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Albus Potter: Indeseable N. 1 por Stephanie Parker

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Notas del fanfic:

Los personajes y el mundo de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling, yo sòlo lo tome prestado para presentarles esta historia. Disfrutenla

Notas del capitulo:

Aquì empieza nuestra historia. Por la cuarentena espero que sea una publicaciòn àgil, pero ya veremos.

Es mi primer publicaciòn en la plataforma, espero que disfruten el primer capitulo y me digan su opiniòn al respecto, sin màs... ¡Disfruten! 

Fría noche, si has de llevarme ahora… sólo hazlo, pero, por favor… déjalo a él


Corríamos sin alientos, las ramas de los arbustos rasgabas la pie expuesta, algunas raíces inoportunas nos hacían dar tropezones a ratos, pero seguíamos, siempre seguíamos, el olor de la tierra húmeda inundaba mi nariz, corría sin aliento, sin soltar su mano, una iluminación verdosa nos inundo… el tiempo parecía detenerse en un intento desesperado por girar en alguna esquina… poco a poco su agarre se iba debilitando… lo perdía


-Albus… Albus…


- ¡Aguarda! ¡No¡ ¡No te vayas!


-¡Albus, despierta!


Desperté sobresaltado, con el sudor perlando mi frente y un par de ojos platinados, dóciles, pero preocupados.


-Al… ¿Qué ocurrió? –dijo Scorpius con la sonrisa más apacible que tenía


Su rostro estaba demasiado cerca, podía oler la frescura de su perfume cosquillando su nariz


-Un mal sueño – respondí tratando de devolverle la sonrisa con un golpe en el hombro


Me recompuse en el asiento y él tomó lugar a mi lado, había quedado totalmente perdido en un sueño algo pesado tras subir al expreso, después de una acalorada discusión con James, el único que, al parecer, aún no acepta el hecho de que pertenezca a Slytherin.


Y ahí estaba, en mi cuarto año, con un uniforme esmeralda en el baúl, rodeado de chicos con uniforme esmeralda, mis amigos, Leopold Nott, sin poder cerrar la boca con comentarios que no iban a la situación, Aticus Carrow, siempre con una sonrisa altanera, cerro el compartimiento sentándose frente mío y por supuesto, Scorpius Malfoy, mi mejor amigo.


-          Albus, se supone que debes descansar en la vacacioness, no regresar a clases con sueño –dijo Leopold haciendo conversación


 


-          Teniendo a James Potter compartiendo el mismo techo dudo que sea fácil descansar –dijo Aticus con ponzoña


 


Todos reímos ante el comentario, no me molestaba que se refirieran así de mi hermano, se lo tenía bien merecido.


-          No estás tan equivocado, Nott


Scorp alzo una ceja, preguntando en silencio y las miradas del resto decían lo mismo


-          Todo comenzó cuando fuimos al callejón Diagon para renovar nuestros uniformes, Lily , James y yo estábamos con Madame Malkin midiéndonos túnicas, Lily acabo casi de inmediato, porque su figura “es tan ideal” que a la primera le queda todo –dije bufando


-Lo lamento, Albus, tu hermana es un año menor, pero ufff –dijo Carrow


-¡Ese no es el punto¡ -recobre la compostura y seguí- Todo comenzó por Madame Malkin, después de terminar con Lily, entró sonriente con dos túnicas diciendo: “Dos túnicas rojo y dorado para los Potter”


Todos estallaron en carcajadas y Albus cerró los ojos recordando, sin seguir hablando, sólo recordando.


James y yo la miramos muy mal, después recordó que no soy un Griffindor y regreso por una túnica de Slytherin…


   -No puedo culparla –dijo James al ver entrar de nuevo a la mujer- no es su culpa, porque ese es el orden natural, los Potter y los Weasly siempre hemos sido leones, mi hermano fue al que se le ocurrió traicionar el legado familiar e ir a Slytherin


Madame Malkin pidió ayuda a una de sus chicas para terminar lo más pronto, antes de que la discusión luciera acalorada.


