrió falsamente.

- Daré todo de mi señor.

- Mihawk, llámame Mihawk. Dejemos ya los formalismos Zoro. Puedo llamarte Zoro verdad?

- Sí, claro.

- Bien, él es Trafalgar Law. Será tu compañero - el joven pelinegro se acercó y estrechó su mano.

- Encantado.

- Igualmente.

- Law lleva 6 meses con el caso del fantasma y ahora lo llevareis juntos. Andamos cortos de personal y vosotros dos sois los mejores que tengo ahora mismo. Miraste los informes que te mandé?

- Sí. Los miré a conciencia pero no he podido sacar nada en claro. No es posible que no haya ningún solo rastro.

- Por qué te crees que lo llaman el fantasma eh? - habló Law - el que llevaba antes el caso está muerto y yo llevo 6 meses sin conseguir absolutamente nada. No hay huellas, no hay arma, no hay pisadas, ni un misero pelo por donde podamos tirar.

- Sí eso ya lo lo leí. Que es eso de que hay una segunda persona? de algún lado habrás sacado esa información.

- Eso es solo una suposición mía. El que aprieta el gatillo no es el que da la orden. Solo es un asesino, uno muy bueno pero estoy seguro de que solo es un esbirro. Esta ciudad está manejada por mafias. Todas las víctimas son peces gordos, desde grandes empresarios a ministros. Son aquellos que han querido cambiar alguna cosa en esta mierda de ciudad, gente con ideales y convencidos de que podrían hacer algo. Todos ellos están ahora bajo tierra.

- Quieres decir que hay alguien que no quiere que las cosas cambien? - Zoro empezaba a entender.

- Eso es. No quiere que su negocio, sea el que sea, se vea perjudicado. Dices que te criaste aquí no? - el peliverde asintió - tu mejor que nadie sabrás que las armas y la droga controlan casi todo el dinero de la ciudad. Y a los que llevan esos sucios negocios no les interesa que esta ciudad cambie.

- Tiene sentido. Las víctimas tenían alguna relación entre ellas a parte de ser gente importante?

- Ninguna.... nada por donde podamos tirar. Que eran peces gordos y todos tenían relación con cambios en los barrios de la ciudad. Por eso lo más lógico es lo que te he contado - dijo Law pasando la mano por su cuello en señal de cansancio.

- Alguien en mente?

Mihawk sonrió y entregó unas carpetas a Zoro.

- Hay mucho interesado en el contrabando de todo tipo pero que tengan los huevos de matar a políticos y policías y puedan llegar a cometer tales actos son esas dos personas de ahí. Pero están protegidos por mil mierdas y sin pruebas está claro que no se les puede acusar de nada. Aún así son todo suposiciones, por algún sitio tenemos que tirar. Hasta que no encontremos una pista clara lo mejor es seguir de cerca los movimientos de esos dos.

Zoro abrió las carpetas. Donquixote Doflamingo y Marshal D. Teach ambos sospechosos de contrabando de armas y drogas, trata de mujeres, asesinatos y un sin fin más de acusaciones pero todo ello sin pruebas.

- Trabajan juntos? - preguntó mirando las diferentes fotografías de cada uno.

- Todo lo contrario. Se odian, intentan pisarse el uno al otro pero son sumamente cuidadosos. Nunca se les ha podido acusar de nada y por supuesto cuentan con gente de gran influencia a su favor, una panda de políticos corruptos -siguió explicando Mihawk.

- Todos son corruptos....

- Totalmente de acuerdo - añadió Law a lo que Zoro sonrió con complicidad.

- Entonces creéis que ese tal asesino fantasma trabaja para uno de ellos?

- Eso creemos... pero si no fuese así habría que empezar por ellos dos igualmente.... bueno... estamos alargando esto demasiado. Law lleva a Zoro a su apartamento y así le vas poniendo al día de todo lo demás.

- Entendido.

- Y... bienvenido Zoro, espero grandes cosas de vosotros dos, no me defraudéis. Dejarme ver algún rayo de luz en este caos de ciudad - los nuevos compañeros asintieron con la cabeza como agradecimiento y salieron de la comisaría.

