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La edad se puede ir a la mierda siempre y cuando sea por ti por LaylaPotterMalfoy

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Notas del fanfic:

-Esta historia ocurre en Hogwarts, a finales del 7º año de los chicos.

-James tiene 18 años y Tom 27.

-Haré unos pequeños cambios conforme a la distribución de las clases, estandolos alumnos distribuidos en estas al azar, sin importar casa o, en caso de repetir asignaturas de cursos anteriores o cursarlas de posteriores, edad.

Primer día de clases de 1973

P.O.V. James

-Queridos alumnos-comenzó a hablar el director Dumbledore-, me complace presentarles al nuevo profesor de Defensa contra Artes Oscuras y jefe de la casa Slytherin, Tom Marvolo Riddle, el cual ya estuvo impartiendo case como ayudante durante unos años. Cabe decir que durante este año, mientras no esté acostumbrado al ritmo de clase, será solo profesor de los alumnos de los cursos superiores a tercero, siendo este incluido.

-Está de broma, ¿verdad?-Preguntó Sirius al aire.

-No, no lo está, aún no está en la mesa pero ya lo huelo desde aquí.

-Sentidos lupinos... Dumbledore no está de coña-dije soltando un suspiro, no se de donde había sacado esa idea el director, pero ese hombre nos iba a hacer la vida imposible.

Lo vi entrar por las puertas del Gran Comedor y mi mirada se quedó fija en él: ojos verde esmeralda, pelo negro, facciones aristocráticas y buen cuerpo. Al menos no todo iba a ser malo.

Suspiré y devolví la mirada a mi comida, cruzándome con Lunático, quien me miraba con una sonrisa pilla. Oculté mi cabeza entre mis brazos, soltando un gruñido, y me abofeteé mentalmente por haber resultado tan obvio.

***

P.O.V. Tom

Nada más sentarme en la mesa de los profesores mi mirada se dirigió a cierto Gryffindor, por el único que acepté el puesto, con la cabeza oculta en sus brazos. Al devolver mi vista al plato me encontré con dos miradas: La de cierto lobo, a quien parece ser que sus sentidos lupinos aumentaron, y la del viejo chocho que me miraba de forma interrogante. Parece ser que mi secreto se descubrió. Suspiré cansado y me dispuse a cenar.

-Querido-escuché a mis espaldas cuando me dispuse a llevar a mis alumnos-,acompáñame a mi despacho.

-Pero, director, tengo que ir con los nuevos alumnos.

-No te preocupes, los prefectos se ocuparán de ellos.

Viendo que no me iba a dejar negarme lo seguí y me senté en uno se los sillones.

-¿Un caramelo de limón?-Negué y continuó hablando-Dime, Tom, ¿por qué aceptaste el trabajo?

-Señor, una persona no se puede mantener sin trabajo.

-Pero tú sí. Tienes más de la mitad de la fortuna Slytherin junto con la de tu madre. Vuelvo a preguntar, ¿por qué aceptaste el trabajo?

El director me miraba intensamente así que supuse que algo sabía.

-Si ya lo sabe para qué me pregunta-respondí con un suspiro, tapándome los ojos con una mano.

-Está enamorado del joven Potter.

Asentí a su afirmación y suspiré.

-Cuando estaba como ayudante me llamó mucho la atención, pensé que solo era curiosidad, pero parece que se ha convertido en algo más.

-Vuelvo a preguntar, ¿para qué quieres el puesto?

-Lo quiero para conquistar a James Potter, el mejor alumno que he tenido y, seguramente, tendré durante todos los años en los que usted me quiera tener aquí.

-Por fin lo ha aceptado-dijo recostándose en su butaca-. Me parece bien, pero no quiero que tengan ningún acercamiento físico hasta sus 16 o, a poder ser, hasta que salga de Hogwarts. Bienvenido a Hogwarts hasta el día en que decidas irte, Tom-se levantó y me estiró la mano para estrechármela, cosa que hice.

-Muchísimas gracias, director Dumbledore.

-Oh, por favor, llámame Albus, ahora somos compañeros.

Me despedí de él con una sonrisa y me dirigí a mi habitación pensando en como podría conquistar a James Potter. Estaría bien empezar por tratar por igual a todas las casas.

***

P.O.V. James

-¿Qué fue lo que ocurrió en el Gran Comedor?-Preguntó Remus entrando de un salto a mi cama cuando todos estaban dormidos, por lo que suspiré y eché un hechizo silenciador.

-Como supongo que gracias a esa memoria lupina que tienes te acuerdas que a finales de primero os había dicho que me gustaba alguien-dije mientras él fruncía el ceño-. Esa persona era el profesor Riddle y hoy lo he confirmado, me muero por sus huesos, perdón por la expresión, mi querido lobo, pero es la verdad. Se que nunca me aceptará pero soñar despierto con él y que me lea los pensamientos no es mala idea-acabé con una pilla sonrisa.

Remus negó sonriendo y dijo:

-No me parece mal plan, pero creo que él no te es tan indiferente como tú crees.

Dicho esto se bajó de mi cama y se metió en la suya dándome las buenas noches.

***

Navidades 1973

P.O.V. Tom 

Desde que había entrado a trabajar en la escuela hubo muchísimas cosas buenas: conocer a mis alumnos, en especial a Remus, Severus y Regulus, saberme medianamente correspondido, por lo menos en lo relacionado a la atracción física, pero todas las duchas frías que me tenía que dar cada vez que me encontraba con James... Me hacían replantearme muchas cosas.

