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PERFECTO PARA MÍ por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, solo me gusta hacerles sufrir

Notas del capitulo:

Hola les traigo un nuevo fic, espero que los disfruten

Capítulo 1.- Indigestión

 

El día pintaba para ser de esos que odiaba, aburrido… muy muy aburrido, un simposio en viernes justo en su día de descanso, ¿había algo peor que eso?, ohhhh sí que lo había, si por lo menos el simposio fuera de algo que le interesara pero no,  suturas… ¿su día libre sacrificado por una charla de suturas?, ¿a él que le importaba que le hicieran punto de cruz al paciente en las heridas?, ¡él no cocía!, eso lo hacían los enfermeros, él trabajaba con zonas tan delicadas que cuando llegaba el tiempo de cocer estaba mentalmente agotado, ¿porque tenían que ser suturas?, si se hubiera enterado antes no se hubiera presentado, fingiría haber quedado agotado y olvidarlo… o tal vez decir que estaba enfermo o que ya tenía un compromiso o….

- Hey Dr. Cerebro, ¿listo para la charla? – el flamante Stephen Strange se giró y miro a su buen amigo Hypnos Lerner acercarse con una sonrisa radiante como quien no durmió por la emoción y suspiró… ya recordaba por qué no había podido huir de esa platica

- Aquí me tienes, listo bonito y puntual - Strange contestó tratando de sonar animado pero solo tratando pues no lo logro

- Lo siento sé que es tu día libre pero si no cumplo el crédito me meto en problemas con el hospital, y tú no quieres que me amonesten, ¿o si? – preguntó Hypnos en pose dramática

- Claro que no, pero deberías hacer como yo y llenar los créditos con clases a los pasantes y hora clínica, así por lo menos sacas provecho, estos simposios son una perdedera de tiempo porque nosotros ni siquiera hacemos este tipo de trabajos – se quejó Strange por enésima vez

- Lo sé, pero yo no tengo pasantes y odio la clínica así que solo me queda atormentarlos a ustedes, anda no será mucho, no será mucho…. – Hypnos rió al decir esto, claro que será mucho… él moría de sueño en este punto, había tenido una cirugía de emergencia que le había dejado en ceros y que terminó a las cuatro de la mañana, cuatro de la mañana!, apenas había tenido tiempo de tomar un baño y comer algo por eso no estaba nada funcional, estimaba mucho a su amigo la verdad que si pero… se iba a dormir de pie y eso heriría sus sentimientos, tenía que despertar de alguna manera

- Por eso es una pesadilla tener amigos cercanos - la voz el rubio que llevaba una bosa de papas les llamó la atención, Rada se acercaba a ellos paso decidido, Strange no esperó ver a tantos médicos de su hospital en un simple simposio de suturas, vaya… a todos les faltaban créditos aparentemente, Hypnos se distrajo con una de las muchachas que organizaba el evento, estaba revisando el programa aparentemente y algo pasó porque se fue con ella al salón

- No todos somos como tú, yo si no tengo alguien que me cuente los chismes del hospital me quedo sin vida social – eso sonó más patético aun pero era verdad… todos sus conocidos eran médicos si acaso convivían junto a la máquina del café y en esas reuniones…

- La ortopedia es genial… es muy raro que atienda citas no programadas y somos dos médicos así que…  y si sigues mirando mis papas de esa manera vas a ser muy obvio – advirtió Rada a Strange que en verdad miró sus papas con deseo

- ¿De dónde las sacaste?, no vi ninguna máquina por aquí – contestó el somnoliento médico, unas papas le caerían espectacular en este punto, no le diría que no a un café, es más, mataría por un café

- Ohhh eso, ¿escuchas esa música de fondo? – vio que asintió curioso así que continuó: - En el piso de abajo tienen una exposición extraña de cosas que no entiendo, tienen de todo, música, juegos de azar y mujerzuelas, nada que ver con esto, a nosotros con suerte más tarde nos ofrecerán café aguado y galletas viejas