————————————————————————————————————————————————

Cuando entró al apartamento se le cayó el mundo encima. Dejó las maletas en el suelo y paseó su mirada por cada rincón. Era enano y un puto asco.

- No pongas esa cara... ya es más grande que el mío.

- Cuanto llevan sin limpiar esto?

- No te quejes y da gracias a que te hayan buscado uno. No con todos lo hacen.

Zoro suspiró cansado. Lo último que quería después de un vuelo de diez horas era tener que ponerse a limpiar.

- Oye Law, donde puedo comprar comida?

- Creo que tienes un supermercado en la esquina, aún así hoy te invito yo. No creo que te apetezca ponerte a cocinar después del viaje  y así podemos seguir comentando el caso.

- Me parece bien.

Cogió la cartera y las llaves y salieron del apartamento. Ya tendría tiempo de limpiar durante la semana y así se quitaba de cocinar y podía conocer un poco más a su nuevo compañero. 
Law le condujo a un pequeño restaurante italiano que dejaba mucho que desear. Seguro que no pasaba ni una inspección de sanidad.

- El sitio no es gran cosa pero te aseguro que en tu vida probarás nada mejor que los platos de este sitio. Ya sea pasta, pizza, lasaña.... ese maldito italiano es el mejor en lo suyo.

- Entonces tendré que probarlo - sonrió Zoro.

Debía de admitir que el moreno tenía razón, no había probado una boloñesa tan buena como esa. El viejo y gordo chef italiano de ese antro era un puto genio.

- Joder, podría comerme tres más - dijo el peliverde dando un trago al tercio de cerveza.

- Jejeje... te lo dije... bueno... me vas a contar por que elegiste volver? Entiendo que a Mihawk no quieras pero yo ahora soy tu compañero no?.... me mata la curiosidad, no te lo voy a negar.

- Yo podría preguntarte lo mismo.... - Law lo miró confundido - Está claro que no eres de aquí. Tienes acento del norte por mucho que lo quieras ocultar... se nota. Así que dime tú porque estás en este apestoso sitio.

- Jejeje... si que eres bueno, a mí no me importa contártelo pero con la condición de que tú hagas lo mismo.

- Hecho, tampoco me importa contártelo, es solo que Mihawk me ha parecido un completo imbécil y paso de gastar saliva en alguien así.

- No es un mal tío.... cuando yo lo conocí también se puso en plan chulo, pero luego es todo lo contrario. Imagino que lo hará para que no se le suban a la chepa desde un primer momento y para que no nos relajemos.

- Mmmm... puede ser. Pero por el momento me cae como una patada en los cojones - refunfuñó - bueno.... a lo que íbamos.... empieza a contar.

- Es fácil.... simplemente estoy castigado...

- Como que castigado?

- Hace un año y medio la cagué en un caso. En vez de centrarme en mi trabajo me dejé llevar por las emociones. Me quitaron la placa por una temporada y me hicieron ir a ver a un psicólogo para que me evaluase. Cuando conseguí su visto bueno no me dejaron volver a mi puesto. Que aún no confiaban en mi juicio dijeron. Así que me mandaron aquí. Mihawk les manda evaluaciones mías cada mes. Aunque dice que está por mandárselas mal y así puede quedarse conmigo jejeje... no tienen a muy buenos inspectores en la unidad. Nadie quiere trabajar aquí, por eso se impresionó cuando vio que tú pedías el traslado a este sitio... - Zoro escuchaba atento. Qué habría hecho para que ni si quiera le dejaran volver a su puesto? - .... supongo que ahora querrás saber que fue lo que hice no?

- Supones bien.

- Pero..... me contarás luego lo tuyo verdad? Ahora somos compañeros, cuantos menos secretos haya entre nosotros mejor.

- En eso estoy de acuerdo, pero no esperes que mi historia sea tan interesante como la tuya.

