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Hurones y Comadrejas por Liss83

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Había sido un pésimo día por donde se lo mirase. Primero se había levantado tarde, por lo tanto había llegado tarde al Gran Comedor y solamente había encontrado dos naranjas, ¡dos naranjas! Corrió a su primera clase con McGonagall pero solo recibió una reprimenda por parte de la profesora, luego Snape le había hecho la vida a cuadritos en pociones, y lo había puesto nervioso a tal punto que su caldero había explotado, quitándole ciento cincuenta puntos a Gryffindor y logrando una mirada furibunda de sus compañeros. El almuerzo fue peor aun, si es que eso podía ser posible, su comida no tenía sal y sabia a vomito de troll, pero le había tenido miedo a la mirada asesina de Hermione que terminado comiendo en completo silencio. 
Por la tarde la cosa no había mejorado mucho. Intento copiar de Harry unos pergaminos sobre Cuidado de Criaturas Mágicas, pero el muy traidor lo había delatado con Hermione solo porque se tomó su jugo de calabaza. Valiente amigo. Cerca de las cuatro de la tarde habían ido a practicar quiddich y por poco se había caído de la escoba cuando George había pasado muy cerca de él 
 
-¡Eres un animal! – le grito molesto 
-¡Y tú eres una niña llorona! – dijo Fred 
-Ñoe ñoe ñoe – se burlaba George 
-Ya me tienen harto – dijo Ron 
-La niña… – dijo Fred 
-Va hacer… – dijo George 
-Su berrinche – dijo Fred 
-Ñoe ñoe ñoe – se burlaba George 
-Cállense – ordeno 
-Fred, George – dijo Harry – vuelvan al entrenamiento. Ron a las duchas 
-Pero… – quiso protestar 
-Ahora Ronald – dijo Harry y remonto vuelo 
-¡Maldito día! – mascullaba en voz baja el pelirrojo mientras obedecía –, ¡nada me ha salido bien! ¡Lo único que falta es que Fluffy me bese y yo tenga un hechizo que haga que me guste! 
 
Se desvistió y se metió a la ducha. Fue un baño rápido por lo que minutos después salía con la toalla alrededor de la cintura, accidentalmente se le cayó una prenda que llevaba en la mano 
 
-Linda vista – dijo una voz desde la puerta 
-¿Qué haces aquí? – dijo Ron nervioso levantándose rápidamente y ajustándose más la toalla 
-¿Nerviosa, comadreja? – dijo Draco acercándose a paso calmado 
-Lárgate, hurón – dijo el pelirrojo dando un paso hacia atrás mientras miraba a su alrededor con aprensión 
-¿Buscabas esto? – dijo Draco mostrando ambas varitas sin dejar de avanzar en su dirección – aunque si quieres saber las maravillas que puede hacer una varita, yo te puedo enseñar – y se señala la entrepierna 
-Dame mi varita – exigió Ron 
-Claro, ven por ella – dijo Draco y se llevó las manos a la pretina el pantalón 
-¡Oye! – protesto el pelirrojo volcando el rostro 
-¿Acaso te sonrojaste? – dijo con tono burlesco 
-¡Claro que no! – dijo Ron sonrojado 
-¿Y por qué tus mejillas están al color de tu cabello? – dijo Draco acercándose con cada palabras acorralándolo en una esquina 
-Cla… cla… claro que… no – dijo Ron 
-Te vez hermoso – dijo apoyando una mano en la pared 
-Aléjate Malfoy – exigió el pelirrojo nervioso 
-¿Por qué? – dijo acercando su cara a la del otro chico – ¿acaso te pongo nervioso? – por lo que este cerro los ojos – ¿alguna vez te ha besado un hombre? 
-¿Hombre?– dijo Ron nervioso – ¿Beso? ¿Qué? 
-Esto – dijo Draco y le rodeo la cintura 
-No te atrevas… – exigió Ron intentando zafarse pero sus labios fueron asaltados por otros  que se abrían paso a cualquier precio. La otra mano se posesiono detrás de su cuello para evitar que se escabulla y profundizó el beso, por lo que no le quedó otro remedio al pelirrojo que aferrarse a los hombros del Slytherine mientras cerraba los ojos 
-¿Te gusto? – pregunto al separarse unos centímetros 
-¿Qué pretendes? – dijo empujándolo lo suficiente para separarse 
-Nada – dijo el Slytherine – solo quería besarte. 
-No lo vuelvas hacer nunca más, maldito imbécil – grito cuando iba salir 
-Ronald – dijo Draco girando para verlo – eres mío y, aunque demore, serás mi mujer – le arrojo su varita –, en todo el sentido de la palabra – y paso por su lado dándole una nalgada antes de salir 
 
