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Lo más divertido de su vida por Majo Walles

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Lo más divertido de su vida.

 

Resumen: Harry en los años de escuela de su padre, y su esposo. Con la lengua demasiado suelta. Con su hijo en brazos, y con una misión que debe cumplir en muy poco tiempo… Como resultado... sólo caos.

 

Categorías: Harry Potter

Personajes: Harry Potter, Severus Snape.

Géneros: Humor, Romance.

Advertencias: AU=Universos Alternos, Chan=Adulto/Menor, Mpreg=Embarazo Masculino, Lemon. PWP.

Capítulos:

Completo:

Beta:

Disclaimers: Los personajes que utilizo en este one-shot no me pertenecen, son propiedad de J. K. Rowling y a quienes poseen las licencias de Harry Potter.

 

 

1º capitulo: El viajero del futuro

 

El gran salón era un caos total. Los profesores estaban en medio de la acción, apuntando con sus varitas a la persona que había aparecido. El director Dumbledore dio un paso adelante, sin bajar su varita ni su guardia. Los alumnos miraban impresionados al que estaban frente a ellos. Un grupo en particular se separó de los demás, en espera de conocer a los nuevos.

-¡Identifíquese! -exigió Dumbledore.

El chico que estaba en el medio del gran comedor y que seguía agachado y con su cuerpo completamente doblado, se fue incorporando de a poco. Ahí las exclamaciones fueron más al ver que entre los brazos traía infante. El pequeño niño, que debía ser mayor de un año, miraba a todos con sus grandes ojos. Hermosos ojos de color verde. El joven que lo tenía abrazado levantó también su cabeza y pudieron notar que no podía ser mayor a los chicos de séptimo. Su cara morena, de ojos igual de verdes que el niño y con lentes rotos, miraba a todos con seguridad.

El director, sin entender el por qué, apuntó al joven y reparó sus anteojos con sólo un movimiento.

-Gracias, director -dijo el joven, para luego ponerse de pie y mirar alrededor.

Los alumnos que le vieron no pudieron evitar dirigir su mirada a otro joven que también estaba en el salón.

-Eh... James... ese chico es igual a ti.

El moreno, que seguía viendo al extraño, recién en ese momento notó el parecido, y también notó que las miradas de todos los alumnos estaban dirigidas a él y al otro muchacho.

-Papá -las miradas de todos se dirigieron al bebé que estiraba su bracitos para que el otro joven lo tomara en brazos.

-Lo siento, tesoro -le dijo con cariño y se agachó a sostenerlo, para luego mirar al director-. Lamento irrumpir así, director.

-No se preocupe, joven, pero me gustaría saber quién es usted.

-Oh, sí, lo lamento -dijo sonriendo-, mi nombre es Harry, no soy de esta época, vengo de varios años en el futuro -soltó como si nada.

-Si es así, lo que acaba de decir puede interferir en su nacimiento -le dijo una de las profesoras, que al igual que los demás, había bajado la varita con la que apuntaba al joven.

-Oh, no se preocupe por eso, profesora McGonagall. Antes de volver a mi época, me encargaré de que nadie lo recuerde.

Los que le veían, tan seguro de sus propias palabras, se preguntaban si sólo era un farsante o realmente el chico era capaz de hacer algo por el estilo.

-Eh... el niño... -dijo otro profesor.

-Es mi hijo -aclaró.

-Es bastante joven para tener un hijo -le dijo el director, ofreciéndole un caramelo al infante.

-Fue lo que me dijeron cuando me casé -dijo divertido. Para luego quitarle el dulce al niño y devolverlo al director, que sólo sonrió al recibirlo-. Es un bebé, no puede comer dulces sólidos, director -lo regañó Harry-. Siento ser una molestia, pero le pediré refugio para mí y mi hijo por unos días. Tengo que arreglar algo desde esta época, para que en mi tiempo podamos deshacernos de una gran amenaza.

-¿Una amenaza? -preguntó McGonagall.

-Sí -dijo con algo de pesar-. En mi tiempo, hay un mago oscuro del que tengo que encargarme, antes de que él acabe con todo.

-No sé si sea conveniente que estemos hablando de todo esto aquí.

-Es verdad, en este momento muchos de los hombres con los que me enfrentaré están en este mismo salón -dijo mirando a todos y a nadie a la misma vez-, pero también hay gente valiosa que me apoyara en todo momento.

-Debo deducir que estoy frente a alguien muy poderoso, entonces -dijo el director.

-Usted mismo dirá eso, en unos años más -dijo muy seguro de si mismo.

-Bien, no creo que tenga mucho más que decir -le dijo divertido, ante la seguridad que mostraba en joven.

-Gracias. Si no le molesta, lo estaré esperando en su despacho, mi hijo esta inquieto por tanto desconocido.

-Claro, claro.

Harry se encaminó por el pasillo, pero en el camino miró intensamente a cierto joven, que se removió inquieto en su lugar, al sentir esa mirada tan penetrante.

