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Ghost Of You por Topo

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Notas del fanfic:

Pues sí... insisto, es un songfic, así que estaría de lujo si escuchan la melodía que NECESITO que empalmen con el fanfic.

Notas del capitulo:

Hola, acá les dejo el link de la pista que me obligó a escribir esta cosa cortita en menos de dos horas.

La canción es Ghost Of You, de 5SOS.

Original subtitulada en español: https://www.youtube.com/watch?v=pa6gPRZuGwU

...y el precioso cover que me gustaría que escuchen en caso de que les apetezca...

Cover: https://www.youtube.com/watch?v=b9McH_xfhJM

 

Repito, es un SongFic, mejor si lo hacen con la melodía de fondo.

Es todo. Diviértanse~

 

 

La ronda de gritos terminó, y el muchacho se mordió la lengua mientras avanzaba a su habitación. Las penumbras lo envolvieron cuando cerró la puerta con suavidad; evitando así que los gritos y regaños en casa se reiniciaran por su actitud grosera hacia su madre cansada, frustrada y triste, y avanzó hacia su escritorio.

Del cajón inferior sacó su más preciado recuerdo, y tomando sus auriculares los conectó al viejo reproductor que sostenía. La única melodía contenida en la cinta del aparato empezó a sonar, y las palabras pronunciadas en mandarín acariciaron su oído, y aun si no podía entenderlas se sintió confortado por ellas. Mientras la voz hablaba, alcanzo su viejo piano, acariciándolo con cariño, su más preciado tesoro.

Despacio, se sentó frente al piano, escuchando con atención palabras que no entendía y concentrándose en la musicalidad de la conocida voz, pasando distraídamente los dedos por encima de las viejas teclas, y fijó la mirada en la ventana cerrada de la casa abandonada del lado; la melodía vocal empezó a sonar en sus auriculares, y sus dedos empezaron a moverse también a través de las teclas blancas y negras, arrancando una melodía armónica, siguiendo la cadencia en sus oídos, ahogando todo lo demás.

Con los ojos cerrados y el alma desnuda, se entregó a la armonía, el aluvión de recuerdos regresando, trayendo memorias agridulces, al compás de la melodía en sus oídos.

Cada nota le recordaba la voz de quien perdió. Cada inflexión, cada pausa, le recordaba los silencios acompañados en los que su amigo apretaba sus dedos con suavidad y le cantaba para alejar a la silenciosa soledad. Y el fantasma de lo que una vez fue revoloteaba en la penumbra de su habitación.

...Estoy aquí despertando, todavía no puedo dormir en tu lado...

Aun no se atrevía a dormir en el lateral de su cama donde él dormía la siesta a su lado, y a escondidas de todos hacían fuertes de sabanas y jugaban cartas, jugaban a ser felices, jugaban a ser médicos, jugaban a ser grandes, jugaban a conocerse de mil formas diferentes.

Las miradas cómplices bajo las sabanas mientras se contaban cuentos de terror e historias de vida, las siestas robadas después de sus clases y los susurros confidentes tratando de no ser descubiertos.

...Si puedo soñar lo suficiente, me dirás que estaré bien...

Él era dulce, siempre recordándole que estarían bien, con su inflexión extranjera mezclándose entre sus palabras dulces, cantando muy bajito en su oído en su lengua materna, y aunque no podía entender qué decía, se limitaba a dejarse acunar por la tonada, bajando la guardia y sintiendo sus nervios calmarse, y su piel ser rodeada por piel diferente a la suya, dándole su calor.

...Así que lo ahogo como siempre lo hago...

Apretó con rabia los ojos, escuchando la voz suave en sus auriculares y tragando con fuerza el nudo en su garganta, ignorando la presión dentro de su cabeza. Empujó abajo a la soledad recordándole lo perdido, al silencio llamando a la desolación. Él ya no estaba.

...Bailando por nuestra casa con tu fantasma...

La melancolía y la apatía empezaron a acompañarlo desde el día en que él se fue, y desde entonces solo podía imaginarlo a su lado, jugando a divertirse, bailando de un lado a otro en su habitación tomados de las manos, sin otra música que el latido de sus corazones, dando vueltas y vueltas y sonriendo como tontos, riendo muy bajito y ahogando las risas del otro con sus manos de chicos cómplices.

...Somos demasiado jóvenes, demasiado tontos,

para saber cosas como el amor...

El recuerdo de su amigo llorando en silencio abrazado a él repitiendo una y otra vez la misma cadencia de palabras desconocidas oprimió su pecho. Él sabía que no tenían tiempo ya.

Aporreo las viejas teclas cuando el crescendo en sus oídos y dentro de su cabeza se hizo casi insoportable, empujándolo al borde, balanceando su cuerpo al compás del dolor que salía a raudales en forma de notas musicales compenetradas.

...Que mis pies no bailan como lo hacían contigo.

Una cinta con una única pista, un viejo reproductor de colección, unas palabras que comprendió muy tarde, la melodiosa risa, una canción acapella, y una ventana cerrada y fría frente a la suya era lo único que le quedaba. El minuendo final de la melodía marcó la culminación de todo, las lagrimas fluyendo a través de sus ojos cerrados, ningún sonido saliendo de entre sus dientes apretados y sus labios firmemente cerrados.

En sus auriculares, la voz había dejado de cantar, y la última nota en su viejo piano se desvaneció en el silencio, mientras la oscuridad en su habitación consumió todo.

Sehun se levantó, y abrió los ojos al fin. El silencio pitó en sus oídos cuando se quitó los auriculares, y la comprensión llegó a él como un chispazo en medio de la noche.

Cada palabra, cada susurro, cada risa, cada sollozo. Ambos lo sabían, en el fondo. La letanía que él repetía una y otra vez antes de marcharse y enfrentar su destino. Una y otra vez le repitió que lo amaba. Pero Sehun era tonto. No podía entenderlo, hasta ahora. Pero ya era muy tarde. El castigo por haber amado a Sehun fue muy duro y cruel.

 

Y Luhan no podía volver de entre los muertos.

 

Notas finales:

Pues... ¿qué tal?

Quizás parezca poco comprensible, así que pueden preguntar sin miedo c:


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