Querido Eren:
Nunca antes nos habíamos conocido, así que tal vez esto te parezca un poco raro pero siento que es necesario. Mi nombre es Levi, para empezar. Trabajo en la caja cinco del supermercado de la calle 9 -¿conoces el que tiene un estacionamiento demasiado grande para la tienda en si? Ése mismo-.
Tengo veintisiete años, bastante bajo y con un aspecto no muy amigable. Probablemente no me reconocerías si te hablase, no tengo una cara muy memorable. Jaja, realmente no se porqué te estoy diciendo esto si ter soy sincero... pero esta no es la razón por la cual te escribo.
Estaba trabajando hasta tarde ayer, fue un día normal la mayor parte del tiempo, pero estarías impresionado de saber lo interesante que este empleo puede ser a veces. Había estado leyendo un libro que mi compañero de la caja siguiente dejó olvidado. Una muy mal novela de misterios llena de clichés. Realmente aburrido si me preguntas pero es algo, supongo. Cuando te presentaste, sin embargo, mi noche entera cambio. No sé exactamente qué fue lo que llamó mi atención de ti, pero cuando te vi sentí una extraña sensación. Una mezcla entre la excitación y el terror, que sería la mejor manera en la que puedo describirla. Te vi entrar en mi linea y rápidamente me incorporé. Fue sólo en lo que te acercabas cuando me dí cuenta de eso que llamó mi atención... eras totalmente hermoso.
Te me pusiste de frente, dijiste; "Hola" y me diste tu carrito. Pude notar por la forma en que hablabas y caminabas que no habías dormido muy bien, aunque no era extraño teniendo en cuenta la hora. Después de un segundo o dos de silencio incómodo, me percate de que me habías saludado y forcé un casual "Hola" para responderte. Me maldije mentalmente por eso.
Me quedé en mi lugar por un segundo, tratando de concentrarme. "¿Cuál es tu nombre?", dije. Un poco más tarde me di cuenta de lo raro que esto te podría haber sonado. Me alego de haberlo hecho de todos modos. Recuerdo que me dijiste que te llamabas Eren Jaeger y que podía llamarte por tu nombre directo, que no era necesario las formalidades. Eren, parecía encajar perfectamente, el nombre pareció rodar fuera de mi lengua mientras lo repetía en silencio. Era como miel dulce, se sentía bien con tan sólo decirlo. Parecías perplejo cuando te volví a ver y me pregunté si había hecho algo que te había molestado. "¿No deberías estar empacándolos?", dijiste, y apuntaste hacia los productos que pensabas comprar. De inmediato, sorprendido y avergonzado, me volteé en tu dirección y me disculpé para luego empezar a guardar torpemente los productos en la bolsa lo mas rápido posible. No lo creía, ¿qué tan estúpido era?, pero cuando vi arriba, me di cuenta de que estabas riéndote.
"Eres muy lindo", dijiste. Traté de mantener la compostura, pero estaba obviamente emocionado. "Tú también lo eres", dije mientras acababa de llenar las bolsas con los alimentos que sobraban. A medida que te ibas, te diste la vuelta cuando abrías la puerta y dijiste "Buenas noches". Me imagino que parezco muy estúpido escribiendo todas estas cosas, probablemente lo recuerdas, quiero decir, pasó ayer. Me fui a casa estático esa noche y con toda la confianza del mundo, siento que es casi irreal, escribiéndolo aquí.
De cualquier forma, quería escribir esta carta Eren, para decirte que te amo. No sé qué fue lo que sentí esa noche, fue una mezcla rara de emociones pero de lo que estoy seguro es que en esa pequeña interacción que tuvimos, sentí que había algo entre nosotros.
Te haré llegar esta carta en breve.
Atentamente.
Levi.
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Querido Eren:
Ha pasado una semana desde que te mandé mi carta y todavía no he recibido ninguna respuesta, pero eso no importa. ¿Cómo has estado? Mi vida ha estado igual de normal que siempre, levantarse, ir a trabajar, ir a la cama. Vivo en un departamento de mierda, pero supongo que eso es lo que consigues cuando trabajar de cajero en un supermercado. Pensé en ti demasiado últimamente, y a veces me pregunto si sigues recordándome.
