Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La noticia por Sashiru

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, como a mi encanta el Mpreg cuando se trata de Narusasu, decidí hacer mi propio fic, espero que les guste. 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Masashi Kishimoto. 

—Estoy embarazado.
Sus ojos se abrieron grandes al escuchar eso, ¿Embarazado?
Eran las 12 de la mañana, acababa de llegar de su misión, cansado de estar en vela toda la noche y lo único que quería era llegar a su casa para ver a su amado esposo y descansar, y ahora… el muy teme lo recibe con esta noticia.
Es decir, al menos pudo prepararlo un poco, y escoger un momento más adecuado, pero no, se lo suelta así como si nada, de golpe y sin titubear.
Sí, es que así era su pelinegro, directo y sin escalas, y no lo negaba, era una de las cosas que amaba de él, pero esta noticia… ¡es que por favor! Cualquiera estaría más que feliz, por una noticia así, ¡y lo estaba!
Tener un hijo con la persona que amas, no puede a ver mayor dicha, pero… no era eso por lo que le hubiera gustado que tuviera un poco más de tacto, oh no, por ese lado estaba sumamente feliz, si es que era cierto, pero la razón, por la que estaba así, eran las demás cuestiones, que lo hacían sentir más que Feliz… Contrariado.
¿Y por qué? Bueno…
¡Era hombre! = Desconcierto.
¡El amor de su vida iba a tener un hijo suyo! = Felicidad.
¡Una boca más que alimentar! = Presión.
Sí, porque sabía muy que un bebe sale caro y lo sabía por ver a algunos de sus amigos trabajando como locos para mantener a sus hijos, así que sabía que ahora tendría que trabajar más.
Y por eso estaba…
“Contrariado”
Bueno, había una cuarta, una que en realidad le parecía poco probable. Y era…
Que el azabache estuviera jugándole una broma, sí, porque otra cosa que conocía muy bien del azabache, es que a veces, lo gustaba hacerlo sufrir y lo disfrutaba, oh si maldito Teme… así que podía ser que también le estuviera jugando una broma para ponerlo exactamente en el estado que ahora se encontraba.
Pero no, pensándolo bien, no podía ser, porque si era cierto que de vez en cuando le gustaba hacerlo sufrir, también era cierto que no le gustaba bromear, no, Sasuke Uchiha no era de los que bromeaba, él era una persona determinada y que no se andaba con rodeos… no le gustaba bromear.
Entonces descarto esa idea, así que solo le quedaron los otros tres cuestionamientos.
—¿Me escuchaste Idiota? —Lo oyó hablar de pronto haciéndolo salir de sus pensamientos.
Wow en verdad se había perdido en ellos, pensando todas esas cosas, por solo escuchar esas dos simples palabras.
—“Estoy embarazado”.
Incluso se había olvidado que tenía al azabache enfrente suyo, el culpable de su ahora creciente confusión interna. Por eso lo resolvería, reduciendo todo a:
— ¿Pero cómo?
Error, y lo supo en ese mismo instante, al ver la cara de molestia de su azabache, no debió decirlo así.
—¿¡Estás diciendo que no te alegra!?
— ¡Eh! no, digo… ¡Sí! ¡Claro que me alegra  dattebayo! —Y así era, pero como se suponía que iba a reaccionar de otra manera cuando estaba tan confundido—. Es solo que… no entiendo como paso dattebayo.
—… —El azabache frunció más el entrecejo.
Y supo que quizás lo había malinterpretado, es decir, claro que sabía cómo había pasado, ya saben, “lo de la abejita y la flor”, y sin duda su aguijón siempre tenía ganas de polinizar esa flor, oh sí. “Se sonrojo de andar pensando en eso”
Así que solo sabía la primera mitad ¿y la otra mitad? Porque, bueno…
—Quiero decir que… bueno… —Trato de tener tacto—. ¡Tú y yo somos Hombres!— Pero, recordemos que es Naruto, además… no era fácil con ese razonamiento.
—¡Ya lo sé estúpido! —Le hablo de igual forma y supo que se había pasado.
—Sasuke… perdón, pero es que no entiendo nada ttebayo, si estás jugando conmigo… y es una broma…
—Sabes que yo no bromeo. —Le corto.
—Si pero, es que eso no tiene sentido, ambos somos hombres, ¿Cómo se supone que te crea que estas embarazado? ¡No es fácil!
—¿¡Y crees que para mí es fácil!? ¡Soy yo el que estoy embarazado idiota! —Y con eso se quedó sin palabras.
Si eso era cierto, poniéndose en sus zapatos, el Teme debería estar peor que él.
—Lo siento —se disculpó—. No te enfades, entonces explícame por favor.
Lo vio soltar un suspiro de resignación y supo que estaba tratando de calmarse.
—Bien… —lo miro serio—. Tú no eres normal —Le soltó y le cayó como balde de agua helada y muy helada, porque solo pudo parpadear.
—¿¡QUE!? ¡TEMEEE!
—Tienes el Kyuubi en tu interior —término de decir con su misma seriedad y el rubio logro calmarse, resoplando al instante.
*—Si, no eres normal, eres un raro y lo sabes*. —Escucho hablar en su interior.
*—¡Waaa Kurama, tu cierra el hocico!.* —Le contesto mentalmente.
—Su chakra de alguna manera se unió a la tuya —continuo el azabache y el rubio volvió su atención hacia él—. Volviendo más fuertes tus espermatozoides, y debido a que tengo el rinnengan y el sharingan, se formó una especie de ovulo, que fecundo uno de tus espermatozoides…  —dijo comenzando a sonrojarse, hablar de todo esto le hacía sentir tan extraño y apenado, a pesar de que lo había asimilado durante 1 mes— Tsunade cree que, el hecho de que este sobreviviendo, es debido al chakra del kyuubi, que se unió a tu chakra —finalizo cerrando sus ojos con pesadez. 
—… —Naruto lo miraba parpadeando con la boca abierta, valla sabía que a la larga, tener al zorro dentro de él traería consecuencias en cuanto a relaciones de pareja se refería, solo que no sabía con exactitud qué tipo de consecuencias. Aunque pensándolo bien, eran buenas consecuencias.
¡Iban a tener un hijo!
Así que ya disuelta su primera duda, “el desconcierto” solo quedaba…
¡Felicidad!.
—¡Waaaa teme! —Lo abrazo sorprendiendo al otro—. ¡Estoy tan feliz, vamos a ser papas ttebayo!, siempre quise tener una familia, contigo me bastaba, pero ahora, tener un hijo con la persona que amo. —Empezaba a lagrimear—. Es… simplemente es maravilloso —sollozo.
—Ya déjate de cursilerías—. Lo aparto—. N-no es para tanto —rodo sus ojos hacia otra parte.
Lo cierto era, que él se sentía de la misma forma, pero no le gustaban las muestras de afecto o cariño a menos que se tratara de ese dobe rubio con él, pero él, hacer esas demostraciones, nunca.
—Es que estoy tan feliz. —Se tallo los ojos con su antebrazo, y luego callo en cuenta del que se le olvidaba un detalle—. ¡Waaaa!
—… ¿Qué? —Ahora era el pelinegro el desconcertado por el cambio tan repentino del rubio.
