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74. Tuyo por Siempre (08) por dayanstyle

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Notas del fanfic:

Jung min esta vivooooooooo

Kim Kyu Jong se detuvo al ver a un hombre tendido boca abajo en el suelo. Miró alrededor del bosque, pero no vio a nadie más. No todos los días se topaba con alguien que tomaba una siesta en el suelo. Ni siquiera estaba seguro de si debía molestar al chico o no. Parecía bastante cómodo acostado cubierto de hojas.

—Hey, ¿necesitas ayuda? —preguntó mientras olfateaba el aire. No podía decir si el chico era un humano u otra cosa. Caminando con cuidado más cerca, le dio un golpe al chico con la punta del pie—. Hey, ¿estás bien?

El chico no se movió. ¡Oh! ¿Y si estaba muerto? Bueno, eso explicaría que no respondiera. Kyu Jong cayó de rodillas, esperando como el infierno no estar tocando un cadáver. Eso sería demasiado grave.

Agarró el hombro del hombre, luchando con el peso del extraño cuando lo giró. El hombre dormido era bastante pesado.

Kyu Jong se quedó sin aliento cuando el desconocido cayó de espaldas. Su rostro estaba cubierto de quemaduras, y se veía tan desagradable que Kyu Jong se sintió un poco mareado sólo de verlo. El tipo era tan blanco como una sábana y sus rasgos estaban demacrados. Era imposible saber cuánto tiempo había estado aquí.

Ew.Kyu Jong apartó la mano. ¡Había tocado un cadáver!

 

Estaba a punto de levantarse y alejarse de la cosa cuando los párpados ennegrecidos se abrieron de golpe.

 

Kyu Jong gritó, tratando de correr, pero sólo logró caer de culo.

Trató de orientarse, pero el cadáver se lanzó sobre él, aplastándolo antes de abrir la boca y revelar unos colmillos afilados.

—Por esto, lo siento mucho.

 

Gritó cuando el vampiro mordió su cuello, la voz de Kyu Jong resonó en el bosque mientras su vista se nublaba.

Sabía que debía haber tomado un camino diferente.

 

Empujando con sus manos el pecho de la cosa, intentó apartar al hombre, pero el vampiro era demasiado fuerte para que él lo apartara.

—Detente —Kyu Jong rogó sin aliento—. ¿Vas a matarme?

 

La succión en el cuello se desaceleró, pero el hombre no lo liberó.

La sensación había pasado de dolor, a algo que le hacía preguntarse si estaba perdiendo la cabeza. El fuego lento se convirtió en... agradable.

«¡Oh, qué asco!» Ahora se estaba excitando por un cadáver. ¿No estaría su madre orgullosa de él? Ella dijo que tenía que salir y tener más citas, pero esto era simplemente enfermo. Incluso con esos pensamientos, su pene se endureció, palpitando entre sus piernas mientras las manos del hombre se deslizaban por su espalda, acercándolo más. No había manera de que pudiera resistirse, no cuando el control sobre él era como bandas de acero alrededor de su cuerpo.

—E-está bien, tienes tu dosis de proteína. ¿Me puedes liberar ahora?

 

Kyu Jong empujó de nuevo, pero esta vez con un poco más de cuidado. Los afilados colmillos se deslizaron de su cuello, una lengua gruesa lamió la herida.

—Necesito... no sol.

«Bueno, duh». El tipo era un vampiro. Era un hecho que el sol quemaba a este hombre vivo. Pero el vampiro era demasiado grande para que Kyu Jong lo lanzara por encima del hombro y lo sacara del peligro. Quizás podría cubrirlo con las hojas y volver por él más tarde.

Mucho más tarde.

 

Normalmente Kyu Jong era un tipo servicial, siempre dando una mano a los necesitados. Pero ayudar a que el cadáver volviera a la vida no parecía como una idea muy sabia. Quizás podría dar al hombre un poco de dinero para que tomara un taxi a alguna parte. Su madre siempre se quejaba de que llevara perros callejeros a casa, pero llevar a casa a este hombre sería la cereza del pastel.

Cuando el hombre abrió los ojos de nuevo, Kyu Jong inhaló profundamente. Nunca antes había visto unos ojos tan hermosos, tan desesperados. Su cabeza le decía que saliera corriendo, pero su conciencia le decía que encontrara alguna manera de sacar al hombre del sol.