Te vi de nuevo hoy en el trabajo, esta vez a una hora mas razonable, por suerte. Viniste a mi linea de nuevo, lo que me hizo quedar totalmente encantado. Ahora estaba menos nervioso, iba a actuar normalmente, no importa qué dijeses o hicieses. Mientras caminabas hacia mi murmurando algo tan silenciosamente que no pude entenderlo, esperaste en el final de la barra a que guardase tus productos... Esto evidentemente no era lo que esperaba pero tampoco era tan malo. De hecho, no parecías sentir nada en absoluto. Estaba esperando a que me hablases o evitases como si tuviera la peste, pero seguiste tu camino como si yo fuese cualquier extraño. Esto me hace dudar de si recibiste mi carta, quizá deberás chequear tu bozón más a menudo.
Poco después de que terminase de empacar tus cosas, pagaste y caminaste hacia la salida. Claro, éste es un proceso muy normal para mi ya que es algo que hago como cincuenta veces al día pero me había determinado toda la noche que te escribí mi primera carta a socializar más contigo la próxima vez que te viese. No estaba satisfecho, tenia que lograr un progreso. Hay un pequeño cuarto en el extremo izquierdo opuesto a la entrada del supermercado, designado para el personal. Allí guardan todo el contenido tomado por las cámaras de seguridad, acerca del cual el personal hemos sido instruidos en nuestra inducción. Para mi suerte, hay una cámara situada justo al lado de mi línea.
Esperé a que el supermercado cerrase y después entré. Tras inspeccionar algunas pantallas de televisión encontré la que daba vista de mi línea y luego de unos minutos de escanear, te encontré. Dí pausa en el mejor ángulo que pude captar. Verte por tanto tiempo me hizo darme cuenta de lo perfecto que eras; cada rasgo de tu cuerpo, tu pelo , tu cara, tus piernas... Tu pecho, tu espalda, era simplemente perfección, puse en reversa la toma de cuando pasaste por mi linea un par de veces, no podía evitarlo. Mis ojos estaban perdidos en la pantalla.
Después de algunos minutos de consideración, saqué la cinta, la puse en ,mi bolsillo y volví a casa. Sabía que no estaba permitido, bien podía ser despedido por tales acciones pero no podía evitarlo. Eren, te amo. Amo todo sobre ti. Pienso constantemente en ti, ¿sientes lo mismo por mi, Eren?
Por favor, escríbeme de vuelta pronto.
Sinceramente, Levi.
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Querido Eren:
Ya pasaron tres días y todavía no obtengo una respuesta. ¿Por qué no quieres hablarme? Sigo dudando de si te llegaron mis otras dos cartas, por favor dime si te llegaron.
Así que han despedido, encontraron la cinta que faltaba. Recibí una llamada del jefe de la tienda a las seis de la mañana del lunes y me dijo que debía ir inmediatamente. Me convocó a una junta obligatoria para todo el personal. Cuando llegué, la mayoría se hallaban reunidos alrededor de una mesa con mi jefe a la cabeza de ésta. Una vez que no faltaba nadie nos dijo que se había producido un robo ayer, nos habían robado cerca de dos mil dolares en mercancías y las pruebas estaban en la cinta que había tomado... Sólo mi suerte. Nos dijo que nadie saldría de la habitación hasta que alguien confesase. Después de algunos minutos finalmente cedí. Le conté todo, el cómo me sentía que tu y yo tuviésemos algún tipo de conexión. Luego de contar mi historia, todos en la sala me veían asombrados. Esperé, de pronto mi jefe rompió la tensión. "Levi, estas despedido. Vete y no vuelvas jamás" dijo.
Ese maldito cerdo, siempre me trató como mierda. Ha estado sobre mis talones desde el día que me dieron trabajo, juro que estaba esperando que cometiera algún descuido para poder justificar despedirme y mierda, la única ves que tengo un desliz, se entera. ¿Por qué no me comprende? ¿Acaso no entiende que estamos hechos el uno para el otro? Cualquier hombre hubiese entendido, cualquiera en mi puesto hubiera hecho lo mismo, ¿verdad?