- Oye… el café es el combustible de nuestra vida, pero en este momento moriría por un trago también, si mataría por un café pero no me gustan los instantáneos – Strange meneó la cabeza y suspiró, si… un trago le sonaba espectacular

- ¿Por qué no vas?, aun no empieza y ni se fijan nuestro pase sirve igual – le miro fijo como retándolo

- Pero…

- Vamos ve, la intervención de Hypnos se demora, según el programa no empezará a hablar hasta las diez y se nota que estas por morir lárgate y yo te cubro con el histérico ese – Rada señaló a Hypnos que estaba de pie junto al escenario, en verdad que el evento no iba a empezar aún si el salón estaba medio vacío, al parecer las suturas no eran tan populares como solían ser, así que…

 

No se lo dijeron dos veces, se desabrocho la bata buscando una imagen un poco más desenfadada y volteó su pase para que solo se viera la parte de atrás, bajó ese piso siguiendo la música encontrando un ambiente completamente diferente, música estruendosa, bocinas enormes, una larga barra con disposición de bebidas y varias mesas de canapés de distintas clases y él definitivamente iba a ir por esa masa de hojaldre con camarones, ohhh si… mariscos, esa era la comida de los dioses y era justo lo que le hacía falta para terminar de morir en un día sin dormir, al fondo del salón los tres exponentes de esa reunión terminaban de pulir los detalles de sus presentaciones y como no, trataban de organizar quien iría primero

- ¿Estás seguro Tony? - Reed estaba mirando el rostro cansado de su colega, él no recomendaría que estuviera ahí más tiempo del necesario

- Claro que estoy seguro, no seas dramático – contestó Tony con dejo despreocupado y haciendo un gesto con la mano

- ¿Hace cuánto que no duermes? – insistió Reed fijándose en las pronunciadas ojeras de su colega

- Estoy bien, he tenido veladas peores ya sabes que cuando me entra una idea en la cabeza no paro hasta que la culmino

- Eso no responde mi pregunta

- Solo tres días pero eso no es raro, sabes que duermo poco - se encogió de hombros no le gustaba sentirse vigilado ni mucho menos

- Te ves mal amigo me preocupas – dijo Reed y sonó sincero

- Gracias Reed eres buen amigo pero, ahora lo único que quiero es terminar esto para ir a mi cama enorme y morir lo que queda de la semana, este sábado mi retoño tiene partido de futbol y me mata si no estoy es… partido importante según él – explicó Tony con una leve sonrisa

- Está bien, entonces ve tu primero así podrás desaparecerte como es tu costumbre, en cuanto termines y escuches elogios un momento claro está - le palmeó la espalda, no se sentía molesto, sabía que Tony había captado mucho mas de verle preparar su expo que lo que aprendería escuchándole

- Eres buen amigo – sonrió, lo mejor entonces sería preparar su computadora, pensó que para la próxima vez haría una grabación así no tendría que quedarse ahí además siempre se veía sexy en los videos… ¿por qué le estaba costando trabajo conectar el usb en el puerto?, sus manos no le obedecían como deberían, la vista se le nublaba, no… no se sentía nada bien en este punto

- Tony… - escuchaba que le llamaban pero no podía precisar de dónde, es más esa voz se escuchaba lejana… cada vez más... lejana

- Toni!!

- Ese… es mi nombre – susurró medio ido, no estaba seguro si lo dijo o lo pensó pero de repente se sentía frío, sentía las manos heladas y eso no le pasaba nunca, incluso podía sentirse tiritar

- Tony por dios… - Reed en cambio estaba entrando en pánico porque estaba sosteniendo en peso a su colega que si no lo hubiera atrapado hubiera caído pesadamente al suelo

- No lo gastes – volvió a susurrar el aludido cuando un vértigo repentino lo invadió por lo que tuvo que cerrar los ojos con fuerza no supo cuánto tiempo

- Medico!, necesitamos un médico! – gritó Reed acomodando a Tony en el suelo con la ayuda de uno de los tramoyistas que estaban por ahí