- Jejeje... - cogió la cerveza y dio un largo trago - .... aquí voy... bueno mi compañero en ese entonces y yo andábamos metidos en un caso de unos niños asesinados, cinco para ser exactos, las pistas nos llevaron hasta un tipo el cuál parecía tener bastante información sobre quien podría andar detrás de esas muertes..... irrumpimos en su casa y nos pusimos en la plan polis cabrones para que hablase. Registramos todo, accedimos a sus ordenadores... el hijo de puta tenía un montón de pornografía infantil desde fotografías hasta vídeos y en muchos de ellos salía él. Me hervía la sangre... no los mataba... los drogaba, raptaba, abusaba de ellos y luego los dejaba por ahí tirados, les jodía la vida. Mi compañero lo retuvo en una habitación para interrogarle, amenazando con que si no nos hablaba sobre lo que sabía de esos niños muertos iría al corredor de la muerte. Sabíamos que tenía relación con el asesino, él era el que nos llevaría hasta él y podríamos cerrar el caso.... - Law guardó silencio.

- Pero? - Zoro podía imaginarse ya el desenlace, no sería el primer policía que perdía los papeles.

- .... cuando terminé de registrar todo me dirigí a la habitación donde estaba mi compañero... pero antes de llegar oí un ruido, venía del sótano de la casa. La puerta estaba cerrada con llave, así que la abrí de una patada y ... había una niña Zoro .... tenía a una niña encerrada, drogada, tirada en un asqueroso colchón en el suelo. La droga dejaba de hacer efecto y podía moverse, el ruido que oí fue que había tirado un trípode y una cámara de vídeo al suelo, lo más seguro es que intentara sujetarse para poder levantarse. No supe.... no pude soportarlo.... subí - tragó saliva - ... entré en la habitación donde lo tenían retenido y sin pensarlo dos veces le pegué un tiro en la frente.

- ..... joder.... - no sabía que decir, no le gustaban los casos donde había niños implicados por que podían pasar esas cosas, había que tener mucho aguante y sangre fría para no acabar como Law en ese momento.

- .... mi compañero se me abalanzó y me quitó el arma pero ya era tarde. Mintió por mi y dijo que fue en defensa propia, que el tío nos atacó cuando descubrimos a la niña.... aunque mi jefe no llego a creérselo del todo. Jodí el caso, maté al único tío que podía llevarnos hasta el asesino y .... bueno..... lo demás ya lo sabes, me quitaron la placa, el arma, me mandaron a las revisiones y ahora estoy aquí.

- Cogieron al tipo al final?

- Sí, me enteré a los meses que mi compañero y otro inspector lograron dar con él. Eso me alivió bastante - pasó la mano por la nuca en señal de cansancio, siempre le costaba contarlo, no era fácil, pero quería quitarse de líos antes de empezar a trabajar con otra persona - ... si te lo cuento así tan rápido es por que sé que tarde o temprano te enterarás y prefiero que lo sepas por mi, no quiero que desconfiemos el uno del otro.

- Lo entiendo y .... no te juzgo... no he tenido ningún caso como ese y sé que no debe de ser nada fácil aguantar el tipo en esas situaciones - ambos sonrieron.

- Gracias... bueno..... te toca - suspiró antes de seguir bebiendo del tercio. Se había quitado un peso de encima al contarlo. Ya no tendría que estar preocupado sobre que pensaría de él su nuevo compañero.

- Pff... ya te he dicho que lo mío no es tan interesante...

- Me da igual, quiero oírlo.

- Jeje... vale, bueno pues ... - carraspeó antes de empezar - .... nací aquí como ya sabes, vivía con mi padre en lo barrios bajos en una autocaravana, no teníamos un duro, vida de mierda ya sabes, yo ni si quiera iba al colegio... - Law asintió entendiendo - .... cuando tenía 6 años mi padre murió, nunca supe en que andaba metido, a esa edad no entendía muchas cosas pero lo más seguro es que buscase sacar dinero trabajando para alguna banda y la cagó.

- Lo mataron?

- Sí, de varios disparos... como un ajuste de cuentas...

- Lo siento.

- No te preocupes... ese no es el caso.... acabé en un orfanato asqueroso, lo más seguro es que ahora mismo esté derruido por que ya casi lo estaba cuando llegué yo. Allí era donde acabábamos todos los niños que nadie quería, hijos de prostitutas, drogadictos, o que ni si quiera sabían de donde salían porque los habían dejado abandonados en cualquier basurero. Eramos la chusma.... y en algún lado tenían que meternos. Yo estaba hundido, sabía que mi vida era una mierda pero ya quedarme sin mi padre fue lo que me acabó por destrozar.