—¿Cómo te llamas?

 

—Muerte.

 

—A tu madre realmente no le gustaste, ¿verdad? — Kyu Jong miró a su alrededor, buscando en el suelo del bosque alguna cosa que pudiera usar para ayudar a mover al tipo. Vio a una ardilla corriendo lejos y su lobo blanco saltó, con ganas de cazar. Otra ardilla se unió a la primera y la tentación fue casi demasiada.

 

Kyu Jong se debatía si tenía suficiente tiempo para  jugar, pero no había duda de que el vampiro no tardaría en unirse al círculo de la vida y ser solo alimento para insectos si Kyu Jong no le ayudaba. Suspirando pesadamente, encontró algunas enredaderas y formó un cabestrillo.

Su madre iba a tener un ataque cuando arrastrara este cuerpo a casa. Atando un extremo a cada uno de los hombros del vampiro, Kyu Jong envolvió la unión alrededor de su pecho y comenzó a caminar. Los músculos de sus piernas temblaban. Se sentía como si estuviera tratando de caminar por arenas movedizas.

¿Cuánto pesaba el tipo? El hombre era más sólido de lo que parecía.

Después de tres horas de jalar, Kyu Jong finalmente tuvo que descansar. Sudando profusamente, se sentó, estirando sus piernas doloridas. Nunca había trabajado tan duro en su vida, ¡y por un completo desconocido! —Estás haciendo que me pierda la cena y el nuevo episodio de The Walking Dead. Me debes por esto, amigo.

El cadáver le agarró la muñeca y hundió sus colmillos profundamente.

El dolor punzante se disparó por su brazo mientras Kyu Jong gritaba, pataleando el cuerpo del chico. —Deja de usarme como un bar de aperitivos exprés. No tengo mucha sangre, y ya has agotado la mitad de ella. Deja un poco para mí. Puedo oír a mi tejido secarse lentamente.

El vampiro sacó sus colmillos y Kyu Jong notó que las quemaduras estaban sanando lentamente. El chico ya no parecía un cadáver. El cabello negro que había estado enredado y seco apenas un momento antes ahora se    veía con brillo y lustroso. Aún había ramas y hojas incrustadas en el cabello, pero ya no parecía pertenecer a un zarzal. Su cara crujiente y ojos ennegrecidos se suavizaron para revelar a un hombre que era muy guapo en la opinión de Kyu Jong.

«Realmente necesito salir más».

 

—Ahora  que  has  robado  la  mitad  de  mi  sangre, ¿puedes caminar? —Kyu Jong no estaba seguro de que pudiera hacerlo. El aturdimiento le decía que el vampiro había tomado demasiado. Kyu Jong necesitaba descansar y comer si iba a arrastrar a este hombre a casa.

El desconocido se puso a hablar en un idioma que Kyu Jong no entendía. Fuera lo que fuera, se oía francamente sexy. Kyu Jong palmeó su rostro. ¿Qué le pasaba? Era cierto que él no era mundano cuando se trataba de hombres, pero nació con sentido común.

No debería estar pensando que este medio muerto vampiro se viera o se oyera sexy.

Kyu Jong habló lentamente, en voz baja, como si el vampiro fuera idiota. —Coreano, mi amigo crujiente. Ese es el lenguaje de los nativos de esta zona.

—Aún estoy demasiado débil para caminar —dijo el vampiro con un tono como papel de lija.

Simplemente genial. Iba a oscurecer pronto y a Kyu Jong no le gustaba estar en el bosque cuando ya era de noche. Había oído sonidos perturbadores en la noche provenientes de este bosque desde la ventana de su dormitorio.

Su casa no estaba mucho más lejos, pero parecía que estaba a miles de kilómetros jalando peso muerto.

Poniéndose en cuclillas, Kyu Jong se mareó ligeramente. — Voy a tener que regresar por ti. No quiero estar en este bosque de noche.

 

El vampiro envolvió los dedos alrededor de su muñeca una vez más y Kyu Jong se estremeció, pensando que el hombre iba a tomar otro bocado. El chico comenzó a acariciar con su pulgar la mano de Kyu Jong. —¿A qué le temes, mi pequeño lobo?