James se pasaba el día o, por lo menos, cada vez que estaba conmigo imaginándose escenas con altas connotaciones sexuales. Para tener 13 años tenía una mente de lo más realista y nada compatible con su edad, tentándome a follármelo en cualquier sitio sin importarme quién estuviese delante.

-Profesor Riddle, ¿me mandó llamar?

-Sí, Remus, siéntate donde quieras. ¿Quieres algo de beber?

Él negó así que me serví una copita de Whisky de fuego y me senté enfrente de él.

-Señor, ya sé que estoy aquí por lo que está haciendo James con su mente, pero no soy capaz de pararlo.

Me reí a lo dicho por el lobo y le contesté.

-No te he llamado por eso, Remus, aunque no pueda leer tu mente por el lobo se de sobra que James es demasiado cabezota como para hacerte caso.

-¿Entonces? ¿Por qué nos ha llamado a Sev y a mí?

-En cuanto llegue Severus os cuento.

-¿Profesor Riddle?

-Pasa, Severus, siéntate al lado de Remus.

Snape se sentó al lado de Remus dándole un beso en la mejilla.

-Bueno, al parecer ya habéis resuelto vuestras diferencias después del numerito que montasteis el primer día de clases. ¿Los castigos ayudaron?-Vi como ambos se pusieron rojos y yo me reí-Tranquilos, es broma.

Ambos suspiraron tranquilos y Sev preguntó:

-¿Por qué nos mandó llamar?

-Os he mandado llamar, mis queridos alumnos, porque necesito que me ayudéis a pagarle a James con su misma moneda.

-¿James Potter?-Preguntó Severus viéndonos intermitentemente mientras asentíamos-¿Qué hizo Potter ahora?

-Hacer, hacer... No hizo nada-comenzó Remus-. Solo supongamos que cierto atractivo y joven profesor está enamorado de James y que sus sentimientos son correspondidos. Lo malo es que James tiene la mente más pervertida que te puedas encontrar en un niño de 13 años y está volviendo loco a cierto profesor con escenitas mentales no aptas para menores.

Severus miraba impasible a su amigo y después giró su vista a mi.

-Profesor Riddle... ¿El rey de los leones? ¿El Gryffindor más Gryffindor que hay?

-Lo has pillado a la primera, Severus, me gusta el rey de los leones y quiero que pare de atormentarme con los putos sueñitos así que necesito vuestra ayuda.

-Ya sabe que por mi no hay problema, profesor, estoy hartito de ver sus sueños cuando me duermo y tengo un plan hecho desde el principio aunque igual daña un poquito a James.

-Yo también me uno, la idea que tiene el lobito, sea cual sea, es bienvenida, el dañar al cervatillo no me parece mal de todo.

-Entonces, lo primero, profesor Riddle, ¿qué tal se le da la poción multijugos?

Al escucharlo sonreí con malicia y comenzamos a trazar el plan.

***

Última semana de tercero

P.O.V. James

Estábamos desayunando tranquilamente cuando una lechuza se posó a mi lado. No esperaba ninguna carta así que la abrí desconfiado. En cuanto vi lo que contenía las lágrimas se agolparon en mis ojos, teniendo que cerrarlos para contenerlas.

-Cornamenta, ¿estás bien?-Escuché lejanamente a Sirius.

Negué y me levanté para irme corriendo a la torre de Astronomía, el único lugar donde podría estar tranquilo.

Ya habían pasado varias horas cuando la puerta se volvió a abrir.

-Señor Potter-dijo una voz siseante-, ¿por qué ha faltado a mi clase?

Intenté hacer lo de siempre cuando él estaba presente, pero la foto aparecía una vez tras otra en mi cabeza.

-No me sucede nada, profesor Riddle-dije soltando su apellido con odio y girándome-, no fui porque no podría verle la cara después de la foto que me llegó esta semana.

-¿De que foto habla?

Cogí el sobre de mi túnica y de lo planté en el pecho mientras yo salía de la habitación con la cabeza alta para dirigirme a mi habitación y tirarme en la cama.

Después de todo Riddle si había vuelto por alguien, aunque no por mi, como quisiera pensar yo.

Había vuelto por el rey de las serpientes una vez se fue Lucius, quien por lo menos me caía medianamente bien, el mejor alumno de 7º, el primo de Frank, Rabastan Lestrange. En la foto salían demasiado juntos y Lestrange con la espalda pegada a la pared y, como bien dicen por ahí, una imagen valía más que mil palabras.

Tom Marvolo Riddle nunca se fijaría en mí, nunca me aceptaría en su vida como el Gryffindor que soy y, mucho menos, me amaría con los años que tenemos de por medio.

***

1 de septiembre 1974

P.O.V. Tom

Cuando mi pequeña serpiente, llamada Nagini, y yo llegamos a Hogwarts fuimos directos junto a Dumbledore para avisarle sobre mi nueva mascota, a la cual aceptó sin ningún inconveniente, preguntándome después por James.

-Es complicado, Albus... Remus y Severus intentan ayudarme en lo máximo posible pero actualmente creo que me odia.

-No te rindas, Tom, rendirte es lo peor que puedes hacer ahora mismo, sigue intentándolo.

Dicho eso me despedí y fui directo a la sala común de Slytherin para asegurarme de que todo estuviese en su sitio.

***

P.O.V. James

-Hijo, ¿estás bien?-Preguntó mi padre, Charlus Potter, caminando a mi lado.

-Sí, papá, estoy perfectamente, solo estaba pensando en que igual vuelvo a casa por Navidades-¿qué más decirle? ¿Que mi profesor de Defensa me había roto el corazón? ¿Que no quería volver a clases? ¿Qué mi verano había ido de mal en peor? No, paso.

