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Me encontraba a toda velocidad en la autopista mientras me dirigía a mi casa después de un largo y duro día de trabajo, mientras manejaba mi prometido me llamo por teléfono.
-si cariño que pasa, estoy manejando- dije mientras ponía el altavoz para no distraerme.
-lo siento que te llames pero he estado pensando un poco y necesito decirte algo importante, yo… bueno estamos a punto de casarnos y necesito ser completamente sincero contigo además de que pasara algo que nos afectara a ambos y quiero estar completamente seguro que me apoyaras- dijo con algo de nerviosismo en su voz, aunque siempre ha sido esa clase de persona.
-claro te escucho – dije mirando el teléfono esperando su respuesta, me tenía intrigada que noticias, así como una pulsada de preocupación, por mi diosa espero que me diga algo como que tiene otra familia o algo parecido.
-no… aquí no, te espero en la casa y hablaremos de acuerdo- suspiro molesta siempre era así diciendo cosas a medias, aunque de siento modo lo agradecía creo.
-está bien yo…- sentí una sacudida brusca en todo mi cuerpo, todo mi ser era expulsado hacia delante, en ese momento recordé los comerciales estúpidos de un canal de televisión donde decía cosas idiotas sobre ponerse el cinturón de seguridad, y los peligros que llevan al no hacerlo, que ironía.
-Alice estas ahí, que es ese ruido ALICE, CONTES…- pude escuchar antes de que todo se pusiera completamente oscuro no siento dolor alguno que extraño siempre he escuchado que morir duele mucho; Eliot perdóname no pude escuchar que era importante para ti y también el no poder haberme casado contigo.
-Te amo- dije con lágrimas en mis ojos mientras me desvanecía en las tinieblas.
Sentí que alguien me sacudía bruscamente; pero que les pasa que acaso no pueden dejar a la gente dormir, trate de abrí los ojos resignada e irritada, tratando de acostumbrarme a la luz que se encontraba en ese lugar –tuve un sueño de lo más extraño – dije tratando de incorporarme en la cama – donde tuve un accidente automovilístico y moría-
-me sorprende que sepas que es un automóvil – dijo una voz que nunca en mi vida la había escuchado, me asuste y abrí los ojos de golpe, enfrente de mi había un hombre de lo más extraño, vestido todo de negro, mire a mi alrededor y vi varias camas con cortina debe ser un hospital.
-quien es usted? - dije confundida mirándolo con intriga tal vez sea un doctor aunque un poco diferente por no decir extraño.
-Draco no te hagas el desentendido conmigo, eres un crio que disfruta mucho llamar la atención, mira que desmallarte en pleno gran comedor después de que dijeran tu casa es…- el hombre suspiro molesto, aunque realmente no estaba escuchando nada de lo que él dijo intentaba pensar que me había pasado.
-profesor Snape, el chico acaba de desmayarse no puede tratarlo así- dijo una mujer robusta con ropa de enfermera –largo de aquí y déjeme trabajar – dijo sacando al hombre de ahí agradeciéndolo mucho. –muy bien señor Malfoy puede descansar por hoy aquí pero mañana tendrá que regresar a su dormitorio- dijo para darme la espalda para irse pero la detuve.
-disculpe como me dijo – reaccione.
-Señor Malfoy usted es Draco Malfoy, que no se acuerda- dijo la mujer intrigada.
-he si si es cierto yo soy, es que me duele la cabeza que no escuche muy bien- mentí sentía que debía hacerlo para que no pasara algo extraño.
-bien que descanse- y se fue, cuando vi que ya no estaba nadie fue cuando mi pánico por fin salió.
-AAAHAAAHHH, NO PUEDE ESTAR PASANDO ESTO- me levante apresurada tratando de encontrar algo que me ayudara a reconocer el lugar donde estaba –NO SÉ DÓNDE ESTOY, DIOS MÍO, MAMA- entre en un cuarto cuando estaba adentro me di cuenta que era un baño ya que las velas se encendieron de la nada asustándome – dios que es esto, una clase de sensor de movimiento- pude distinguir un espejo, avance lentamente para darme cuenta que se encontraba un chico rubio en frentes – quién eres?, dios soy yo- dije viendo que el niño hacia los mismos movimientos que yo, haciendo que me volviera a desmayar.