Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La banda: El inicio por TeaPartyWriters

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Actualizaciones todos los viernes.

Fue un accidente, el típico momento en que dos personas caminan en sentido contrario hacia un mismo punto, compartiendo un pasillo, sin poner atención a lo que está pasando. Es cuando uno decide confiar en que la gente será capaz de evitarlo mientras mira el piso o piensa en otra cosa. A veces no pasa y es cuando los hombros chocan y te encuentras en una situación desagradable, aunque no grave.

 

A menos que seas Matthew Barker y la persona con la que hayas chocado se trate de Tarik Presley.

 

—Fíjate por dónde vas, tarado.

 

—Ok, tú también.

 

Lo bueno es que si eres Matthew Barker, encontrarás una manera de confundir por un rato a Tarik Presley y podrás escapar de una riña sin sentido en terreno escolar.

 

Eso fue exactamente lo que sucedió esa tarde y que dejó a Tarik con una sensación desagradable. ¿¿Acaso Matthew le había dicho tarado?? Cierto que él lo dijo primero, pero el otro idiota respondió “tú también”, ¿o era sólo que fijara por dónde iba?

 

Para cuando se dio cuenta de que, probablemente, lo había insultado, el peliazul iba muy lejos. Tarik decidió agregar ese incidente a la larga lista de “razones por las que Matthew Barker es la peor persona del mundo”. ¿Que cómo iba esa lista…? En resumen:

 

1. Es demasiado alto.

2. Tiene cara de idiota.

3. Nunca responde lo que le preguntan.

4. ¿Quién diablos usa el pelo azul?

5. Se cree la gran cosa.

6. ¿Creo que me dijo tarado…?

7. No quiso cambiarme de asiento en el autobús del paseo a la granja educativa hace 6 años atrás y nunca lo voy a perdonar por eso.

 

Evidentemente la última era el inicio del disgusto y tenía que ver, como casi todo en la vida de Tarik, con una sola persona: Darren Hunt, su amor no correspondido. El único chico que quiso ser amigo de un niño muy tímido y con demasiados ataques de asma como para jugar normalmente con los demás. Darren fue su salvación, con quien aprendió que conversar no era algo que debiera darle miedo y que estaba bien tomarse un momento para usar su inhalador si lo necesitaba. Cosas pequeñas que para un niño de 10 años fueron impagables. Ser amigo de Darren era lo más fácil del mundo.

 

Lo difícil fue darse cuenta de que tenía otro tipo de sentimientos por él. Fue ahí que Tarik decidió cambiar completamente, con la idea de convertirse en alguien atractivo para ese chico que le gustaba tanto. Quiso ser interesante y tomó ejemplos donde los pudo encontrar: en el rock.

 

Su padre manejaba una tienda de discos y todo lo que Tarik veía sobre hombres interesantes estaba en las portadas de bandas de metal, punk, ska y otros géneros donde los guitarristas eran dioses en chaquetas de cuero. Aprender a tocar guitarra se le dio naturalmente, lo cual le hizo sentir que nació para ser ese chico rudo, de apariencia intimidante, lleno de tatuajes, piercings y ropa desgastada. De pronto, habían muchas más personas que buscaban hablar con él y escuchar sus canciones; ¿por qué Darren no querría?

 

Hasta el día de hoy no podía entender qué salió mal en su plan, pero Darren cada vez quería verlo menos e iban años en que no conversaban como antes.

 

Así que Tarik decidió culpar a Matthew y descargar sus frustraciones en peleas de pasillo, a veces más exitosamente que otras.

 

Fue por eso que al entrar a la sala de música y oír que el “bajista perfecto” que encontró Alex para la banda se trataba justamente del idiota peliazul, lo tomó como una ofensa personal.

 

—¡De ningún modo! —exclamó, a lo que por suerte Dexter, su mejor amigo, decidió apoyar.

 

—Matt es tan… ¡ufff! —se quejó jugando con sus baquetas, hasta que terminó lanzando una por accidente hacia atrás y tuvo que salir rápido a buscarla.