Te he estado buscando mucho últimamente, sin trabajo no tengo todo el tiempo del mundo para aprender cosas sobre ti. Hoy conduje hacia tu departamento, se ve muy bien, mucho mejor que el mío. ¿Sabías que sólo vives a kilómetro y medio de mi edificio? Pregunté para verte muchas veces, pero me dijeron que no estabas ahí todo el tiempo. Me sentía más y más desanimado peo esta decidido a verte de nuevo.
Después de unas horas de preguntar opté por quedarme en el estacionamiento esperando que vinieses, y después de varias horas esperando lo hiciste. Era tarde por la noche, creo que alrededor de las nueve. Te vi parquear tu coche y salir. Sentí una oleada de calor al ver tu rostro de nuevo, sé que tengo la cinta para verte pero no se compara con verte en vida real. Me aseguré de grabarlo para mas tarde cuando esté en mi casa, esta ves con una cámara de muy buena calidad.
Quería capturar tantos detalles como fuesen posibles, no tenía idea de cuándo sería la próxima ves en que te vería y la cinta, sinceramente ya no era suficiente para mí.
No puedo sacarte de mi cabeza nunca más, nunca. Todo lo que veo es ver ese video que grabé de ti una y otra vez. Eren, quiero que estés conmigo siempre. Quiero despertarme en las mañanas y tenerte a mi lado.
No puedo esperar a verte de nuevo.
Con amor, Levi.
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Querido Eren:
Tengo noticias muy emocionantes Eren, ¡me estoy mudando a tu departamento! ¿No estás emocionado? Podremos pasar horas y horas juntos, va a ser simplemente perfecto.
Déjame explicar, mi trabajo pagaba sólo lo suficiente como para que pudiese cancelar la mensualidad del alquiler y comprar alimentos cada semana, ya sabes, solo lo necesario. Debido a esto, he tenido poco o ningún dinero en mis ahorros, no estaba en condiciones de durar mucho más. Fui capaz de postergarlo algunos días pero hoy fui desahuciado. Aunque me aseguré de traer conmigo mis cintas de ti y fotografías, y mi cámara por supuesto.
Realmente deberías decirle a tu casero que mejore su personal, pude pasar a los seguridad fácilmente o yo soy muy bueno. Subí a la habitación y toqué la puerta pero nadie contestó, así que decidí entrar por otros medios. Me di cuenta de que hay un conductor de ventilación en la esquina inferior derecha de tu habitación; no es raro teniendo en cuenta el calor que puede hacer aquí en verano. Supuse que tenía que haber un tipo de escotilla por la que pudiese meterme, después de algunos minutos de buscar, encontré una puerta al final de tu pasillo que se veía como un cuarto para el personal, y por suerte había una forma de entrar a los conductos desde ahí.
Me arrastre a lo largo de ellos hasta llegar a tu cuarto, era muy estrecho y tambien era muy difícil moverse por ahí pero me las arreglé. Cuando llegue sentí una oleada de éxito. Como las luces estaban apagadas y no alcance a verte comprobé que no estabas en casa, pero soy paciente. Recorrí con la mirada todos los rincones de tu habitación tratando de memorizar cada detalle. Tu olor me abrumo cada instante que pasé ahí, el cual había percibido las dos veces que viniste a mi línea en la tienda pero nunca tan intensamente como ahora.
Me he condicionado a ser extremadamente paciente, así que te esperé por horas, pude permanecer por varias horas consecutivas inmóvil, sin mover ni un músculo, nadie se fijaría en mi.
Entonces, finalmente llegaste a casa. Sentí una amplia sonrisa formarse en mi cara al segundo que escuché la puerta abrirse, allí estabas, mi amor. En ningún momento advertiste mi presencia, la luz en tu habitación parecía estar en el ángulo indicado para que no vieses nada en la rendija de ventilación, por lo menos no más allá de los primeros centímetros.