—Es que… ahora tendré que trabajar más, tendré que pedirle a Tsunade oba-chan que me dé más misiones, y tengo que convertirme en Hokague lo antes posible, oh si dattebayo, ¡waaa! —Empezó a dar vueltas en la habitación—. Pero ya no será fácil que estudie lo que me falta para aplicar como Hokague si trabajo más, bueno no importa ttebayo primero están tú y mi hijo, ya veré como le hago, y también tendremos que mudarnos  a una casa más grande…
Mientras tanto, en la frente de cierto azabache, ya se había saltado una pequeña venita que se iba acrecentando.
—Sí, porque a si no podremos hacer cositas, ya sabes… —dijo pícaro—. Sería muy incómodo delante del bebe, y eso si nos deja, ya ves que al principio son muy llorones ttebayo, además de que debe tener su propia habitación, también debemos comprarle ropita antes de que nazca, y deberíamos escoger un nombre, si es niño podría ser…
—Usuratonkachi…
—¿Usuratonkachi? —dijo presionando su mandíbula pensativo—. No, mejor… ¿Qué tal Menma, o Daisuki? mmm ambos me gustan…
—Usuratonkashi
—Y si es niña… mmm no sé, ¿qué dices tú? Bueno no importa, ya veremos, ahhh pero eso sí, eso de cambiar pañales ni de chiste, eso te toca a ti…
—¡Usuratonkashi!
—¿Eh? —se detuvo en seco sorprendido
—Ahora que veo que ya asimilaste todo, podrías… ¡Callarte! —Sí al parecer al dobe baka ya le había caído todo el veinte, pero ¿y él?
Él había tenido que lidiar con todo ese raciocinio antes que él, y aún ahorita se sentía abrumado, después de todo, el que estaba embarazado era él, le alegraba mucho que el rubio hubiera tomado la noticia bien y no le hubiera dado un infarto dejándolo viudo antes de tiempo, pero lo último que quería era que lo abrumara más, lo único que necesitaba en esos momentos, era comprensión, descanso y… silencio, un poco de paz es lo que pedía.
—Está bien ttebayo… es que… —Aunque obtener eso del rubio no era nada fácil—. Me siento muy contento, y tengo que ver como sustentar los gastos, porque de ahora en adelante ni creas que te dejare ir a misiones, puede ser muy peligroso, y después de que nazca el niño, tampoco, tendrías que quedarte a cuidarlo, ni creas que mi hijo crecerá con una niñera y sin su madre…
El solo pedía un poco de paz pedía, y en vez de eso lo estaba irritando más hasta el punto de enfurecerlo, pero es que como se ponía a prohibirle cosas, a decirle que hacer y qué no. ¡A darle ordenes!
—¡Maldito dobe! ¡Cállate de una **** vez!
—… —Y el rubio ahora si se quedó calladito. Al menos hubo silencio, duro poco pero lo hubo—. ¿Sa… Sasuke?
—…
—¿Acaso eso le vas a enseñar  a nuestro hijo, a decir groserías? —Y la venita se saltó más.
Es que, a lidiar con el rubio ya se había acostumbrado, pero ahora lidiar con todo lo demás, lo abrumado que sentía por su actual situación, por saber que estaba embarazado por los mismos cuestionamientos que el rubio había tenido, y peor… tener que lidiar con…
De pronto se sintió mareado, y con el estómago revuelto, y la cara se le puso de color verdoso.
Si… con los síntomas del embarazo, eso era lo peor.
—¿¡Sasuke!? —De pronto lo vio corriendo hacia él, error, pobre rubio, tal vez lo que debió de hacer, era alejarse, porque ahora estaba bañado de vomito.
—Waaa teme…
—Ya cállate —lo último que quería, es que le recriminara más, lo que para él era bochornoso.
—¿Pero te encuentras bien, quieres que te lleve con un doctor, con Tsunade?
—No, estoy bien —le contesto y una vez más vomito sobre el rubio.
Se lo merecía después de todo, pensó el azabache, tal vez era bochornoso, pero al menos tuvo su desquite, y lo supo al ver esa cara de molestia que tenía el rubio en ese preciso momento. Al menos esas nauseas le dejaron una pequeña satisfacción. 
Y ahí supieron que los próximos meses no serían nada fácil…
Tal como se los diría Tsunade después…
 
10 días después y “2 meses de embarazo”
—¿Está todo bien?... Tsunade oba-chan. —A la rubia se le salto una venita en la frente, pero decidió calmarse.
—Sí, todo parece estar bien —dijo tocando el abdomen del azabache, que se encontraba recostado sobre una camilla.
—Bien, ¡me alegra ttebayo! —dijo el rubio mostrando una gran sonrisa. 
Por su parte el azabache se mantenía callado, escuchando con atención a la rubia.
—Pero es necesario que sigan mis indicaciones, primero que nada, tu embarazo, como ya lo sabes no es algo común, por lo que no sabemos si puede ser delicado, al menos no aún, aún debe desarrollarse un poco para saber…  
—¿Cuánto tiempo Tsunade oba-chan? —La venita volvió a aparecer. 
—4 meses aproximadamente —dijo masajeándose las sienes—. Es por eso que no debes hacer demasiado esfuerzo, lo mejor sería que ya no agás más misiones.
—¿Misiones? —Hablo por fin el pelinegro—. Pero me siento perfectamente bien —dijo serio.
—No sabemos si es delicado tu estado, podría ser de alto riesgo, así que hasta no saberlo, es mejor que no agás más misiones.
—Si Sasuke, es mejor… —callo al notar la mirada asesina del azabache sobre él—. Ahhh jeje ¿y… y que más Tsunade oba-chan?  —*Mejor no molestar a un embarazado*, aun que la que si se molesto fue la rubia, por volverla a llamar así.
—Bueno, principalmente eso, no mucho esfuerzo, te recetare algunas vitaminas que son muy buenas para que estés más fuerte y sano durante tu embarazo.
—… —El azabache que ya se había incorporado hasta quedar sentado en la camilla, no podía dejar de sentirse extraño, aún era demasiado rara para él toda esa situación, y lo peor de todo, ¿No ir a misiones? ¡Él no era ningún débil! además odiaba que lo hicieran sentir así.
—Es necesario guardar reposo, 8 o 9 horas al día para dormir, estará bien, que comas todas tus comidas a tus horas, no puedes malpasarte, también tienen que ser comidas balanceadas, frutas, verduras, carne, todo balanceado.
—¿Tsunade oba-chan?
—… —Venita saltándose nuevamente en la frente de la rubia.
—¿Podría decirnos cómo será el embarazo?, ya sabe… nosotros, somos nuevos en esto ttebayo.
—Cierto, son primerizos, así que les diré, lo que muy probablemente pasara durante el embarazo, para que estén prevenidos y no haya de que preocuparse—. La rubia recargo su barbilla sobre sus manos, al tiempo de que cerraba los ojos para meditar, cosa que hizo que ambos le pusieran más atención, después lo volvió a abrir—. Naruto, Sasuke —hablo por fin la rubia con un tono sumamente serio que, casi preocupante, o al menos así se sintieron ambos primerizos—. Primero, y lo que seguramente ya están experimentando. Nauseas. —Puso su atención en el azabache—. Así que si continúan las náuseas, es normal, es probable que después de los dos tres meses, se aminoren y rara vez te vuelvan a dar, no te garantizo que se te quitaran por completo, ya que puede haber algún olor o sabor que te las pueda volver a detonar, a veces… —Enfoco a Naruto—. Incluso a los padres les puede dar, no es muy común, pero suele pasar, aún que a ellos…
*¿Ellos? pensaba el azabache ¿Acaso se estaba refiriendo a Naruto como el hombre de la relación?*  bien en definitiva se empezaba a sentir incómodo por hacerlo sentir como si él fuera una mujer.