 

Alexander White era la razón para que estuvieran reunidos en ese espacio, discutiendo por la persona faltante para al fin tener una banda completa. Alex comenzó a cantar antes que hablar y aunque sus padres dirían lo contrario, fue una maravilla desde ese momento; tenía un talento increíble para la música y pensaba lo mismo de Tarik y Dexter, a quienes pidió que formaran un grupo. Ellos no estuvieron tan convencidos al principio, pues era sabido que las bandas escolares no llegaban a ningún lado, pero luego de verlo sobre el escenario tuvieron que aceptar. Era ese tipo de persona que se sabía, sólo con mirarlo, que sería una estrella.

 

Aunque, al parecer, aún no conseguía suficiente respeto de sus compañeros.

 

—¡Al menos escúchenlo! —pidió. —¿Estarían dispuestos? Siempre toca después de clases en el aula de música, escúchenlo y ahí pueden negarse.

 

—Si es conveniente para la banda, deberían dejar sus diferencias de lado —concluyó Darren, cruzándose de piernas para ver hacia la ventana.

 

Como manager de la banda, Darren corría con la responsabilidad de ser la voz sensata en un grupo de adolescentes atolondrados. A él sí que lo respetaban y era quien solía cortar las discusiones tontas. Prueba de eso fue que Tarik cambiara la expresión molesta de su rostro.

 

—Bien, si es tan bueno como dice Alex... Pero tiene que ser un puto dios del bajo para que lo acepte.

 

—Decidido entonces —resolvió Darren. —¿Ya hablaste con él? -

 

Tras una rápida mirada grupal a Alex, pudieron entender que no lo había hecho. La segunda opción fue llevar la tarea al más sociable del grupo.

 

—¡Ah, no! ¡Yo no! —se quejó Dexter, alzando las manos para negar. Nunca había discutido con Matt, pero sabía de primera mano lo fastidioso que podía ser. Dexter era el simpático, tenía amigos por todos lados y eso significaba ojos y oídos que prácticamente lo volvían omnipresente.

 

—¡Escúchenlo primero! —insistió Alex. —¡No es necesario que sepa! Hagamos eso antes de ir a hablarle, desde la ventana se oye todo —ofreció. —Así fue cómo lo descubrí y estoy SEGURO que ustedes dos terminarán comiéndose sus palabras.

 

—Tch —fue la elocuente respuesta de Tarik.

 

Dexter miró a su alrededor y al final terminó resignándose. —Vale, pero si me mira feo le voy a meter las baquetas por el--

 

Su amenaza resultó interrumpida por la campana de regreso a clases, que obligó al baterista a guardar las baquetas en los bolsillos de sus pantalones sueltos y anchos antes de dirigirse a su banco, junto a la ventana. Le seguía pareciendo una mala idea, para él era mejor dejar a Barker donde estaba, metido en sus libros con el ceño fruncido.

 

**

 

Ajeno a todo eso estaba Matt (Matthew Barker para todo el mundo), efectivamente metido en sus libros hasta que fue hora de entrar a clases. Era un chico alto, de cabello azul, que podría ser atractivo si sonriera un poco más y dejara los aires de superioridad que lo llevaban a contestar todo con un nivel de sarcasmo tan alto como si su vida dependiera de humillar al resto. Iba literatura, una de sus materias favoritas, pero nadie lo habría adivinado con la cara de molestia que llevaba. En general, andaba de mal humor porque estaba cansado; no cansado de no haber dormido bien la noche anterior, sino cansado de llevar meses sin tener mayor respiro que esos minutos que se tomaba en el aula de música.

 

No le había contado a nadie su triste historia, pero su madre estaba en el hospital y las cuentas eran altas, pese a la ayuda del resto de su familia. Había tenido que pedir permiso en la escuela para trabajar de medio tiempo e incluso eso no era suficiente. Claramente era demasiada presión en un adolescente y no veía opción. Por eso no tenía ganas de preocuparse de que todos lo odiaran por andar tan enojado. Tenía razones para estar enojado, el mundo entero podía irse al demonio en lo que a él respectaba.