Traté de contener mi excitación pero comencé a respirar muy pesadamente. Traté de ocultarlo lo mejor que pide pero me fue muy difícil. De repente miraste directo a la rendija. Me silencié completamente y después de unos segundos parecía que habías perdido el interés, eso me hizo sonreír. Este era un lugar perfecto, algo estrecho pero perfecto.
Pude notar que te había incomodado, sin embargo, durante toda la noche te levantaba para dar una mirada a la rendija. Las personas parecen tener un sentido que les hace saber si alguien está observandolas, puede llevarlas a tener un ataque de pánico. No trates de fingirlo Eren, puedo darme cuenta de cuando alguien está despierto, de cuando está tan asustado que se le hace imposible dormir, ¿por qué estás tan asustado? Soy yo, ¿por qué te asustaría? Sabes que te amo, lo sabes ¿cierto?
Estoy ansioso por pasar todos los días contigo de ahora en adelante Eren; escribe de vuelta si puedes. Me haría muy feliz.
Con amor, Levi.
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Querido Eren:
Te he visto despertar esta mañana, yo no pegué un ojo en toda la noche. ¿Te digo por qué? Eres demasiado apasionante, me pasé la noche entera mirándote. No pude evitarlo, cada vez que intentaba apartar la mirada, mis ojos se dirigían de vuelta hacia ti en unos segundos. Tuve la tentación de salir para tener una mejor vista de ti varias veces en la noche pero me resistí, no podía dejar que me descubreses, no por ahora al menos.
Me pareció que te pasaste demasiado tiempo en el baño por la mañana, asumí que estabas dándote una ducha o jugando contigo, eso me pareció porque podía escuchar esa deliciosa respiración. De todas maneras Eren no es que necesites mucho tiempo en el baño, aunque te peines tu cabello es rebelde y se que te sientes frustrado por ello, por eso te digo cualquiera sea tu aspecto demuestra belleza natural. Eres hermoso y no necesitas de nada más. ¿No quieres que todos vean lo que yo veo de ti?
Te marchaste poco después a trabajar o eso creo. Tras reflexionarlo un momento decidí salir del conducto. Deslice mi mano por una de las rendijas y saqué los tornillos, la superficie de era muy fina y lisa, así que fue fácil encontrarlos. Agarré uno y lo retorcí tanto como pude y, finalmente lo pude sacar. Hice esto con los otros y retire la rendija.
La primera cosa que hice fue ir al baño, me deshice de todo lo que pudieras usar para tu cabello, esas cosas realmente no las necesitas Eren. De esta forma todos verían cómo eres realmente. También encontré algo más ahí, el cepillo con el que te peinabas, lo agarré y lo atraje a mi cara para examinarlo; era de un azul apagado, con un mango redondo de mucho espesor. Pero eso no me interesaba, los cabellos... eso era lo que me interesaba.
Me tomé unos minutos sacando todos los que podía ver y los alineé en tu repisa. Los conté y obtuve cuarenta y nueve. Esto me satisfizo enormemente, los recogí y los guarde mi bolsillo.
Pase el resto del día revisando tus cosas para aprender más sobre ti, tus intereses, tus gustos, todo lo que podía ver. Veo que eres un gran fanático de las películas de ciencia ficción ya que, encontré tu colección detrás del armario, tengo que admitir que es muy impresionante pero he encontrado algo ahí que me hizo enfadar, una foto tuya con otro hombre. Me desagradó de tan solo mirarlo, abrazándote como si le pertenecieses. No te hará falta, créeme.
A eso de las ocho de la noche me pareció que debía de volver a conducto de la ventilación, siempre sueles llegar a esa hora pero luego tuve otra idea. Miré hacia tu cama, las mantas estaban colgando por lo bajo, lo suficiente como para rozar el suelo. Así no me podrías ver bajo la cama, a menos que la acomodases.