—Suele darles, solo durante los primeros meses —continuaba diciendo la rubia, sin percatarse de los pensamientos o sentimientos del azabache—. Así que no se preocupen. —Hizo una pausa y continúo—. Cambios de humor —Se dirigió hacia el azabache—. Las mujeres suelen ponerse muy hormonales cuando están en cinta, por lo que siempre están muy sentimentales y cambian fácilmente de humor, pero en el caso de Sasuke no sé si sea así, ya que es el primer caso de embarazo en un hombre que experimento, pero se los digo, por si te llegas a sentir de esa manera Sasuke, y para que tu Naruto —dijo mirándolo sería—. Lo entiendas y seas cuidadoso con él. —Si, definitivamente lo estaba haciendo sentir como una niña—. Antojos, en esta etapa, seguro tendrás muchos antojos, lo que les recomiendo… es que trates de saciar lo más que puedas tus antojos, ya que aunque no es muy probable el que le haga daño a ti o al niño, si no comes todo lo que se te antoja, de cualquier manera, no ay que ponerse en riesgo, así que Naruto, trata de poner de tu parte. Y. —La rubia hizo una larga pausa, como si les fuera a decir algo realmente preocupante, lo cual causo tal efecto en ellos, pues pusieron más atención—. Relaciones. —Ambos abrieron sus ojos grandes, al tiempo que se sonrojaban —Aunque no ay ningún riesgo, por tener relaciones durante el embarazo, debo decir que en la mujer es común que disminuya su deseo sexual, por lo que Naruto. —Lo miro seria—. No puedes forzarlo a tener relaciones, ya que eso si perjudicaría al bebe y también a Sasuke, así que deberás de abstenerte de tocarlo, si él no quiere. —*Abstinencia* pensaba el rubio con una cara sombría.
*¿¡Y como rayos se supone que are eso!?*
*—Puedes usar tu mano derecha* —Se burló el ser de su interior.
*—Tsk… Maldito Kurama.*
*—Jajajaaaja —Lo escucho reír a carcajadas*
Por su parte, el azabache se mostraba tranquilo. 
—Y bueno eso sería, lo que principalmente experimentaran durante el embarazo, al menos, así suele ser en embarazo normal, es decir, en una mujer, pero en el caso de Sasuke no estoy muy segura, pero es mejor que te prevenga de todas formas.
—¿Eso sería todo? —pregunto el azabache con su característica seriedad.
—Sí, me parece que es todo… —dijo repesando mentalmente para ver si no se le olvidaba nada—. Ahhh y una cosa más, es importante que no te alteres que trates de estar calmado lo más que puedas, ya que, cualquier tipo de alteración, si podría afectarle al bebe, además de que aún no sabemos si tu embarazo es de alto riesgo, pero podría serlo.
—¡Muchas gracias Tsunade oba-chan!
—¡¡¡¡Ya te dije que no me llames así mocoso!!! —Estaba a punto de darle un buen golpe, cuando recobro la compostura al mirar al azabache, que la miraba serio. —Ejem —carraspeo—. Como dije, ninguna alteración. —Fulmino al rubio con la mirada—. Así que Naruto, no lo hagas enojar.
—Bien, gracias ttebayo.
—Y no olviden venir dentro de 2 meses.
—Pero… lo de a dar a luz… —menciono el azabache un poco cohibido, algo raro en él. 
—Ah bueno… eso ya te lo contare después —dijo casi corriéndolos, lo último que quería era asustarlo más.
Ambos se despidieron de la rubia, para después marcharse. 
Y así fue como empezó todo…
"1 mes después  y “3 meses de embarazo”
Ya había pasado 1 mes desde aquella visita a Tsunade, y tal como había predicho la Hokague, los efectos secundarios a parte de las náuseas, ya se estaban haciendo presentes.
Primero fueron los “antojos. ”
—Pues ahora duérmete con el perro.
—Ahora duérmete con el perro… —trato de imitarlo fastidiado mientras recordaba.
Y es que a su queridísimo esposo, se le habían antojado cerezas, estaba bien, quería complacerlo, consentirlo, ayudarlo con su embarazo, así que no había problema, excepto que… ¡eran las 2 de la mañana!, ¿En dónde rayos conseguiría cerezas a las 2 de la mañana? Se preguntaba.
Y si antes se atrevía a contradecirlo, o a decirle algo, es porque sabía que no estaba en riesgo, pero ahora ya no estaba tan seguro, por eso de vez en cuando se defendía, aun cuando sufriría daños a su persona, pero ahora… Es que la vieja Tsunade les había dicho que su embarazo podría ser de alto riesgo “más dirigido hacia él, que al azabache”, por lo que tenía que estar en paz.
*Así que Naruto, no lo agás enojar*
—Maldita oba-chan…
No sabía si era plan del azabache que se hubieran puesto de acuerdo, una confulación o como se diga pensaba, se habían puesto de acuerdo para torturarlo, o el caso fuera que se lo decía porque realmente creía que podría ser de alto riesgo.
Así que mejor no arriesgarse, no le gustaría hacerle daño a él ni a su bebe, aunque no solo por eso lo hacía, si no que de verdad quería consentir a su azabache, y  más ahora que llevaba en si vientre al fruto de su amor. Así que estaría dispuesto a cumplirle cualquiera de sus caprichos. “Aun cuando fueran las dos de la mañana”, además… no quería dormir con el perro.
Y por eso estaba ahí… conduciendo a las 2 de la mañana, bajo la lluvia y con pesar por el sueño que ya tenía, pero no podía regresar hasta encontrar las malditas cerezas que se le habían antojado a su esposo.
Lo cual lo volvía a contrariar ¿cerezas?, ¡si Sasuke odiaba lo dulce! , lo sabía de antemano, lo conocía perfectamente y le pedía… ¿cerezas?
—Puede que incluso se te antoje algo que antes no.
Cuánta Razón tenía la vieja Tsunade.
Entonces vio un establecimiento abierto “por fin” suspiro aparcando el auto, eh inmediatamente se dirigió hacia el establecimiento.
………………………………….
—N… no esss-ta t-tan mal —decía temblando el rubio, mientras trataba de acomodarse dentro de la casita del perro, el cual por cierto había sacado, para poder tener más espacio.
Y es que, aunque había encontrado “por fin” un establecimiento abierto, no había cerezas, por lo que, después de dos horas más buscando, derrotado, decidió volver a casa, pensando que el azabache se compadecería al ver sus esfuerzos sin éxito de buscar sus cerezas hasta las 4 de la mañana.
Pero nooooooo.
En cambio el muy teme, solo le contesto “No buscaste bien” para después cerrarle la puerta en la cara.
Y ahora estaba ahí, durmiendo con el perro, bueno no, porque lo había sacado.
—Pe-pero… ya verás… de-después de que nazca él bebe ¡Sas-Sasukeeee temeee! ¡Dattebayooo!, ahhhyyy pero que frio…
Después siguió con los “cambios hormonales” o “cambios de humor” 
—¿Qué estás viendo?, si te gusta tanto, pues vete con ella —le reprochaba el azabache, enfadado.
A Naruto ya le parecía demasiado rara su actitud, le había dicho Tsunade “cambios de humor” pero esto…
—Sasuke… es un señor —decía señalando al hombre de larga melena rubia mientras suspiraba.
—Pues no me pareció que lo fuera —dijo con el ceño fruncido.
—¡No por que tengan el cabello largo quiere decir que sea una chica! 
