I. Primera interacción.
La ciudad de Konoha era conocida no solo por sus millones de habitantes, sino también por sus centros turisticos, festivales de primavera, recitales de todo tipo de música, entre otros. Era el centro donde muchos extranjeros decidían vacacionar allí, era la razón por la cual tanto tumulto de gente los días de verano, viajando miles de kilómetros solo para disfrutar del Bosque de Sakuras, remar en el río, sacarse fotos con celebridades, entre otras demás actividades; de noche es cuando las cosas más maravillosas salían a flote, nadie siquiera se pondría a pensar que toda ciudad de oro también tiene sus lados oscuros. La gente que vive desde hace mucho tiempo en Konoha, ya sabe a la perfección que hay sectores que cuando cae la noche, no se debe pasar; sectores donde abundan los asesinatos, los robos y la prostitución.
Y es en ese mismo sector donde nos vamos a enfocar por ahora, miles de sujetos carentes de afecto o que simplemente se aburren de su vida matrimonial se meten en lo más profundo de esos callejones para pagar por un servicio a las prostitutas que dominan las esquinas, con sus muy diminutas mini-faldas y sus muy exagerados escotes, incitando al placer. Un auto negro transita despacio y con cuidado de no atropellar a las ''trabajadoras de la noche'', deteniendose justo delante de una que no superaba los 17 años; la jovencita con sus muy cortos short y un escoté provocativo se acerca sensualmente a la ventanilla del conductor. un hombre calvo y de traje empresarial que ya casi estaba en sus 40 años.
A casi una cuadra de distancia, otro auto estaba estacionado de frente a ellos, pero a diferencia de los demás, él sujeto dentro del mismo no estaba allí para solicitar un servicio, estaba allí observando todos y cada uno de los movimientos que ese sujeto pretendía hacerle a la jovencita que estaba ofreciendose por dinero. El chico miraba con sus ojos azules la fotografía en su celular, para luego diriguirlos nuevamente hacia el tipo que practicamente ya se estaba pretendiendo llevar a la chica en su auto. Asintió con la cabeza al verificar que se trataba de la misma persona, y guardandose una Beretta 92 dentro de sus pantalones, se dispuso a salir del auto y comenzar a caminar hacia aquellas personas.
-Hola, ¿que ocurre aquí, 'ttebayo? -dijo el chico apoyandose en la otra ventanilla abierta.
-¿Y tú quien eres, niño? Lárgate, ¿no ves que estoy ocupado? -dijo escupiendo groseramente mientras sin verguenza alguna manoseaba los senos de la jovencita.
-Primero, no soy un niño, y segundo, es muy difícil creer que ni siquiera has pagado y ya estas manoseando a mi chica 'ttebayo.
-¿Tú las manejas? -pregunto curioso el hombre, señalandola una vez abandonado sus pechos.
-No, la verdad es que somos buenos amigos. Y amablemente, te voy a pedir que bajes del auto 'ttebayo.
-Púdrete. -miró con malos ojos al rubio de ojos azules y volvio a desviar su atención a la chica. El rubio solo se rió de medio lado ante tal estupidez de su parte.
-Bueno, veo que no entendiste 'ttebayo. -sacó su arma de sus pantalones y le apunto al sujeto aún dandole la espalda. -A ver si con esto entiendes. -y como si una fuerza mayor hubiera obligado al hombre a voltearse ante tales palabras, no pudo siquiera reaccionar cuando un certero disparo entre los ojos lo hizo callar para siempre. La sangre salpicó a la cara de la joven detrás de él y no pudo hacer más que gritar aterrorizada y salir corriendo de allí como sus tacones le permitían; las demás chicas salieron corriendo también al escuchar el disparo. El cuerpo inerte del sujeto quedo tendido sobre la puerta cerrada y media cabeza saliendo de la ventanilla, el chico rubio comenzo a caminar hacia su auto mientras sacaba del bolsillo su celular y comenzaba a marcar un número; se lo llevó a la oreja mientras esperaba ser atendido.
