Es difícil una vida sin ti, pienso que el mundo se ha detenido sin darme cuenta, es ese preciso instante donde separé nuestros caminos… debí darme vuelta y seguirte, abrazarte para que nunca dejes mis brazos, pero mi ego y soberbia fueron más fuertes dejando que te marcharas con lágrimas en los ojos. Tus bellísimos ojos de color ónix que reflejaban siempre un misticismo al igual que el velo de la noche, las veces que lo recuerdo aun siento esa opresión en mi pecho, pero no puedo hacer nada ya, siendo que muchas lunas han pasado, pero ninguna me transmite esa calidez de aquella vez en que fue nuestro primer beso más bien el frio de la noche me acompaña desde ese día. Tantos recuerdos y ninguno me da un consuelo solo me hacen más que recordar la persona que fui en esa época, hay veces que pienso que fue lo mejor. Pero mi egoísmo no me permite reconfortarme en ello, ya que, si te tuviera delante de mi probaría una vez más tus labios, tu calidez y te haría lo que nunca pudimos alcanzar hacer en expresión de nuestros sentimientos, te haría el amor hasta que comprendas a la perfección mis sentimientos.
-Sirius estas ahí, deja de soñar –esa voz me levanta de mi letargo.
-Remus que haces despierto tan temprano –dije dirigiéndome a darle un beso en los labios, vi cómo se sonrojaba. Él y yo tenemos una relación de amigos, bueno una relación de amigos con derecho, en donde ambos prometimos no tener sentimientos por ninguno.
-prometiste a Harry acompañarlo a comprar sus útiles para la escuela- dijo aun con las mejillas sonrojadas.
-oh es verdad, tan rápido crece nuestro pequeño futuro merodeador – dije con mas ánimos, me ponía feliz acompañar a Harry y ya maquinando a que lugares lo llevaría ya que no estaría el ojo vigilante de Lili. Siento un peso extra en mi espalda, es una costumbre de remus cuando quería algo.
-remus deja de apoyarte, no terminare de alistarme para ir con Harry –
-es que eres tan cálido siri- dijo acercándose más a mi oreja mordisqueando un poco en el proceso, remus se había puesto en modo cariñoso, aunque le gustaría complacerlo hoy día no podía, recordar a mi primer amor quitaba las ganas de hacerlo, así que como pudo se lo quitó de encima y como pudo se alisto lo más deprisa.
- hasta luego lunático, no me esperes para almorzar- dije de ultimo antes de transportarme por la chimenea.
El callejón diago tan animado como siempre peor en esta temporada ver padres acompañados de sus crias entrando a una que otra tienda con las listas de los utiles, una sonrisa se asomó en mis labios recordando los viejos tiempo con mis amigos, hoy era un día de recuerdos al parecer.
Encontré a james y Harry viendo en el mostrador una hermosa escoba de quidditch, de tal palo tal astilla, parecía que se le iba a caer la baba a james de tanto verla, solté una carcajada sonora por ello de paso así llamé su atención.
-James cierra la boca que ya vas a babear toda la vitrina- dije en tono burlón.
-oh vamos sirius, no digas que tampoco no lo deseas, es una mejores que ha salido al mercado – dijo entusiasmado como si de un niño chiquito se tratara.
-si lo deseo pero no ando babeando vitrinas-note como empezaba avergonzar por su actitud, iba a búrlame un poco mas de james pero mi preciado ahijado quería atención y no podía negarme a ello.
- oh campeón no me estaba olvidando de ti, es solo que me divierte molestar a tu padre- tomo a Harry y lo cargo en mis hombros, así empezó la pequeña aventura en el callejos diago como al el se refería para que el niño no se aburriera y en el proceso molestando a james.
-a ver ¿cuál es nuestro siguiente objetivo?
-es conseguir una túnica en madame malkin- dijo Harry con entusiasmo en los hombros de su padrino.
-entonces vamos alla- dijo alegremente dejando atrás al padre del pequeño.
Todo fue bien en la tienda, le estaban tomando las medidas como de costumbre para alistar el pedido, merodeando por allí para no aburrirse y dejando que también Harry lo hiciera, por ahí buscando algo de su estilo aunque no lo creía, de pronto escucho la voz de su ahijado como si estuviera con alguien, se dirigió a este para ver que pasaba en eso veo como charla con un niño de cabello rubio casi a la misma estatura de Harry, este mismo de inmediato le recordó a cierta persona detestable, tan solo le recordarle le daba un escalofrió, iba a llamar harry para tener su atención para que este se alejara del niño rubio pero en eso me detengo. De entre medio de las telas sale aquella persona que tanto merodea entre sus recuerdos.
-severus – digo en voz baja casi inauduble, como si el aire me faltara.
Tenerlo ahí frente, a poca distancia es como si el tiempo que se hubiera quedado detenido volviera correr junto a los latidos de mi corazón que se habían acelerado, vestía de color negro no le sorprendía en realidad hasta le quedaba bien, su cabello se lo había cortado un poco pero aun lo seguía manteniendo largo ocultando sus facciones finas, su piel aún seguía tan pálida como lo recordaba, era tan difícil quitar mi vista de él.
-Draco te dije que no te alejaras de nosotros –dijo en forma de regaño pero con una expresión afligida, pero el escuchar su voz no hay melodía por más hermosa que sea comparársele.
-lo siento tío sev –el niño no perdía el tiempo haciendo pequeñas expresiones para que este no fuera regañado.
-no pongas esa carita de borrego degollado que eso no funciona conmigo, vamos que ya esta lista tu túnica.
-esta bien, adiós niño desconocido –dijo el niño rubio siendo agarrado de la mano por aquella personame dio hasta cierta envidia ya que el podía sentir la calidez su mano pero me doy cuenta que nuevamente lo observo como lentamente se alejaba de mí, sentía como la opresión en mi pecho aumentaba más y más con cada segundo, olvidando todo a mi alrededor corrí detrás de el, cuando estaba a punto de sostener su mano una vez para que no saliera por esa puerta y no se desvanezca una vez mas de vida, ya podía sentir el toque de tus dedos…pero en instante algo sostuvo mi brazo antes de alcanzarle y en silencio veo como desaparece.