—Ya ves que si lo estabas viendo.
—¡Es un hombre!
—¿Y? ¿Y qué, que lo sea?
—¿¡Que quieres decir!? ¡Ya te eh dicho que no me gustan los hombres!
—¿¡Entonces porque estás conmigo imbécil!?
—¡Ya te lo dije, contigo es diferente, no es porque seas hombre o mujer, no es por que seas hombre, es porque a ti te amo! ¡Entiéndelo ttebayo!
—¿Entonces quieres decir que no te gusto?
—¡Por supuesto que sí!
—¡Pues así como te gusto yo, te pueden gustar otros hombres!
—Sasuke… —masajeo las sienes—. Tú eres… —le dijo lento y con un tono serio para que comprendiera—. Él único hombre que me gusta eres tú, porque a ti te amo, y porque te amo, es que puedo ver y reconocer tu belleza, un hombre al que le gustan los hombres, puede ver y reconocer la belleza de los demás hombres —dijo tomándolo de las manos—.  Pero yo solo puedo ver la tuya. Yo solo puedo verte a ti.
—Hmm… —El azabache comprendió y avergonzado se volteo hacia otro lado, parecía que por fin le había quedado claro,  en especial por que se sentía de esa misma forma para con Naruto.
—¡Sasuke-kun! ¡Naruto! —De repente escucharon una voz chillona que se acercaba, de inmediato supieron de quien se trataba.
—¡Sakura-chan! —dijo el rubio volteándose rápidamente para saludar a la pelirrosa, soltando en el proceso al azabache.
De pronto volvió a sentir la misma aura asesina de hace un momento, su alarma de peligro se había vuelto a activar, lo supo, así que dejo caer su cabeza derrotado, sabiendo que otra discusión le aguardaba.
Siempre había querido que Sasuke lo celara aunque sea un poco, pero esto, ¡era demasiado!
………………………………………
Habían pasado un par de días después de ese suceso. Y como todo hombre, tenía necesidades, y con necesidades, ya saben a qué me refiero…
Había tratado de contenerse, incluso había utilizado su mano derecha como le había sugerido Kyuubi, pero no era suficiente, en verdad lo necesitaba, necesitaba estar con él, no solo para satisfacer sus deseos carnales, sino porque también quería sentirlo, sentirse uno solo, lo extrañaba. 
Y se preguntaba si Sasuke sentía lo mismo.
Entonces recordó, su conversación con la hokague. Había dicho, que en el caso de las mujeres solían disminuir su apetito sexual, a veces hasta ser nulo, pero en el caso de Sasuke por ser hombre no estaba tan segura. Solo esperaba, que no fuera así. También recordaba, que le había dicho que en caso de tener relaciones ósea, de hacer el amor, no afectaría al bebe, ni a la madre, así que, es por eso que se animó a intentarlo.
—Sasuke… 
—No.
Claro, a menos que se negara.
—Pero Sasuke… 
—No.
—5 minutos...
—No
—Sasuke…
—¡No!
Y lo forzara.
—¡Solo la puntita!
—¡Usuratonkachi! —dijo cerrando su libro de golpe —¡Ya te dije que no! —le grito.
—¡Pues entonces apaga las luces!
Pero no lo iba a hacer, no le haría daño ni a él, ni a su hijo.
—¿¡Me estás diciendo que hacer!?
—¡Digo que…!
—No es bueno discutir con un embarazado tonto.
—Que apagues las luces cuando acabes de leer tu libro ttebayo… —dijo y se escondió bajo las sabanas abatido.
—Falta de deseo sexual.
Rayos, odiaba que la vieja Tsunade, tuviera tanta razón.
*—Chico…*
*—Ya se…*  —De pronto salió de entre las sabanas para dirigirse al baño.
Sabía que si no sacaba esas ganas, no podría dormir. Así que llegando al baño, comenzó su labor.
*—Yo hablaba de darte una ducha, niño idiota.*
*—Tsk... Maldito zorro.*
Y así habían pasado más días, de la misma manera, con cambios de humor y todo lo que había dicho Tsunade que pasaría, como ya había pasado, y ya tocaba su cita, puesto que había ajustado los 4 meses de embarazo.
Y mientras se acercaban al consultorio de la rubia, se preguntaba, si así era su situación a los 4 meses, ¿cómo sería a los 6?
Se preguntaba, mientras iban llegando al consultorio de la hokague, la cual a pesar de ser una persona bastante ocupada, había decidido encargarse ella misma de la situación del Uchiha, por ser un caso particular y especial, lo había decidido desde el primer momento que supo que Sasuke estaba embarazado.
Y ahora se encontraban ahí, puesto que tocaba su cita.
……………………………………………………….
Le tocaba el abdomen, emergiendo de su mano chakra azul, que pasaba por todo su estómago, para comprobar que todo estuviera bien.
Por su parte, Sasuke se encontraba expectante, aún no asimilaba del todo, lo que estaba pasando, y no negaba, que aun siendo el fuerte uchiha que siempre había sido, o que se había obligado a ser después de la trágica muerte de sus padres, sintiera miedo.
Y no lo entendía, no entendía cómo podía sentí
Naruto no podía estar de otra forma, Sasuke podía saberlo con lo fuerte que podía sentir  la mano de Naruto apretando la suya, y con el inmenso esfuerzo que estaba haciendo por permanecer callado, algo que resultaba muy difícil en él.
Pero es que estaba tan ansioso, y a la vez tan temeroso de que algo pudiera estar mal, que lo demostraba no diciendo ni una sola palabra, para estar al pendiente de las expresiones y los movimientos de la rubia, hasta que le diera un diagnóstico, “una buena noticia”, para ser exactos.
Es por eso, que no se atrevía a interrumpir o decir algo, solo quería que la rubia hiciera bien su trabajo y les diera una buena noticia.
La rubia por su parte, se mantenía totalmente concentrada, revidando una y otra vez el vientre del azabache, por su cara, parecía marchar todo bien, ya que sonreía levemente y de vez en cuando asintió con la cabeza.
Ambos padres primerizos comenzaban a sentirse aliviados, hasta que…Una expresión, que no paso desapercibida para ambos, en la que había dejado de sonreír y en su lugar hubiera levantado su ceja en forma de incertidumbre, como si hubiera algo raro, lo había echo sentirse inquietos y asustados.
Así transcurrieron algunos minutos más, en lo que la rubia no decía ni una sola palabra, y solo se abstenía a hacer muecas. Los minutos les parecieron eternos. Hasta que por fin la rubia hablo…
—Bien —dijo dejando de emanar chakra de su mano—. Todo parece estar bien. 
—¿¡Cómo que todo está bien y esas expresiones que ttebayo!?
—Naruto… —Suspiro la rubio para no volverse a enojar como la otra vez, al sentir que le estaba faltando al respeto. Se paró y se dirigió hacia su escritorio.
El azabache se incorporó y bajo su camisa para cubrirse el estómago, el rubio por su parte le extendió la mano para ayudarlo a bajar de la camilla, pero el pelinegro se negó, ignorándolo y bajando por sí mismo.
—No soy una niña —le dijo mirándolo de reojo, para después dirigirse hacia el escritorio donde Tsunade se encontraba y sentarse, el rubio solo se reservó a inflar sus cachetes con enfado y después lo siguió.
Como extrañaba sus peleas, o más bien devolvérselas, pero estaba haciendo el mayor esfuerzo por abstenerse, por su condición y las recomendaciones de la vieja Tsunade.
