NANAS PARA MI NIÑO KAKASHI
by Chibi Yaoi
A Kakashi, por ser el niño de Iruka
A Iruka, por ser el niño de mis ojos
A mi niña, por ser mi vida esté donde esté
Porque la luna tiene envidia de la blancura de tu piel
y se pone celosa del brillante plata de tus cabellos,
quiere competir contra la negrura de tu mirada cansada
con su manto oscuro cuajado de estrellas.
En los meses que parecieron un cercano ayer,
en los segundos que parecen eternidades sin fin.
Es tu luz la que ahoga la suya propia
y la de todo su ejército celeste.
Mi niño Kakashi.
Nunca nadie entenderá lo que yo aún no entiendo.
Estos sueños, estos pensamientos.
Cómo puedo recordar aquel momento en que te ví por vez primera
y, sin embargo, haber olvidado el día en que me dí cuenta;
que mis ojos resplandecían,
que mi corazón latía y latía,
que mi cuerpo y mi alma ya no me pertenecían.
Eran de una sonrisa oculta tras una máscara
llena de pena, dolor y mentiras.
Pero a mí no pudiste engañarme
porque solo eres un niño,
un niño solo y triste.
Así que te tendí mi temblorosa mano,
tú dudaste y al final, la cogiste.
Porque la luna tiene envidia de mis inocentes besos de amor
y se pone celosa de la sutil picardía de mis caricias,
quiere torturarme cada larga noche solitaria
con sus crueles silencios a mis dudas desesperadas.
En los meses que parecieron un cercano ayer,
en los segundos que parecen eternidades sin fin.
Es tu recuerdo el que hace brotar mis lágrimas
y el mismo que luego las calma.
Mi niño Kakashi.
Ya no siento nada de lo que antes sentía.
El tiempo, la distancia.
Descolocaste los conceptos rompiendo todos mis esquemas
y, sin darme cuenta, abrí los ojos a los verdaderos problemas;
los meses de separación,
los kilómetros entre los dos,
las miradas y los murmullos ajenos sin solución.
Eran el precio por apartarte esa máscara
buscando sentimientos sinceros en tu voz.
Pero nada ni nadie podrá conmigo
porque solo eres un niño,
mi niño grande y travieso.
Así que no te soltaré nunca la mano
para que, a mi lado, aprendas al fin a crecer.
Porque la luna tiene envidia de lo mucho que nuestras vidas han cambiado
y se pone celosa del futuro que todavía nos queda por vivir,
quiere destrozar constantemente nuestras ilusiones juntos
con fugaces piedras en el camino a recorrer.
En los meses que parecieron un cercano ayer,
en los segundos que parecen eternidades sin fin.
Es tu fuerza la que mantendrá la mía
y la que yo por siempre velaré.
Mi niño Kakashi.
- Iruka... cántamela otra vez, por favor... - se oyó susurrar en la oscuridad del dormitorio del sensei mientras el peliplateado se giraba un poco en la cama, para encarar a su pareja. Sus cuerpos desnudos se rozaron tenuemente por el movimiento.
El chuunin acarició el pelo de Kakashi con suavidad, notando como el sudor se había secado parcialmente aunque la tierra del viaje todavía estuviese pegada a él. Y como única respuesta, sonrió con ternura al encontrarse sus miradas y tras el silencio, volvió a cantar.
FIN