-Lo dices como si yo fuera el sombrero seleccionador


-Papá dijo que podías pedírselo al sombrero, si no lo hiciste fue porque así lo quisiste


-El sombrero toma en cuenta tu voluntad, pero no la cumple. Perdón si estas tan encaprichado con hacer lo que quieres, James


-Pero tu voluntad si fue involúcrate con la serpiente rastrera de Scorpius Malfoy


Mi sangre hirvió, ni siquiera recordé que tenía una varita, sólo me abalancé a su cuello a la manera Muggle, ya había terminado de tomar medidas por suerte y sólo James y yo fuimos los afectados rodando por la tienda de túnicas. Por el alboroto Madame Malkin salió por ayuda y ahí, Harry Potter entró en escena.


Papá debió haber entrado con nosotros, como dijo mamá, pero se quedo afuera viendo escobas de quidditch y nos dejo solos, grave error. Trato de separarnos pero sólo recibió un codazo desviado de James, tomó su varita y nos separo. Dijo lo avergonzados que debíamos estar e hizo que nos disculpáramos. Tomo nuestros uniformes de Madame y se disculpo por todo.


-¿Y qué pasó después, Al? –preguntó Scorp divertido


-Me humillo frente a la familia en el andén diciendo que no es bueno que me acerque a mis primos pequeños o podría mal influenciarlos


-Es un idiota, tú lo sabes, no le prestes atención –dijo Scorp con una palmada en la espalda


-Todo Griffindor lo sabe y todo Hogwarts lo sabe –dijo Leopold ocurrente


Todos reímos.


No quería entrar en detalles más allá. Después de cruzar la muralla que dividía el mundo Muggle y el nuestro, Georgiana, una chica que también  pertenecía a Slytherin, se acerco y le dio un gran abrazo después de no haberse visto en las vacaciones, vio a su extensa familia mirándolo de una manera nada discreta a la distancia y le dijo que hablarían después.


James la reconocía, el año pasado trato de hacer que Georgiana saliera con él, ella se rehusó y ahora verla tan afectiva con su hermano le molesto, aunque Albus no armaría las piezas del rompecabezas que fue 3er. Año hasta mucho tiempo después. Ahí inicio el pleito.


-Estas tan emparentado con las serpientes que ni siquiera te despides de tu familia, eso es caer demasiado bajo, Al –dijo James, ignorando la mirada que le daba su madre


-Es lo que pasa James, haces amigos con tu casa –respondió sin embaucarse en una pelea nuevamente


A lo lejos, Nott levantaba su mano entusiasta para saludarlo al otro lado del anden, haciendo poses que ni siquiera entendía muy bien, pero que lucían bastante graciosas al no poder oírlo.


-Que yo sepa –dijo James metiendo cizaña de nuevo- apenas en este año comenzaran a ver maleficios imperdonables, es tu oportunidad para ser mejor que Rose, tus amigos y tú ya deben tenerlos bastante dominados


Esta vez, fue su padre el que le llamo la atención.


-James, una cosa es la rivalidad entre casas y otra muy diferente el que acuses a alguien de mago tenebroso


-Lo lamento, papá –dando una sonrisa demasiado falsa- sólo que, quizás es mejor que ya no fraternices tanto con Severus, Hugo, después de todo no podemos confiar mucho


James nunca lo llamaba por su segundo nombre, pero el mensaje era claro, no le era nada grato.


Termino con las despedidas de su nada pequeña familia, su padre lo abrazó con más fuerza antes de subir y le susurro:


-Se viene un buen año, Al


Sólo sonríe, Al. Te ha funcionado bien durante los últimos 3 años. Y así lo hizo.


Leopold y Aticus fueron a otro compartimiento para hablar con sus otros amigos, yo me quede con Scorpius hablando del verano. Durante las vacaciones no habíamos hablado mucho, sólo algunas cartas y unas fotos de sus vacaciones en América. Por las fotos lo note un poco más alto, pero no fue hasta que lo tuve enfrente cuando lo corrobore, me sacaba casi una cabeza y su cabello, normalmente engomado, ahora estaba desordenado, pero controlado, justo como le gustan las cosas a Scorpius. No le había mandado muchas cartas porque no estaba seguro de la actitud con la que respondería después de lo que pasó el año pasado, pensaba que su amistad estaba demasiado fracturada y que tal vez no lo resistiría, pero comenzó a hablarle de sus vacaciones y ahí estaban, los dos solos, sonriéndose como la primera vez.


 Bajo la cortinilla de la puerta del compartimiento, mientras yo me cambiaba a la túnica de Slytherin, sabía que a él no le molestaba la situación, después de tres años de compartir habitación, pero hoy era distinto, me resultaba bochornosa, incluso penetrante esa mirada, me sonroje por pensar así.