—Todo parece estar bien —dijo la rubia cerrando sus ojos para concentrarse—. Pero ay algo… —Los miro seria, asuntándolos—. En lo que aún no tengo la certeza.
—¿¡Y que es Tunade-obachan!?
—Lo mejor es que no les diga antes de tiempo, hasta que tenga la certeza —dijo ignorando lo anterior—. Así que, hasta que esté totalmente segura, les contare de qué se trata. Pero por el momento, les puedo decir, que estas en perfectas condiciones, el embarazo va muy bien, supongo que estas siguiendo mis recomendaciones… —Se dirigió al azabache.—. Eso me alegra Uchiha. 
—Pero… ¡Tsunade oba-chan!
—¡¡YA TE DIJE MOCOS QUE!!... —paro en seco mirando el azabache—. Ejem… Ya te dije que todo va bien, no tienen de que preocuparse, ese solo un detalle, pero todo está bien ¡entiéndelo!
—¡Pero es que no entiendo!
—Tsk… —Se masajeo las sienes—. Creo que no debí decir nada… Pero lo mejor es que no les diga más hasta comprobar mis sospechas, por ahora confórmense con saber que todo está bien. —Al escuchar eso, ambos presentes se sintieron aliviado, en especial el rubio, parecía que ya le había quedado claro, que no importaba que fuera, que al menos su hijo estaba bien, al igual que Sasuke y eso es todo lo que le importaba—. Pero si quiero que vengan dentro de dos meses, entonces podre disipar mis dudas y las de ustedes.
—Bien ttebayo.
—… —El azabache por su parte solo se reservó a asentir con la cabeza.
…………………………………………………….
De camino a casa, el rubio se preguntaba, a que se refería con “un pequeño detalle” la rubia, empezó a pensar, ¿en que podría ser?
Pensó que tal vez, por ser el hijo de dos grandes y poderosos ninjas, su hijo seria alguien súper dotado, con habilidades increíbles, y muy poderoso.
—¿En qué estás pensando usuratonkachi? —hablo el azabache, sacándolo de sus pensamientos. 
—Sasuke, y si nuestro hijo, es muy fuerte debido a nosotros…
—…
—Y si tiene el sharingan, el rinnengan y puede hacer un millón de multi clones de sombra.
—… —El azabache solo lo escuchaba atento.
—Ahhh no espera… —Se detuvo en seco, el azabache lo miro expectante, alzando una ceja—. Y si le sale mejor que a mí el jutsu sexi. 
—… —El azabache casi se cae de la impresión, pero solo le resbalo una gota de sudor, por su frente, se suponía que no podía sorprenderlo más con su torpeza, pero seguía haciéndolo.
—Ahhhh que desesperante… Quiero decir, no saber cuál es ese detalle, ¿Por qué simplemente no nos dijo y ya?
—Porque sería una teoría —le contesto llamando su atención—. Y va en contra de sus principios, como médico, dar solo teorías, tienen que estar seguros de su diagnóstico antes de darlo, basándose en pruebas y hechos, para que sean verídicos. —El rubio sonrió antes su respuesta, amaba que hablara con tanta seguridad, y demostrando su inteligencia,  era algo que le encantaba de él.
Pésese que al principio les había traído muchos problemas, por hacerlo sentir inferior y un tonto, pero después se dio cuenta que en realidad lo admiraba, y llego a aprender de él, lo ayudo a madurar. Bueno, aunque sea un poco.
—Bueno, solo espero que todo esté bien.
—Ella ya dijo que todo está bien.
El rubio lo observo unos segundos y luego le sonrió enternecedor, pero al azabache le pasó desapercibido por ir concentrado en el camino, ya que estaban saltando de árbol en árbol.
Naruto sabía, pudo sentir, aquel momento, cuando la rubia lo estaba revisando, que al igual que él, estaba asustando, y aunque en ese momento no podía pensar con claridad, ahora que les habían dado buenas noticias y se sentía más aliviado, podía hacerlo.
Y se había dado cuenta, que Sasuke estaba empezando a amar, a ese ser que aún no conocían, si no es que… ya lo amaba, y eso le reconforto.
Lo supo, al recordar como estaba de asustado al igual que él, por miedo a recibir alguna noticia, y lo concentrado que estaba por recibir respuesta, por eso supo lo mucho que le importaba y que muy probamente, que ya lo amaba.
Y Saber que era así, le hacía saber, que sería un muy buen padre… o madre, no sabía cómo llamarlo aún, pero que así seria, y que lo cuidaría con todas sus fuerzas al igual que él, y entonces no tendría de que preocuparse, porque había quedado en buenas manos, en  las manos de unos padres amorosos, que lo amarían y cuidarían tanto, para que nada, ni nadie pudiera hacerle daño, y el mismo cuidaría de Sasuke también.
 
1 mes después y “5 meses de embarazo”
—Naruto… —dijo volteando a mirar hacia otra parte apenado.  
—¿Eh...? Sasuke, ¿estás bien? —Se preocupó de repente el rubio.
—… —El azabache que trataba de controlarse cerró sus ojos, temblándole una ceja con nerviosísimo y a la vez un tanto frustrado, odiaba sentirse como una chica, pero en verdad quería compartir esto con Naruto, pero hacerlo le hacía sentirse avergonzado. Así que haciendo un sobre esfuerzo por dejar de sentirse así y mostrarle, se levantó la camisa.
—¿Sasuke que…? —Eso le tomó por sorpresa, al principio no entendió por qué lo hizo, pero después de observarlo bien entendió.
El estómago del azabache empezó a moverse, se veía como 
—¡Waaaaaa! Sasuke —dijo casi con estrellitas en los ojos, estaba realmente emocionado, así que de inmediato se posiciono junto al azabache y sin pedirle permiso, puso su mano sobre su estómago lo cual lo sonrojo aún más de lo que ya estaba—. ¡Se está moviendo ttebayo! —No podía dejar de admirar como daba patadita tras patadita, sintiéndolas en su mano, estaba realmente feliz, y Sasuke con tal escena se sentía igual y aún más porque él lo podía sentir incluso desde adentro, su bebe, su hijo, de ambos pensaba el azabache mirándola escena—. Nuestro bebe ttebayo.
La conexión de Sasuke se había vuelto más fuerte, ahora estaba seguro que lo amaba, de hecho, se dio cuenta, que desde el primer momento, en que empezó a formarse, ya lo amaba. Y estaba seguro que Naruto también lo amaba, era solo ver esa cara de bobo que tenía ahora para saberlo.
Y entonces… sin siquiera preverlo o poder evitarlo, comenzó a llorar.
—¿Sasuke?, eh… ¿estás bien? ¿Te está pateando muy  fuerte ttebayo? ¿Por qué lloras?
—¡N-no estoy llorando!, y ya suéltame! —Se voltio abruptamente, haciendo que el rubio le soltara.