-¿Diga? -dijo una voz masculina del otro lado de la linea.
-Está hecho, Nakumura Hiroshi murió 'ttebayo.
-Excelente trabajo, Naruto, pásate por mi residencia a recoger tu paga.
El rubio cortó la llamada mientras abría la puerta de su auto y se metía en él. Arrojó el arma al asiento del acompañante y puso en marca el auto lo más rápido que pudo para poder salir de allí, la policía no tardaría en llegar a la escena del crimen. Así es y siempre será la vida de Naruto Uzumaki, un joven rubio ojos azules de unos 18 años de edad, destinado a una vida de homicidios, siendo contratado por personas poseedores de mucho dinero que lo mandaban a matar a otras personas con mucho más dinero. Casi no tenia familia, unicamente su padre y hermano mayor , quienes no estan al tanto del tipo de trabajo que hace el Uzumaki, y por el bien de todos, era mejor así.
Conducía por las iluminadas calles de Konoha, la cantidad de autos transitando el centro de la ciudad no era algo como para sorprenderse, de noche es cuando todos deciden salir a bares o a restaurantes con sus parejas, todo estaba tan iluminado que hasta llamaba la atención la cantidad de puestos de comida presentes en las aceras. Se detuvo en un semáforo en rojo y espero pacientemente a que cambiara de color, sus tripas rugieron y pensó que sería buena idea ir a comer ramen a Ichiraku antes de ir a recoger la paga que se ganó. Cuando el semáforo cambio a verde, dobló a una esquina buscando donde estacionar. Caminó unos metros luego de abandonar el auto, entrando al espacioso local de Ichiraku, donde allí lo esperaba su amigo Lee y compañero de trabajo.
-¡Cejotas! -saludó el rubio, Lee respondió al saludo y lo invito a sentarse.
-Naruto, ya pedí para ti un Ramen con carne de cerdo. -el rubio agradecio por la intención de su amigo al pedirle la comida por él mientras estaba ausente. -¿Qué tal te fue?
-El trabajo estuvo sencillo, el muy degenerado estaba por acostarse con una prostituta que podría ser su hija.
-Dios, que desagradable. -Lee puso cara de asco. -Tenemos un trabajo...-automaticamente guardo silencio al ver al viejo Ichiraku acercarse con el ramen de Naruto, quien gustoso dio las gracias por la comida. -...un chico llamado Ranmaru, esta es su foto. -le paso al rubio su teléfono con una imagen de un chico que no superaba los 18 años, cabello negro y ojos verdes.
-¿Y qué estamos esperando?
-Todavía no, Naruto, dos homicidios en un día sería un riesgo, debemos esperar a mañana para llevar a cabo el trabajo, tú solo encargate de ir a buscar tu paga de esta noche.
... ... ... ...
Recibieron una alerta de que un posible capo de las drogas estaba traficando estupefacientes a toda la comunidad de Konoha, y por ende es el trabajo del FBI tratar de averiguar quien es el responsable y arrestarlo. Con expedientes en mano, los oficiales Sasuke Uchiha y Neji Hyuga patrullaban en el sector más desconfiado de Konoha, mientras que los oficiales Shikamaru Nara y Choji Akimichi patrullaban el sector más transcurrido.
Para muy mala suerte de los jóvenes Uchiha y Hyuga, tenian cero conocimiento de la zona que estaban patrullando, si bien ellos estaban acostumbrados a los sectores más poblados, su jefe dijo que sería muy convincente de estuvieran capacitados para manejar cualquier tipo de situación, ya sea en una zona como en la otra. Al doblar una esquina divisaron un grupo de jóvenes que estaban fumando marihuana a plena luz del día, por lo que los oficiales no dejaron pasar un segundo en ir a interrogarlos, y cuando la patrulla se paró justo delante de los jóvenes automáticamente dejaron su charla para mirar fijamente a los oficiales.
