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Nanas para mi niño Kakashi por Chibi Yaoi

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Notas del capitulo:

El primer fic que hago sin calificación para mayores de 18 XDDD

Nee, hacía mucho time que no escribía, estuve (y estoy, por fin tengo trabajo ToT) muy ocupada y la experiencia me ha hecho saber que ordenadores compartidos, nunca mais n__ñU Así que si alguien me dona un pc, aunque sea de 2ª mano, le pondré un altar. También decir que lo que es poesía no es lo mío, más por las condiciones en que fue hecho, por lo que consideradlo una especie de mezcla prosa con ritmo-verso XDDD (bueno, leedlo y no os ralleis XD Que hay una repetición también lo sé, no me matéis por no cambiarla XDD)

Bueno, la idea de este fic rondó mucho por mi cabeza y desde hace ya bastante pero no encontraba el momento para trabajar en él... hasta ahora.

Esta nana está escrita para Kakashi e Iruka (imaginad al seiyuu japonés de Iruka cantando *¬*), la pareja que más cosas buenas ha traido a mi vida, especialmente porque gracias a ellos conocí a la que hoy es la persona por la que respiro cada día. Este fic no solo es para el KakaIru, sino también para ti, mi gatita, puesto que nació pensando en ellos y pensando en ti.

Este es mi regalo de San Valentín, ya que no puedo celebrarlo a tu lado, al menos tenme presente en la distancia.

Espero que os guste y feliz San Valentín ^^

 

 

NANAS PARA MI NIÑO KAKASHI

by Chibi Yaoi

 

 

A Kakashi, por ser el niño de Iruka

A Iruka, por ser el niño de mis ojos

A mi niña, por ser mi vida esté donde esté

 

 

 

 

Porque la luna tiene envidia de la blancura de tu piel

y se pone celosa del brillante plata de tus cabellos,

quiere competir contra la negrura de tu mirada cansada

con su manto oscuro cuajado de estrellas.

 

En los meses que parecieron un cercano ayer,

en los segundos que parecen eternidades sin fin.

 

Es tu luz la que ahoga la suya propia

y la de todo su ejército celeste.

 

Mi niño Kakashi.

 

 

 

Nunca nadie entenderá lo que yo aún no entiendo.

Estos sueños, estos pensamientos.

Cómo puedo recordar aquel momento en que te ví por vez primera

y, sin embargo, haber olvidado el día en que me dí cuenta;

que mis ojos resplandecían,

que mi corazón latía y latía,

que mi cuerpo y mi alma ya no me pertenecían.

Eran de una sonrisa oculta tras una máscara

llena de pena, dolor y mentiras.

 

Pero a mí no pudiste engañarme

porque solo eres un niño,

un niño solo y triste.

Así que te tendí mi temblorosa mano,

tú dudaste y al final, la cogiste.

 

 

 

Porque la luna tiene envidia de mis inocentes besos de amor

y se pone celosa de la sutil picardía de mis caricias,

quiere torturarme cada larga noche solitaria

con sus crueles silencios a mis dudas desesperadas.

 

En los meses que parecieron un cercano ayer,

en los segundos que parecen eternidades sin fin.

 

Es tu recuerdo el que hace brotar mis lágrimas

y el mismo que luego las calma.

 

Mi niño Kakashi.

 

 

 

Ya no siento nada de lo que antes sentía.

El tiempo, la distancia.

Descolocaste los conceptos rompiendo todos mis esquemas

y, sin darme cuenta, abrí los ojos a los verdaderos problemas;

los meses de separación,

los kilómetros entre los dos,

las miradas y los murmullos ajenos sin solución.

Eran el precio por apartarte esa máscara

buscando sentimientos sinceros en tu voz.

 

Pero nada ni nadie podrá conmigo

porque solo eres un niño,

mi niño grande y travieso.

Así que no te soltaré nunca la mano

para que, a mi lado, aprendas al fin a crecer.

 

 

 

Porque la luna tiene envidia de lo mucho que nuestras vidas han cambiado

y se pone celosa del futuro que todavía nos queda por vivir,

quiere destrozar constantemente nuestras ilusiones juntos

con fugaces piedras en el camino a recorrer.

 

En los meses que parecieron un cercano ayer,

en los segundos que parecen eternidades sin fin.

 

Es tu fuerza la que mantendrá la mía

y la que yo por siempre velaré.

 

Mi niño Kakashi.

 

 

 

 

- Iruka... cántamela otra vez, por favor... - se oyó susurrar en la oscuridad del dormitorio del sensei mientras el peliplateado se giraba un poco en la cama, para encarar a su pareja. Sus cuerpos desnudos se rozaron tenuemente por el movimiento.

 

El chuunin acarició el pelo de Kakashi con suavidad, notando como el sudor se había secado parcialmente aunque la tierra del viaje todavía estuviese pegada a él. Y como única respuesta, sonrió con ternura al encontrarse sus miradas y tras el silencio, volvió a cantar.

 

 

 

FIN

 

 

 

 

 


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