Estaba muy conmovido, esos últimos meses desde que recibió la noticia sentía había estado muy confundido, como si no tuviera los pies en la tierra, con las hormonas revolucionadas, a veces de lo más feliz, a veces con miedo de perderlo, a veces triste por pensar que no podrá, y otras simplemente no se lo podía creer, había estado viviendo como en un sueño, entre la realidad y la irrealidad, al pensar que realmente estuviera soñando, con sentimientos encontrados, había estado en un especio de duelo consigo mismo, tal vez es que se tratara por las hormonas debido al embarazo, o tal vez se debiera a él, que aún no caí del todo en cuenta, que realmente, estuviera un ser, creciendo dentro de él, “su hijo, y simplemente no sabía que pensar, era verdad que estaba sumamente feliz por eso, “su hijo”, pero, eso lo aria menos hombre, lo aria más débil, además estaba el hecho de que… amaba a ese ser tanto que aún no nacía que… el solo pensar que alguien lo pudiera lastimar le dolía, el poderlo proteger, le llenaba de miedo, y la cuestión que lo dejo atónito desde el principio, que él era “hombre”, ¿cómo podía estar embarazado?, le hacía sentir como un bicho raro. Ese había sido el duelo en el que había estado desde hace 5 meses, cuando lo supo. Y todo ajeno al rubio, y a los demás, había estado lidiando con ello el solo, dentro de un caparazón, impenetrable, para mostrándose como siempre había sido, un hombre fuerte, que parecía no tener emociones y que no era nada sensible, cuando por dentro, estaba teniendo una guerra.
Pero ahora, había tocado el suelo, al sentir sus movimientos dentro de él, sabía que era real, no estaba en un sueño, y entonces todo lo demás le dejo de importar para disfrutar solo de la felicidad que ese momento le estaba dado, que esa realidad le daba y le seguirá dando, que su hijo y Naruto, le estaban regalando.
Eso no lo aria menos hombre, pero ya no le importaba si lo pensaban o llegaran a pensar, y no seguiría teniendo miedo, porque no dejaría que nadie lo lastimara, lo protegería con todas sus fuerzas. Y que importaba si era un bicho raro, tampoco le importaba ya, siempre había sido diferente, y eso lo hacía aún más especial, podía dar vida. 
Lo único que realmente le importaba ahora, es que estaba ahí, creciendo dentro de él, “su hijo” y de la persona que amaba. Lo único que importaba era eso, que era verdad y no un sueño, que él y Naruto tendrían un hijo, fruto del amor infinito que se tenían.
Por eso no podía dejar de llorar.
—Sasuke…
—¡Cállate Usuratonkachi! —Y sin más, se fue a paso veloz hacia el cuarto de lavado. 
—Va… mujeres… —Se cruzó de brazos 
—¿¡Qué dijiste!? —Lo oyó gritar.
—¡Ah na-nada!!
*—Miedosito…*
*—Tu cállate Kyubi…*
*—Vamos chico, acepta que le tienes miedo al Uchiha, te domina.*
—¡Yo no le tengo miedo a Sasuke! ¡Y no me domina!
—¡¡¡Naruto!!!
—¡¡Waaaaa!! —Y sin siquiera saber qué es lo que quería o esperar a que le dijera, se echó a correr como ratón asustado.
………………………..
*—Al final si le tuviste miedo.*
*—No le tengo miedo, es solo que… últimamente se pone peor que Sakura-chan, además no puedo decirle nada estando así.*
—¡Naruto! ¿Con quién estás hablando? —Interrumpió su conversación interna, una voz muy conocida.
—Ah Sakura-chan, ¿Cómo estás? Dijo nervioso, resbalándole, una gota de sudor por la frente.
Solo esperaba, que no lo hubiera escuchado…
………………………………….
Eran pasadas de las 12:00, y el rubio seguía ahí, en el comedor de la casa que compartía con el azabache.
Lo cierto era, que ahora que se aproximaba la fecha del parto, su presión había aumentado considerablemente.
Ahora que el azabache no trabajaba, todos los gastos habían tenido que solventarles el solo, y no había sido nada fácil. 
La comida, utensilios y cosas que necesitaban para los dos, además, ropita, biberones, pañales, la cuna y más cosas con las que se estaban previniendo para cuando naciera él bebe, más lo que necesitaría después de que naciera y más aparte lo del hospital.
—¡Agh! —articulo enfado mientras lanzaba al aire el montón de facturas, y papelitos con cuentas que había hecho, para después recargar su cabeza en la mesa cubriéndose el rostro con sus brazos.
Un bebe no era nada barato, debía decir, aunque realmente nunca se había puesto a pensar en eso, es más, ni siquiera le había pasado por la cabeza, por la cuestión de que ambos eran hombres, así que no podrían tener hijos, por lo que ni siquiera se lo planteo, se había confiado en eso. Pero claro, puede hacer mil multi clones de sombras, trepar arboles sin necesidad de sus manos, caminar sobre el agua, expulsar electricidad de sus manos, manipular el viento, la tierra, el fuego y el agua, pero dos hombres no podían tener hijos, valla, y ahora se daba cuenta de lo tonto que había sido, de haber tenido este razonamiento antes, seguro que si se lo haya planteado.
Pero no me malinterpreten, por supuesto que estaba feliz, sumamente feliz de saber que tendría un  hijo con el azabache, era su sangre y del amor de su vida, por supuesto que estaba feliz.
Era solo que, de haber sabido o pensado que esto podría pasar, lo hubieran planificado mejor, en un mejor momento, como cuando el ya fuera hokague, así no estaría tan agobiado por las cuentas y en cómo le iba a hacer, sin embargo… Estaba realmente feliz.
Así que pensó, que no importa cómo, él podría, él los sacaría adelante, y que nada les faltaría, así tuviera que renunciar a ser hokague.
—2 trabajos, debo tener dos trabajos ttebayo —dijo con la voz algo distorsionada por la posición en la que estaba.
—No seas imbécil, así no podrás ser Hokague—. Y como siempre su esposito, siempre reconfortante.
Levanto la cabeza para verle. Estaba justo a su lado.
—Sasuke… ¿Estas despierto?
—No podía dormir. —Se volteo a ver hacia otro lado. —No puedes tener dos trabajos. 
—Pero… es la única manera… 
—Yo te ayudare—. Lo oyó, y de inmediato, en vez de sentirse reconfortado con eso, se sintió enojado.
—No, Sasuke. —Ahora si se enderezo por completo, haciendo que el azabache volviera su vista a él—. No quiero que tu trabajes, tienes que cuidar a nuestro hijo, además piensas que no podre solo, me subestimando —dijo enfadado, para después mirar hacia cualquier otro punto. 
—Yo sé que tú puedes usuratonkachi, pero no dejare que renuncies a tu sueño, nos turnaremos. —El rubio volvió su vista hacia el azabache, topándose con sus ojos, que lo miraban serio—. Cuando te manden de misión a ti… Yo cuidare de Menma. 
—Menma… —balbuceo conmovido, por elegir uno de los nombres que el había propuesto.
—Y cuando me manden de misión a mí, tú cuidaras de él.
—Pero… 
—Al menos hasta que seas Hokague dobe… después podrás pagarme con tomates. 
—¿Tomates?
—Toda clase de comida con tomates. 
—Una verdadera pareja, los verdaderos amantes, es cuando se apoyan mutuante, incluso en los tiempos difíciles, están el uno para el otro, en las buenas y en las malas… ¿Entiendes, Naruto? —Termino de decir y siguió escribiendo su novela “Icha icha” 
—¡Pero así nunca conseguirás pareja ermitaño pervertido!
—¡Que no me digas así mocoso!
—Sasuke… —Entonces entendió las palabras de Ero-sennin, Sasuke no lo hacía por subestimarlo, o no creer en él, al contrario, porque creía en él, porque en verdad quería ayudarlo, para que cumpliera su sueño, porque creía en él. Y porqué estaría a su lado, incluso en los momentos difíciles, lo entendió, cuando lo miro a los ojos, entonces pudo leer su corazón. Se recrimino por ser tan tonto a veces, y dudar sobre los sentimientos del azabache.
