El dia era soleado, y en la banca del aeropuerto estaba un joven de cabellos cortos y rubios, cara ovalada, nariz fina y respingada, ojos grandes de un azul tan claro como el mismo cielo, cuerpo delgado, con unas piernas torneadas y largas, cintura angosta se encontraba sentado mirando su reloj, llevaba dos hrs esperando a que pasaran a recogerlo, solto un suspiro, al mirar su celular, 0 llamadas.
Un chico de aparente 28 años corria por el pasillo de aquel lugar, era alto 1.80 rostro fino, cabellos negros y largos atado a una coleta.
Miraba el reloj cada cierto tiempo, sin dejar de correr —Diablos Sasuke— maldecia a su tonto hermano
A lo lejos miro al joven rubio se veía decaído —Naruto— grito llamando su atención, el mencionado miro al chico que lo había llamado —¿Itachi?— la sorpresa estaba en su voz, el recordaba que iba a recogerlo Sasuke sonrió al mirar al Uchiha mayor —¿ Y Sasuke?— pregunto con ilusion buscándolo detrás de Itachi—Pense que el me recogería
Itachi estaba incómodo, desvió su mirada antes de hablar —Lo siento el no pudo venir— se disculpó Itachi, Naruto hizo un puchero de lo más tierno para el mayor —Te puedo recompensar con un ramen del ichikaru— ofreció
Los ojos de Naruto brillaron —Si— casi grito, Itachi sonrió alborotando sus cabellos, Naruto no había cambiado en años, tomo el equipaje del chico para caminar, iban a ser meses muy duros, sobre todo por la reacción de su hermano menor
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Ese mismo dia en la mañana.
—Sasuke — hablo su madre viendo pasar al Uchiha menor de largo por el comedor —Sientate a desayunar— invito la mujer, Sasuke rodo los ojos, pero tomo asiento frente a su hermano mayor
—Hay algo que queremos comunicarte —dijo la mujer mirando al hombre frente a ella, Fugaku dejo sus cubiertos para mirar al chico, quien trago saliva.
—Sasuke, estas proximo a tus 26 años, es hora de que sientes cabeza— anuncio el hombre, Sasuke miro a sus padres, sonrio mostrando una cajita de tercio pelo a su madre —Oh Sasuke es hermoso— adulo la joya —Pero como sabias que llegaba hoy — cuestiono Mikoto mirando su a su hijo
Sasuke tomo la joya de nuevo para guardarla entre sus ropas —¿Quien llega hoy? —pregunto mirando a la pareja —Tu prometido —dijeron ambos padres, Itachi comia sin prestar atencion
—Mi prometido, ¿Como mi prometido?— pregunto Sasuke mirando a sus padres —Claro hijo, tu estas comprometido desde hace años— respondio su madre
—Como que yo estoy comprometido, y luego Itachi— cuestionó Sasuke a sus padres, ambos adultos se miraron, después al mayor de su hijo, Itachi quien seguía con su desayuno
—No madre, esta joya es para mi novia Sakura— anuncio Sasuke dejando sorprendidos a los mayores —¿Tienes novia? — pregunto Mikoto mirando a Fugaku
—Claro, llevo años con ella y me voy a casar
—Espera por que nunca nos lo dijiste —cuestiono su padre, Sasuke miro a Itachi en busca de ayuda —Tu sabias de esto Itachi — exclamo Fugaku
—No, yo no sabia de la novia de Sasuke —hablo Itachi levantandose de la mesa —Me gustaria que no me involucraran — anuncio para irse del lugar
—Bueno, quizas cuando veas a Naruto...
—Naruto — repitio Saske —Me casaran con un hombre —
—Cariño, Naruto es docel —anuncio Mikoto —Iras a recogerlo al areopuerto a las 1:00 pm — sentencio Mikoto
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—Como esta Sasu— pregunto Naruto cuando iban a entrar al restauran
Itachi estaba nervioso no quería mentirle a Naruto —El a estado ocupado— dijo al abrir la puerta para que se adentrara al restaurante —Si, ya ví lo ocupado que está — murmuro Naruto al ver al Uchiha menor acompañado de una chica de rosados cabellos, que se recargaba en el cuerpo de Sasuke, estaban rodeados de más chicos de su edad
—Se ve ridícula, con ese cabello de chicle— murmuro enojado
—Naruto— llamo Itachi al rubio quien le devolvió la sonrisa — Ven acá hay mesas— arrastró a Naruto a otro lugar donde no pudiera percatarse de su hermano.
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—¿Ese no es tu hermano?— pregunto Juugo al verlo entrar con un rubio, Sasuke volteó a verlo — Si creo que si— Sasuke se encogió de hombros
—Entonces Sakura, vienes a comer a mi casa— pregunto Sasuke, Sakura asíntio emocionada, mostrando su anillo de compromiso —Por su puesto que iré, no dejaré que te casen a la fuerza — sonrió la chica