Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre fuiste mi meta por DeiitaElric

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Narusasu

Canonverse

 

¡ATENCIÓN! Este fic está ambientado después del fin de la cuarta gran guerra ninja. Si no has visto el final, corres el riesgo de leer SPOILERS.

 

Ha pasado más de un año desde el fin de la guerra. Sasuke regresa a Konoha una vez más y sufre un robo que embarca a los dos chicos en una aventura para intentar volver a salvar el mundo. Todo esto mientras sienten como su relación cambia poco a poco y van dejando ver lo que habían estado sintiendo desde sus tiernos 12 años.

 

Tags

 #amor correspondido #mala comunicación #su relación va avanzando poco a poco (slowburn) #a Sasuke no se le dan bien los sentimientos #a Naruto tampoco mucho #vengo de estar escribiendo en inglés en otra página con tags y ahora no sé cómo vivir sin ellos

Notas del capitulo:

A ver, no sé que ha pasado que no puedo entrar en mi cuenta (Deiita), así que me he creado esta nueva y voy a seguir actualizando aquí hasta que consiga volver a la otra (si es que lo consigo). Siento mucho las molestias x_x

 

Pues nada, que esta es la nueva versión de mi antiguo fanfic Siempre fuiste mi meta. Está revisado y casi casi terminado. Por ahora subiré un capítulo a la semana, pero en cuanto lo acabe es probable que suba más a menudo.

Corrían detrás de un grupo de ninjas del sonido. Las hojas se arremolinaban a sus pies con cada zancada que daban. Con su capa ondeando, Sasuke corría al lado de ese rubio que nunca se había dado por vencido en llevarlo de vuelta a su hogar. Su mirada se dirigió hacia él, encontrándose con sus ojos.

- Oye, dobe, céntrate. Hay que cogerlos cuanto antes.

 Naruto apartó sus ojos de él, pero no pudo evitar recordar el día que Sasuke regresó. De nuevo.

 

Era un día aburrido, sin misiones ni nada qué hacer. Se había ocupado de la casa y había salido a entrenar. Se había paseado por la villa y hasta había planeado cenar en Ichiraku. Definitivamente, era un día normal. Por eso no entendía esa sensación que llevaba persiguiéndolo todo el día. Vagó por las calles intentando calmar esa sensación que tenía en su estómago. Se sentía ansioso. Cuando ya oscurecía, se sentó en lo alto de un edificio, mirando las estrellas, añorando. Bajó la mirada. Un pequeño grupo de gente caminaba por una zona no muy transitada de la aldea. Había tres personas, pero él solo veía a una de ellas. Aquella figura, aquella forma de andar… Naruto se acercó con el corazón en la mano, quedándose en un tejado por encima de ellos.

- No puede ser – escapó de su boca, apenas susurrado. Aun así, parecía haberlo oído. Vio como levantaba la cabeza hacía él y todo a su alrededor dio vueltas al tomar contacto con esos ojos negros como la noche que se avecinaba. - ¿Sasuke? – Un escalofrío recorrió su cuerpo al decir su nombre.

Llevaba alrededor de un año sin verlo, y muchas veces había planeado dejarlo todo e ir a buscarlo. Pero no sabría ni por dónde empezar. Después de la guerra, el Uchiha había sido absuelto y había pasado un tiempo en la aldea como un ciudadano más. Pero Sasuke le había dicho adiós de nuevo, un día. Para ver el mundo con sus propios ojos. Se había despedido prometiendo seguir adelante, pero Naruto no había dejado de pensar en él ni un solo día. Pero ahora lo tenía ahí, a escasos metros. Sus acompañantes, ambu, se pusieron tensos al notar la presencia.

- Vete. No deberías estar aquí. Nadie puede hablar con él hasta que se reúna con el Hokage.

Naruto no movió ni un solo músculo. No tenía ninguna intención de irse. Bajó del tejado e intentó acercarse, pero no se lo permitieron.