El director, mientras tanto, les indicó a los alumnos que se retiraran a sus habitaciones. Unos cuantos se escabulleron, querían saber el porqué del parecido del chico con uno de sus amigos, o enemigo, dependiendo del caso.

Harry sentía como le seguían, y miró de lado a su hijo, que aun en brazos, miraba a sus espaldas y mantenía la mirada fija. Seguramente estaba mirando a las personas que le seguían, por lo que fingió doblar en una esquina y esperó hasta que le alcanzaran, para poder reconocer a quienes les seguían. No hizo falta que esperara más de unos segundos, porque, de un momento al otro, cinco jóvenes aparecieron a su lado. Cuatro chicos y una chica.

-Me imaginaba que no se aguantarían las ganas de saber quien era -les dijo mirándolos de frente, logrando que saltaran por el susto de verse descubiertos. Ellos debían tener la misma edad que él en ese momento.

-¿Por qué te pareces tanto a James? -le preguntó el más alto de los chicos.

-Ustedes saben la razón… -miró tras los chicos y sonrió de lado- también sabía que tú vendrías -los otros chicos también se voltearon para ver quien era.

-¡¿Qué mierda quieres aquí, Snivellus?!

-Modera tu lenguaje, padre. Mi hijo es un bebé que aprende rápidamente y no quiero que aprenda grosería -le dijo Harry, logrando que todos le miraran a él- ¿No era eso lo que querían verificar?

Los demás estaban mudos, no era que no lo creyeran así, pero que se los dijera de buenas a primera, era otra cosa.

-¿Eres... mi hijo?

-Lo soy, y de verdad creí que a esta edad serías más... eh... despierto, pero en fin... ¿Qué más quieren saber?

-¿Quien es la persona a quien tienes que derrotar?

-Tú lo sabes muy bien, Severus.

-¡Lo sabía, Snivellus es un maldito mortífago! -dijo Sirius, con furia y acercándose a Severus.

Harry avanzó rápidamente y lo detuvo.

-Si quieren saber todos ustedes como están relacionados conmigo, se los diré ahora, por que no estaré mucho tiempo aquí, y no quiero que sus discusiones alteren a mi hijo -les dijo serio-. Soy hijo de James Potter y Lily Evans -les confirmó, haciendo que los dos se sonrojaran-. Sirius, serás mi padrino -el joven pareció hincharse de gusto-. Remus, serás mi profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y muy parecido a un segundo padrino -el joven, que no había dicho nada en todo el momento, le sonrió-. Petter... tú no serás nada en mi vida, y lo sabes -le dijo dándole una mirada significativa, haciendo que el chico se pusiera nervioso- y tú, Severus, serás mi profesor de Pociones, esposo y padre de mi hijo -eso si que absolutamente nadie se lo esperaba, tanto que el joven lo quedó mirando como ido-. Sé que ninguno estaba preparado para lo que les dije, pero también sé que me pueden ayudar mucho en mi misión.

-¿Cómo que estás casado con Snape? Él es... feo.

-Disculpa, Sirius, pero yo no encuentro nada feo en él. Si no me gustara, no me hubiera casado con él cuando tenía dieciséis años, no tendríamos un hijo, y no lo amaría tanto como lo hago.

-Eso tiene que ser una broma.

-No lo es, padre, sé que te molesta, pero no hay nada que puedas hacer. ¡Alégrate! Tendrás un hermoso nieto -le dijo besando la mejilla del infante que se rió por la caricia de su papá.

-Pero el bebé... como...

-No te voy a hablar de mi intimidad, Sirius, pero tengo claro que a esta edad debes saber muy bien como se hacen los bebés -le divertía hacer sonrojarse a los jóvenes, ponerlos nerviosos, como estaban ahora.

-Basta, por favor -le dijo el otro joven involucrado, que no podía estar más rojo.

-Oh, lo lamento, Sev, pero tú tienes la culpa, o la tendrás en el futuro -le dijo dándole una sonrisa de lado-. Nos enviaste a esta época para protegernos, pero no me preguntaste mi opinión, y como tu esposo, lo mínimo que merezco es que me avises que pretendes hacerme hacer un viaje en el tiempo con un poco más de anticipación que unos cuantos minutos antes de hechizarme.

-¿De verdad soy...?

-¿Mi esposo? Sí. También soy tu alumno.

-Eh... disculpa, pero... ¿Qué edad tienes?

-Oh, mami, que buena pregunta. Tengo poco más de diecisiete años, pronto cumpliré dieciocho y si lo que quieren saber es la edad de mi esposo, pues... el tiene treinta y siete.

-¡¿Qué?!

-¡Snivellus! ¡Eres un asalta cuna!

-Eso depende, padrino -dijo divertido-, por que fui yo quien le conquistó, lo enamoró, y, por ende, me metí en su cama... no sé como se llamaría en ese caso.

Los seis tenían un par de nombres en mente, que iban por la línea de ofrecido o sinvergüenza, pero por algo, no le dijeron nada.

Harry sólo los veía divertido, ahora tenía que ir a darle un par de infartos a Dumbledore, antes de tenerse que poner a realizar su misión.

 

 

 TBC...


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