-Sabes que te quedes o vengas lo aceptaremos, pero si vienes tráete a tus amigos-dijo esta vez mamá, Dorea Potter, de soltera Black.

-De acuerdo, ahora abrazad a vuestro hermoso hijo para que este se vaya a estudiar.

Mis padres se rieron y me abrazaron para yo entrar al tren y buscar a mis amigos.

-Buenos y preciosos días, amigos míos. Antes de que abráis vuestras bocotas he de decir en mi defensa que me he pasado todas las vacaciones de viaje con unos amigos de papá, por eso no escribí y, lo segundo, es que estáis invitados a pasar las Navidades en la mansión Potter.

***

P.O.V. Tom

Entré en el Gran Comedor y rápidamente divisé a James hablando con un alumno de tercero de cabello rojo y ojos verdes, seguramente un Weasley, teniendo que contenerme cuando James le puso un brazo sobre los hombros. Entré en la memoria de James y vi que lo único que tenía con él era una amistad de casi hermanos ya que habían pasado el verano juntos, así que me relajé.

-¿Cuál de todos es mi pequeña cría?-Me preguntó Nagini una vez se bajó de mis hombros.

-Casa de los leones, hablando con un pelirrojo, pelo marrón indomable, ojos marrones y gafas redondas.

Vi como inspeccionaba la sala y, cuando lo encontró, se quedó viéndolo.

-Ahora vengo-me dijo.

Vi como se acercaba a Potter y se enroscaba en su regazo, dejando a más de uno asombrado, incluyéndome, cuando James le acarició la cabeza. No volví a ver a mi serpiente hasta el fin de la cena.

-Lo lamento, Tom, pero James tiene una porción de sangre Slytherin, muy pequeña, pero al fin y al cabo es sangre de serpiente.

Así que los Potter, aparte de ser descendientes de Gryffindor, también poseían sangre Slytherin... Impresionante, lo investigaré.

***

P.O.V. James

-¿Quién es ese?-Me preguntó Bill señalando a un Riddle recién llegado con una serpiente en sus hombros.

-Ese, querido Bill, será tu atractivo profesor de Defensa, aunque no debes fiarte demasiado de él, le gusta burlarse de los sentimientos de la gente. Aún no lo conocías porque solo da clases a partir de tercero.

-¿Qué te hizo?

-Es una historia larga, pero resumida sería: Estoy enamorado de él, lo sabe y, aún así, me envía una foto en la que sale con otro.

Justo en ese momento sentí algo subir por mi pierna, así que vi hacia abajo y vi a la mascota de Tom enroscándose en mi regazo.

Sonreí y acaricié su cabeza, dejando a más de uno a punto de ir para el psiquiátrico. Alcé la mirada y me encontré con los ojos de mis amigos abiertos como platos.

-James...-Comenzó Lily.

-...por qué tienes una serpiente...-Continuó Sirius.

-...en tu regazo...-Dijo Frank.

-...y no te hace daño alguno-acabó Remus.

Les lancé una mirada que decía: Al llegar a la habitación.

Una vez en esta comencé a hablar:

-Chicos, no se desmayen por esto, pero tengo un porcentaje de un 3% de sangre Slytherin en mi cuerpo.

Mis amigos me miraron asombrados.

-Pero... ¿Cómo?

-Yo me enteré por el sombrero, después le pregunté a mis padres y me dijeron que era cierto.

-¿Cómo es que estás aquí y no en Slytherin?-Preguntó Lily.

-Pues porque tengo un 20% de sangre Gryffindor.

-No puede ser-dijo Remus-, ¿cómo pudo pasar eso?

-Pues parece que Salazar y Godric tuvieron un pequeño romance del cual salió uno de mis antepasados y, el otro, nació de Drisella, la mujer de Godric. Los niños fueron separados, uno con Salazar y su esposa, con quién se casó una vez se supo embarazado y para ocultar lo suyo con Gryffindor y así poder hacer pasar al niño como de los dos y, el otro, se quedó con ambos padres biológicos.

*Esos dos niños estaban destinados a estar juntos, lo que ninguno de sus padres aceptó y los prometieron con otras personas, haciendo así que sus descendientes heredaran el destino de casarse con uno de los otros descendientes.

*Unos 700 años después del nacimiento de los primeros destinados sus descendientes completaron su destino, o eso era lo que creía yo hasta que vi y escuché a Tom hablar parsel con Nagini.

-¿Sabes hablar parsel?-Preguntó Frank.

-¿En serio os cuento toda la historia de mis antepasados y esto es lo único que se os queda?-Pregunté frustrado-No, Frank, no se hablar parsel, solo lo entiendo.

-¿Por qué dices que el destino aún no se rompió?

-Una gran pregunta, querido Sirius, si el destino se hubiera roto Tom y yo jamás nos habríamos conocido y yo no estaría loco por él, ¿de verdad creéis que me fijaría en una serpiente así porque sí?

Se miraron entre ellos y negaron.

-Así que lo único que hace falta para que el destino se cumpla es que un descendiente de Salazar se una a uno de Salazar y Godric el cual, anteriormente, habría tenido antecedentes de un descendiente de Gryffindor unido a uno de Slytherin y Gryffindor para que así todos sus descendientes tuvieran el mismo porcentaje de sangre de los dos.

-Muy bien, Frank, lo has entendido, ahora, por favor, todo el mundo a la cama, tengo sueño.