Lamiendo sus labios, Kyu Jong echó un vistazo a la gran cantidad de árboles que se veían tan inofensivos durante la luz del día. Pero sabía que no debía confiarse del tranquilo entorno. —A los extraños ruidos que hay en este bosque en la noche —susurró, como si el hablar de eso pudiera evocar esos ruidos.

—¿Y me dejarás aquí, a su merced?

 

—Cuando lo pones de esa manera... —Kyu Jong sabía que no podía dejar al vampiro. El tipo no estaba totalmente recuperado. No podría defenderse. Sería una muy mala persona si conscientemente dejaba a este hombre para que se valiera por sí mismo durante la noche.

Asegurándose de moverse más lentamente esta vez, Kyu Jong agarró la vid y la metió por el pecho una vez más. Iba a tener un desagradable hematoma mañana. Empezó a caminar penosamente una vez más hacia casa. De alguna manera el chico parecía más pesado ahora. Por supuesto, podría ser el hecho de que Kyu Jong estaba débil como el infierno.

Dejó escapar un suspiro de alivio cuando por fin vio su casa por delante. La casa azul y blanco de dos pisos se encontraba al final del área suburbana. El bosque estaba en la calle de la casa de Kyu Jong, corriendo por kilómetros a cada lado. Al ver a su entrometido vecino, el señor Zielinski, se agachó. No había manera de que pudiera arrastrar un vampiro fuera del bosque mientras el señor Zielinski estuviera en su camino de entrada. El señor mayor era humano, y Kyu Jong estaría en apuros para explicarle por qué estaba arrastrando un cuerpo medio  quemado por el  bosque. Además,    Kyu Jong debía también tener cuidado con la patrulla de vigilancia del barrio.

Podía verlo. “Oh, hola, señor Zielinski. Desearía presentarte al señor Muerte... No, no, yo sólo lo encontré en el bosque. No hay necesidad de preocuparse”.

Sí, claro.

 

Lo único que podía hacer era quedarse junto a su nuevo amigo y esperar. Dejó escapar un gran bostezo, sus párpados caían lentamente.

Kyu Jong se sacudió a sí mismo a un estado de vigilia, sabiendo que no podía quedarse dormido aquí. Su cuerpo empezó a ceder, sus miembros parecían volverse líquido. Volvió a bostezar, convenciéndose de que una siesta rápida no sería una mala idea.

Estirándose al lado del vampiro, Kyu Jong cerró los ojos.

 

 

Kyu Jong se despertó de golpe, su corazón latiendo el doble de rápido que de costumbre cuando se dio cuenta de que estaba durmiendo en el bosque oscuro. Se quedó inmóvil, para no atraer atención no deseada de las cosas espantosas que salían en la noche.

Moviendo la cabeza, buscó al vampiro sólo para encontrarlo aún desmayado. Esperaba no haber salvado al hombre sólo para que lograr que fuera comido. No dispuesto a pasar un segundo más en el bosque, sacudió el hombro del hombre. —Hey, hombre muerto, despierta.

 

El hombre se despertó, sus párpados se abrieron. Una vez más Kyu Jong se sentía atraído por lo sexy que el hombre era. El hombre alzó la mano para pasar los dedos por el rostro de Kyu Jong y comenzó a hablar en esa lengua extranjera suya.

—Como sea —respondió Kyu Jong. Estaba demasiado cansado y demasiado asustado para preguntar lo que el hombre había dicho—. Tenemos que salir de aquí —añadió con un susurro mientras miraba por encima del hombro. El bosque estaba en un silencio sepulcral, y eso lo preocupaba. Ni un solo animal emitió un sonido.

Pronto esos ruidos extraños comenzarían y luego él y el muerto serían devorados…, o peor. Kyu Jong no quería ser un aperitivo nocturno. Ya era bastante malo que el vampiro siguiera usándolo como una bebida energética.

Apartándose el cabello de la cara, Kyu Jong trató de levantar al chico, pero tropezó. El muerto era demasiado malditamente pesado y de sólida construcción. —¿Qué demonios comes, vacas para el desayuno? —Kyu Jong gruñó mientras volvía a bajar al hombre—. Si quieres salir de este espeluznante bosque, un poco de ayuda no lastimaría. Vas a destrozar mi espalda.