- Está entrando en choque ¿cuándo fue la última vez que comió? - esa voz era diferente, – Hey despierta, ¿comiste?, ¿cuándo comiste? - Tony sintió que un vaso era acercado a su boca y que algo dulzón entró, trató de escupir pero no lo dejaron, a él no le agradaban las bebidas azucaradas, las cosas dulces si pero las bebidas no

- Bébelo, te aclarará la mente, tienes un bajón de azúcar y esto te despertará – escuchó a esa muy masculina voz decirle, y vale que el brebaje ese parecía funcionar o al menos eso pensó porque al abrir los ojos se sorprendió, ese rostro frente a él definitivamente no era conocido y esa bata… no… ¿por qué le habían hecho esto a él?

- Maldición… ¿Me trajeron al hospital?, no puedo perder tiempo - la risa del médico frente a él le hizo sentir tonto de alguna manera, su tono era diferente, como más calmado al decir:

- No, más bien yo estaba por aquí lo que fue una suerte… ¿hace cuánto que comiste?

- ¿Las donas rellenas cuentan?

- No, las donas, el café, las sodas y los dulces definitivamente no cuentan como comida real

- Entonces… hace tres días – admitió Tony con un suspiro, el médico asintió pensando que sus cálculos fueron certeros y tomando a su paciente del antebrazo lo ayudó a estabilizarse al decir:

- De acuerdo, 3 días no te llevarán a la tumba pero de cualquier manera levántate con cuidado, no te vayas a marear, eso es, quiero que me digas lo que sientes

- Que la cabeza me va a explotar… seguro que no me golpeé al caer – respondió Tony sintiendo su cabeza latir

- No te golpeaste por suerte, tu amigo te sirvió de colchón aunque él si se llevó un buen golpe

- Naaahhh Reed es de hule no le pasa nada, un día lo vi caer las escaleras y levantarse como si nada, de haberlo grabado el video sería un éxito en la red – Tony se estaba moviendo lentamente, odiaba sentirse vulnerable pero prefería tomarse las cosas con calma a volver a desvanecerse, no no no, eso no, ya había dado suficientes espectáculos por un día

- Pero tú no, anda vamos a la barra que necesitas comer algo o en vez de bajón de azúcar vas a tener un subidón y eso es peor y ahí tendría que llevarte al hospital

- Odio los hospitales - Tony se enderezo, o al menos trato de hacerlo lo más elegante que pudo pero tuvo que sujetarse de Strange para no irse de frente – Maldición…

- Te dije que despacio… de verdad necesitas comer algo… - dijo Strange mirándole preocupado, Tony estaba palideciendo y eso no era bueno

- No… odio la comida de aquí, los canapés son un invento del diablo para llenarte de masas y sentir que desquita lo que gastan

- Ok., ok., entonces aquí abajo esta un lugar de sándwiches, ¿te parece bien?

- Oh si eso si esta mejor, preferiría una hamburguesa con queso pero… a menos que me lleven en coche no creo llegar

- Bien, ¿al menos al elevador si podrás avanzar?

- Si pero… tengo que ir a… - Tony se volteó y señaló el escenario, en teoría él tenía que presentar su exposición

- Ve Tony, iré yo primero por esta vez, eso fácil te dará una hora para recuperarte - Reed le miró y se le hacía bastante raro que su muy especial amigo no se quejara por que el hombre de bata le estuviera tocando y hablando, eso mostraba lo mal que debía estar

- Bien bien... acepto… pero solo esta vez Reed – contestó Tony de buena gana, no tenía ánimos de nada pero miró al médico sacarse la bata y levanto una ceja

- Si bueno… se supone que estoy en un simposio abajo, y mi bata llama mucho la atención - se la dio a Reed - en seguida vuelvo por ella

- Bien… Tony ten cuidado - el ingeniero rio suavemente

- No te preocupes papá, no creo que me quieran secuestrar usando un sándwich… tal vez unas donas quedaría mejor

 