- Ya te hemos dicho que nadie puede hablar con él hasta que… - Cuando su mano tocó el brazo del chico, este desapareció.

- ¿Kage bunshin…?

Naruto sonrió entre las sombras. Se movió hacia Sasuke y este se dio la vuelta para encararlo. Se miraron a los ojos durante un momento, hasta que Naruto hizo lo que no se atrevió a hacer cuando se despidieron la última vez. Su kage bunshin se deshizo en ese mismo momento.

El moreno se sorprendió al ver a Naruto abalanzarse sobre él. Escuchó un leve “Te he echado de menos, teme”, y al oír eso estando entre sus brazos, no pudo hacer otra cosa más que mostrar una pequeña sonrisa y rodearlo a él también con el brazo que le quedaba. Naruto les echó la lengua a los ambu por encima del hombro de su amigo y salió corriendo. Cuando llegó a casa no fue capaz de dormir hasta muy entrada la noche. “Ha vuelto. ¡Sasuke ha vuelto!”.

 

Sacudió la cabeza, borrando su sonrisa. Notó la mirada de Sasuke sobre él, de nuevo, y su sonrisa volvió a aparecer irremediablemente.

- Vamos, ya casi los tenemos.

No fue muy difícil atraparlos e inmovilizarlos, algo que extrañó a Naruto. Según había entendido, alguien se había colado en el distrito Uchiha y había robado algo, y Sasuke lo había sabido casi de inmediato. ¿Cómo se le podían haber escapado? Miró a Sasuke con duda en sus ojos, pero este estaba concentrado en sacarles información a los fugitivos. Rápidamente confesaron que el paquete no lo tenían ellos, había otro equipo de tres ninjas que se habían ido en dirección contraria. Los chicos se miraron entre ellos, confusos.

En menos de un minuto, Sasuke mandó un mensaje informando de la situación a Kakashi, el nuevo Hokage. Mientras esperaban un mensaje de vuelta, Naruto se recostó contra un árbol. No había podido descansar nada. Estaba de vuelta de una misión, informando a Kakashi, cuando Sasuke entró como una flecha en el despacho y exigió conocer los movimientos en la barrera. Antes de ser consciente, se encontraba corriendo fuera de la villa en una misión imprevista junto al Uchiha. Este no había protestado ante el Hokage cuando decidió que irían los dos, y Naruto nunca se negaría ante tal oferta.

- ¿Qué habrá pasado con la barrera? - pensó en alto. Unos ojos negros enfadados se posaron en él y un chasquido de su lengua llegó a sus oídos. - Solo había información de este grupo, ¿crees que han podido manipularla? - siguió diciendo, aunque sin esperar respuesta. Sasuke seguía siendo Sasuke. Pero Naruto seguía siendo Naruto. - Va, no te preocupes, sabes que no hay nada que no podamos conseguir juntos.

El chico sonrió al ver disminuir el enfado en los ojos de su compañero, y vio como este apartaba la mirada ante su sonrisa. Después de un pequeño suspiro feliz, se recostó aún más contra el árbol.

- No tenías por qué haber venido - escuchó mientras veía como su amigo se sentaba contra un árbol cercano. - Supongo que acababas de volver.

Naruto lo miró de reojo mientras ponía sus manos detrás de la cabeza, recostándose un poco más.

- Es nuestra primera misión juntos desde hace mucho tiempo. No podía dejar pasar la oportunidad. - Miraba las nubes, que empezaban a dejarse ver a la luz del amanecer. El moreno se lo quedó mirando. Naruto seguía igual que siempre. Años después, seguían siendo ellos, Naruto y Sasuke, Sasuke y Naruto.  La mirada del rubio lo devolvió al presente y apartó la mirada cuando este le dedicó otra sonrisa.

 

- ¿Cómo pudo pasar algo así, Kakashi-sensei? – Naruto tenía las manos apoyadas en el escritorio del Hokage. Sasuke esperaba una respuesta detrás de él.

