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De canto a una moneda por Marbius

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Escrito por amor a la pareja~

Notas del capitulo:

Próximo capítulo: CC: 01-abr/SC: 15-abr.

1.- Virtualidad de amor.

 

Remember the words you told me, love me 'til the day I die

Surrender my everything 'cause you made me believe you're mine.

5 Seconds of Summer - Youngblood

 

En perspectiva, una pequeña porción de la culpa que recaía en Sirius por El Incidente era también por causa del lobo. Una parte minúscula, que todos incluidos Sirius optaron por ignorar.

En realidad, era de esperarse. Con cada año, el lobo en Remus se hacía más y más fuerte, provocando con ello un daño mayor en el cuerpo de Remus, así como secuelas que ya no se limitaban a un par de huesos rotos o cicatrices aquí y allá.

Para finales de su cuarto año, Remus tuvo que faltar durante la semana de exámenes y presentarlos con retraso, por lo que el resto de los Merodeadores tuvo una junta secreta para meterle prisa a su proyecto de convertirse en animagos, resultando entonces que durante ese verano uno a uno lo consiguieran y se presentaran ante Remus con la novedad de sus nuevas formas durante la luna llena de ese agosto.

Ellos no fueron los únicos que trajeron consigo noticias impactantes, pues a su retorno a Hogwarts ese quinto año, Remus volvió alto, con un atractivo natural que antes era sólo subyacente, y un dejo de indiferencia ante el interés que despertaba entre sus compañeros de curso.

Sirius había pasado por esa misma etapa dos años atrás, en gran parte, cortesía de los genes Black que a pesar de la endogamia también se podía contar con ellos para ser considerado como un espécimen encantador, y el interés que despertaba en el sexo opuesto (y también en el propio) le había convertido en el primero en besar a alguien de su curso, entre otras experiencias de mayor calibre...

Así que Remus fue el segundo, y tanto James como Peter manifestaron su desencanto por ser los patitos feos del grupo que todavía se aferraban a los últimos resabios de la niñez.

—En mi caso es... el lobo —masculló Remus en una ocasión, irritado porque a su parecer los efectos secundarios en su fisonomía eran de temerse antes que alabarse.

La prueba quedó patente cuando durante la primera luna llena del año, la primera también en la que sus amigos se le unieron en sus formas de animago, ante ellos se plantó un lobo adulto al que sólo le faltaba peso para considerarse un ejemplar maduro.

En ese desarrollo temprano donde el ciclo de vida del lobo adelantó la adolescencia en Remus, el único que no tuvo inconveniente alguno fue Sirius, quien de pronto no pudo pasar por alto sus nuevas formas.

Con brazos y piernas largos a los que no estaba acostumbrado, Remus era y no a la vez la epítome de la torpeza. Sus nuevas extremidades le hacían darse golpes innecesarios, pero también le conferían un andar diferente, más suelto, en donde Remus no tardó en sentirse a sus anchas bajo su propia piel, y con ello a despertar más y más interés entre sus compañeros.

Especialmente en Sirius, aunque éste calló esperando el momento adecuado para dejarlo entrever.

Mientras tanto, aquel fue un quinto curso donde de pronto el interés por el romance, los noviazgos (y en el caso de las parejas precoces) y también por el sexo estuvo al tope, y donde uno a uno de los Merodeadores consiguió citas para la fiesta que se celebraría ese año en Halloween.

Por supuesto, por más que le insistió a ser su pareja, James no consiguió que Lily Evans saliera con él, así que en su lugar obligó a Remus a preguntarle bajo el razonamiento de que su amistad había crecido como nunca desde que ambos eran prefectos, y ésta aceptó de buena gana en ayudarlo.

Así que James acudió con Dorcas Meadowes, y Sirius vio su oportunidad con Marlene McKinnon, de quien sospechaba una atracción hacia su amiga y ésta se lo confirmó sin ningún tapujo. Con la inminencia de citas, Peter consiguió agenciarse una chica de cuarto curso para quien él era su tercer novio en lo que iba del curso, y aunque sus perspectivas eran terribles con esos antecedentes, fue el único que durante esa noche consiguió un par de besos de su pareja.

Claro está, por tecnicidades, ya que pasado el banquete y la fiesta que se celebró en la sala común de Gryffindor para los alumnos de quinto curso en adelante, Sirius convenció a Remus de quitarse de en medio de Lily y James, y acompañarle afuera a tomar un poco de aire fresco.

—¿No se molestará tu cita? —Preguntó Remus, pero Sirius le señaló un rincón de la habitación, donde Marlene se besaba con Dorcas y a ninguna de las dos le importaba quién podía verlas.

—Dudo siquiera que note que no estoy. Vamos, Moony —le llamó Sirius, y tomando su mano lo guió fuera del retrato de La Dama Gorda.

En sus andanzas por Hogwarts, habían acabado por convertirse en maestros de cada uno de sus recovecos, así que no fue sorpresa cuando sus pisadas los guiaron a un aula abandonada del tercer piso, que con amplios ventanales era el sitio perfecto para observar el Bosque Prohibido en su totalidad.

—¿Frío? —Preguntó Sirius al posicionarse al lado de Remus y que éste se estremeciera.

La luna llena había sido casi dos semanas atrás, pero estaban en ese punto en que Remus todavía era sensible a las bajas temperaturas.

—Un poco.

—Ven acá —le pasó Sirius el brazo por los hombros, y al instante se acurrucó Remus con él.

No fue necesario hablarlo, aunque de nueva cuenta, en perspectiva, así debieron haberlo hecho... Bastó con que ambos giraran el rostro el mismo tiempo para que la convicción de que besarse era la mejor idea en el mundo se plantara entre ambos.

Incluso con experiencias pasadas, Sirius sintió aquel beso como el primero de su tipo, y después habría de confirmarle Remus que incluso aunque antes de él sólo había habido dos chicas, en efecto, el beso que habían compartido no se asemejaba a ningún otro.

A su vuelta a los dormitorios, ya cerca de las dos de la mañana y con los labios turgentes, el único que se percató de su llegada fue Peter, quien les contó animado de su propia sesión de besos y también de la bofetada con la que Evans había respondido a los avances de James.

—Oh, pobre James —se dolió Sirius por su amigo, pero con Remus a su lado y haciéndole ojos para acompañarlo a su cama, pronto se le pasó.

Y aquel momento, se convirtió en su inicio oficial.

 

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Notas finales:

Este es un fic ya finalizado de 5 capítulos que actualizaré los lunes (con comentarios) o cada 3 semanas (son comentarios). La historia promete angst, así que prevenidas están~


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