Fue una suerte que efectivamente a un lado del edificio estuviera ese pequeño negocio de comidas, lo que no espero fue que Tony fuera tan quisquilloso con los ingredientes de su sándwich, pero ya con una combinación de pavo y demás embutidos y en uno de los sillones parecía ir recuperando semblante poco a poco, pero la verdad es que no podía dejar de verlo, no llevaba propiamente un traje si no un look más casual solo con un saco encima, si le dieran opción de verdad que pensaría que acababa de terminar lo que fuera que estaba haciendo, solo se puso el saco y corrió a la expo

- ¿Que pasa doc.?, ¿no me dirá que voy a morir o que está esperando que me ahogue con el emparedado para darme respiración de boca a boca? - eso fue muy lanzado pero… con semejante espécimen de la rama médica, ¿por qué no paso como en las películas que despertaba con el medico dándole respiración a la antigua?, eso hubiera sido espectacular, maldita azúcar, ¿por qué mejor no se quedó sin aire?

- No te diré que no lo pensé… pero había demasiada gente que seguro notó que seguías respirando, no podía hacer quedar mal a todo mi gremio – respondió Strange, diablos… ¿de dónde había salido eso?, él no era así!, rayos… ese hombre frente a él le descolocaba y peor aún le gustaba

- Demonios me siento tan agotado… ¿es eso normal? – preguntó Tony, ¿porque de pronto solo quería dormir?

- Tenemos una hora aun, ¿por qué no te llevo a un hotel cercano?, así tomas una siesta y una ducha

- ¿Me está haciendo una propuesta indecorosa doctor?, no sabía que también dieras ese tipo de consultas

- Me encantaría pero lamentablemente no tenemos el tiempo suficiente para una consulta… como se debe – contestó Strange con un sexy sonrisa

- ¿Acaso es una promesa? - Tony sonrió también, la verdad era lo que le hacía falta desde hace tiempo, un buen revolcón y este médico si estaba como para darle una mordida

- ¿Te gustaría que lo fuera?

- Claro que si, ¿estás seguro que no tenemos tiempo de una consulta rápida? – Tony ladeó la cabeza y arqueó una ceja, sus intenciones eran por demás claras

- Bueno… podemos hacer todos los esfuerzos, ¿no? – el médico se sonrió y se levantó dejando la propina en la mesa seguro encontraría la forma de hacer rendir esa hora

 

La llegada al hotel fue bastante extraña, apenas entraron a ese lugar que por suerte era lo suficientemente elegante para estar limpio y cómodo, llegaron casi a empujones a la cama, Stephen cayó sobre Toni mientras buscaba de sacarle la camisa que llevaba, sus movimientos eran algo torpes porque llevaba prisa mientras el ingeniero hacía lo propio con la suya

- Demonios ¿no puedo romperla? – preguntó Tony entre jadeos

- No, tengo una cirugía en una hora

- Y yo una exposición… maldita agenda… - ¿por qué demonios tenía que encontrarse un médico dispuesto a revisarle hasta las amígdalas con la lengua, el día que no tenía tiempo de jugar como se debía?

- Este pantalón está muy apretado… - sonrió inclinándose sobre Tony

- ¿Ah si?

- Aunque creo que no es culpa del pantalón, tienes un muy buen trasero – esas manos que se habían metido en el pantalón de Tony apretaron los cachetes con una sonrisa

- Admítelo soy lo mejor que te pudiste encontrar desmayado – bromeó Tony, el doctor ya no soporto más y sentándose le desabrocho el pantalón y dijo:

- No vinimos a hablar, el tiempo apremia

- Eso me parece un buen consejo – respondió el pelinegro levantando las caderas lo que le permitió al médico tironear sus pantalones hasta poder sacárselos por los tobillos ante la mirada frustrada del ingeniero que había vuelto a caer a la cama

- Vamos a revisarlo… más a fondo… - dijo Sthepen con una sexy sonrisa

- Eso es lo que quería escuchar – respondió Tony al sentir al médico separar sus piernas para ponerlas sobre sus caderas haciéndole enredarse en ellas inclinándose para besarlo