Primero supe la rendija en su lugar, y luego me deslice bajo tu cama con una sonrisa en mi cara, me sorprendió que estuviera tan limpio, cada ves te amo más Eren. Cuando volviste estabas completamente pálido y me di cuenta de que venías con alguien más. Te decía que escuchó venir ruidos de tu departamento mientras no estabas. Me grité a mi mismo mentalmente, debía de ser más cuidadoso. Ahora que lo pienso, ir bajo la cama había sido una buena idea después de todo, ya que, obviamente tu primera idea fue ir a ver por la rendija. Agradeciste a la persona y se fue. Por fin, estábamos a solas.
Esperé en silencio hasta que te fuiste a la cama, me pareció una eternidad hasta que lo hiciste. Esa noche sería la oportunidad de tenerte más cerca; pero fui cauteloso, esperé hasta que estuvieras profundamente dormido y sólo entonces me deslice fuera de la cama. Te vi ahí postrado, te veías increíble. Cada curva de tu cuerpo era perfecto, cada pequeño detalle era hermoso, acerque mi mano y comencé a acariciar tu rostro, era tan suave como ceda, ¿será la crema que utilizas?
Estaba muy excitado, tu belleza era abrumadora, poco a poco mensaje el pantalón y empecé a tocarme, traté de controlarme para no despertarte pero me fue imposible. Sentía el más puro éxtasis, todo, absolutamente todo sobre ti era perfecto.
Regresé a mi lugar antes de que amaneciera, me aseguré de prestar atención estos días, no viste mi carta más reciente Eren, me imagino que simplemente no prestas atención a tu buzón. Haré un cambio, voy a dejar ésta en tu repisa.
Ah, me olvidé, estoy preparándote una sorpresa. Fíjate en tu armario después de leer esto.
Tuyo siempre, Levi.
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Querido Eren:
Hoy pasé mi tiempo dándole los toques finales a tu sorpresa mientras estabas en el trabajo, realmente vas a amarlo. He puesto todo mi esfuerzo en ello, ¿sabes? Llegaste a la casa a las ocho treinta de nuevo y viste mi carta casi inmediatamente. Empecé a sonreír mientras la abrías esperando a poder ver tu reacción, te veías confundido al principio, después alarmado y finalmente horrorizado. Empecé a temblar violentamente y vi que empezabas a llorar con una mezcla de ira mal contenida. ¿No te gusto Eren? ¿Por qué llorabas? ¿No me amas? ¿NO ME AMAS EREN?
Todo lo que pasó después de eso fue predecible. Volteaste al armario sin poder controlar tu respiración, como contemplando la opción de abrirlo o no. En su lugar pasaste corriendo entre el armario y la puerta, cuando volviste tenías todas mis cartas que no tardaste en leer... bueno en algún momento parecía que ibas a romperte y hacerte un ovillo en el suelo . Estabas desesperado por decir algo pero totalmente paralizado por el miedo. Después de unos 10 minutos debí mirar bajo la cama, en el conducto de ventilación, en cualquier lugar en el que pudiese estar. Verás Eren, soy más inteligente que eso.
Sabía que ibas a buscarme en esos lugares, así que encontré un mejor lugar después de terminar tu sorpresa. Nunca me encontrarás aquí, nadie lo hará. ¿No es genial? Puedo observarre para siempre y no hay nada que tú u otros puedan hacer.
Aunque, todavía no viste tu sorpresa Eren. Sé que aún seguías pensando en ello, te vi mirar al armario repetidamente. ¿Qué podría haber ahí? ¿Qué ibas a encontrar? Esto no podría durar para siempre, tú y yo lo sabíamos. Vi que caminabas lentamente hacia el armario buscando a tientas el mango para abrirlo. De súbdito, lo agarraste firmemente y lo abriste.
Era un libro de recuerdos de ti y de mí. Te vi pasar las páginas, parecías sorprendido. Nos saqué fotos juntos cuando no estabas mirando, fotos de ti durmiendo, fotos de ti en la computadora, esparcí los cabellos que coleccione en él. También pegué fotografías de parejas juntos, con nuestros rostros, por supuesto. Incluso la fotografía de ti y ese estúpido al fondo, con su cabeza desgarrada. ¿No terminas de entenderlo, verdad Eren? Nadie, NADIE puede tenerte excepto yo. Estamos hechos el uno para el otro, y para nadie más.