- Eras muy pequeño... es normal.

- Sí supongo... pero aún siendo tan pequeño ya sabía que no tendría un gran futuro, que nadie querría a un niño pobre y sucio sacado de los peores barrios de la ciudad.

- Pues yo te veo bastante bien...

- Jejeje... sí, al final no me ha ido nada mal ....

- Que pasó?

- Que conocí a alguien .... otro niño de mi edad.... llevaba ahí desde que era un bebé, él fue el que consiguió sacarme de esa maldita depresión. Estaba lleno de vida. Nunca dejaba de sonreír y siempre andaba fantaseando con futuros prometedores. Nos convertimos rápidamente en mejores amigos. Yo no me separaba de él, por él fue que volví a sonreír y a tener esperanza.... - sonrió nostálgico - .... día a día veíamos niños que iban y venían, y no por que alguien los adoptase sino por que morían, la mayoría de los que llegaban estaban muy débiles o enfermos y otros directamente no tenían ganas ni fuerza para seguir viviendo.... pero él nunca caía.... siempre me decía: tranquilo Marimo, cuando salgamos de aquí salvaremos a todos los niños!!

- Marimo?

- Jejeje... así me llamaba, por mi pelo, teníamos unos cuantos motes e insultos dedicados únicamente a nosotros.

- Jajaja.. es bueno!

- Sí... pero ni se te ocurra llamarme así!- amenazó frunciendo el ceño.

- Jajaja tranqui! no lo haré... bueno sigue... que pasó con ese niño?

- Un día... creo que teníamos 9 años... dijo que nosotros teníamos que hacernos cargo de la ciudad, que nos convertiríamos en policías y haríamos de Loguetown el mejor sitio para vivir, que acabaríamos con todos los que dañaban a la gente y hacían que esta ciudad fuese un asco. Se le metió la idea en la cabeza y no paraba de fantasear con ella y yo acabé cayendo también. Su sueño se convirtió en el mío. En el de los dos.

- Pues más o menos puede que lo consigas no? lo de poli ya lo tienes!

- Jajaj... es un sueño difícil ...

- Pero por eso estás aquí no? por eso has vuelto...

- Sí, sé que es una tontería de críos pero me aferré a ello y pensar en esa promesa es lo que me ha hecho poder seguir adelante.

- No es ninguna tontería, admiro a las personas como tú que siguen sus sueños por muy difíciles que sean... pero... aún tengo la curiosidad de como lo conseguiste y que paso con el niño?

- Me adoptaron.

- Te adoptaron?!

- Jajaja... aunque parezca increíble sí... un día nos escapamos durante unas horas para corretear y hacer travesuras por la ciudad... teníamos 11 años ahí... nos acercamos a uno de esos puestos de perritos que hay por las calles, pedimos dos y cuando nos los dio salimos corriendo mientras el tío nos maldecía a gritos... estaba tan gordo el cabrón que ni si quiera hizo el amago de perseguirnos.

- Vaya par de delincuentes.

- Jejeje... típica travesura de niñato.... el caso es que yo acabé perdido. Dí mil vueltas por toda la ciudad y ni puta idea de donde estaba. No encontraba a Sanji por ningún sitio.

- Sanji? así se llamaba?

- Sí... es verdad no te había dicho su nombre perdona - Law hizo un gesto con la mano para quitarle importancia - ... bueno... como te decía... estaba perdido y mi cara de desconcierto acabó llamando la atención de una mujer. Se acercó a mi y me preguntó si necesitaba algo y que si estaba solo. Me costó al principio decirle la verdad pero me acabó pillando. Al final pasé la tarde entera con ella intentando buscar el orfanato. Yo no sabía exactamente la dirección y aún menos en que parte de la ciudad me encontraba en ese momento, así que fue un odisea. Ella no paraba de reírse al ver mi cabreo por no saber volver y que ella fuese extranjera y no conociese la ciudad tampoco ayudaba mucho. Nos caímos bien y al parecer se encariñó conmigo. Conseguimos llegar ya casi de noche. Sanji me infló a patadas por haberle tenido preocupado y ella se fue. Creí que ya no la volvería a ver pero al día siguiente se presentó allí con los papeles ya preparados. Yo no me lo podía creer. La adopción fue rápida, no pusieron ningún tipo de pega, cuantos más niños pudiesen quitarse de encima mejor. Yo al principio me mostré reacio, no quería alejarme de Sanji pero él me convenció no sin antes hacerme prometer que volvería para llevar a cabo nuestro sueño.