—Eso hacen las parejas, los verdaderos amantes, están el uno para el otro, ¿Entiendes Naruto?
—Te comprare todos los tomates que quieras ttebayo… te comprare un huerto entero —dijo sonriéndole tiernamente.
—Hmm… —El azabache solo le sonrió de medio lado.
Por fin le había quedado claro, en las buenas y en las malas, siempre estaría con él, apoyándolo, ayudándolo, creyendo en él, como él había hecho con él.
 
1 mes después y “6 meses de embarazo”
Se miraba en el espejo… Una y otra vez, se acomodaba la camisa, el pantalón. Había elegido las tallas más grandes, y aun así, no era fácil abrochárselos, la camisa terminaba subiéndosele hasta mostrar su obligo, ya saltado por cierto, dejando ver todo su estómago.
—Tsk… —Cerro los ojos con frustración.
—… —El rubio que se encontraba sentado en la cama, solo lo observaba sin decir nada… Sabía que cualquier palabra incorrecta o mal dicha, podría ser su fin.
—Estoy gordo —dijo de repente y se volteo a mirar hacia el rubio—. ¡Estoy gordo y es tu culpa! —Lo señalo enojado.
Para esto, se supone que el rubio tenía que calmar la situación, pero de repente, se le había olvidado lo que le había dicho la vieja Tsunade. Y entonces…
—Si, como si yo fuera el único responsable —dijo y se cruzó de brazos, mirando fastidiado hacia otra parte. “Error”.
—¡Tu maldito usuratonkachi! —dijo tomándolo repentinamente por el cuello de la camisa, y prácticamente poniéndole la panza en la cara. 
—Waaa Sa-Sasuke…  —Y fue ahí, que se dio cuenta de su error.
Tsunade la había dicho…  
—No debes discutir con él.
—Pero si me hace enojar… —dijo inflando los cachetes.
—Solo dale por su lado, si y no, dependiendo de la cuestión, y con eso será suficiente.
Sí, porque, en otro tiempo, en otro panorama, o para ser más específicos, cuando Sasuke estuviera totalmente bien, es decir… sin ningún bebe en su vientre. Ellos dos, probablemente ya estarían peleando, era algo de ellos, es como si de vez en cuando necesitaran esas peleas, para saber que estaban ahí, para sentir que las palabras del otro aún tenían poder e importancia sobre el otro, además les divertía, no pasaba de insultos. Después de su última pelea en el valle del fin, jamás volvieron a tocarse de esa manera. Tal vez… “de otras maneras”… pero golpearse, jamás.
Pero lo que si siguió, fueron los insultos, aunque por lo general era el azabache el que empezaba, haciéndolo molestase, y por supuesto Naruto no se quedaba con los brazos cruzados, por lo que terminaba contraatacándole hasta llegar a una pequeña discusión.
Pero ahora, desde su embarazo, se había vuelto más tolerante, en especial por que tenía que serlo, ya que no quería poner en riesgo, ni a su hijo, ni a él. Es por eso que cada que lo insultaba, él tenía que hacerse de toda su fuerza de voluntad, por tragarse sus propias palabras, y quedarse callado.
—¡Idiota!, ¿¡Me estas escuchando!? 
Pero valla que le resultaba difícil.
—¡Sí! —Contesto finalmente levantado las manos en forma de rendición—. Lo que quise decir… es que… yo… es… que… ¡Que no te ves gordo ttebayo!
—¿¡Me estás diciendo mentiroso!?
—¿Eh?... ¡Noooo!
—¿¡Entonces que!?
—Eh… que… pues. —Ya no sabía ni que decir—. Quiero decir… Que para mí, te ves muy tierno así —dijo mirándolo directamente a los ojos, mientras le sonreía tierno, estaba diciéndole lo que realmente sentía, y el azabache lo supo, porque de inmediato se relajó, incluso pudo percibir un leve sonrojo en sus mejillas.
—… —El uchiha finalmente lo soltó, y escondió su rostro bajo su largo fleco azabache.
—Sasuke, para mi te sigues viendo tan hermoso como siempre.
—Na-Naruto… —Fue lo único que logro decir.
………………………………………………..
—¡Waaaaa! ¡Pero Kakashi-sensei, tengo que volver ya! —Gritaba el Uzumaki desesperado.
—La misión aún no termina Naruto.
Habían pasado un par de días después, al rubio le había tocado ir de misión, pero eso no era lo malo, lo malo era, que había tocado justo un día antes de la cita que el azabache tenía con Tsunade para su tercera revisión. Ya hora estaba ahí, suplicándole al que un día fue su sensei, aunque él lo seguía considerando así, que lo dejara volver.
—¡Pero Kakashi…!
—¡Ya cállate de una vez Naruto! —interrumpió la pelirrosa—. Esta vez, solo esta vez, podrías dejar de ser tan escandaloso —dijo frustrada.
—Pero… tengo que ir con Sasuke, hoy es su tercera cita, la del sexto mes, ahora nos dirán cuál es ese “detalle” —dijo trando de hacer énfasis en la última palabra.
—Naruto —volvió a hablar el peli plata—. ¿No crees que si se tratara de algo malo, Tsunade-sama, ya te lo habría dicho?
—Lo se… de echo dijo que todo estaba bien, pero quería saber…
—Naruto, se lo importante que es para ti, pero esta misión también es importante, de esta misión de pende, poder crear una alianza con el país del Hierro, estoy seguro que Sasuke entenderá. —Y siguió con su caminar, mientras escoltaban a un anciano por el desierto, hasta llegar sano y salvo a su país.
—Pero se lo prometí a Sasuke… —dijo bajito, casi inaudible, para que los otros no escucharan, volviendo a caminar para seguirles el paso.
Y es que la razón por la que estaba tan ansioso de volver, no era exactamente para saber cómo estaba su bebe, Tsunade ya le había dejado claro, que estaba bien, así que por esa parte no se preocupaba. Más bien era, por el hecho, de que se lo había prometido al pelinegro, le había prometido acompañarlo a todas sus citas, y no hacerlo sería faltar a su palabra, y el odiaba no cumplir sus promesas, lo hacía sentirse culpable, en especial con Sasuke. 
Solo esperaba terminar pronto la misión y volver lo más pronto que pudiera.
En otro lado de konoha, en el consultorio de la Hokague, para ser exactos. Se encontraba una rubia de orbes color miel, y azabache de ojos obscuros como la noche, ambos mirando atentos, el reloj de la pared.
—Bien Sasuke, parece que Naruto no vendrá, ¿Quieres esperarlo un poco más, o comenzamos ya?
—… —El Uchiha cerró sus ojos, suspirando internamente y luego los abrió—. Ay que comenzar.
…………………………………………………….
Dirigía su chakra azul que emanaba de sus manos por todo su estómago descubierto, el Uchiha solo la miraba concentrado, atento a lo que pudiera a decir. De pronto, vio un gesto extraño en su rosto un gesto que lo armo, había sido como la vez pasada, pero esta vez se veía más sorprendida que la vez anterior. Y entonces comenzó a sentirse nervioso.
—¿Es… Está todo bien? —pregunto temeroso.
—Sasuke… —Lo volteo a mirar a los ojos.
 
8 meses y “9 meses de embarazo después”
Se encontraba saltando de árbol en árbol, totalmente desesperado y con los nervios de punta, esquivando y apartando a todo aquel que se pusiera en su camino.
—Ah lo siento Shikamaru… ¡Mi hijo ya va a nacer! ¡Mi hijo ya va a nacer! —gritaba a todo pulmón mientras seguía corriendo.