- Te voy a auscultar, necesito que me digas todo lo que sientes - la mano fue deslizándose por la cadera de Toni hacia la espalda y esos dedos se colaron entre los cachetes buscando

- Siento calor doc., ¿eso es normal? - Tony respingo cuando esos dedos llegaron a su destino

- Mmm tiene razón, puedo sentir que estás caliente - sonrió empezando a mover sus dedos y Tony levanto más las caderas para ayudar

- Oh demonios, ¿así que estas son manos de cirujano? - Tony cerró los ojos y se mordió los labios, es que ese hombre tenía dedos de dios

- Y no sabes lo preciso que puedo ser – susurró Stephen contemplando extasiado la expresión de placer en el rostro de su amante, y como si fuera una promesa sus dedos rozaron la próstata de Tony lo que le hizo abrir la boca y tal vez hubiera jadeado si no se hubiera visto invadido por la lengua del médico pero empezó a mover las caderas buscando acelerar el proceso, tenía tiempo en abstinencia y eso podía ser peligroso ahora que estaba en unas manos tan expertas

- Hazlo ya… necesito mi medicina - Tony se movió causando la salida de esos dedos y jalo a Stephen a la cama junto a él, no pensaba quedarse solo sintiendo no… él estaba acostumbrado a obtener lo que quería por lo que sujetó ese miembro medio erguido con su mano acariciándolo un par de veces antes de inclinarse sobre el

- Huy que bonita vista - puso la mano en el cabello del ingeniero con una sonrisa para ayudar a marcarle el ritmo

- Vaya, vaya… parece que mi doctor tiene una inyección bastante grande - el mismo Tony se acomodó con las piernas a los lados del cirujano que sonrió sujetando esas caderas para ayudarle a sostenerse cuando bajo penetrándose él mismo

- Y tú eres bastante estrecho - el medico entrecerró los ojos al sentir como iba presionándolo mientras bajaba tan rico…

- Uff que grande- ambos se quedaron quietos un momento tomando tiempo para acostumbrarse a la nueva sensación hasta que empezaron los movimientos cadenciosos de Tony sobre Stephen que le ayudaba a subir y bajar sujetando las caderas, era una delicia mirarlo sin embargo no era suficiente así que sujetándole un poco más fuerte le giró para dejarlo debajo de él y poder acelerar las embestidas volviéndolas más profundas asegurándose de golpear aquel punto en la anatomía del más bajo que le haría ver estrellas

- Eso es cariño… vamos vente para mí - su mano viajó hasta el olvidado miembro de Tony empezando a estimularlo al mismo ritmo que le penetraba

- Rayos! - el ingeniero se arqueó sin poder contenerse más, liberándose con un gemido profundo dando espasmos que hicieron jadear al médico que sin embargo, salió de un modo algo brusco acariciándose  hasta terminar sobre el abdomen de su amante, no tenían protección así que era mejor no arriesgar, que pena, ambos quedando en la cama uno junto al otro

- Deberíamos asearnos… no puedo entrar a cirugía así – dijo Sthepen con la respiración entre cortada

- No quiero volver - Tony se estiró perezosamente en la cama, que Reed diera su plática si… esa era la solución, él se sentía calientito y soñoliento pocas veces tenia sueño debía… aprovechar, así que disimuladamente abrazó a Stephen que tampoco se quiso mover, en contra de todo pronóstico se sentía cómodo en aquel cuarto extraño de hotel, solo iba a cerrar los ojos por cinco minutos, solo cinco…

 

Happy miraba por el pasillo y sobretodo su teléfono, había tratado de localizar a Tony pero su celular se había quedado en el salón junto a su portátil y ya había casi terminaba Reed la exposición… y eso que se había estirado demasiado, incluso estaba hablando de cosas que estaba seguro no tenían nada que ver con el tema original

- ¿Demonios Tony dónde estás? – el preocupado chofer estaba por rendirse y anunciar que el ingeniero no llegaría cuando lo vio acercarse por el pasillo en compañía de ese médico pero… ¿tenía el cabello húmedo?, wow… de cualquiera manera no iba a preguntar, si algo aprendió es que no valía la pena arriesgar su salud mental con las respuestas que Tony usualmente le daba, no no no…