-Escuchen, lamentamos interrumpir su muy amena charla, pero como podrán ver, un traficante esta haciendo estragos a la sociedad, quisieramos saber ¿Donde mierda consiguieron eso que están fumando? -preguntó ''amablemente'' el Uchicha al volante, el chico con el cigarrillo al sentirse descubierto solo atinó a irse corriendo del lugar. -¡Lo sabía! -pusó en marcha la patrulla y comenzó a perseguir al chico que se estaba dando a la fuga. El chico era rápido y muy listo, pasando por entre medio de callejones donde la patrulla no podía pasar, lo que no le quedaba alternativa a Sasuke de dar la vuelta y atraparlo por el otro lado. Como era de esperarse, el joven salió por el otro lado del callejón saltando una reja de alambres, de no ser por un auto que se atravezó estrepitosamente contra ellos, lo hubieran atrapado e interrogado. Gracias a Dios, tenian los cinturones puestos, y cuando iban a salir a reclamar por la repentina intromisión, los otros sujetos que fueron accidentalmente embestidos también salieron del auto hechos dos furias.
-¡Allá va nuestro dinero 'ttebayo! -gritó el rubio viendo como el joven a quienes tenian ordenado matar se estaba perdiendo entre la gente hasta perderlo de vista. -Perfecto ''oficiales'', lo arruinaron todo. -dijo el rubio sarcasticamente.
-¿A-arruinarlo? ¡Fueron ustedes los que se metieron en el medio! -gritó el Uchiha ante tal falta de respeto.
-Hay un capo de las drogas suelto por Konoha, y ese chico era nuestro boleto para llegar a él, fueron ustedes los que lo arruinaron. -esta vez hablo el Hyuga un poco más calmado pero no por eso menos molesto.
-¿Capo de las drogas? ¿En Konoha? -preguntó curioso Lee.
-¡¿Porqué no tenia idea sobre esto 'ttebayo?! -gritó colérico el rubio agarrandose la cabeza.
-Será porque un urusatonkachi como tú no esta calificado ni capacitado para recibir tal información.
-¡¿C-cómo me llamaste?! -el ceño del rubio se fruncio abruptamente ante el insulto y no pudo evitar apretar los dientes en el acto.
-¿Acaso te lo tengo que dibujar? -respondió el Uchiha con sonrisa prepotente mientras arqueaba una de sus cejas.
-Tch, teme. -una vena palpitante aparecio de repente en la frente del Uchiha al ser llamado así al mismo tiempo que un ojo le temblaba por el estrés, iba a seguir respondiendo pero por desgracia su compañero Hyuga lo detuvo.
-Sasuke, basta, que no se te olvide que aún estamos en servicio. -el mencionado simplemente suspiró dejando salir toda su frustración hacia aquel rubio y recupero la comportura. -En cuanto a ustedes...-el Hyuga dirigio sus ojos blancos hacia el par que no se movia de su sitio frente al auto. -...que no se les olvide que estan tratando con oficiales del FBI, cualquier indicio de querer interferir en nuestro caso establecido en los expedientes será penado con cárcel, no sé que clase de trabajo realicen ustedes como para estar persiguiendo al mismo sujeto que nosotros, pero les advierto que si vuelven a meterse en asuntos que no les consierne, serán arrestados. -dicho esto finalmente obligó a su compañero Uchiha a entrar a la patrulla.
-''Si vuilvin i mitirsi in isintis qui ni lis cincierni sirin irristidis''. -hizo burla el Uzumaki al Hyuga, al segundo se le brotó una vena en la frente, pero prefirío dejarlo pasar, no podía meterlo a la cárcel sin una causa probable. Al poner en marcha la patrulla, rodearon el auto que anteriormente habian embestido y se fueron de allí sin siquiera ofrecer disculpas al respecto por el repentino choque, tampoco van a pagar los daños. -Lee, ahi que robar esos expedientes, cualquier cosa que pase en nuestra zona, nos concierne 'ttebayo.
-¡¿Estás loco?! ¡No voy a meterme con el FBI, no soy tan estúpido! -dicho esto se metió al auto, justamente en el asiento del acompañante, no quería seguir escuchando a Naruto sobre robar expedientes.