Ron se dejó caer hasta quedar sentado con las piernas abiertas en V, cerró los ojos. ¿Qué rayos había pasado? ¡Por las barbas de Merlín! ¿Por qué no había reaccionado ante el acoso de Malfoy y por el contrario…?  
Se pasó las manos por la cara y respiro hondo. ¿Qué había querido decir Malfoy con eso de que sería su mujer? ¿Acaso él…? ¿Cómo hacerlo entender que él no era homosexual sin…? Cerró los ojos. 
 
________________________________________ 
 
Draco cenaba en completo silencio con total ceremonia, mientras escuchaba la conversación trivial de Blaise y Pansy sobre tratamientos de belleza. En un determinado momento el rubio levanto la cabeza y se encontró con la mirada algo asustada de Ron, a quien le sonrió logrando un estremecimiento de parte del pelirrojo 
 
-¿Estás bien, Ron? – pregunto Hermione 
-Sí, claro – dijo este sonriendo – estaba pensando en el próximo partido 
-Pero faltan quince días – dijo Neville sorprendido 
-Nunca es mucho para el quiddich – dijo Ron 
-Eres un exagerado – regaño Hermione – ojala pusieras el mismo interés en tus estudios 
-Deberían hacerle caso – dijo Neville – ya vienen los E.X.T.A.S.I.S. 
-Falta cerca de un mes – dijo Harry sorprendido 
-Es por eso que después de la cena iremos directo a la biblioteca para empezar a estudiar – dijo Hermione 
-Lo siento – dijo Neville encogiendo los hombros cuando los chicos lo miraron mal 
-Tenemos que buscar la manera para deshacernos de Hermione – dijo Harry en voz baja y Neville asintió 
-¿Dijiste algo Harry? – pregunto Hermione 
-Que es una excelente oportunidad  para terminar el trabajo de Encantamientos – dijo Harry y luego miro a Ron que frunció las ceja confundido – por cierto, porque no vamos a pedir los libros antes que cierre la biblioteca 
-Pero tú dijiste… – dijo Ron 
-Pero esto es más importante – siseo Harry 
-Cierto – dijo Ron poniéndose de pie – vamos, vamos 
-Los acompaño – dijo la chica 
-¡No! – dijeron ambos chicos al unísono 
-¿Por qué? – dijo Hermione sorprendida 
-Eh… – dice Ron nervioso y miro al pelinegro 
-Espéranos en la sala común – dijo Harry – nosotros llevaremos los libros 
-No tardaremos – dijo Ron y arrastro a su amigo con él – ¿Crees que nos sigas? – dijo mientras corrían por los pasillos rumbo al campo de quiddich 
-Es Hermione – dijo Harry sin dejar de correr – cuenta con ello. Pero ya estaremos en las escobas 
-Le tengo más miedo a Hermione que McGonagall y a Snape juntos – dijo Ron 
-No te culpo, amigo – dijo Harry. 
 