A las cinco de la tarde, llegó el ansiado momento donde Matt podía disfrutar de media hora antes de correr a la gasolinera, oportunidad que los chicos de la banda aprovecharon para deliberar sobre su invitación no solicitada a ser parte de una banda que no conocía.

 

—No quiero que nadie haga un solo ruido —indicó Darren a Tarik y Dexter, porque sabía que ambos podían ser bastante ruidosos cuando no debían, como en los exámenes, y siguieron a Alex que lideraba el grupo hacia la ya mencionada ventana.

 

Al llegar, se encontraron con un muchacho de ojos y pelo negro, corto.

 

—¡Hey, Logan! ¡Qué tal! —saludó en voz alta Dexter, olvidándose inmediatamente de la instrucción que le dio Darren. —¿Te perdiste o qué?

 

—¿Eh…? No, yo… ¡Ya me iba!

 

—¿Estaba escuchando a Matt también? —preguntó Alex.

 

—No sé, pero si lo hacía, lo espantamos. ¡Perdón, Logan! —

 

—Dejen de hacer ruido —Darren le dio un codazo a Dexter para que se callara.

 

Todos guardaron silencio, acomodándose donde antes estuvo Logan. Darren sabía que el veredicto final tenían que darlo los músicos, pero de todas maneras se dio cuenta de que el chico era bueno.

 

Alex los miraba con especial atención, esperando el momento en que sus caras se deformaran de la emoción y le dieran la razón con lágrimas en los ojos. No fue así, pero Tarik tuvo que gruñir y asentir, lo que resultó casi tan bueno. Lo aceptaba como victoria. Dexter también asintió, al igual que Darren, obteniendo una decisión unánime. Ahora sólo tenía que darle la maravillosa noticia a Matthew.

 

—¡Eh, Matt! —llamó Alex, asomándose a la ventana repentinamente. Tan repentino que se oyó un ruido horrible cuando al peliazul se le resbaló el dedo de la cuerda del bajo y hasta él tuvo que taparse los oídos.

 

—¿¡Qué diablos te pasa!? ¿Qué haces ahí, psicópata? —alegó en respuesta.

 

—¡Escuchándote, tocas bien! ¡Sé parte de nuestra banda!

 

Tarik se pasó la mano por el rostro. Alex era tan imbécil a veces.

 

Y como siempre, defendiendo los intereses y la integridad de los tres, Darren se acercó, apoyando una mano en el hombro de Alex para que le dejara a él la conversación.

 

—Barker —saludó. —Estamos armando una banda, una seria —explicó, mostrando tras él a sus compañeros. Dexter estaba tenso; cuando Matthew le clavó la mirada, se puso nervioso y terminó ondeando la mano de manera tiesa. —Creemos que te podría interesar ser parte, en vista de que eres un bajista decente.

 

—Muy bueno —aceptó Dexter, asintiendo convencido.

 

—Al menos piénsalo —continuó Darren. —Ya he arreglado unas cuantas presentaciones en unos bares y ganamos buen dinero. Puedo asegurarte que yo estoy dispuesto a todo por hacer funcionar este proyecto.

 

Matt los contempló a uno tras otro, sintiendo que le temblaba la ceja. Todo era tan tenso y se preguntó por qué diablos siquiera lo habían oído tocar, o de dónde salieron. Ni siquiera estaba intentando ser antipático, sólo se mostraba a la defensiva, como siempre.

 

Entonces se quitó la cinta del hombro, bajando el instrumento, y negó con la cabeza.

 

—Lo siento, no tengo tiempo.

 

Ahí Tarik fue el que lo arruinó: —¿No tienes tiempo para nosotros, ah? ¿Qué tanto puedes tener que hacer? Mejor di que no somos lo suficientemente buenos para su realeza.