- Si llegas a decir que no es para matarte, que alguien adopte a un niño de 11 años es casi imposible y más viniendo de donde venías.

- Lo sé, tuve muchísima suerte. Me llevó a su país y me dio una buena vida. Fui al colegio, hice amigos, pude entrar en la policía, lo que creí que nunca podría tener. Le debo mucho.

- Como se llama?

- Kuina. Me dijo que no podía tener hijos y que siempre había deseado uno. Su trabajo la ocupaba mucho tiempo por lo que adoptar un bebé no le convenía así que yo le vine que ni pintado jejeje...

- Y que pasó con Sanji?

- No lo sé, no volví a saber de él. Mandé mil cartas, pero no sé si quiera si llegaron por que nunca tuve respuesta. Cuando entré en la policía conseguí meterme en los archivos de Loguetown e investigue un poco para ver que había pasado con el orfanato. Al parecer cerró dos años después de que yo me marchara.

- Y por el nombre?

- Jé... un nombre sin apellido... imposible... no creas que no lo he intentado.

- Cierto...

- No creo si quiera que se acuerde de mi, o que al final cumpliese lo que dijimos, o a lo mejor ni siquiera está vivo ... pero aún así yo quiero hacerlo, al menos intentarlo.

Ambos chicos guardaron silencio unos segundos sumidos en sus recuerdos. 
Law observó a su nuevo compañero. Parecía bueno persona, un hombre con un objetivo fijo y lleno de determinación. Seguro de sí mismo y con una actitud inquebrantable. Todo lo contrario a él. Él era inseguro, lleno de miedos y dudas, alguien que se dejaba llevar por sus emociones, que perdía los papeles en momentos de estrés por no encontrar la manera de actuar pero era bueno, era un buen inspector, es por eso por lo que le dejaron volver  a la policía, porque pocas veces aparecía alguien con tanto talento como él. Pero le aterraba volver a cagarla, le aterraba volver a matar. Amaba y odiaba a la policía por igual. La amaba por que le gustaba su trabajo, le encantaba hacer de perro sabueso pero odiaba las políticas y reglas que había en ella. Pero eso era algo que Zoro no tenía por qué saber, no aún.

- Bueno pues oficialmente ya podemos decir que somos compañeros... ya conocemos las mierdas de cada uno - habló sonriendo al cabo de un rato levantando el tercio para brindar.

- Jé! Más te vale ser tan bueno como dice ese Mihawk - Zoro lo imitó y chocó su tercio con el contrario.

- Jajaja! Lo mismo digo!

——————————————————————————————————————

Dos semanas pasaron en los que Law le puso al corriente de todo los movimientos del fantasma. Llevaba casi un mes sin actuar pero eso no quería decir que no volviese.  Seguían de cerca los pasos de Doflamingo y Teach pero nada podían sacar de ahí. Los cabrones sabían de sobra que los estaban vigilando. Incluso sonreían y saludaban a los policías que los vigilaban vestidos de calle. Se burlaban en toda su cara.

Zoro aprovechó esas semanas para arreglar el apartamento y hacer un poco de turismo para recordar la ciudad. 
Y tal y como se decía era un puto asco. La pobreza se extendía como una plaga, las calles sucias y llenas de bandas de adolescentes que ya habían apretado el gatillo en más de una ocasión. Prostitutas y chulos en casi todas las esquinas, algunas de ellas con sus respectivos hijos viéndolas trabajar. Niños que ya estaban condenados desde antes incluso de nacer.

Al final volvió a visitar el lugar donde todo empezó. A las afueras de la ciudad cuatro muros derruidos casi en su totalidad indicaban donde había estado su antiguo orfanato. Ya no había ventanas, ni puertas, los cachos de piedra que aún quedaban en pie estaban llenos de pintadas y grafitis. Las malas hierbas lo devoraban poco a poco.