Y es que, a pesar de que acaba de llegar de una misión y estaba sumamente cansado, la emoción que había sentido al leer la nota pegada en el refrigerado, le había echo olvidarse de todo su cansancio.
Ey idiota, Sasuke está a punto de parir, pensé que se había orinado pero…
 
El imbécil de Sasuke me acaba de golpear, esta inaguantable, lo llevare al hospital, será mejor que vengas pronto.
Att… tu cuñis, Suiguetsu.
—Suiguetsu… —balbuceo con fastidio.
No podía evitar, que cada vez que pensaba en Suiguetu, sintiera celos, sentía que todo ese tiempo en el que Sasuke no había estado en la aldea, cuando se fue, ese imbécil lo había aprovechado, había aprovechado estar junto a él, como si lo hubiera remplazado en todo ese tiempo que estuvo fuera de la aldea, como si hubiera ocupado su lugar, se habían vuelto muy cercanos, se habían hecho amigos, incluso a veces parecía robarle su atención, y ahora se atrevía decirle cuñis, en verdad lo detestaba, pero lo aguantaba por ser el amigo de Sasuke…
Pero no era momento de pensar en eso, así que se concentró en lo realmente importante “Sasuke está a punto de parir” lo que significaba, que su hijo estaba a punto de nacer, si no es que ya había nacido. Eso es lo que le había emocionado y lo que lo tenía tan contento ahora, su hijo por fin nacería, o tal vez, ya había nacido.
Estaba tan feliz, que no reparo en la gente que lo rodeaba, ni en las miradas incrédulas y que lo miraban mal, por ir tan atolondrado, hasta que llego al hospital, fue entonces, que se calmó un poco por respeto a los demás pacientes.
—¡Naruto! —Lo recibió Sakura al llegar al hospital.
—¿Cómo está ttebayo? —pregunto tratando de tomar aire, esperando recibir una buena noticia.
—Ellos… —La pelirrosa le sonrió enternecedora—. Ellos están bien, muchas felicidades Naruto.
De pronto se sintió aliviado, y a la vez feliz, muy feliz.
—Quiero verlos.
—Está bien, están arriba, en su habitación. —Lo examino bien—. Naruto, ¿y la ropita?
—¿!Eh!?... ¿ropita?
—Ahhh… —dijo suspirando—. No tienes remedio, no preparaste nada ¿cierto?
—¿De qué Sakura-chan?
—Naruto. —Se palpo la frente decepcionada—. ¡Tenías que traer ropita, pañales, biberones y otras cosas!, ¿que no te dijo Tsunade sama?
—Eh pues… —trato de hacer memoria y recordó que así era, pero por los nervios y la emoción, lo había olvidado —Ahhh en verdad no tienes remedio, se nota que eres primerizo, bueno, te ayudare con lo que necesitas, y mientras… —Le volvió a sonreír—. Tú ve a verlos —le guiño el ojo para después empezar a alejarse.
—¡Espera! ¡Sakura-chan! ¿¡En donde es…¡?
—¡Piso 4, habitación 2-B! —Le alcanzo a oír antes de que desapareciera de su vista.
Su corazón empezó a latir muy fuerte, mientras comenzaba a avanzar hacia la habitación donde se encontraba su hijo y su esposo.
Al llegar… se paró un momento detrás de la puerta y respiro hondo, no quería llorar, pero sentía que en cualquier momento lo aria.
Y así fue…
Cuando entro a la habitación, encontró a Sasuke con un bebe de cabellos rubios que en ese momento dormía plácidamente sobre sus brazos. 
La escena era tan enternecedora, en especial por esa bella sonrisa en los labios del azabache que tenía en ese momento mientras veía a su bebe, un cuadro perfecto y hermoso. Su familia. Y entonces ya no pudo contener más sus lágrimas.
—¿Dobe?... ¿Estas llorando?
—¡Ah!, na na… es que se me metió una basurita a los ojos ttebayo —decía con una voz aguda, mientras se acercaba a ellos.
—Usuratonkachi.—Sasuke cerró sus ojos, mientras volvía a sonreír y luego lo volvió a mirar. —¿Quieres cargarlo?
Naruto abrió sus ojos grandes, mirando al pequeño y frágil bebe.
—Pe-pero… —El azabache, ya se lo estaba tendiendo para que lo tomara—. ¿Pero y si le hago daño?
—Claro que no dobe… 
El rubio finalmente lo tomo entre sus brazos, con mucho cuidado, sentía como si se pudiera deshacer, lo observo detenidamente, y se dio cuenta que se parecía mucho a él.
Aun no se lo podía creer, que ya fueran padres y que tuviera entres su brazos a su hijo, así que sonrió enternecedoramente. Esta vez fue el azabache el que lo admiro, verlo así, le hacía muy feliz, ahora tenía su propia familia, la familia que una vez perdió, que le arrebataron, solo se preguntaba, como sería, si sus padres estuvieran ay, si su hermano estuviera ahí. Seguramente estarían felices por él.
—Naruto… —De pronto la voz de una chica rubia, que ya bastante bien conocía, interrumpió el cuadro perfecto dentro  de esa habitación.
—¿Eh? —Voltio a verla aún con esa sonrisa en sus labios. Y entonces se percató de algo, un pequeño bultito que tenía entre sus brazos. 
—¿Quieres conocer a tu otro hijo?
Entonces de pronto se desconcertó ¿Acaso había escuchado bien? Las palabras empezaron a hacer eco dentro de su mente.
—¿O-otro hijo?
—Sí. —Asintió la Yamanaka acercándose a él, y le dejo ver la carita de un pequeño, que también dormía plácidamente, el cual se parecía mucho al azabache, eh incluso tenía su mismo color de cabello.
—Quieres decir que… ¿¡Tu-tuvimos dos bebes!? —Ahora si estaba asustado, feliz, pero asustado, ahora sí tendría que trabajar más.
—En realidad tres —dijo la pelirrosa entrando con otro bebe en brazos, en realidad una niña que a simple vista, se notaba lo parecida que era a la mama del rubio, con sus ojos gris-violeta como los de Kushina y sus mismas facciones, solo que en vez de pelirroja rubia, como él, además de que también había heredado sus marquitas, la cual si estaba muy despierta.
—Tres-tres bebes… —Estaba atónito, ya no sabía si sentirse, muy feliz, o muy, muy asustado…
Está bien… vamos a repasar.
Una boca más que alimentar = Presión´
Dos bocas más que alimentar = Pánico
Tres bocas más que alimentar = …
—Sakura-chan, puedes sostener a mi hijo. —La pelirosa tomo al bebe, quedando con un bebe en cada brazo, y…
—¡Naruto! —grito la pelirrosa.
Tres bocas más que alimentar = Un infarto.
—¡¡¡Naruto!!! —Escucho por último la voz de su esposo, antes de ya no saber más—. ¡¡¡Usuratonkachi!!!
Y así fue, como Sasuke se quedó viudo.
 
 
 
 
 
Naaa, no es cierto, Naruto solo se desmayó, ya cuando recobro la conciencia, realmente se puso muy feliz, pero lo que también fue cierto, es que si tuvo que trabajar más, mucho mucho más.
Pero así fue como formo su pequeña familia… o bueno, ni tan pequeña, lo que también le había quedado claro al rubio, es que de ahora en adelante, empezaría a usar condón. 
 
Fin
 

Notas finales:

Muchas gracias por aver leído, espero que les aya gustado, ¿review? n_n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).