***

Última semana de 4º curso (1975)

P.O.V. Tom 

Este había sido un año duro para mí. En primer lugar James había comenzado a salir con Karen McLaggen, una chica de su misma casa y edad. No era una relación demasiado bien vista por sus compañeros así que la relación no duró mucho. Después de esto James había comenzado a frecuentar a varios amigos especiales con intenciones nada puras. También había descubierto la historia de James, gracias a Nagini, obviamente, quien se iba a dormir con James todas las noches posibles.

-McLaggen, ¿qué cree que está haciendo?

-Practicar el hechizo que nos ha enseñado, profesor.

-¿No os he dicho anteriormente que nunca apuntéis a un compañero mientras practicáis? A no ser que quiera decapitar al señor Potter yo apuntaría a la pared. 5 puntos menos para Gryffindor por la gilipollez que acaba de hacer.

Dicho esto me senté en la mesa viendo a James, quién tenía a una Nagini no tan pequeña, enroscada y dormida en el regazo mientras la acariciaba. Para el chico las Artes Oscuras le venían como anillo al dedo, controlaba los hechizos a la primera, siendo el primero de todas las asignaturas.

-Señor Potter-le llamé y él alzó la vista-, acérquese-él vio hacia Nagini dormida y volvió a verme-, da igual, me acerco yo.

Al llegar a su lado me senté en la silla de Severus con quien lo había sentado a principio de curso y no puedo decir que no lo hice a posta.

-¿Qué es lo que quería, profesor?

-Le voy a proponer a Albus que, a partir de ahora, usted sea mi ayudante obteniendo la nota gracias a sus exámenes y al trabajo que haga.

-¿Por qué yo?-Preguntó alucinado.

-Porque es el mejor de clase y quiero que me ayude porque le vendría bien para sus TIMOS.

-De acuerdo, pero solo un año, después volveré a ser como los demás.

-Está bien-dije suspirando.

Sonó la campana de fin de clases y Nagini se despertó, lamiéndole la mano y bajando de sus piernas.

-Gracias por aceptar y por dejarla dormir en tus piernas, es el único lugar donde duerme tranquila.

-No me importa dormir con ella, de echo me gustaría que me la trajeras durante verano.

-Está bien, muchísimas gracias, James-dije cogiéndole la mano y dándole un beso en esta, haciendo aparecer un sonrojo-. Nos vemos en la cena.

Me levanté con una gran sonrisa y me dirigí a mi despacho.

***

P.O.V. James

-¿Por qué tan sonriente, Potter?-Me preguntó Severus al llegar para recoger sus cosas.

-Riddle me acaba de proponer que sea su ayudante el curso que viene para que mis TIMOS sean perfectos.

-Qué bien-dijo sonriéndome. La verdad es que nunca contemplé el llevarme tan bien con uno de los príncipes de las serpientes y menos después de todo lo hecho-, me alegro por ti, James.

-Muchísimas gracias, Severus.

Salimos los dos juntos del aula, riéndonos por tonterías, mientras nos dirigíamos a pociones, materia en la cual también estábamos juntos.

-¿Te puedo preguntar algo?-Le pregunté cuando estábamos en medio de una receta. Asintió y yo proseguí-Estás enamorado de Sirius, ¿verdad?

Él me miró alucinado, con el próximo ingrediente a echar en la mano, sin soltarlo. Me reí bajito y se lo cogí, haciendo lo que decía la receta.

-¿Por qué dices eso?-Preguntó una vez recuperado-Reg también está con lo mismo. No estoy enamorado del gilipollas de tu primo.

-De acuerdo, pero no te des la vuelta, acabo de ver como le metía mano a Wood por debajo de la mesa.

-Pero que-Dijo girándose rápidamente y, al no encontrarlos, se puso más rojo que el cabello de Bill-... De... De acuerdo, quizás me guste un poco...

-Bien... Lo primero es aceptarlo. Cuando quieras abrirle los ojos al gilipollas de mi amigo dímelo, te ayudaré en lo posible.

Él se quedó en silencio y seguimos con nuestro trabajo.

***

1 de septiembre de 1975

P.O.V. Tom

Por primera vez desde que trabajaba de profesor había llegado a tiempo para la selección y los anuncios de Dumbledore, únicamente para ver la cara de los alumnos una vez se diga que y a quien tendría ayudante.

-Queridos alumnos, como bien recuerdo todos los años, el Bosque Prohibido está, como bien dice su nombre, prohibido-dijo viendo hacia James y sus amigos-. Otra de las noticias que tengo es que este año el profesor Riddle me pidió tener a un alumno como ayudante y, por sus perfectas notas en todas y cada una de las asignaturas, decidí aceptarlo. Por esto todas las clases, menos las de 5º, de Defensa serán impartidas por las tardes. Dicho esto, señor Potter, felicidades por su nuevo puesto.

Dumbledore se volvió a sentar y rápidamente comenzaron los murmullos:

"Será que Riddle y Potter están juntos."

"El profesor solo quiere a alguien para follar y después de lo de Rabastan busca a alguien de la misma clase."

"Solo quiere joder a Potter y hacerle la vida imposible."

Dirigí la mirada a donde estaba situado anteriormente James y, al no encontrarlo, rápidamente me levanté y lo seguí a la torre de Astronomía.

***

P.O.V. James

Toda la felicidad que había sentido cuando escuché de la boca de Dumbledore que mis calificaciones eran perfectas y que sí que me daban el puesto se desvaneció con los rumores.

Rápidamente me dirigí a la torre de astronomía, sentándome en una de las ventanas.

Poco después escuché la puerta y unos pasos y a algo arrastrándose, seguramente Tom y Nagini.