Te vi llorar por otros treinta minutos y luego te paraste y corriste fuera de tu departamento. Volviste con muchos policías, eso me desconcertó, ¿por qué traerías a esas personas a nuestro cuarto, Ellos nunca me encontrarán, pero si lo hiciesen podrían arruinar todo todo mi trabajo en las últimas semanas y todo sería en vano. Tú no quieres eso Eren, no lo quieres.
Estoy exhausto en el trabajo de hoy y por más que te ame, necesito dormir.
Buenas noches Eren.
Con amor, Levi.
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Querido Eren:
¿Ves lo que has hecho Eren? ¿VES LO QUE HAS HECHO? Me desperté a las 8 de la mañana y te vi haciendo tus maletas frenéticamente; estaba confundido al principio, pero luego entendí. Ne estabas dejando, ya no me amabas. ¿Cómo pudiste hacerme esto, Eren? Fuiste la única persona a quien quise en toda mi vida. No tenía una razón para vivir, pero cuando te conocí tuve un ultimo deje de esperanza. Pensé que al fin tenía un propósito para continuar con mi vida de mierda. Fuiste y tiraste todo eso por la borda. ¡¿Cómo pudiste Eren?!
Unos segundos después saliste de tu habitación, yo salí de mi escondite y te seguí. Vi que arrojaste tus maletas en un baúl y te disponías a entrar a tu coche. ¿Enserio creías que podrías liberarte de mi Eren? No iba a dejar que te alejases, nunca dejaría que eso pasase. Tuve que golpear tu cabeza y noquearte para que detuvieras tu escándalo inútil. Eres mío, entiéndelo.
Estaba preparado en caso de que reaccionaras así, por eso reservé uno de los depósitos en las afueras de la ciudad el día en que decidí mudarme contigo. Nos llevé en tu auto hasta allí, te agarre y te traje dentro conmigo. Me tomo poco tiempo así que seguías inconsciente, me aseguré de revisar en tus bolsillos que no tuvieses tu celular. Te senté en la parte de atrás del pequeño cuarto y cerré la puerta, llamé al propietario y le dije que había visitado mi depósito la otra vez y me había olvidado cerrarlo, le pregunté si no le molestaría cerrarlo por mí. Por supuesto él dijo que sí y colgué. Luego tiré el celular en el suelo y lo pisoteé para asegurarme de que nunca más funcionara. Poco después lo escuché venir a cerrar la puerta.
Alrededor de una hora más tarde vi que empezabas a despertarte, la primera vez escuché un tejido muy débil, luego tu pierna empezó a moverse. Un poco después estabas completamente despierto. Cuando viste mi cara, empezaste a gritar lo que luego disminuiste a un gemido, y luego a un murmullo. Ahí fue cuando lo viste la otra cosa en el cuarto, mi cuchillo. Era obvio qué hacía aquí y después de un segundo de entendimiento te precipitaste recogerlo.
Vi la muerte en tus ojos y dije "Eren, te amo" y luego sentí el dolor punzante del cuchillo siendo introducido en mi cuerpo, creo que lo sacaste y lo clavaste de nuevo con mucha fuerza. Pude sentirlo en cada momento, como un fuego ardiente en mi pecho, caí al suelo riendo mientras tosia sangre. Te vi retroceder temblando y sentarte de nuevo en tu rincón.
Y ahora mientras me siento sobre un charco de mi propia sangre escribiendo esto, me pregunto cómo saldrás. ¿Usarás el cuchillo para tomar tu propia vida? ¿O vas a dejar que el hambre te mate? De cualquier manera, estaremos juntos en la muerte Eren, juntos desde el día en que te vi hasta el día en que ambos morimos. Mientras estás sentado ahí llorando puedo decirte que llegué a una conclusión. Eren esto es todo lo que quería, y por eso quiero decirte gracias.
Con amor, Levi.
Fin.
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