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VEINTE AÑOS DE TU VIDA por LIAMSUZUKI

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—¡Misaki Takahashi!—Gritó el prefecto del edificio mientras se asomaba al aula   del grupo 3^A, todos voltearon a ver al pequeño castaño qué tembloroso miraba al profesor y apretaba el lápiz entre sus manos—Por favor, recoge todas tus cosas y ve de inmediato a la oficina del director. 

 

Los murmullos no se hicieron esperar por parte de los niños que se cuestionaban sobre el repentino llamado a uno de sus compañeros. 

Amy Sensei, la profesora del grupo de inmediato aplacó los cuchicheos de los niños

—Guarden silencio y terminen el ejercicio de fracciones que les acabo de escribir en el pizarrón.Con parsimonia se acercó al pequeño Misaki de 8 años y le ayudó a guardar sus útiles —Puedes mandarme los ejercicios por correo Misaki, también te haré llegar las actividades de la semana por si no pudieras asistir.

 

Misaki asintió de forma triste y colocó su mochila al hombro para abandonar el aula, ya sabía el motivo de tan repentina solicitud y sin ánimo fue a paso lento hasta la oficina 

 

 

 

 

Al llegar, se colocó tras la puerta, podía escuchar de forma clara el llanto de su madre y su corazón se encogió, esto había estado pasando estos últimos 8 meses cuando a su hermano Takahiro Takahashi se le había detectado un tumor en el cerebro. De inmediato iniciaron con quimioterapia para intentar deshacer el tejido maligno, pero hasta ahora parecía imposible.

 

Misaki quiso tocar la puerta y no fue necesario, el director al ver la tardanza de Takahashi se había asomado y encontró al pequeño apretando las correas de su mochila.

La madre de Misaki de inmediato volteó y el castañito corrió para abrazarla. Las lágrimas de la mujer le empaparon el cabello y Misaki la estrujó más fuerte, con todas sus fuerzas que tenía disponible

 

—Misaki... lo siento por sacarte de clases pero..

 

—shhh.. no te preocupes mamá 

 

Misaki sabía que la hora de despedirse de su hermano, había llegado, no podían seguir prolongando su vida si en el transcurso él sufría a causa de tantos procedimientos y medicamentos. El niño apenas entendía lo que era muerte cerebral y de cómo Takahiro Takahashi había aceptado donar sus órganos para darle vida a otras personas.

La mujer como bien pudo, tomó de la mano a su pequeño y salieron de la oficina.

 

 

Afuera del instituto estaba su padre en el auto, las ojeras y cansancio eran evidentes en su rostro, miró a su pequeño Misaki y esbozó una mínima sonrisa, lo abrazó y los tres partieron rumbo al hospital.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Por favor Master, explíqueme cómo lo hace.¿Como le hace para obtener energía de los humanos?– Un atractivo chico de cabello negro le preguntaba a un imponente ángel que miraba hacia el cielo.

 

—Solo tienes que persuadirlos con lo que les interesa, los humanos son seres irracionales que solo buscan su bienestar propio y en el proceso incurren en miles de faltas y en los pecados que él de arriba les tiene señalados.

 

—¿No cree que haya  personas  que no piensen en su bienestar propio y se apiaden de los demás? Kamijō Sama me lo dice de forma frecuente, él todavía cree en los humanos.

 

—Kamijō es un ángel tonto. Por ese motivo es que el  y yo terminamos nuestra amistad y decidió quedarse con el vecino de arriba. Yo trabajo por mi cuenta y hasta ahora, nadie me ha convencido de lo contrario.—El ángel de cabello plateado miró al pequeño híbrido frente a él, mitad demonio, mitad humano y que había sido rechazado por los últimos.—¿Quieres que hagamos una prueba Shinnosuke Todō?

—¡Si!

—Pues bien, iremos a...—el "demonio"pensó por un momento— escoge alguna parte del mundo terrenal y ahí intentarás hacer tu lección del día de hoy.

 

El atractivo hombre con sus poderes le mostraba diferentes países, ciudades y gente. Tōdō miraba con fascinación las imágenes presentadas hasta que un enorme parque con muchos árboles de cerezo le llamaron la atención 

 

—¡Ahí Master! —Shinnosuke congeló la imagen—¿Donde es?