- En realidad no lo sabemos, - suspiró bajo la máscara - puede que haya alguien infiltrado en Konoha – concluyó echándose hacia atrás en su silla, mirando a los chicos.

- No puede ser...  – El rubio suspiró. De la garganta de Sasuke salió una especie de gruñido.

- He enviado a un grupo a tu casa para buscar pistas o cualquier rastro del otro grupo - el Hokage miraba directamente a Sasuke - Es probable que necesiten la casa vacía, así que igual te tienes que quedar con Naruto mientras tanto. - Sasuke frunció el ceño y Naruto lo miró frunciendo el ceño y los labios, pero sonrió acto seguido al tiempo que recibía una ligera sonrisa. Kakashi sonrió, divertido. - Creo que aún no habéis tenido oportunidad de poneros al día, ¿verdad?

- Es verdad. – señaló con un dedo a Sasuke. Sus tripas rugieron. Se llevó la mano al ombligo, sonriendo avergonzado, mientras Sasuke rodaba los ojos. Naruto pasó por su lado dándole una palmada en un hombro. Abrió la puerta y lo miró por encima del hombro - ¡Vamos! Vayamos a comer algo.

- Te juro que como me lleves a comer ramen… - se escuchó mientras se alejaba, siguiendo al energético rubio.

Durante la comida, Naruto no paró de hacerle preguntas sobre su tiempo fuera, a las cuales Sasuke respondía sin demasiada emoción. Había decidido irse por varias razones, pero no le había servido de mucho. Después de un tiempo, se cansó de vagar sin rumbo, no solucionando nada, y decidió volver. Había pasado un mes aclarando asuntos con la villa, arreglando su casa e intentando saber cuál era su lugar en esa nueva vida. Algo que aún no había resuelto. Pero lo peor era…

Naruto interrumpió sus pensamientos cuando le propuso ir al viejo campo de entrenamiento. Caminaron hacia allí en silencio, algo que el moreno agradeció. Muchos recuerdos pasaban por su mente mientras recorría ese camino; recordaba cómo se había sentido en aquel tiempo, lo confuso que era todo. Después de todo, algunas cosas no habían cambiado. Una vez allí, vio como su compañero rebuscaba en el bolsillo y sacaba algo brillante y tintineante.

- No querrás repetir aquella prueba, ¿verdad?

- Algo así – respondió Naruto con cara desafiante y a la vez sonriente – Llevaremos uno cada uno y veremos quién se lo quita al otro primero.

- Está bien. – se desabrochó la capa, desafiante - Espero que no te importe perder.

- Ya veremos.

Después de una larga disputa, los dos chicos cayeron rendidos al suelo. Se miraron sonrientes y chocaron los puños, de los que colgaban los cascabeles, que también chocaron entre sí. Después de un descanso, Naruto decidió acompañar a su amigo hasta su casa y, después de una larga discusión con los ninjas que se encontraban en ella, Sasuke seguía caminando al lado de Naruto.

- Esos inútiles...

- Venga, venga, no importa que no te hayan dejado quedarte en tu casa, Kakashi-sensei ha dicho que te quedaras conmigo, ¿no? ¿Crees que se refería a esto? Bueno, da igual… - el rubio intentaba quitarle hierro al asunto. - Eres bienvenido en mi casa - sonrió torpemente, pero el otro chico no lo estaba mirando - Es como... Si estuviéramos de misión fuera de la villa y tuviéramos que acampar. Eso es - No podía dejar de hablar.

En lo que Naruto soltaba palabras sin cesar, llegaron a su apartamento. Abrió la puerta y lo invitó a entrar. Sasuke dio un par de pasos y se quedó plantado en la entrada.

- Tu apartamento solo tiene una habitación. – murmuró, quieto como estaba.