-¿Quieres que abra la ventana, Al? Al parecer, te estás acalorando


Mi rostro fue tan rojo como un uniforme de Griffindor, pues la temperatura no era precisamente alta, al contrario, mientras el tren se adentraba en terrenos boscosos, la temperatura disminuía cada vez más.


-Por favor –dije tratando de lucir tranquilo


Al llegar, Hagrid esperaba a los de primer año tan entusiasta como siempre, me dedico una sonrisa y yo la regrese. Antes de subir a los botes alguien pasó al lado de Scorpius dando un empujón que repercutió en mí, el responsable era un Griffindor con una Saeta en la mano y el pelo en un tono oscuro, era James. Scorpius fue lo único que impidió que armara un escándalo con en el Callejón Diagon, tan indignante que El Profeta no dudo en publicarlo “Los hijos de Harry Potter protagonizan altercado en la tienda de túnicas de Madame Malkin ¿Estas diferencias representan la decadencia de los Potter-Weasly?” Mamá se enfureció tanto con nosotros y el diario hasta antes de abordar el tren cuando retomo su enojo con el comentario de James.


Seguimos por lo botes hasta llegar al castillo, al subir por las escaleras hacia el comedor note la mirada pesada del grupo de James, Scorpius notó eso y me tomo por el brazo alejándonos de los problemas hacia nuestra mesa.


La decoración, hermosa, como siempre. El hechizo del cielo nocturno lucia a la perfección, la directora McGonall presidiendo la noche esperaba ansiosa a los de primer año, acompañados por Neville para su selección, después de el momento, la directora levanto una copa llamando nuestra atención. Se dirigió al podio y dio su discurso inicial.


-Estamos complacidos por abrir un nuevo año en Hogwarts, este año nos esperan grandes sorpresas para todos, este año cancelaremos todos los eventos deportivos


Se escucho un sonido de disgusto entre todo el alumnado.


-Porque seremos anfitriones de un evento mayor –continuo- pero no soy la persona para aclarar esto, por favor, reciban a Héctor Bagman, Director del Departamento de Juegos Mágicos y el encargado de seguridad, el jefe de aurores y destacado ex alumno, Harry Potter.


Mi padre estaba frente al podio, con su túnica bien arreglada y la corbata roja que le dio James en navidad, siempre se ve usando alguna de las corbatas que le dan Lily o James, nunca la mía, quizá porque últimamente tengo un predilección a los tonos verdes y a los oscuros, quizá se siente más cómodo con los colores que le recuerdan a Hogwarts y a los hijos que si están en Griffindor.


Se le veía incomodo, nunca le gusto mucho hablar en público.


-Desde mis años de estudiante, Hogwarts no había vuelto a ser anfitrión de este evento –suspiro mirando a la mesa de Hufflepuff – por motivos que la mayoría conoce, tal vez no, pero no es momento de recordarlos. Este año, la oportunidad surge de nuevo, recibiremos a dos escuelas de magia, escogeremos a 3 campeones, de los cuales un sólo vencedor… que le espera la gloria eterna.


-Este año, las reglas no son muy diferentes –tomó la batuta, Héctor Bagman- Tendremos un juez imparcial que decidirá quienes serán los afortunados campeones, este año no habrá un límite de edad, pero sean prudentes, si son de segundo año no se crean lo suficientemente preparados para una prueba así, además que necesitaran el permiso firmado de sus padres, no intenten engañar a nuestro juez imparcial, no lo lograran. Y como dijo el señor Potter, el campeón no le espera otra cosa que la gloria eterna para èl, para Hogwarts y por supuesto para su casa.


En ese momento vi como mi padre dirigía su vista a James con una sonrisa, confiaba en el para participar en el torneo, representar nuevamente a Griffindor y a los Potter. Este sería un buen año, pero quizá no se refería solamente a él.


 


Si tan sólo le hubiera sostenido la mirada a su padre, tal vez Albus se hubiera percatado que después de mirar a James volteo a la mesa de Slytherin para dirigirle la misma sonrisa pero sólo vio aun chico de 4to. Año, con los ojos de su madre, con sus ojos, mirando en cielo encantado, sin saber exactamente en que pensaba.


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