—Según esto, es Tokio Japón—El demonio amplió la imagen y se podía apreciar la ciudad en todo su esplendor. Los ojos violetas se sorprendieron de ver a un ejecutivo comiendo arroz como desesperado en un lujoso restaurante, y sonrió—Hagamos lo siguiente Shinnosuke, si logras convencer a ese humano de que te proporcione alimento, me habrás convencido de forma momentánea y podremos ir más tarde al límite del otro mundo.

 

—Eso es fácil—dijo muy seguro Tōdō y con sus poderes se convertía en un pequeño de 4 años—Nadie puede resistirse a un humano frágil y hambriento. 

 

El demonio carcajeó y con un movimiento de sus brazos contrario a las manecillas del reloj logró que ambos seres sobrenaturales aterrizaran afuera del restaurante. Tōdō acomodaba su andrajosa ropa e ingreso al restaurante muy seguro de demostrarle  a su maestro la bondad de los humanos.

 

 

Un hombre de treinta y tantos años mordía un pedazo de filete de cerdo, Tōdō se acercó de forma lenta y se posó frente al tipo  que engullía a gran velocidad, el sujeto tragó el bocado con dificultad al ver al niño todo mugroso.

 

—¿Que es lo que miras Niño?

 

—Por favor. ¿Me darías un poco de tu comida? llevo días sin probar alimento y mi familia no tiene el dinero suficiente para comprar víveres.

 

—¡Mesero! ¡Aquí hay un niño de los que se dedican a robar en las afueras del tren! ¡mesero!

 

De inmediato varios hombres salieron de la cocina con dirección a Tōdō y con intención de atraparlo, el chico no tuvo opción más que salir huyendo ante el posible ataque y los insultos del comensal que también se dirigía tras el.

 

 

El demonio reía ante la misión fallida de su pupilo y agarró a Shinnosuke por la solapa del precario suéter y lo elevó por encima del restaurante

 

—¿Lo ves?

 

—Que viejo tan vil, en vano ese traje tan costoso que trae puesto. Ni siquiera le sorprendió que le hablara de forma tan elocuente con 4 años.

 

—Los humanos son falsos, así que mira y pon mucha atención—el demonio cambió su aspecto por un humano vestido de traje y de su bolso sacó una moneda de oro, alcanzó al hombre que comía arroz mientras buscaba por la avenida a Tōdō y se presentó ante el.

 

Shinnosuke veía con desagrado como su maestro absorbía una pequeña bola de luz del hombre y después le entregaba la moneda de oro. El demonio regresaba sonriente por haber obtenido su recompensa 

 

—¿Qué  fue lo que le dijo para obtener su energía?

 

—Le pedí 2 años de su vida a cambio de la moneda de oro y como ves, no lo pensó dos veces.

 

—Que pinche viejo tacaño, no me quiso dar un poco de arroz, pero a usted si le dió dos años de su energía por una moneda, una puta moneda con la que podría comprarse más alimento.

 

—Te lo repito una vez más Shinnosuke Tōdō, los humanos son un plaga que aqueja a este mundo y no seas mal hablado. Es hora de irnos.

 

—Master, usted dice muchas malas palabras y más cuando habla con Kamijō Sama.

 

—Las digo porque quiero, soy adulto y por que Hiroki me saca de quicio al tratar de convencerme de regresar al nido con los celestiales.

 

—¿Adulto? Anciano querrá decir ¿Cuanto tiempo lleva viviendo entre ambos planos? ¿500, 1000 años?

 

—Lo suficiente como para conocer a toda esta estirpe—señaló a varios personas vagando por los alrededores—anda vámonos, ya aprendiste tu lección a la mala.

 

—Deseo  quedarme un poco más,quiero visitar el parque con cerezos que está más adelante—Shinnosuke señalaba los árboles muy desilusionado.

 

—Está bien, te veré por la noche en el segundo plano interseccional.

 

Tōdō veía a su maestro alejarse, un ángel que fue expulsado por sus diferentes ideologías acerca de la vida y los humanos y aunque fuera considerado un demonio por el color negro de sus alas, él sabía que dentro de ese ser, reinaba un poco de luz.