- Por eso he dicho que es como si estuviéramos de misión - el chico se revolvió el pelo de la nuca mientras sonreía nervioso – Tengo un futón en algún lado, hay sitio para ponerlo en mi cuarto. Puedes ir a dejar tus cosas allí, si quieres.

El moreno se encaminó hacia allí, sin ofrecer respuesta. Un poco después volvió a aparecer con un montoncito de ropa en su mano. Con una mirada, Naruto le indicó el baño y la puerta se cerró tras la espalda de su invitado.

 

Mientras Sasuke se daba un baño, Naruto rebuscó en su cocina, buscando algo para cenar. Rebuscó en todos los armarios, y como era de esperar, solo había ramen instantáneo. Cuando el Uchiha salió de baño, se encaminó de vuelta hacia la habitación. Se disponía a guardar sus cosas cuando notó unos ojos mirándolo fijamente. Miró por encima de su hombro y se encontró a un rubio con cara de idiota y un bote de ramen instantáneo entre las manos.

- ¿Te apetece ramen para cenar? – agitaba el bote entre sus manos, sonriendo contento.

- No.

- Emm… pues es lo único que tengo.

Naruto oyó un suspiro seguido de un “Está bien”. Este fue a cambiarse dejando a Sasuke en la cocina esperando por la cena. Cuando el ramen instantáneo estuvo listo, los dos chicos se dispusieron a comer.

- Itadakimasu.

- Hm.

Naruto miró de reojo al moreno, vestido con un pantalón corto y una camiseta negra con pequeños símbolos Uchiha dibujados. No pudo evitar que sus comisuras se elevaran levemente. Apartó la vista para no incomodarlo y se centró en comer el delicioso manjar que tenía ante él. Sasuke se dio cuenta de que Naruto miraba su ropa y sintió un poco de vergüenza. “¿Qué demonios hago aquí sentado, en pijama, comiendo esta cosa sin ningún valor nutritivo con este dobe?”. Cuando el rubio apartó la vista, él la levantó y observó su ropa. Era básicamente lo mismo que llevaba él, pero en su camiseta se veía el símbolo del clan Uzumaki. Soltó un ligero suspiro y se comió lo que pudo de su ramen rápido para irse a dormir y acabar pronto con todo eso. Juró vengarse de esos estúpidos ninjas por haberle llevado a esa situación, además de por haberle robado. Tendría que matarlos dos veces.

Naruto preparó un futón al lado de su cama, tal y como había dicho. Era la primera vez que hacía tal cosa, nunca se había quedado nadie en su casa. Estaba emocionado y a la vez un poco nervioso. Aun así, no tardó mucho en dormirse. Era normal después de haber vuelto de una doble misión. Sin embargo, Sasuke daba vueltas en el futón, sin poder dormir. Se giró y vio a Naruto durmiendo boca arriba, con las mantas tapándole solo a medias, con la barriga al aire. La voz de ese rubio resonó en su cabeza de nuevo. “…quiero estar con él. Lo necesito.”. Lo había oído a escondidas hacía unas semanas y seguía rebotando en su cabeza una y otra vez.

Había acudido al despacho del Hokage a la hora indicada, pero él no estaba allí. ¿Cómo podía llegar tarde si era su propio despacho? Se disponía a salir al pasillo para preguntar por él cuando escuchó una ruidosa voz conocida.

- Pero aún no he podido verlo.

- Me han comentado tu jugada cuando lo traían hacia aquí, no deberías estar quejándote.

- Pero…

- Sé lo importante que es para ti, créeme, pero la situación es la que es.

- ¿Es que él no quiere verme?

- No es eso.

- ¿Entonces qué, Kakashi-sensei? Me muero de la impaciencia.

- Eres… demasiado directo. – respondió el mayor, suspirando, después de un silencio.

- ¿Qué quieres decir?

- Naruto… Entiendo la situación, sabes que sé cómo te sientes, pero precisamente por eso quizá es bueno que haya cierta distancia. Solo por ahora.