- ¿Por qué no me despertaste? – Tony reclamó a Stephen en su usual tono de mando, su chofer al verlo pasar solo se hizo a un lado y señaló el escenario, la verdad se alegró al verlo caminar por sí mismo, es que claro ahora luego de estar alimentado y… satisfecho, sus neuronas volvían a resucitar, él no iba a manchar su imagen faltando a su propia convención y menos si todos pensarían que lo llevaron al hospital, no… él estaba perfectamente

- Lo siento, me dejaste agotado así que es tu culpa si lo piensas un poco, además tuve cirugía toda la noche y tampoco había dormido - si Hypnos no le marcaba y el celular los despertaba, hasta ahora seguirían dormidos y abrazados en aquella habitación de hotel

- Más vale que esto no cause un escándalo – dijo Tony saludando a otro de los expositores al pasar

- Tranquilo señor Stark, es lo que menos quiero – dijo el médico con una pequeña sonrisa

- ¿Sabes?... que tonto claro que sabes quién soy - ahora se sentía aún más idiota, seguro venía el intento de chantajearlo con contar lo que había pasado y buscar fama volviéndolo aún más playboy maldita suerte… él pensó que ese medico se había interesado

- Si lo sé, tus amigos estaban muy preocupados por ti… pero no es por eso que no diré nada – el médico anotó rápidamente algo en una tarjeta que tenía el logo de uno de los hospitales más grandes de Manhattan, se lo dio y le dijo: - Creo que necesitas seguimiento y este es mi numero privado me encantaría ser tu “medico” de cabecera – Stephen le dio una leve palmada en el trasero antes de que llegaran al frente, vio al expositor, frunció el ceño y preguntó extrañado: - ¿Esa es mi bata? - Reed Richards amigo de Tony estaba dando su plática usando su bata del hospital, al mirarlo Tony sonrió y respondió:

- Déjalo ser… siempre quiso usar una, yo te compro otra cuando vaya a mi consulta - la sonrisa de Tony fue bastante significativa

- Vaya señor Stark me halaga, estaré esperando su llamada – se contuvo de besarlo porque todos los estaban mirando y en cuanto Tony avanzo a terminar lo que estaba haciendo antes de desmayarse él se dio la vuelta tendría muchas disculpas que dar pero seguro Hypnos se alegraría por él, y todo por ir a buscar lo que no se le había perdido tentado por los ofrecimientos de música, alcohol, juegos de azar y mujerzuelas…

 

Notas finales:

Y esos fueron los encuentros cercanos entre un doctor y un ingeniero, espero que les haya gustado el inicio, les dejo un pequeño extracto del capítulo que viene, aún nos falta conocer al hijo, ya conocimos al padre

- No… cinco minutos más papá… - balbuceó el muchacho al sentir una suaves caricias en su cabello

- Vas a llegar tarde a la escuela – dijo el hombre de cabellos castaños claros con una sonrisa en los labios

- No quiero ir… - se quejó el muchacho y se volteó en la cama abrazando el desnudo cuerpo del mayor que sonrió más profundamente y deslizó la mano por la espalda del muchacho hasta acariciar con propiedad su redondito trasero

- Si no vas, tu papá sospecharía que andas en todo lo que no debes, descubrirá que eres mi novio y en consecuencia me castraría con una canción en su corazón, tu no quieres que eso pase, ¿o sí? – el mayor palmoteó suavemente el trasero del menor que abrió los ojos y sonrió al menear la cabeza y responder:

- No no no, no te puede cortar mi parte favorita de tu cuerpo

- ¿Mi pene es tu parte favorita de mi cuerpo?

- ¿Qué querías que dijera?, ¿tus ojos? – bromeó el muchacho tratando de escabullirse de la cama pero sin éxito porque el mayor lo atrapó de la cintura y le hizo cosquillas mientras se acomodaba entre sus piernas


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