El hombre masculló, diciendo cosas que Kyu Jong no podía entender antes de que se pusiera sobre sus manos y rodillas. Se tambaleó, y luego trató de ponerse de pie, pero se cayó de lado. Kyu Jong lo sostuvo, y luego ambos cayeron.

Esto no iba a funcionar y se les acababa el tiempo.

 

—Parece que necesitas ayuda.

 

Kyu Jong giró ante la profunda voz que venía de detrás de él. El hombre estaba allí junto a un roble. Su mandíbula era una línea dura y un sombrero cubría su cabello oscuro y grasiento que caía justo encima de sus hombros. Su ropa se veía vieja y andrajosa, dándole una apariencia siniestra.

 

El muerto se esforzó por ponerse de pie de manera que Kyu Jong colocó un brazo bajo el vampiro y lo sostuvo mientras miraba al oscuro extraño que no estaba demasiado lejos. El extraño se quitó el sombrero y Kyu Jong se dio cuenta de que no tenía ojos amenazantes. No se veía más amenazador que un cachorro.

—No gracias, yo puedo manejar esto. —¿Qué infiernos estaba haciendo este desconocido acechando en  el bosque? ¿No le dijo al hombre que cosas extrañas salían a jugar por la noche? Algo definitivamente era extraño en este tipo, pero Kyu Jong no estaba seguro de qué era ese algo.

—Por supuesto que necesitas ayuda, niño tonto.

 

Kyu Jong se enfadó ante el término de niño. Tenía veinte años y había dejado la infancia atrás, a pesar de que aún vivía con su madre y hermanos... Pero eso no contaba. Eran tiempos difíciles.

Quería abrir la boca y corregir al hombre, pero un problemita de advertencia lo detuvo. El muerto que Kyu Jong ayudaba a mantenerse en pie se movió ligeramente y fue entonces cuando Kyu Jong se dio cuenta de que el vampiro estaba mirando fijamente al desconocido.

—No, estoy bien. —Kyu Jong trató de dar un paso atrás, pero el muerto era demasiado pesado. Su peso estaba aplastándolo y le tomó todo lo que tenía no caerse de nuevo.

El hombre con el cabello grasiento y aspecto oscuro dio un paso hacia adelante, extendiendo su mano. Las uñas eran negras y largas. Le recordaron a Kyu Jong las patas de un gallo. —No seas absurdo. Es evidente que el hombre que estás tratando de ayudar es una carga demasiado pesada. Vamos, deja que te ayude.

—Él dijo que no. —La voz del chico muerto salió ronca y gruesa, sus ojos oscuros viéndose letales.

 

«¡Así se hace, hombre muerto!» La alegría silenciosa de Kyu Jong se desvaneció tan rápido como había irrumpido en su mente. No había manera de que el muerto pudiera ser de alguna ayuda. Ni siquiera podía sostener su maldita cabeza. Kyu Jong necesitaba una manera de salir de esto que no incluyera al muerto cayendo de culo cuando el vampiro tratara de golpear al otro hombre.

Kyu Jong vio una rama en el suelo y se preguntó si podría llegar a ella con la suficiente rapidez.

—Ah, ahora estás buscando armas —dijo el desconocido—. Tan triste que hayas tomado esa ruta. También debes saber esto —el extraño se acercó aún más, bajando la voz a un tono amenazante—, morirás sin saber nada más y solo escucharás los gritos resonando cuando desgarre tu garganta.

El corazón de Kyu Jong latía tan fuerte en sus oídos que pensaba que podría quedarse sordo. El desconocido dio un paso adelante, solo logró dar un paso antes de que el muerto se moviera. Kyu Jong apenas tuvo tiempo de parpadear. El vampiro tomó al extraño y lo derribó, sus puños se movían más rápido de lo que los ojos de Kyu Jong podían seguir.

—¡Santo queso en una galleta! —Kyu Jong dio un paso atrás—. Lo mataste.

—¿Preferirías que te desgarrara la garganta? —el muerto le preguntó antes de desplomarse al suelo.

Contra su mejor juicio y cordura, Kyu Jong se apresuró a acercarse.

—Ya sea que tengas fuerza o no, tenemos que empezar a movernos. —Kyu Jong miró por encima del hombro para asegurarse de que nadie más estaba al acecho.

 

El vampiro se puso de pie, viéndose peor que antes.