 

Matt volvió a fruncir el entrecejo. —¡Si digo que no tengo tiempo es porque no lo tengo!

 

No solía alterarse, pero detestaba a Tarik. Le parecía gratuita la forma en que lo trataba, incluso si a veces era cortante o antipático, pensaba que a Tarik se le pasaba la mano en provocarlo para pelear. A veces él también perdía la paciencia.

 

Alex se quedó pensando.

 

—Oye, pero si es por tiempo, podemos acomodarnos —dijo, levantando la voz por sobre Tarik, que alegaba otras cosas. —Practicas siempre después de clases, podemos practicar contigo y luego es sólo el tiempo de las presentaciones, ¿qué tal? —ofreció y le hizo una seña a Dexter para que contuviera un poco al guitarrista.

 

—No... no sé —dijo Matt, algo descolocado por la repentina comprensión. —Quizás.

 

Darren se adelantó nuevamente a lo que cualquiera podía decir. Era parte de su rol controlar ese tipo de situaciones.

 

—Está bien, no tienes que dar una respuesta ahora, Barker, sólo piénsalo —pidió. —Pueden probar un par de ensayos los cuatro, ver cómo funciona, y si va bien entonces todos ganamos.

 

También había que comprobar que el grupo tuviera química musical, como le explicó Alex, completamente ofendido por la propuesta que le hizo de poner un anuncio en internet y contratar a alguien.

 

—Me aseguraré de que no pierdan el tiempo ninguno de ustedes en caso de que todo marche bien —agregó.

 

Matt se mostró más receptivo al saber que no tenía que responder en ese mismo momento. Si había dinero de por medio, quizás podría... Le relajaba mucho tocar el bajo, era lo único bueno que tenía en ese momento, si podía ser rentable, entonces, ¿por qué no?

 

—¿Y son buenos ustedes? —preguntó, lo cual obviamente a Tarik le sonó altanero, pero Dexter le tapó la boca antes de que pudiera gritarle algo de lo que todos se arrepentirían.

 

—¡Pero claro! —contestó Alex sin una sola duda.

 

—Vale, ensayemos entonces —dijo al de pelo verde, que le resultaba más cómodo para conversar por su frialdad. —Mañana a esta hora.

 

Fue lo último que dijo, luego salió de la sala. Ya debía ir a su trabajo.

 

—¡Odio a ese tipo! —se quejó Tarik.

 

Dexter tuvo que aceptar que fue una situación tensa, pero creyó que iba a ser peor, como que Matthew se les reiría en la cara o se iría a los puños con Tarik o algo por el estilo. Al final gracias a Alex y Darren todo marchó bien.

 

El peliverde se giró hacia el rubio y lo miró con mucha seriedad.

 

—Mira, no me importa si lo odias o no. VAS. A. COOPERAR —le ordenó, fijando sus ojos en los ajenos. —No te hizo nada hoy y fuiste a atacarlo, siempre igual de impulsivo, tú —reclamó. Si iba a unirse Barker a la banda entonces no quería roces entre ellos, tal y como le había prometido, no pretendía hacerle perder el tiempo a nadie, y mucho menos a sí mismo.—Así que te vas a comportar cuando estén practicando, ¿está claro?

 

Tarik sostuvo la mirada de Darren todo el tiempo, logrando dar la impresión de que reflexionaba al respecto.

 

—Te ves lindo enojado —concluyó, muy poco interesado en el resto.

 

Dexter se pasó la mano por la cara, sonriendo resignado. Tarik era siempre así con Darren, lo cual le sacaba enfados al peliverde y risas ocultas a Alex y a él.

 

—Tenemos que impresionar a Matt mañana, ¡va a ser perfecto! —celebró el pelinegro.

 

—¡Sí, vamos a hacerlo! —acompañó Dexter, contagiado de su entusiasmo. Era él quien tenía que darle la mejor impresión a Matt, ya que el baterista daba el primer ritmo y guiaba al bajista, que a su vez guiaba al guitarrista.