-Vamos, cejas encrespadas, ¿que acaso no entiendes lo que está pasando?
-El que no entiende lo que está pasando eres tú, Naruto, ¿qué acaso no sabes lo que el FBI le hace a la gente que se mete con ellos? ¡Ponen su foto en un libro extraño de los criminales más peligrosos del mundo! ¡No quiero que mi cara aparezca ahí!
-Nosotros no nos meteremos con el FBI, Lee, conozco a alguien que puede hacer ese trabajo por nosotros 'ttebayo. -explicó a su paranoico amigo, quien todavia no se veia muy a gusto con la idea de meterse con la Ley, ya demaciado hacia con matar a escondidas de ella como para ahora estar enfrentandola. -Por favor, cejotas.
-Naruto, espero que no te equivoques en esto, porque sino...
-¡Si, si, ya entendi! ¡Me partirás el trasero en un millón de pedazos! -gritó eufórico subiendose al auto en el asiento del conductor. -Llama a Kiba, dile que tenemos un trabajo especial para él.
... ... ...
-Es increíble como el sospechoso se nos pudo escapar de las manos, ¡maldición! Si tan solo esos metiches no hubieran interferido...
-Se me hace un poco extraño porque razón esos sujetos estaban persiguiendo al mismo sospechoso que nosotros. ¿Serán también del FBI?
-No seas ridículo, Neji, si fueran del FBI lo sabríamos. -respondió cabreado el Uchiha tomandose la cabeza, un fuerte dolor de cabeza ya lo estaba invadiendo.
-De todas formas, no ahi que confiarnos, debemos mantenerlos al márgen, no sabemos lo que puedan estar tramando. ¿Viste como se puso el rubio al no estar al tanto del caso?
-Es solo un transehunte, Neji.
-Yo creo que esconde más que eso.
La charla se dio por finalizada en cuanto faltaban solo unas cuadras antes de llegar a la estación, estacionaron en el estacionamiento para agentes y caminaron a paso tranquilo hacia el interior. A algunos compañeros les sorprendió ver el repentino estado de la patrulla, con el capó abollado y las luces delanteras hechas pedazos, pero prefireron no preguntar la razón, se los notaba que estaban de mal humor. Sus compañeros, Shikamaru y Choji los esperaban con un café en las manos, y al ver las expresiones en los rostros del Uchiha y el Hyuga, supusieron que nos les fue muy bien en su nueva zona asignada.
-¿Nos perdimos de algo? -preguntó sarcásticamente el Nara, buscando molestar a sus compañeros.
-La única salida que teníamos de encontrar al capo de las drogas se vio afectada por dos idiotas que se nos chocaron. El sospechoso escapó, peleamos con esos sujetos que encima querían pretender estar ofendidos y creo que ya nunca más tendremos un acercamiento así con nuestro objetivo. -explicó el Uchiha mientras se servía café.
-¿Y cómo eran esos sujetos?
-Uno rubio con cara de tonto y otro con cabello negro de cejas enormes. -el Uchiha dio un sorbo a su café.
-¿Estaban buenos?
-Demaciado. -esta vez respondio fue Neji, que por poco hacia que Sasuke escupiera todo su café.
-Neji, ¿aprovechaste la confrontación para ponerte a babosear por ellos? -preguntó el Uchiha con una vena en su frente.
-Yo solo hago reconocimiento de los sospechosos.
-Reconocimiento, si como no, más bien reconocimiento de sus anatomias. -dijo Choji picaramente, Neji solo levanto los hombros como restandole importancia al asunto.
-La deventaja que tenemos, es que no poseemos conocimiento de la zona, y si le decimos al jefe que nos asigne a un oficial capacitado es lo más probable que nos de una patada a cada uno. -dijo el Uchiha en un suspiro.
-Entonces busquen a algún civil que los ayude en el caso, o por lo menos a ubicarse.
-¿Y quién tendria tal alma bondadosa de esa zona de ayudar a simples agentes a llevar a cabo un caso? -preguntó sarcasticamente el Hyuga.