 

Kyu Jong podía decir que necesitaba otra inyección de sangre corriendo por sus venas, pero si él se la daba al hombre, ambos estarían condenados.

—Vamos, grandullón. Ayúdame a salir aquí. —Kyu Jong luchó por mantener al tipo de pie mientras los dos tropezaban en su camino hacia el borde del bosque. Incluso cuando salieron del bosque, Kyu Jong no tomó un suspiro de alivio. No sería capaz de relajarse hasta que estuvieran dentro de su casa, con las puertas cerradas detrás de ellos... y quizás una silla acuñada bajo el mango.

O un cañón estaría bien.

 

Después de algunos tropezones y algunas casi caídas llegaron a la puerta trasera. Kyu Jong inclinó al hombre contra la casa mientras se apresuraba a entrar para asegurarse de que no hubiera nadie en la planta baja. Mirando alrededor de la limpia cocina, vio que no había nadie en la sala. Kyu Jong se estremeció cuando miró el reloj y vio que eran las dos de la mañana.

«Es más tarde de lo que pensaba».

 

Adulto o no, aún vivía bajo el techo de su madre. Lo que significaba que tenía que estar a la medianoche. Kyu Jong rezó para que su madre y hermanos se hubieran ido a la cama antes de esa hora.

Saliendo, Kyu Jong jaló el brazo del vampiro alrededor de sus hombros antes de ayudarlo a entrar. Se tardó unos veinte minutos en lograr subir al tipo, antes de que Kyu Jong finalmente lo soltara y viera cómo el muerto caía en la cama... y luego rodó, cayendo en el suelo.

 

Eso tuvo que doler.

 

Kyu Jong se puso en cuclillas, tratando de ayudarlo a levantarse.

—No eres un muy buen guía —dijo el hombre con un fuerte acento.

—Sí, bueno intenta tener que cargar a un hombre sólido y alto y veremos lo bien que puedes jalarlo. —Kyu Jong intentó una vez más subir al hombre a la cama, teniendo éxito en esta ocasión. El vampiro tenía que medir al menos un metro noventa y cinco y ¿esperaba que él lo levantara con facilidad?

«Pfft, en sus sueños».

 

De repente, la puerta se abrió y el hermano menor de Kyu Jong se quedó mirando con los ojos abiertos al vampiro. —¡Le diré a mamá que traes cadáveres a casa!

Kyu Jong cruzó la habitación y cerró la puerta en la cara de Derrick, asegurándose de ponerle llave esta vez. —Estás imaginando cosas. Vuelve a la cama —dijo a través de la puerta.

No había manera de que Hee Jun fuera a guardar silencio. El chico iba a contarle a su madre y conseguiría que Kyu Jong recibiera un sermón de una hora.

—Él huele raro. —La voz de Hee Jun se filtraba por la puerta—. ¡Es posible que quieras vacunarte y desinfectarte después de jugar con ese chico muerto!

Kyu Jong se mordió el labio. Su madre le había dicho a Kyu Jong a los doce años que era adoptado. Le había explicado por qué no se parecía a ninguno de ellos. Pero cuando Kyu Jong creció, cosas extrañas comenzaron a sucederle y pronto descubrió que podía cambiar en un lobo blanco.

 

Eso era algo que nunca le había dicho a su familia.

 

Sabiendo que tenía que hacer que Hee Jun dejara de gritar, abrió la puerta de su dormitorio, metió la mano en el bolsillo y sacó un billete de veinte. —Ten, toma esto. Es un soborno para que mantengas la boca cerrada. Eso incluye no hablar en voz alta a través de la puerta.

Hee Jun arrebató el dinero de la mano de Kyu Jong. —Mis labios están sellados.

Eso estaba arreglado, pero maldición, eso era su último billete, hasta que le pagaran dentro de tres días. Cerró la puerta en la cara sonriente de Hee Jun antes de moverse de nuevo hacia la cama.

—Tengo que comer. —El vampiro abrió los ojos, los iris de color gris oscuro se desvanecían a negro.

Kyu Jong se mordió el labio inferior mientras luchaba con la idea de alimentar de nuevo al tipo. ¿No había alguna extraña mierda vudú asociada a la alimentación de un vampiro? Había oído decir eso en algún lugar y no quería que su alma fuera succionada de sus venas.