Llegaron al campo de quiddich y se unieron a algunos de sus compañeros que ya estaban en la practicando, montaron sus escobas y se unieron al grupo. Harry dio algunas instrucciones y cada quien fue a su puesto. 
 
-¡Vamos Jack! – grito Harry – ¡no los dejes pasar! 
-¡No soy yo! – dijo Sloper – es Jack 
-¡No mientas! – se defendió Jack – ¡esta de tu lado! 
-¡A la derecha! – dijo Dean  y Katie anoto 
-¡Maldición, Ron! – grito Harry 
-Lo siento – dijo este 
-¿Lo sientes? – grito Harry iracundo 
-Lo siento – dijo Ron 
-¿Qué hago yo con tu ‘lo siento’? 
-Tranquilicémonos todos – dijo Dean 
-¡Si este fuese un partido real estaríamos descalificado! – grito Harry más fuerte 
-¿Qué quieres que hagas? – grito Ron 
-¡Vete a las duchas! – dijo Harry – ¡Para ti el entrenamiento termino por hoy! 
-¡No puedes…! – dijo Ron 
-¡Si! – interrumpió Harry – ¡Sí! ¡Si puedo y lo hago! ¡Ahora sal de aquí! 
-¡Harry – grito Ron –, no es mí…! 
-¡Vete a las duchas, ahora! – grito Harry 
 
Ron bajo a tierra y tiro su escoba antes de dirigirse a las duchas 
 
-Es un imbécil – grito Ron pateando algunas banquetas – ¿Quién se cree para hacerme esto? 
-El niño que venció y vivió – dijo una voz detrás suyo 
-¿Qué haces aquí? – dijo girándose sorprendido – ¡fuera! ¡Sal ahora! ¡No estoy para tus estupideces! 
-El cara rajada siempre te ha menospreciado, pero tú eres demasiado bueno para ver que no te quiere – dijo Draco 
-¡Sal ahora! – grito Ron iracundo lanzándose a golpearlo, pero Draco lo esquivo y el pelirrojo cayo de bruces contra la pared, cosa que aprovecho Malfoy para aprisionarlo contra esta – ¡suéltame imbécil! ¡suéltame! - exigía 
-Veamos si es cierta la leyenda que corre por los pasillos de Hogwarts – le susurró al oído arrancándole un gemido – ¡Uou! ¡Ni siquiera te he tocado y ya te he estoy haciendo gemir! ¿Te imaginas cuando estés en mi cama, de espalda y con las piernas bien abiertas, como toda mujer debe recibir a su hombre? 
-Suéltame – gemía el pelirrojo con los ojos cerrados – suéltame 
-Quiero escucharte – dijo el rubio mientras colaba su mano entre la toalla de su compañero hasta llegar a su entrepierna y la – ¡Uou, cariño, sí que estas bien dotado! 
-Su… su…el… ¡ah! – gimió Ron 
-Eso, mi vida – le susurraba Draco mientras le aumentaba el ritmo a la masturbación –. Así me gusta. Entrégate. Yo seré el primer y único hombre que tenga así 
-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! – gemía el Gryffindor sin ningún tipo de pudor 
-Eso – decía Draco con una sonrisa macabra en el rostro – exterioriza tu verdadera naturaleza 
-¡Ah! ¡Ah! ¡Merlin bandito! ¡Ah! ¡Ah! – gimió Ron al ritmo que Draco le marcaba 
-¿Te gusta? –pregunto Draco sin dejar de estimular al pelirrojo que parecía estar en trance absoluto – vamos mi pequeño, demuéstrame que tan mujer te sientes entre mis brazos. Hazlo. 
-¡Ah! ¡Ah! – gimió Ron 
-Que hermoso te vez – dijo Draco besándole el cuello 
-¡Mas! ¡Mas! ¡Mas! – gemía Ron con los ojos cerrados 
-¿Te gusta? –pregunto Draco 
-¡Mucho! – gemía Ron – ¡Ah! ¡Ah! – cuando se vino en la mano del rubio 
-Te amo – dijo besándolo suavemente antes de que Ron apoyara su cabeza en el hombro del rubio – ya verás cuando hagamos esto como se debe – sin embargo Ron estaba demasiado relajado para rebatir es argumento 
 