 

 

 

 

 

Misaki esperaba afuera en él área de recepción, sus padres buscaban que se le permitiera despedirse de Takahiro antes de que fuera ingresado a cirugía para la extracción de sus órganos, el castañito con los ojos hinchados por el llanto, bebía de un bote de leche y mordía su sándwich que no comió en la escuela por venir  al hospital, sus ojos se desviaron al enorme complejo de árboles de Sakura, viendo cómo las flores caían sobre el pavimento.Abrió más los ojos al ver a un pequeño, un niño más pequeño que él y que deambulaba por la acera.

 

Sin pensarlo cogió su lunch y fue a alcanzarlo, conforme se acercaba pudo notar el aspecto del pequeño, se hallaba sucio y con ropa que apenas si le cubriría del frío. Misaki lo vio sentarse bajo un árbol y sin pensarlo se acercó al niño.

 

Shinnosuke Tōdō  alzó la vista y se encontró con un par de chispeantes ojos verdes, Misaki de inmediato quitó su abrigo y lo extendió al niño.

 

—Úsalo, esta mañana hace mucho frío 

 

El híbrido no conocía el frío y aún así aceptó la prenda. Misaki se sentó a lado suyo y abría de nuevo su bento para ofrecerle al pequeño.

—¿Quieres un sándwich de queso y mermelada? Yo los hice, mamá esta muy ocupada.

 

Tōdō seguía atónito por las atenciones del niño y supo que en el corazón del humano había dolor, agarró el sándwich y lo mordió.

 

—¡Esto es delicioso! ¡Yo no sé cómo mi Master no acepta la comida humana y prefiere la energía! 

 

—¿He? ¿que dijiste? Oye hablas muy bien para ser muy pequeño, los niños del preescolar aún les cuesta pronunciar algunas palabras.

 

—Ehmm.. je..je perdón ¿Por que haces esto por mi?

 

—Por que lo necesitas, se ve que no tienes familia.

 

Las palabras de Misaki tenían sentido, nunca conoció a su familia y de no ser encontrado por su maestro hubiera muerto a causa de los humanos o algún ángel maligno.

 

—Mi nombre es Tōdō ¿Qué haces aquí?

 

—El mío es Misaki Takahashi, mucho gusto, estoy aqui porque esta noche mi hermano.... mi hermano ya no estará conmigo... —Misaki comenzó a llorar y llevó su cabeza para esconderla entre sus piernas. Shinnosuke lo tocó del hombro para saber que es lo que le aturdía al niño, muchas imágenes de su hermano desahuciado le llegaron de golpe y comprendió el dolor de Misaki.

—Daría..lo que fuera por ver a mi nii-chan sano y que vuelva a abrazarme como siempre lo hizo. Que volvamos a jugar al fútbol y los videojuegos ó el ajedrez.

 

Tōdō a través de su parte humana percibía el dolor de Misaki, después de un par de minutos recordó a su maestro y como se la pasaba haciendo tratos con los humanos a cambio de cosas insignificantes. También hacía tratos con personas enfermas a cambio de curarlos.No lo pensó dos veces y de inmediato quiso compartir la información.

—Misaki ¿Que me dirías si te dijera que conozco a un "hombre"que podría ayudarte?

—Nadie..puede.. mi nii-chan ya no tiene cura...

—En está vida todo tiene solución menos la muerte, eso es lo que siempre dice mi maestro. Mientras un corazón presente latido, la hay, hay solución Misaki. 

 

El castañito un poco desesperado agarró a Tōdō del brazo y comenzó a jalarle 

 

—¡¿Quien?! ¡¿Quien es ese hombre?!quiero verlo, yo haría lo que fuera por mi hermano Takahiro.. ¡dime por favor!

 

—El no se presenta así nada más, debes invocarlo 

 

—¡¿Como?!  ¡¿Como le llamo?!

 

Tōdō  extendía su mano y con su poder hacia aparecer una hoja de papel

Misaki aturdido miraba como en ella se formaba un pequeño verso con letras que parecían tener fuego. Shinnosuke se puso de pie y recobró su forma original que era la de un apuesto joven de 20 años. Takahashi no podía articular palabra al ver semejante transformación.

 

—Gracias por esto Misaki, estoy seguro que tu bondad será recompensada.

 

El niño quedó estupefacto y tras recibir la hoja perdía el conocimiento...

Notas finales:

En el transcurso de la semana serán públicados los demás capítulos 


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