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Circus Of Dust (2020) por Uruhasa_13

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Notas del fanfic:

Bueno, chicos, ha sido un largo, largo tiempo. No sé que tan activo siga siendo tanto la página como el fandom, pero aquí vamos. 

El otro día estaba releyendo el fanfic, no lo hacía desde que se publicó... hace años (no sé ni cuantos) pero bueno, evidentemente he mejorado con el tiempo (o eso quiero creer) pero no he sido capaz de terminar ningún proyecto que empiezo, ni fanfic ni original así que me vino la idea de reescribir este vejestorio así que aquí está. 

También, por motivos de la cuarentena, no tengo demasiado que hacer entonces dije "por qué no" y pues henos aquí (jaja) las actualizaciones no van a ser semanales, serán conforme vaya escribiendo, así todos ganamos. 

¡Disfrutenlo!

Preludio

 

 

 

Una gota color escarlata chorreó desde sus labios, el lápiz labial se había corrido hacía bastante, la mayoría había quedado en partes difusas del cuerpo del hombre que yacía desnudo en la cama. Se limpió con el dorso de la mano, el pecho estaba escurrido de sangre igualmente, agradeció que su pareja no pudiera verla, sería cuestión de horas para que despertara, había bebido bastante como para desmayarlo durante un largo rato.

Arrastró su desnudez al baño, en donde la regadera se hizo cargo de borrar todo rastro de la inmundicia, sangre, saliva y semen. Se lavó muy bien la cara, el maquillaje también se deslizo en su piel a la par del desperdicio, pero ya no lo necesitaría, al menos no hasta dentro de un par de semanas, no le gustaba pintarse de esa forma, prefería los colores rosa y verde en lugar del rojo y negro, pero estaba más que comprobado que eran los colores que atraían a los hombres.

El baño, la rutina de siempre, no estaba muy contenta con la parte del sexo, pero era más fácil agitarlos de esa forma que persiguiéndolos a mitad de la noche, al menos así solo te tachaban de puta y no te seguían con antorchas encendidas, no desde hacía un par de siglos.

Cada centímetro de su piel tenía que lavarse de una forma ominosa, asegurarse de que ni una pizca de olor quedara impregnada, sabía que a él le molestaba encontrar olor ajeno, aunque jamás le reprochaba nada. Debían ser alrededor de las cuatro de la mañana, seguramente sus hermanos estaban también en el ritual de la higienización, los tres eran bastante quisquillosos al respecto.

Después de la ducha, regresó al cuarto sin preocuparse por secarse, las hebras azabaches se pegaban a su cuerpo produciéndole un calor incesante, desaparecería en cuanto pudiera ponerse la ropa. Finalmente encontró su ropa interior y el vestido al que el sujeto en la cama le había roto los botones, la encargada del taller de vestuario no estaría nada contenta al respecto. Buscó su bolso y metió el vestido, la camisa del desmayado sería una prenda que no extrañaría, no se quiso poner las zapatillas, decidió que iría descalza al auto.

Pero antes de salir, rebuscó en el bolso cuyo espacio interior se había reducido gracias al vestido, hasta alcanzar el cepillo de dientes del que jamás se separaba y regresar al baño.

Ahí, frente al espejo, no había más que dos pozos rojos que poco a poco estaban volviendo a su color negro natural. Se le miraba mejor aspecto, el ultimo ayuno había hecho que su piel se pusiera más pálida de lo normal y el cabello quebradizo, incluso se le habían empezado a romper las uñas, pero en ese momento, estaba rebosante.

Sentir el sabor de la menta le reconfortaba, era como volver a sentir la brisa fresca del mar. El sabor de la sangre se desvanecía poco a poco, entonces cuando se enjuago y volvió al espejo, un par de colmillos brillantes relucieron.

Notas finales:

No olviden dejar su comentario, muchas gracias <3 


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