 

—Bien, estén listos —concluyó Darren, suspirando hondo y los despidió flojamente antes de ir a casa. —Mañana puntuales.

 

Eso implicaría que seguramente tendría que llevar a Tarik de la oreja para que llegara a tiempo, pero era su trabajo y se resignaba a él.

 

Alex pensó que todo estaba quedando en su lugar para tener la mejor banda. Confiaba absolutamente en las habilidades de Dexter, Tarik y Darren, y parecía incapaz de ver que Tarik y Matt se detestaban, en su cabeza era todo perfecto y saldría bien.

 

—Hey, deberíamos tocar esa de Avenged Sevenfold, Bat Country —era perfecta para que todos hicieran gala de sus habilidades, una canción complicada. —Aunque no sé qué música le gusta a Matt, pero estaba tocando una base de rock... —comentó.

 

Con esa conversación se despidieron hasta el día siguiente.

 

**

 

Darren faltó al último período de la clase con Dex, para tener todo listo en el salón de música. Había una vieja batería que nadie usaba allá en el sótano. Estaba incompleta y algunas partes rotas, pero de alguna forma que Dexter no se explicó el peliverde consiguió lo que hacía falta en menos de una hora.

 

Así, cuando fue tiempo de ir al salón de música, todo estuvo en su lugar: la batería, el micrófono, amplificadores y la guitarra de Tarik. Dexter probaba su instrumento con el nuevo hardware y Darren escribía en su libreta al fondo, de piernas cruzadas.

 

Para Alex y Tarik fue cosa de llegar a la hora y acomodarse en sus lugares; por supuesto el primero se veía mucho más animado que el segundo, mentalizado a hacer lo posible para evitar pelear con el idiota de pelo azul, sólo porque Darren se lo instruyó explícitamente.

 

Cuando Matt entró, se sorprendió de verlos tan bien armados ya, parecía incluso un ensayo en serio.

 

—Hola —saludó corto y fue a tomar prestado el bajo de siempre, que decía ser propiedad de la escuela en un costado. —¿Qué vamos a...? Oh, okay.

 

Alex le tendió unas hojas de papel que Darren había ido a imprimir antes, donde estaban las notas. —¿Te parece bien?

 

Matt miró sorprendido el título de la canción. —Es... una de mis favoritas. Bien —sonrió un poco.

 

—¡Genial! —celebró Dexter, haciendo girar las baquetas en sus dedos. Antes de comenzar miró a Matthew y le sonrió. —Okay, como tú y yo seremos la base del tema quiero que me digas si necesitas algún arreglo, yo corrijo estas hojas luego —le mostró su pequeña libreta de notas. —Tarik te sigue a ti —aclaró.

 

—Yo no sigo a nadie —murmuró el rubio en voz baja con un tono infantil, aunque pronto notó la mirada de Darren en él y le guiñó un ojo. Sabía que tenía que comportarse, sólo que... realmente odiaba a ese tipo, aunque nadie más que él conociera por qué.

 

Dexter hizo sonar sus baquetas para marcar el ritmo de todos y así comenzó a tocar. Era bueno que los ensayos con Matthew fueran de media hora, porque esa canción iba a terminar matándolo (metafóricamente).

 

El que parecía más a gusto era Alex, ya parado al centro y listo para acaparar la atención, porque era lo que hacía y el maldito tenía una voz maravillosa. Resultaba increíble cómo se adaptaba a la canción que cantara, fuera ruda o suave, siendo capaz de cantar todo con su amplio rango vocal. Era eso lo que convenció a Tarik y Darren de seguirlo.

 

Matt no parecía prestarle atención a sus posibles compañeros de banda; de hecho, se veía poco interesado hasta que escuchó la batería y siguió el ritmo a la perfección con el bajo, como si hubieran ensayado previamente. Cuando fue el turno de Tarik, todo se acopló a la perfección. Era raro, como escuchar la canción misma en vivo.