-James, ¿estás bien?

-Prefesor... No, no estoy bien... Pensé que lo que diría la gente no me importaría pero yo no soy como tú, no puedo enfrentarme al público como si nada.

-James-dijo acariciándome la espalda-, no puedes dejar que lo que diga la gente te afecte tanto. Tienes parte de Slytherin en ti, mucho más pequeña que la Gryffindor, sí, pero algo es algo, y, lo primero que voy a hacer como tu tutor personal, va a ser sacar esa parte.

-¿Nada de lo que dijeron es verdad?

-Hay una cosa cierta-le miré interrogante y prosiguió-. Me siento atraído por ti, desde hace mucho tiempo, pero le prometí a Albus que no te tocaría hasta que abandonaras la escuela.

-Tom, ¿qué tal si hacemos un trato?

-¿Qué clase de trato?

-Ninguno de los dos tocará a nadie hasta que yo acabe Hogwarts, a partir de mayo solo quedarán 2 años, así que no es mucho. Ambos sabemos que lo nuestro es el destino forjado por nuestros antepasados, ambos sabemos la historia y ambos sabemos como terminará, así que... ¿Estás de acuerdo?

-Totalmente de acuerdo.

Me abrazó y, poco después, me quedé dormido en sus brazos.

***

27 de marzo de 1976

P.O.V. James 

Me dirigía al despacho de Dumbledore para decirle que me gustaría dejar el puesto de ayudante ya que, como próximamente eran los TIMOS, prefería continuar como alumno.

-Hoy es su cumpleaños número 16-escuché que decía Dumbledore, ¿por qué hablaban de mi?-, ¿piensas seguir así hasta que acabe Hogwarts o vas a decírselo ya?

-No puedo decirle a James la verdad, no sería objetivo en las clases, ambos lo sabemos.

-Te di la opción de acercarte a él a partir de los 16, Tom, la estás rechazando...

Toqué la puerta, sin necesidad de escuchar nada más, y el director me mandó pasar.

-Profesor Dumbledore-dije sin siquiera mirar a Tom-, me gustaría, ahora que los TIMOS son tan cercanos, dejar el puesto de ayudante, ¿podría ser?

-Por supuesto, James.

-Gracias, perdón por la interrupción.

Dicho esto salí del despacho con mi mejor máscara de frialdad, tal y como él me había enseñado.

***

P.O.V. Tom

-Mierda-dije recostándome en el sillón y tapando mis ojos con una mano-, creo que la he cagado. Dumbledore, quiero pedirle un favor.

-Dime, niño, soy todo oídos.

-Quiero que busque un sustituto para mí para el final de este curso, desde abril, a poder ser, y para los primeros 4 meses del curso que viene.

-Está bien, pero el día 1 de enero de 1977 te quiero aquí de nuevo.

-Desde luego, no se librará fácilmente de mi.

Me despedí de Dumbledore y me dirigí a la torre de Astronomía, donde estaba seguro se encontraba James.

-¿Qué quieres, Riddle?-Dijo cuando me acerqué. Su Slytherin salió perfectamente a la luz.

-Solo decirte que siento no habértelo dicho. También decirte que necesito que te quedes con Nagini a partir de hoy y hasta principios del año que viene, no voy a estar, ¿lo harías?

-Por Nagini hago lo que sea necesario, me quedaré con ella-dijo volviendo su vista a mi-. En cuanto a ti, estás libre de la promesa, no quiero que te sigas cortando por mí.

Dicho esto se levantó y se fue, dejándome con la palabra en la boca.

***

3 de enero de 1977

P.O.V. James 

Cuando llegué a Hogwarts me dirigí al despacho de Riddle, ya que Albus me había dicho de su regreso. Toqué la puerta y entré, siempre seguido por Nagini, encontrándomelo corrigiendo exámenes.

-James, que gusto verte.

-No puedo decir lo mismo-dije sentándome-. Dime, ¿qué hiciste estos meses?

-Al final va a ser verdad que la curiosidad mató al gato-dijo sonriente.

-Para nada, solo saber si la persona a la que estoy destinado se mezcla con magia oscura.

-Viajé por todo el mundo, aprendí idiomas muy extraños y antiguos rituales de magia.

Cuando lo dijo me levanté y, estando a punto de salir, unas manos se posaron en mi cintura.

-James, por favor, hablemos.

-No Riddle, me voy con mis amigos. Nagini, después vente a dormir.

-Claro que sí, pequeño Jam.

Dicho esto salí y dejé a Tom con la palabra en la boca por segunda y no última vez.

***

Principios de 7º curso

P.O.V. Tom

El verano lo había pasado yendo y viniendo de la casa de James, había comenzado un pequeño negocio con su padre por los posibles inconvenientes que me encontraría en el mundo laboral una vez me fuera de Hogwarts, siempre y cuando el director me echara o James me lo pidiera.

Ya eran las 20:30 cuando me encontraba paseando por los jardines, revisando que todos los alumnos estuvieran en la cena cuando me encontré un diverso grupo.

Me acerqué a ellos y dije:

-Niños, ¿qué hacen reunidos a estas horas? Es hora de la cena, todos para dentro.

James se había quedado congelado y, sabiendo como reaccionaba cuando me aparecía sin que se diera cuenta, hasta que le hiciera reaccionar no se movería.

Vi como Remus y Severus, los que últimamente estaban demasiado cercanos para el gusto de Lucius, esperaban por James.

-Señor Potter-dije, haciendo que el nombrado diera un salto-, ¿no me ha escuchado?