________________________________________ 
 
Hermione se esforzaba en explicarle a Ron y a Harry con hacer un hechizo algo complicado pero aunque este último ponía su máxima dedicación no lograba conseguir un buen resultado 
 
-¡Te estoy diciendo que no es así! – dijo Hermione ya exasperada 
-¡Ya basta! – dijo Ron en el mismo tono – ¡Deja de creerte superior a los demás! 
-¡Ron! – dijo Harry sorprendido 
-No niegues Harry que tú también estas harto de cómo nos mangonea – dijo Ron – siempre diciéndole a las personas como debe pensar, actuar, sentir. 
-¡Yo no hago eso! – Hermione levanto la voz 
-¿Entonces por qué no dejas que haga el maldito hechizo como quiera? – exhorto Ron 
-Porque lo estás haciendo mal – dijo la única chica del grupo 
-¡Ese es mi problema, no el tuyo! – dijo el pelirrojo antes de levantarse e irse sin decir nada mas 
-¡Ron! – Hermione lo llamaba a gritos – ¡Ron vuelve aquí en este momento! ¡Ron! – pero este ya se había ido – ¿Y tú por que no estas estudiando? – le grito a Harry que sin más se puso a leer 
 
Ron  caminaba por los pasillos sin pensar furioso. Estaba harto que todos le dieran órdenes. ¿Acaso creían que no era capaz de pensar por sí solo? Camino tanto y sin dirección que no supo cuando llego a un pasillo solitario. Tenía tanta rabia, tanta ira que no fue consiente cuando se sentó en el suelo y escondió la cabeza entre las piernas. Ya habían pasado varios días desde aquel encuentro que había tenido con Malfoy. Siempre había escuchado a sus padres sobre lo que Merlín decía sobre el amor y la familia, y en verdad él creía en todo eso, pero… pero cada vez le era más difícil no sentirse raro frente a un chico. Lo habían educado para ser fuerte y valiente, un macho de verdad. Pero que de lo que él sentía. A él siempre le había gustado otra cosa ¿En verdad estaba mal? ¿Estaba mal desear que alguien lo abrazara y lo protegiera? ¿Estaba mal haberse estremecido como lo hizo cuando Malfoy lo había tocado? Lloraba abiertamente cuando sintió que alguien le acariciaba suavemente el cabello por lo que se sobresalto 
 
-¿Qué haces aquí? – dijo Ron molesto 
-Te vi mal y te seguí – dijo Draco sentado a su lado acariciándole el cabello 
-¿Qué te importa lo que me pasa? – grito Ron – ¿Por qué no haces lo de siempre, te burlas hasta cansarte y me dejas en paz? – pero todo lo que logro fue que el rubio sacara un pañuelo y le limpiara las lágrimas suavemente – ¡ya deja de torturarme! 
-¿Por qué crees que solo quiero burlarme? – pregunto Draco intrigado 
-¡Déjame en paz! – lloraba Ron 
-No puedo – dijo  Draco abrazándolo –, ven aquí 
-Suéltame – exigía con desgana 
-Ron – dijo Draco – ¿Por qué no quieres darme una oportunidad? 
-Porque no soy gay – dijo Ron 
-Mírame – dijo Draco hablando suavemente – Ron, mírame – y este obedeció – te amo 
-Esta mal – gimió este por lo bajo y Draco sonrió – ¡no te burles! 
-Eres hermoso – dijo el rubio y se puso de pie entendiéndole la mano – Ven 
-¿Dónde vamos? – dijo Ron tomándole la mano 
-Confía en mi – dijo Draco 
-Eres Malfoy y Slytherine – dijo Ron – ¡es imposible confiar en ti! 
-Vamos – dijo Draco – iremos a un lugar donde podamos conversar tranquilamente 
-¿Solo conversar? – dijo Ron 
-¿Quieres hacer algo más? – dijo Draco y Ron se puso nervioso – Si, amor, solo conversar – y le beso el cabello mientras lo abrazaba  
 