Por mucho que odiase ese sitio no pudo evitar sentir pena al verlo así. Al fin al cabo ahí fue donde lo conoció.

- Hola guapo.... que haces por aquí tan solito? Me buscabas?? - estaba tan sumido en sus recuerdos que ni la vio venir.

Una joven de enormes pechos se apoyaba provocadora y sensualmente en la ventanilla del coche. Las cortas prendas dejando ver demasiado de su cuerpo daban clara evidencia de lo que era. Tenía el pelo rubio, bueno mejor dicho la peluca, estaba claro que ese pelo no era natural.

- Té he impresionado?? Jeje... a muchos les pasa, dime guapetón qué quieres que haga? - metió el brazo y pasó con suavidad sus finos dedos por el mentón del peliverde.

- Dime... como te llamas? - preguntó Zoro agarrando la mano de la chica para apartarla de él sin ser brusco.

- Mmmm, me llaman Coral.... pero puedes llamarme como tú quieras cariño.

- Ya.... en fin Coral creo que hoy no es tu día de suerte - del bolsillo interior de su chaqueta sacó la placa y la puso delante de las narices de la joven.

- Mierda! joder! - del impulso que dio hacia atrás para apartarse deprisa de la ventanilla del coche calló de culo sobre es asfalto - aaagh!! maldita sea!!

Zoro se apresuró a salir del coche y le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

- Estás bien?

- Puedo levantarme sola! - gritó apartándolo de un manotazo.

- Como quieras... - metió las manos en los bolsillos y se apoyó en el capó observando como la chica se ponía en pie mientras le maldecía una y otra vez.

- Que haces en este barrio?!! - le acusó señalandolo como si el que estuviese haciendo algo malo fuera él.

- Acaso no puedo?

- La policía no suele entrar aquí!! mejor dicho nunca entra aquí!! no es justo!! vas a detenerme!!? por qué tienen que pillarme a mi?!! sabes la cantidad de delincuencia que hay por ahí?!! yo no hago daño a nadie!! - la cantidad de expresiones que podían reflejarse en su rostro en un solo segundo era alucinante, desde ira, rabia, miedo, tristeza, desesperación. Zoro no sabía si se tiraría a su cuello o si se pondría a llorar en cualquier momento - .... quien te ha hablado de mi eh!!? cómo sabías donde encontrarme??! oh dios mío!! no iras a encerrar a alguien tan joven y guapa como yo verdad?!!

- Vale vale cálmate... me estas volviendo loco con tantos gritos, no voy a detenerte.

- ... como te atreves?!! es que no tienes consideración por la gente humilde?! vosotros siempre abusando de vuestro poder!! no sois más que unos.... espera... qué?.... no vas a detenerme?

- No, así que tranquilízate por favor... tu voz es demasiado chillona...

- Oye!!

- Ssshh! deja ya de gritar! - esa mujer desesperaba a cualquiera.

- .... lo siento.... - al fin pareció entender que si seguía hablando se iba a ganar a pulso que la metiese entre rejas.

- Pero entiende que no puedo dejarte aquí.

- Eh? a que te refieres?

- Vete a tu casa o a cualquier otro sitio pero no puedo dejar que sigas haciendo la calle después de haberte pillado.

- Tss... menuda idiotez.

- Eso o te vienes conmigo a comisaria.

- Vale vale... tu ganas... llamaré para que vengan a buscarme.

- Bien.

- ......

- ......

- ..... vas a quedarte mirando?

- Tengo que asegurarme de que obedeces y... ten cuidado de a quien llamas... no hagas ninguna tontería.

A regañadientes sacó un móvil que guardaba entre sus pechos, Zoro se preguntó que más cosas podría guardar ahí debido al tamaño de estos.

- Hola... estás ocupado? - el tono de su voz cambió radicalmente a uno dulce y cariñoso - si.. si estoy bien es solo que.... puedes venir a buscarme? - se giró dándole la espalda como si así consiguiese que no la oyera - ... si de verdad, te prometo que estoy bien, solo he tenido un problemilla, ahora te lo explico... estoy donde siempre vale?.... bien.... no tardes.