-Eh... Sí, sí, profesor, ya nos vamos.

Dicho esto se fue a la carrera y nos quedamos solo los tres.

-¿Cuánto tiempo más lo vas a hacer sufrir?

-Hasta que aguante estar cerca de él sin tocarlo, Remus, y espero aguantar todo un año, porque sino... Estoy fuera.

-¿Por qué no hablas con el director?

-Supongo que tarde o temprano tendré que hacerlo, Severus, no me queda mucha fuerza de voluntad para estar alejado de él, pero el director me dio unas normas respecto a James nada más empezar y las voy a cumplir. Ya se que está dolido, que ahora mismo me odia con todas sus fuerzas pero que al mismo tiempo me ama, pero no puedo arriesgarme. Lo amo, ambos lo sabeis, los únicos aparte del director, y, por ahora, está bien así.

Dicho esto los tres nos encaminamos al Gran Comedor.

***

P.O.V. James

-¡Argh! Lo odio, lo odio, lo odio, lo odio...

-No, no lo odias-dijo una voz detrás de mi, en la puerta del salón en desuso.

-Sev-dije dándome la vuelta y encarándolo-... ¿Por qué dices eso?

-Porque a pesar de los pocos años que llevamos conociéndonos se perfectamente como eres y lo que sientes por Tom-noté como mi cara se calentaba-. Se perfectamente que estáis destinados, por eso no os escogí a ninguno de los dos para darle celos al estúpido de Black. También se que Tom te ama y haría lo posible por tenerte al lado en clase. Lo que no sé es por qué te comportas así con él. Es el pequeño detalle.

Suspiré y comencé:

-Me mintió y, poco después, se fue más de 8 meses sin preocuparse por mi o por Nagini. No recibí ni una carta diciéndome dónde estaba o pidiéndole perdón-noté como las lágrimas comenzaban a bajar por mi cara y me abrazó.

-James-me dijo separándose-, ¿sabes por qué no te mandó una carta, no te pidió disculpas o, simplemente, por qué ni siquiera te dijo a donde fue?-Negué y se autorespondió-Fue porque supuso que ni siquiera ibas a abrir la carta, James, creo que actualmente todos conocemos tu actitud demasiado Slytherin y lo orgulloso que puedes ser. Fue por eso. Ahora piensa lo que vas a hacer, yo ya no puedo ayudarte más. Mañana, si todo va bien, tendré a un celoso Sirius tras de mí, así que a partir de aquí caminas solo.

Severus salió y me quedé pensativo hasta que tomé una decisión: si al final del año Tom no había movido pieza respecto a nuestro tablero de ajedrez... Yo actuaría.

***

2 de enero de 1978 

P.O.V. James

Nada, Tom no había hecho nada. Suspiré derrotado y dije la contraseña de la sala común para entrar. Una vez dentro me encontré con mis amigos, sentados todos alrededor de Rem, quien se encontraba en la mesa.

-Ya era hora, Jam-dijo Severus en el regazo de Sirius-, Remus lleva media hora esperando para hablar.

Me senté en el sillón, en medio de Cissa y Sirius, quienes tenían a sus parejas en sus regazos. Lucius era el que estaba sentado más cerca de Remus con una sonrisa picarona en sus labios, así que me imagine lo que vendría a continuación y, por las caras de mis primos y Lily también lo sabían.

-Chicos-comenzó Remus nervioso-, como bien sabéis soy un hombre lobo y, a la edad de 15 años, mi lobo interior elige a una pareja

-Sí, nuestro querido amigo, sí lo sabemos, ¿puedes continuar y no dejarnos así, por favor?

Vi a Reg, parece que se comenzaba a impacientar con la mirada ardiente y llena de reproche de Bill, nunca vi a alguien tan asustado como lo estaba el con la mirada del pelirrojo.

-Ya voy, ya voy, solo no quiero que a tú hermano le de un ataque, Reg.

-Si me vas a decir que tú pareja es Malfoy te puedes guardar los intentos de decirlo con calma.

Escuché como una risita brotaba a mi derecha, seguramente Luc.

-Pues... Severus, ¿puedes dejar mudo a tu novio, por favor?-Sev dejó mudo a Sirius con un movimiento de mano y Rem continuó-¿Veis esta marca de aquí?-Nos preguntó bajando el cuello de la camisa y mostrándonos la curva del cuello.

-Pero... Pero... Esa es la marca de enlace de los veela y la única con el suficiente poder para atraer a un hombre lobo es es...-Dijo Frank dirigiendo su mirada a Malfoy.

-Así es, Frank, soy la pareja destinada de Lucius Malfoy y él es la mía.

Dicho esto Luc se levantó, mostrando la marca de enlace de su hombro para después darle un pequeño beso a Remus, haciendo que la reina del drama se desmayara.

Severus, suspirando, dijo:

-Me lo llevo a la habitación, felicidades, chicos, ya iba siendo hora.

-Digo lo mismo que Sev, ahora me voy pitando, tengo negocios que atender-dijo Regulus, mientras salía pitando de la sala común en una reacción para nada propia de él.

Los que quedábamos fuimos pasando uno a uno para felicitarlos.

-James, esperaba más drama de tu parte-dijo Rem después de que lo abrazara.

-Bueno... Sabes que Luc me cae bien y... Puede ser que...

-Puede ser que ¿qué?-Preguntó Luc.

-No hace mucho estaba cabreadísimo con Riddle y puede ser que entrara en la sala de los Menesteres, donde no había ningún bloqueo e, hipotéticamente hablando, claro está, puede ser que os pillara con las manos en la masa-dije soltando una risilla nerviosa-. No dije nada porque sabía que al llegar el momento lo dirías tú.