—Traeré jugo de tomate de abajo. ¿Eso es lo suficientemente cerca?

El vampiro le lanzó una mirada burlona. Para alguien que estaba al borde de la inanición, tenía el descaro de ser exigente.

—Está bien, pero dime algo. —Kyu Jong hizo una pausa mientras miraba por la ventana del otro lado de su cama, jurando que había visto movimiento en el bosque. Estudió la oscuridad del bosque por un segundo antes de girarse hacia el vampiro—. ¿Hay alguna cosa de vudú involucrada en la alimentación de ustedes?

 

Los ojos del hombre se cerraron y por un segundo, Kyu Jong pensó que el muerto se había desmayado. Alargó la mano, con la punta de su dedo índice para empujar al vampiro en su pecho. —Hey, no te has muerto en mi cama, ¿verdad?

—No —respondió el hombre.

 

—¿No, no te morirás en mi cama; o no, no hay ninguna galimatía extraña conectada a darte de comer? —preguntó Kyu Jong.

—Las dos cosas.

 

Kyu Jong no estaba seguro de si podía confiar en el hombre. Era un completo extraño. Pero, de nuevo, el chico parecía agradable.

«También el hombre en el bosque, bobo».

 

«Sí, pero eso fue una rara ocasión».

 

—Tus pensamientos son muy divertidos —dijo el muerto antes de abrir los ojos y darle a Kyu Jong lo que sólo podía ser descrito como una mirada letal—. Y tan ingenuos.

Kyu Jong se levantó de un salto y retrocedió. —¿Eso significa que vas a tratar de arrancarme la garganta? Mi mamá no va a ser muy feliz con eso, ella realmente odia el desorden.

El vampiro le dio a Kyu Jong una expresión curiosa. —Eres un joven muy confuso.

—No has respondido a mi pregunta.

 

—No te lastimaré, ni a tu familia... por mi honor. —El vampiro levantó la mano lentamente y torció el dedo—. Ven a mí para que pueda alimentarme.

Kyu Jong movió su dedo hacia un lado y otro, como un limpiador tratando de despejar la lluvia de un parabrisas. — No voy a ninguna parte cerca de ti. Ya estoy mareado por tu alimentaciones anteriores.

 

El vampiro siseó y se movió de la cama tan rápido que Kyu Jong se encontró clavado en la pared de su dormitorio antes de que supiera lo que estaba pasando. —No me obligues a tomarlo de ti —dijo el vampiro—. Esa no es mi intención, pero me muero.

—Tranquilo, hombre. —Kyu Jong agarró el brazo del hombre, tratando de hacer palanca de su cuello—. Está bien, te puedes alimentar. Pero ya que estás bien, quiero que te vayas mañana a la noche.

El vampiro acarició el pecho de Kyu Jong, pasando la mano por la camisa. Sus ojos de color gris-negro parecían arrepentidos antes de asentir. —Como quieras.

Kyu Jong inclinó la cabeza hacia un lado y cerró los ojos. — Recuérdame no ayudar a otro hombre muerto.

En lugar de un dolor agudo, Kyu Jong sintió algo rozando suavemente su cuello. Abrió los ojos para ver que el vampiro estaba besándolo... ¿a él? ¿Qué tipo de cosa rara era eso?

—No quiero tomar lo que no ofreces, joven lobo. Pero tienes que entender que mi cuerpo está en llamas y tengo que apagar esta sed abrumadora.

¿Se estaba disculpando? La mano en el cuello de Kyu Jong se aflojó. Aún estaba allí, pero los dedos comenzaron a recorrer su clavícula.

—¿Puedo por favor alimentarme de ti?

 

De alguna manera Kyu Jong tenía la sensación de que este tipo no pedía nada. Incluso en su estado de debilidad, había una autoridad en este vampiro que gritaba Alpha. —Mi nombre es Kyu Jong. —Kyu Jong enterró su mano en su cabello antes de asentir—. Eso sí, no tomes demasiado.

 

El vampiro le dio un ligero beso justo detrás de la oreja a Kyu Jong antes de susurrar: —Y yo soy conocido como Jung Min.

 

 

Conitnuará...

 

 

 

 

CAPÍTULO 2

Notas finales:

dejen rw lo digo en serio


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