 

Y Darren... Darren veía todo con una mirada por demás aprobatoria, ya que presenciaba un talento innato, una banda que con la motivación de Alex y una buena organización podrían llegar ciertamente lejos. Pronto su mirada se alejó de Tarik en específico para ver a los demás, cómo se complementaban entre todos de aquella forma tan curiosa. El primer tema salió desde el comienzo al final sin errores, en una sola vez, y al terminar se dio cuenta de que se estaba inclinando hacia adelante con ojos sorprendidos.

 

Ante el silencio, se recompuso lo suficiente para aplaudir un par de veces, pues esperaban la reacción de su único público.

 

—Estuvo muy bien —halagó. —Más que bien. ¿Cómo lo sintieron ustedes?

 

Alex quería gritar de la emoción y se le notaba en los saltos que daba alrededor de todos, dándole besos en las mejillas a Dexter y Tarik, e incluso un abrazo a Matt, el cual le puso las manos en los hombros.

 

—¡Eh, estuvo bien, pero de lejos! —se quejó, intentando apartarlo.

 

—¡No hasta que digas que vas a estar en la banda! —rebatió Alex.

 

—¡Vale, lo que sea, sólo suéltame!

 

Aquello le causó gracia a Tarik, que rió disimuladamente. ¿Qué iba a decir? No quería felicitar a Matt por nada, así que se encogió de hombros. —Fue tolerable.

 

—¡Fue increíble! —alegó Alex. —¡Es lo que estábamos buscando, Matt, sé mi mejor amigo!

 

—¡Que no! —Lo empujó finalmente. —Si voy a estar en la banda, quiero a este lejos. —Apuntó a Alex, mirando a Darren, quien intentó poner paz alejándolos.

 

—Eres la persona que este grupo necesitaba. Si quieres que te ayude con algo, avísame. —Al igual que con los demás el peliverde se encargaba de todo lo que ocurría fuera del ámbito musical, ofreciendo incluso su casa para ensayar.

 

Fueron palabras que fácilmente pasaban por cortesía y aunque Matthew lo sabía, se quedó mirando extrañado a Darren, pensando que era demasiado maduro para su edad. Y amable, muy amable. Se imaginó contándole sus problemas familiares, recibiendo ayuda, pudiendo participar honestamente de la banda… Y sólo quedó en su imaginación, porque no era bueno para hablar de sus problemas y apenas conocía a los demás.

 

Igualmente le sonrió. —Vale, gracias —y se dispuso a retomar el bajo cuando sintió esa mirada de odio tan característica encima suyo. Alzó la vista y se encontró con Tarik asesinándolo sólo con su expresión y entonces, algo hizo click.

 

Recordó su primera pelea y entendió por qué lo detestaba tanto: era por Darren. Estaba celoso.

 

—Vamos, hay poco tiempo, sigan con el próximo tema —apremió el manager, interrumpiendo la corriente de pensamiento del bajista, que decidió dejar aquello para más tarde y se dispuso a lo que dijera el grupo, pues les pertenecía por los próximos 23 minutos.

 

Fue puntual al respecto, detuvo la última canción a la mitad. —Debo irme, pero buena práctica.

 

—¡Vale, cuídate! —se despidió Dexter entre el resto y comenzó a tomar lo que podía para apilarlo a un lado del salón. —Bueno, ahora que Matt es parte de la banda, no podemos avanzar sin él. Yo voy a jugar basket un rato, ¿vale? —Sus amigos (un grupo de la infinidad que tenía) lo habían invitado varias veces y ya no quería rechazarlos por un ensayo. —¡Nos vemos, chicos!

 

Darren ayudó a Alex a guardar todos los demás instrumentos y desconectar los amplificadores. Estaba satisfecho por la performance del grupo y por la relativa calma de Tarik, al cual miró con una media sonrisa.

 

—Buen trabajo —hizo notar. —Tengo que salir por unas cosas. Los quiero listos para mañana otra vez.

***

Notas finales:

https://www.instagram.com/teapartywriters/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).