-¿¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!?

-Mmm... Creo que Sirius se ha despertado, os lo dejo a vosotros-dije mientras salía de la sala común y me dirigía al despacho de Tom.

***

P.O.V. Tom

Escuché unos toques en la puerta y dejé uno de los últimos exámenes de 7º, antes de los EXTASIS, que estaba corrigiendo.

-Adelante-dije, quedando alucinado por quien entraba.

-Profesor Riddle.

-James, ¿qué haces aquí?

-¿Esos son nuestros exámenes?-Evitó mi pregunta para situarse a mi lado-Anda, pero si estaba comenzando con el mío, ¿le falta mucho?

-No, el tuyo es el último, siempre lo dejo para el final porque casi no hay que corregir.

-Oh, ¿puede corregirlo conmigo aquí?

-Por supuesto.

Mientras iba avanzando en las páginas sin hacer corrección ninguna, ya que no la necesitaba, noté como James se iba poniendo más nervioso.

-Está-dije 20 minutos después.

-Pero... Usted no ha corregido nada.

-No hacía falta, James, estaba todo perfecto, enhorabuena, estás más que preparado para tus EXTASIS, aún falta el examen de mayo, pero estoy completamente seguro de que será fantástico, como todos. Pero ahora dime, ¿por qué has venido? Y no me vengas con que sabías que sabías que estaba corrigiendo tu examen-dije poniendo los ojos en blanco.

-Profesor... Yo... Eh... Tom-me sorprendió que utilizara mi nombre de pila-... Siento mucho lo sucedido durante estos 2 años, me sentía dolido porque me habías mentido, pero creo que ahora comprendo porque fue... No querías hacerme daño al decirme que todo tendría que quedarse en un secreto entre tu y yo, ni querías ser imparcial en clase. Ahora lo entiendo y, por eso, te perdono el haberme mentido y haberte largado sin siquiera preocuparte por Nagini o por mí.

-Gracias, James-dije cogiéndolo del brazo y sentándolo en mi regazo para abrazarlo-. Sabes que no quiero protagonizar algo como lo de Lestrange así que solo te pido que esperes hasta que el examen de mayo esté corregido, yo no estaré en el jurado de los EXTASIS así que dará igual si, por ese entonces, ya todo el mundo lo sabe o no, porque siempre y cuando sea por ti, la edad se puede ir a la mierda.

Lo vi. Tenía cara pensativa y, finalmente, sonrió y asintió.

-Está bien, pero solo déjame pedirte un beso antes de irme y actuar como hasta ahora hasta dentro de 5 meses.

No le contesté, tan solo bajé mi cara y mis labios se encontraron con los suyos en un tierno y casto beso.

-Gracias, Tom-dijo James con una sonrisa una vez separados para después salir por la puerta, dejándome con la sensación de que ya había besado esos labios antes.

***

30 de mayo

P.O.V. James 

Hoy Tom por fin nos daría las notas de los últimos exámenes y, muy a mi pesar, le iba a proponer mantener la relación en secreto, si es que llegábamos a tenerla, no quería que mis compañeros pensaran que ya estaba con él antes de los exámenes, por comenzar tan rápido después de estos.

-Señor Potter-escuché su voz-, ¿en que mundo está? Ya lo he llamado 3veces para que recogiera su examen.

-Lo siento, profesor.

-No pasa nada-dijo dándome el pergamino mientras yo le sonreía en forma de disculpa-. Perfecto, como siempre.

Sonreí de lado y me volví a sentar al lado de Sev.

-Me gustaría saber cómo lo haces-dijo suspirando.

-Venga, querido, sabes que es por mi sangre Slytherin y tú eres el segundo de la clase, todos tus exámenes son perfectos también.

Se quedó callado y así continuamos hasta que fue la hora. Al ser la última clase antes de la comida todos se marcharon volando mientras yo recogía tranquilamente.

-Tom-dije abriendo la puerta de su despacho-, me gustaría hablar contigo.

-Por supuesto, ven, siéntate-dijo palmeando el sofá a su lado.

Me senté a su lado y, rápidamente, me vi aprisionado entre sus brazos.

-¿Tom?-Pregunté sin aliento.

-Ahora mismo hablar no es lo que me apetece-dijo respirando en mi cuello.

-Tom, por favor, ¿puedes dejarme hablar unos segundos?

-Sí, por supuesto-dijo separando su cara de mi cuello pero no soltándome.

-Creo que va a ser mejor ocultar esto hasta la graduación, espera, no hables, déjame explicarte-dije viendo sus intenciones-. No estoy diciendo que no estemos juntos, sino ocutarlo para que así mis compañeros no piensen que fue demasiado rápido y ya estábamos juntos de antes.

Él me miró a los ojos y dijo:

-Aunque lo ocultemos puedo hacerte mío ahora mismo, ¿verdad?

-Sí, Tom, puedes hacerlo.

No esperó ni 5 segundos antes de atacar mi cuello con sus dientes y lengua mientras que con sus manos me hacía sentarme a horcajadas sobre él. Noté un fuerte tirón en el estómago y, a continuación, una superficie mullida en mi espalda.

-¿Tú también eres capaz de aparecerte en el castillo?

-Todos los descendientes podemos hacerlo, así como los propietarios del castillo.

Dicho esto me besó y fue bajando por mi cuerpo poco a poco mientras mi ropa iba desapareciendo. Cuando llegó a mi cadera y desapareció mi pantalón dije entre jadeos:

-¿No...No crees que estamos en desigualdad de condiciones?