- Pero no quiero distancia, quiero estar con él. Lo necesito.

- Exactamente a eso me refiero…

- Pero… - interrumpió el rubio.

En ese momento se abrió la puerta del despacho. Sasuke se encontraba fingiendo que acababa de llegar por la ventana y así es como lo encontraron Kakashi y Naruto. Este último lo miró fijamente y abrió la boca para decir algo justo cuando el mayor le dio un empujoncito y le cerró la puerta en las narices con una sonrisa en los ojos y un “ya nos veremos, tengo trabajo” bajo la máscara. Después de aquello, Naruto fue enviado a un montón de misiones, manteniéndose ocupado casi todo el rato. Así, casi no habían coincidido.

Sabía que era importante para Naruto, pero escuchárselo decir de esa manera había sido diferente. Habían hablado de su vínculo antes, pero entre ellos. Aquello… Que Naruto hablara así de él con alguien más, sin tapujos… lo hacía diferente. “Incluso si me lo preguntas, honestamente no creo tener una respuesta…” Las palabras dichas en el valle del fin volvieron y se quedó mirando su cara. “Quizás…” Sasuke sacudió la cabeza, apartando la mirada. En ese momento vio una mano dorada colgando de la cama. Volvió a mirar su cara para cerciorarse de que estaba dormido. Acercó su mano poco a poco hasta rozar con sus dedos la mano de ese rubio que tanto le quitaba de quicio. Naruto reaccionó al contacto y murmuro “…’ske”. Lo miró. Seguía dormido. Suspiró. Soltó su mano y le dio la espalda, intentando dormir.

 

Naruto abrió la puerta, asomó la cabeza y vio que el moreno seguía dormido. Dio un par de pasos hacia él.

- Oye, Sasuke, ¿estás despierto? - No obtuvo respuesta. Soltó un suspiro. - Parece que hoy no tiene prisa por levantarse.

Se acercó un poco más. El moreno estaba boca arriba, tapado hasta el pecho y con el brazo por fuera. “Parece tan vulnerable así”. Siguió mirando su cara y su rivalidad hizo acto de presencia. “Se ve bien hasta cuando duerme, el bastardo, seguro que yo no me veo así”. Arrugó un poco la cara. Se acercó hasta quedar a su lado. “Pero he de reconocer que es jodidamente lindo”. Nunca lo había visto dormir así. Durante las misiones Naruto siempre se quedaba dormido antes que nadie, y Sasuke era el primero en levantarse. Se agachó y lo llamó una vez más.

- Oye, Bakasuke.

Al seguir sin obtener respuesta, Naruto sonrió. Sabía que si hubiera oído eso, le habría lanzado un jutsu de fuego, como mínimo. “A veces no lo soporto, pero… no puedo vivir sin él”. Sin darse cuenta, estiró su mano y le apartó unos mechones de pelo negro de la frente.

- Sasuke… siento no haber sido suficiente… - susurró tristemente, perdido en sus pensamientos. Se quedó un momento allí, pensando, con mechones de pelo negro entre sus dedos, sintiendo su tacto. Los soltó y se inclinó hacia él, y cuando sus labios estaban a punto de tocar la frente del Uchiha, notó como este se empezaba a revolver. Naruto dio un salto, apartándose de su amigo, viendo como este se movía, dándole la espalda. - ¿Qué demonios estoy haciendo? – susurró, antes de desaparecer por la puerta.

Sasuke se quedó solo en la habitación. Abrió los ojos, maldiciendo. Había deseado haberse quedado quieto y que aquel idiota le hubiera besado la frente, pero aquello era demasiado… íntimo… y además no habría podido haber fingido más que estaba dormido. Se levantó, recogió sus cosas y salió por el balcón sin hacer ruido. Quería estar solo.

Notas finales:

Pues aquí está el primer capítulo, enseguida subo el segundo y el tercero, que es el que os debo de ayer. Lo siento mucho!!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).