LA LLEGADA DE ITACHI UCHIHA
En la aldea de Konoha todos se conocen, en ese lugar no hay secretos todo se sabe, quienes llegan, quienes salen o quienes entran, la aldea es muy pequeña a comparación de las demás que la rodean por eso es que en esa aldea todo absolutamente todo se sabe o mejor dicho los chismes vuelan y las paredes hablan.
En uno de los restaurantes por decir el más famoso de esa pequeña aldea que era Konoha se podía observar a dos donceles rubios, ambos vestían pantalones de tela muy ajustados a su cuerpo de color oscuro, camisa blanca ajustada a sus cuerpos y un delantal rosa sujeto en su cintura.
Y dime Naruto ¿qué paso con Neji? – pregunto el rubio que tenía el pelo largo sujeto en una cola alta, una piel blanca, ojos celestes, mientras el otro tenía el pelo corto, mejor dicho en melena algo alborotado, piel color canela, unos ojos tan azules como el mismo cielo, en sus mejillas tenía unas curiosas mariquitas que simulaban ser bigotes.
Nada… él muy desgraciado dijo que tenía novia que fui solo un pasatiempo – respondió de malagana el rubio que parecía ser el menor – Deidara podes cambiar de tema por favor – pidió con una cara cansada.
Bueno está bien – acepto el rubio que parecía ser el mayor – me acaban de informar que llegará un nuevo médico – comento el rubio de cabello largo tratando de que su rubio amigo se olvide del anterior tema.
¿De verdad?, sabes cómo es – contesto de pronto con un entusiasmo único el rubio de cabello corto, sorprendiendo a Deidara por ese cambio de actitud repentino.
No te dije que recién llegará – exclamo con desgano el mayor – Naruto por una vez en tu vida puedes dejar de pensar en varones – exclamó con fastidió el mayor, conocía muy bien a su amigo, Naruto era un año menor que Deidara pero era más despierto en el ámbito amoroso.
Qué te pasa Dei, ¿acaso me estas buscando? – comento con una fingida expresión de estar dolido, Deidara conocía a la perfección esa faceta de su amigo.
Claro que no Naru… pero si sigues actuando de esa forma, todos los varones siempre te tomarán como un juego, ¿eso es lo que quieres? – interrogo el de pelo largo, esta vez tenía una cara de seriedad.
Lo siento Dei, no era mi intención – se disculpo con la cara deprimida al recordar que Neji había jugado con él, eso le dolía mucho por que Naruto quería encontrar una pareja estable para formar una familia pero todos los varones solo lo querían por un tiempo.
Deidara no quiso decir nada más sabia que su amigo estaba pasando uno de los peores momentos al ser dejado por ese patán, pero también reconocía que gran parte de culpa la tenía Naruto por coquetear con cada varón que llegaba a la aldea sin saber o conocer sobre la vida del varón.
Así se pasaron toda la mañana atendiendo a los clientes en su negoció que con mucho esfuerzo habían conseguido, Deidara y Naruto eran amigos desde su infancia, ambos eran huérfanos se habían conocido en el orfanato y desde ese momento siempre estuvieron juntos tanto en las buenas como en las peores situaciones.
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Al día siguiente Deidara le confesó a Naruto que debía viajar a la aldea vecina por cuestiones de los papeles de su departamento donde vivía, el menor solo se despidió porque conocía la situación que estaba pasando Deidara en ese momento por culpa del malnacido de su ex novio.
Deidara se fue y todo el trabajo se le duplicó a Naruto que estaba por enloquecer por los extraños pedidos que realizaban los clientes, su tarde fue agotador para el rubio menor que deseaba desde el fondo de su ser que su amigo regresara pronto.
Al fin termine – soltó un fuerte suspiro de alivio el doncel por el cansancio, había tenido que lavar absolutamente todo y limpiar el piso, pero ahora ya todo estaba terminado, realizaba algunas cuentas cuando escuchó la campanita sonar donde indicaba que había llegado un cliente – lo siento pero ya cerramos – dijo el doncel sin mirar al recién llegado.