Antes de la guerra, mientras serbia al Lord, Draco había encontrado La Sala de los Menesteres en una de sus vigilancias, y a su regreso, después de la caída del Señor Oscuro, lo había convertido en una especie de refugio privado, donde trataba de huir de los horrores que había vivido durante aquella época 
En cuanto Ron cruzo las puertas de aquel lugar, una especie de electricidad recogió completamente su cuerpo. Miro hacia todos lados y al instante se materializo una cama 
 
-Tranquilízate – dijo Draco –, esto no significa que me propasare contigo 
-Nunca has sido alguien confiable – dijo Ron 
-Puedo cambiar – dijo Draco – solo por ti 
-¿Cómo sé que no te quieres burlar de mí y de…? – dijo Ron 
-¿Quieres que lo hagamos formal? – dijo Draco 
-¿Y tu familia? – pregunto Ron sorprendido – ¿Qué van a decir? 
-Aquí solo importa lo tú digas – respondió el rubio mientras Ron bajaba el rostro – Ron – suavemente le levanto el rostro – ¿Qué quieres? – lentamente este se abrazó al otro chico – ok. Por ahora solo mimarte – dijo sonriendo 
-Hay muchas cosas que no se de mi – dijo Ron 
-Mmm, ¿te refieres a tu manía de vestir ropa íntima de mujer? – pregunto Draco y el pelirrojo se sorprendió – ¿no? ¿Entonces te refieres a cuando nadie te ve y mueves las caderas al caminar? ¡que tonto! Tú debes hablar de las veces de cuando después de los entrenamientos de quiddich esperas que todos se vayan para imaginar que tu dedo es… 
-Ya basta – interrumpió Ron completamente rojo 
-Ven aquí – dijo Draco y lo sentó en sus piernas mientras Ron se escondía en su pecho – yo lo sé todo de ti. Todo 
-Yo… – sollozo Ron 
-Tranquilo amor – dijo el rubio – todo está bien. 
-Te amo – dijo tímidamente Ron luego de unos minutos de silencio 
-Creo que este es el día más feliz de mi vida – dijo el Slytherine 
-¿Por qué? – pregunto Ron 
-Me dijiste que me amas – dijo Draco –. Creí que jamás lo iba escuchar ¿Por qué escuche bien, no? 
-Si idiota – dijo Ron sonriendo –. Tengo miedo, pero no voy negar lo que siento por ti – y Draco no soporto más y lo beso apasionadamente – ¿Draco, como supiste que…? – dijo sonrojado 
-¿Cómo supe qué? – dijo el rubio sonriendo 
-Ya sabes… – dijo Ron 
-No – dijo Draco – No sé. Dímelo 
-¿Me harás decírtelo? – pregunto Ron 
-Es que no sé de qué hablas – dijo Draco 
-¿Cómo supiste que yo uso… ropa…? – pregunto Weasley intrigado 
-Todos usamos ropa – dijo Draco 
-¡Draco! – protesto Ron 
-¿Qué? – dijo este sonriendo 
-¿Cómo supiste… de mí… de mí… ropa… intima? – dijo el pelirrojo sonrojado 
-¡Yo… de… ti…, lo… se… todo! – dijo Draco dándole besos 
-Me siento raro – dijo Ron escondiendo mas el rostro en el pecho del otro muchacho 
-Ronald – dijo Draco – te amo. 
-¿Qué va a pasar ahora? – dijo Ron 
-El tiempo lo dirá – dijo Draco respirando hondo y besándole la frente 
 

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