Colgó y devolvió el móvil a su bolso improvisado.

- Contento? - de nuevo su tono volvía a ser desagradable.

- Tardara mucho?

- Vas a quedarte esperando?!

- Ya te he dicho que me tengo que asegurar.

- Pfff... como os odio....

- Estamos acostumbrados.

Guardaron silencio durante varios minutos esperando a que apareciese el sujeto que la recogería. Zoro se dio cuenta de que la tal Coral le observaba dubitativa, confundida, como si quisiese preguntarle algo pero no estuviese segura de hacerlo.

- Algún problema? - preguntó serio intentando intimidarla.

- ..... nada..... - la joven se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

- No seas cobarde.

- Yo no soy cobarde!! - el peliverde rodó los ojos al ver la facilidad con la que esa mujer se ponía a gritar.

- Ya... entonces di lo que estas pensando, sé que quieres preguntarme algo.

- ....es solo que.... me resultas familiar.... no.... nos conocemos? - volvió a repasarlo de arriba abajo con la mirada.

- No lo creo .... te aseguro que me acordaría, tus gritos no son fáciles de olvidar - sonrió burlón.

- Bah... que te jodan! .... pero ..... - la duda seguía reflejada en sus ojos - .... estoy segura de haberte visto antes ....

- Puede que.... - cortó la frase al oír el fuerte motor de una moto que se acercaba a ellos.

- Ya está aquí!

El peliverde se separó del coche y sacó las mano de los bolsillos para estar preparado por si a ese individuo le daba por hacer alguna gilipollez.

Coral corrió hacia él y este paró a su lado derrapando.

- Gracias por venir! - sonrió la joven.

- Estas bien? - el sujeto levantó la visera del casco para que pudiese oírle mejor.

Zoro observaba todo a un par de metros de ellos.

- Sí estoy bien, no te preocupes.

- Quien es ese? - dijo mirando por primera vez al peliverde.

Zoro solo podía ver sus ojos, todos lo demás estaba escondido debajo del casco negro.

- Es un poli, así que no te pases.... mejor vámonos y ya está - susurró la joven aunque pudo oírla perfectamente.

- Hazle caso y llévatela de aquí, por esta vez lo dejaré pasar - habló autoritario el peliverde desde su posición.

Pero el sujeto no movió ni un musculo, seguía mirándolo fijamente aún subido en la moto.

- Oye! que te pasa? no le has oído? vámonos por favor! - suplicaba la chica al ver que su amigo se había quedado estático.

- Espera... - puso la pata a la moto para que se mantuviese quieta y bajó de ella despacio sin quitar sus ojos del policía.

Zoro se tensó, la mirada fija de ese tío sobre él lo hizo ponerse en guardia. El desconocido se le acercaba a paso lento.

- Por tu bien y el de tu amiga espero que no cometas ninguna tontería - dijo cortante y amenazante pero aún así el chico no se detenía. Cada vez lo tenía más cerca mientras lo escudriñaba con la miraba - .... será mejor que no te acerques más si no quieres que os arreste a los dos - es que acaso ese tío era sordo? de verdad intentaría algo contra un policía?

- Pero que haces?! - la joven temía lo peor.

- Se acabó! - el peliverde abrió su chaqueta y metió la mano para agarrar su arma reglamentaria y hacerle ver al tipejo ese que no se podía jugar con él - si das un paso más me veré obligado a usar la fuerza! - al fin obedeció y pudo apartar la mano de la culata de su pistola, no le hizo falta sacarla - veo que al final has entendido....

- Zoro?

- Qué?... cómo? - eso lo descuadró totalmente. Como sabía su nombre?

- De verdad eres tu?

- Como sabes....? - y antes de que pudiera terminar la pregunta el individuo se quitó el casco.

Los mechones rubios cayeron ligeros sobre el rostro del chico tapando uno de sus ojos azules y dejando visible el otro donde se apreciaba una divertida ceja con forma de espiral.

- Sa... Sanji... - no lo podía creer, creyó que nunca más volvería a verle y ahora lo tenía ahí parado en frente de él convertido en un todo un hombre.