Oh... lo lamento pero solo quiero algo de beber, por favor – exclamó el recién llegado mirando al rubio doncel, Naruto al escuchar ese timbre de voz tan pero tan seductor levantó su azulina mirada para quedar sorprendido al ver a un dios griego, ese varón que tenía en frente era el más atractivo, sensual y sexy que en toda su vida jamás conoció.
Ah... si pasé… siéntese – ofreció rápido el doncel sujetando esa brazo masculino y fuerte del varón – ¿que desea de tomar? – pregunto con un tomo seductor el rubio, Naru no podía evitar portarse de esa forma con ese hombre, era muy alto de un físico atlético, piel blanca, cabello largo y negro, ojos del mismo color, era muy pero muy guapo justo su tipo.
Una taza de café por favor – contesto desconcertado el varón al ver ese cambio de actitud que tuvo el doncel con él, vio como ese rubio asentía y se fue a cumplir con su pedido ahí fue que lo detallo bien al doncel, era rubio de cabello corto pero no tanto, piel morena muy linda, unos bellos ojos azules que brillaban como zafiros, en sus mejillas tenía unas curiosas marcas en líneas simétricas, dándole un aspecto felino muy hermoso además que tenía un cuerpo de infarto y mediana estatura.
Aquí tiene – dijo el doncel y dejo la taza de café en la mesa donde el varón se encontraba – Uzumaki Naruto mucho gusto – se presentó muy sonriente el rubio, dejando al varón más sorprendido.
Uchiha Itachi, el gusto es mío y gracias por atenderme – agradeció el pelinegro con una sonrisa cálida dejando al rubio anonadado al ver semejante acto, Itachi bebió del café y levanto la mirada al sentirse observado y no se equivocaba el menor lo miraba con fascinación tanto que el mayor se sintió incómodo – ¿se encuentra bien? – decidió preguntar el varón.
Ah... eh... no, ¿eres nuevo verdad? – interrogo el rubio saliendo de su estado de ensoñación, Itachi solo asintió a modo afirmativo – ¿se quedará aquí o esta de pasada? – pregunto otra vez el doncel, no sabía porque pero quería saber más de ese guapo varón.
Me quedaré una temporada, más precisó durante mis prácticas – mencionó el pelinegro – si me dan el trabajo me quedaré durante mi contrato – informo el mayor regalándole una sonrisa linda a ojos del doncel.
Qué bueno – respondió con entusiasmo Naru, Itachi al ver esa actitud en el doncel decidió no decir nada más y continuar bebiendo su café.
Paso como media hora y el pelinegro termino su café levanto su mirada para observar donde estaba el muy entusiasta doncel y lo encontró limpiando el mesón, se puso de pie para ir a cancelar lo que debía.
Muchas gracias joven Uzumaki – agradeció el mayor mientras sacaba su billetera para cancelar, Naru al ver la actitud del varón tan sexy y guapo decidió intervenir.
No tienes porque, es mi trabajo y puedes llamarme solo por mi nombre ya que soy menor que tú – comunico el rubio con una sonrisa coqueta al mayor.
Bueno… aquí tienes y gracias nuevamente pero debo buscar donde quedarme – informó el varón dándole un billete – adiós Naruto kun – se despidió el pelinegro con cortesía.
Cuidate Itachi y si buscas un lugar donde quedarte te recomiendo el hotel Akatsuki veras que no te arrepentirás – recomendó el menor despidiéndose sonriente del varón mas guapo que había conocido.
Gracias – volvió a repetir el pelinegro despidiéndose con la mano para salir de ese lugar y buscar el hotel Akatsuki, camino unas cuantas calles hasta que pudo dar con el famoso Hotel.
Continuará....................................................