Él se rió y, al instante, su ropa también desapareció.

-Así mejor, ¿verdad?-Preguntó pícaro justo antes de meter mi pene en su boca, haciendo que me arqueara y gimiera.

Mientras el jugaba con mi miembro yo tiraba de su pelo intentando que me besara de nuevo.

-Tom... Yo... Voy... Voy a... ¡Ah!-Exclamé sintiendo como acababa en su boca.

Vi con la vista borrosa como él se ponía de rodillas entre mis piernas, relamiéndose los labios, y uno de sus dedos comenzaba a hacer círculos en mi entrada.

-Bésame-le ordené y, obedientemente, pegó su cuerpo al mío, haciéndome sentir su erección, y me besó mientras introducía uno de sus dedos en mi interior.

Mientras nos besábamos y me preparaba, mi excitación iba subiendo, por lo que me separé de sus labios y le vi a los ojos, dándole a atender lo que quería y él me lo dio gustoso una vez aplicó el hechizo anticonceptivo.

Rodeé su cadera con mis piernas y sentí como, poco a poco, se introducía en mi.

-Jam-susurró, una vez estuvo completamente dentro-... Si te llego a herir o a molestar... Dímelo.

Yo asentí y, moviendo levemente las caderas, lo insté a que comenzara a moverse, cosa que él hizo y yo agradecí con gemidos, rasguños en su espalda y mormeduras en sus hombros y cuello. A los pocos minutos éramos una sinfonía de gemidos y susurros.

-Tom... Tom... Voy a acabar...

Vi como sonreía de forma pícara y como nos cambiaba de posición, dejándome encima de él.

-Te toca, querido-dijo poniendo las manos en mis caderas y comenzando a moverme poco a poco para que, casi al instante y al mismo tiempo, ambos acabásemos.

***

Día de la graduación

P.O.V. Tom 

-¿Preparado para tú gran día?-Le pregunté a James, el cual estaba en el baño preparándose. Después de aquel encuentro y de haber aprendido a aparecerse, prácticamente se había mudado a dormir a mi habitación.

-Todo lo preparado que se puede estar cuando eres el alumno con mejor promedio y te toca dar el discurso de fin de curso-dijo, sonriéndome a través del espejo.

-Lo harás genial, como siempre, verás-dije acercándome y abrazándolo mientras le devolvía la sonrisa.

Él se giró y me besó, para después desaparecer con un simple chasqueo de dedos, por lo cual me rei y salí de la habitación en dirección de los jardines, donde tendría lugar la ceremonia.

Llegué a la tarima y busqué mi nombre en las sillas situadas al fondo de esta, encontrándolo, como siempre, entre el director y Slughorn.

Poco después todos los alumnos habían llegado y el director se puso en pie y comenzó a hablar.

-Bienvenidos, mis muchachos, como todos los años un nuevo curso escolar se acaba, dando lugar al comienza de la carrera profesional de una nueva generación...

Dumbledore siguió hablando y yo busqué a James con la mirada, encontrándolo en la primera fila y viéndome con una sonrisa la cual no daba a entender nada bueno, por lo que me comencé a preocupar por la salud mental de todos.

-...sin nada más que añadir, doy paso al único alumno con todas las calificaciones perfectas en los EXTASIS: James Charlus Potter Black.
Todos aplaudieron y el director se sentó a mi lado mientras James subía al escenario y comenzaba a dar su discurso.

-...esto es todo, pero antes de acabar quiero agradecer a la única persona que me ha hecho ser como soy actualmente, tanto con mis estudios como psíquicamente, así que, profesor Riddle, póngase en pie-lo vi alucinado mientras me extendía la mano para que me levantara y me pusiera a su lado y mantenía esa sonrisa tan suya en la cara y a la que nunca me podría negar. Una vez estuve a su lado me vió a los ojos y comenzó a hablar de nuevo-. Como iba diciendo, gracias por convertirme en la persona que actualmente soy, Tom, si no me hubieses llamado tanto la atención cuando estabas de ayudante yo no estaría en esta tarima por tener las calificaciones más altas. Si no me hubieras llamado la atención seguiría siendo el mismo niño consentido y mimado que llegó en primer curso ya que gracias a ti maduré. Y, una cosa que debo decir ahora, delante de todos, que te amo desde el primer día en que te vi entrar en clase, con esa arrogancia y esa seguridad tan tuyas.

Dicho esto me besó dejando a todos los alumnos y profesores con la boca abierta, bueno, todos menos Albus y su grupo de amigos, aunque más bocas se abrieron y se escucharon exclamaciones de asombro cuando le devolví el beso y lo abracé por la cintura.

-Te amo-me dijo una vez separados.

-Te amo-dije en una lengua que sabía que no conocía-. Significa te amo en árabe, viajé por todo el mundo para aprender a decirte te amo en todos los idiomas habidos y por haber, porque te mereces eso y más.

-Gracias-me susurró con lágrimas en los ojos y, justo en ese momento comenzaron a aparecer en mi mente flashes de ciertas semanas que tenía borrosas en mi mente.
Una niña de ojos marrones, mi misma imagen, y un niño de ojos verdes, cambiantes como los míos, la viva imagen de James.
Nos vimos alucinados para primero ver a Albus, el cual nos miraba sonriente, y, después, a nuestros amigos que, al vernos, entendieron perfectamente lo que acababa de pasar, menos Bill y Regulus, obviamente.

-Te amo-dijimos los dos a la vez para después reírnos y volver cada uno a su sitio y proceder con la entrega de diplomas.


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