- Já! sabía que eras tú! ese pelo verde es inconfundible! - sonrió feliz el rubio - pero que haces aquí?! creía que te habías ido a vivir a otro país?!

El peliverde aún no salía de su asombro.

- Yo ... yo

- Sanji que pasa?! - la joven se acercó a ellos - es que os conocéis?

- No me digas que no te acuerdas!! es Zoro! el marimo!! en el orfanato siempre estábamos juntos!!

- Joder!! - la chica se dio una palmada en la frente - es verdad!! ya sabía yo que me sonaba de algo!!

- Espera espera que? - Zoro no entendía nada.

- Oh! jajaja .... un momento .... - agarró la peluca rubia y de un tirón se la quitó dejando libre una larga melena naranja - puede que ahora sí me reconozcas - sonrió con superioridad.

- .... no puede ser.... - el peliverde abrió los ojos como platos - ... tú eres.... tú.... Nami? en serio?

- La misma!

- Joder! la última vez que te vi solo tenías 8 años y no parabas de berrear por todos lados.... y .... sigues berreando....

- Que te jodan!!!

- Jajaja! menuda coincidencia! creía que no volvería a verte marimo!

- Yo también! pensaba que ni si quiera seguirías en la ciudad! - de repente algo cruzó por la mente del peliverde que lo devolvió a la realidad.

La pequeña niña que llegó al orfanato un año antes de que él se fuera y que intentaba seguirlos a todos lados ahora trabajaba vendiendo su cuerpo. Y Sanji.... que hacía él? él tampoco pudo escapar de las garras de esos barrios?

- Así que.... policía eh? - interrumpió el rubio sus pensamientos.

- Ehmm... jeje... sí, soy inspector, me ascendieron hace un año.

- Vaya... te ha ido bien por lo que veo... pero... por qué estás aquí?

- Bueno ya sabes.... me lo metiste tanto en la cabeza que al final no quise dedicarme a otra cosa yyy... te prometí que volvería no? para arreglar este caos de ciudad - ambos chicos sonrieron con complicidad.

- Es verdad.... - el rubio miró al suelo con nostalgia - .... me alegro por ti marimo, de verdad y... espero que todo te siga yendo igual de bien.

El peliverde frunció el ceño. Eso parecía más una despedida que un reencuentro. Es que acaso ya no quería saber nada de él?

- Tenemos que irnos - dijo el rubio mirando a Nami - debo volver a mi puesto.

- Sí, claro.

- Oye espera! - Zoro se acercó a él - como puedo localizarte? - no iba a dejar que se fuera así sin más - podríamos tomarnos unas cervezas cuando puedas y ponernos un poco al día.

- Hmm... creo que ahora nos movemos en diferentes clases sociales marimo... no sé si...

- Sigo siendo el mismo, sigo siendo Zoro - le cortó hablando con determinación.

El rubio dudó unos segundos.

- .... apunta mi numero y concretamos un día - se decidió al fin el rubio.

Ambos intercambiaron números de teléfono y se despidieron sonriendo como hacía tiempo no lo hacían.

- Adiós Zoro! y gracias por no detenerme! - se despidió Nami subiendo a la moto y pasando los brazos alrededor de la cintura del rubio para sujetarse.

- Adiós... Coral... - se burló.

La pelinaranja respondió sacando la lengua.

Se quedó parado mirando como se alejaban. Aún no se creía del todo que al final hubiese podido encontrar a su amigo. Se moría de ganas por contarle todo, por saber todo de él, por volver a ver su atractivo rostro. Por que sí, debía admitirlo, el rubio había crecido muy bien. Sonrió al pensar en eso.

Sacó el móvil de su bolsillo al oír que le llamaban.

- Dime - contestó.

- "El jefe nos quiere ver. "

- Bien, estaré ahí en 20 minutos, quieres que pase a por ti?

- "Sí, pero pasa por tu apartamento y te espero en la puerta que estoy por aquí cerca y me pilla mejor."

- Vale.

- "Aquí te espero. "

- Oye Law...

- "Qué?"

Lo he encontrado....

Notas finales:

Gracias por llegar hasta el final del capitulo! 


Criticas y alabanzas serán bien recicibidas.


Un saludo!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).