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Chocolate Caliente (Ereri) por sanmy

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Notas del fanfic:

Descleimer: los personajes no son de mi autoria, pertenesen a la obra llamada shingeki no kyojin propiedad de Hajime Isayama.

 

Nota1: Ese Ereri, osea que Eren es el seme.

Nota2: Parte unica.

Notas del capitulo:

Hace unos dias subi este Fic a Wattpad y pense que seria ineresante subirlo tambien por aqui. Es como una forma para mi de retribuir a la comunidad, por todo el tiempo que he leido fanfics y en este caso Ereri.

Sin nada mas por agregar que lo disfrunten :)

El día era lo suficientemente soleado como para salir a caminar sin sentir los estragos del frio abrasador que se extendía por la ciudad. La gente podría pasar su día con total normalidad a no ser por la próxima nevada que tenía días siendo anunciada por los medios de comunicación; principalmente por aquellos canales de televisión que pasaban gran parte del día con los programas de noticias locales; esos canales que Levi disfrutaba por que lo mantenían al día de lo que pasaba en esa cuidad tan insípida para el. La próxima nevada que era anunciada ya comenzaba ha hacer estragos en la mente de pequeño azabache por que no concordaba en absoluto con el clima que se había extendido los días anteriores.


Levi se preparaba para ir a tomar su acostumbrada taza de té sabatina con su loca amiga Hanji. Sabia que tendría que escucharla gritar, llorar, saltar o cualquier otra cosa que pasara por su loca mente durante al menos un para de horas. Bien era sabido por Levi que su amiga era una loca fanática de la ciencia y las teorías de conspiración y a veces no dejaba de hablar de algún teme de su interés y aun sabiendo eso jamás cambiaria a su única amiga por nada del mundo.


Aunque en realidad no sabia como había terminado siendo amigo de tan inestable chica pero eso ha estas alturas era realmente poco importaba, después de todo lo que vivieron juntos; pasando desde el primer amor de ambos, hasta la vez que terminaron viviendo juntos en el mismo departamento por mas de un mes, donde Levi salió casi huyendo al mudarse a su actual departamento. A sus ojos Hanji era desorganizada y sucia -sin mencionar lo ruidosa que era-; claro que Hanji no era sacia, solo un poco desorganizada si, pero a lo ojos de Levi eso ya era una aberración al ser un obsesivo con la limpieza.


Caminando hacia la Cafetería que solía frecuentar ese día de la semana su teléfono móvil comenzó a sonar con la típica tonada que tenían cuando recibes una llamada, pensaba que era de su trabajaba y así dejándolo sonar ignorando la llamada y las siguientes que llegaron. Por lo general no le gustaba usar el móvil pensando que solo lo hacia perder tiempo -cosa que solía pasarle debido algunos juegos que mantenía en el dispositivo incapaz de borrarlos- cosa por lo cual procuraba usarlo el menor tiempo posible a menos de que fuera realmente importante y por la misma razón las personas mas cercanas a el no solían llamarlo o comunicarse con el por ese medio.


Las llamadas continuaron por unos cuantos minutos mas hasta que dejaron de llegar y con ello le siguieron los mensajes de texto. Cuando realmente perdió la paciencia por aquella situación saco el dispositivo del bolcillo izquierdo de su abrigo negro y apagar el teléfono del demonio que no lo dejaría en paz. En ningún momento se percato que un grupo de chicos de esos que parecen incapaces de sacar la nariz del móvil caminaban hacia el. En aquel grupo un tanto singular se encontraban un par de chicos chicos rubios con los ojos tan azules como un cielo de verano, una chica con el cabello tan negro como el suyo y unos ojos negros casi tan profundos como su cabello, y por otro lado un par de chicos castaños uno con tono mas claro que el otro y unos ojos color avellana, mientras que el otro tenia unos ojos verdes. En cuanto sus ojos grises hicieron contacto con esos ojos verdes se dio cuenta que eran los ojos verdes mas bonitos que había visto en su vida, aunque teniendo en cuenta que no había visto muchos ojos de ese color.


No se percato de que el otro chico de cabello castaño choco con el haciéndolo caer al piso sobre su trasero, haciendo que así saliera de la ensoñación en la que había entrado por esos ojos verdes y comenzara a soltar gruñidos casi inaudibles y maldiciones por doquier.


-Estúpido- murmuraba intentando ponerse de pie, lo cual era casi imposible temiendo en cuenta el asalto que había tenido su trasero la noche anterior por un castaño de ojos azules como el del mar en esos días donde el día no esta del todo favorable- Malditos par de castaños...-


-¿Estas bien?- las palabras resonaron en la mente de Levi por unos momentos hasta que se encontró capaz de asentir con la cabeza pues esos ojo verdes que lo habían tenido en la luna hacia unos momentos lo miraban con preocupación genuina, seguramente el golpe había sido fuerte como para que el chico lo mirara con esa preocupación pasmada en su rostro- Déjame ayudarte- extendió la mano en le dirección del mas pequeño para que así pudiera ponerse de pie nuevamente.


Cuando tomo la mano del mas alto y jalado hacia arriba para estar de pie nuevamente, tropezando con los pies del contrario y los propios. Sus rostros quedaron solo a unos centímetros de distancia, sus alientos mescolanza entre si, la mirada de ambos automáticamente viajo a los labios del otro, se quedaron ahí unos cuantos segundos para volver a los ojos brillantes del contrario. Levi palideció al darse cuenta de la poca distancia que lo separaba del otro chico mas alto que parecía igual de sorprendido con la extraña situación cómo el. El chico de ojos verdes fue el primero en separase haciendo tambalear un poco al azacebache por el repentino movimiento brusco del otro.


La situación no podía ser mas bochornosa para ambos, los colores comenzaron a subir por los rostros de ambos hasta quedar un rojo instalado en las mejillas del mas pequeño y las risitas burlonas de los acompañantes del moreno. No se podía creer lo estupido que se sentía al protagonizar esa escena con el mas alto mientras los otros chicos se burlaban de ellos, comenzó a sentirse mas avergonzado para luego ese sentimiento se convirtieran en una ira irracional hacia su estúpido móvil que hacia unos momentos atrás no paraba de sonar como un verdadero desquiciado.


Con la mirada puesta en el piso y las manos echas puños por la ira que intentaba contener, se dio cuenta de que no era el lugar ni el momento para montar una escena con esos chicos que se habían callado solo unos momentos antes al ver el semblante de ira que mantenía el chico de ojos grises ante su postura rígida.


Intento relajar un poco su postura antes de murmurar un gracias, estoy bien y salir huyendo del lugar hacia su departamento mientras sacudía cualquier rastro de polvo que osara posarse en las ropas del azacebache. Camino solo un par de cuadras de regreso a su hogar cundo recordó el día de la semana que era y que tendría que encontrase con Hanji en aquella cafetería destartalada que frecuentaban todos los sábados. Giro sobre sus talones y reanudo su camino hacia el lugar que en un principio había sido su destino al salir de su departamento.


El trascurso al lugar fue sumamente tranquilo aparir de ese punto. El lugar estaba casi vació como era de costumbre, por esa misma razón a Levi le gustaba tanto esa cafetería, el lugar nunca estaba rebosante de gente y solo se podía escuchas los suaves murmullos de las otras mesas y el sonido que hacían las maquinas de los espressos al preparar un nuevo café de ese tipo. Al llegar Levi noto que la mesa que solía ocupar con Hanji estaba completamente vacía, lo cual era muy extraño para el, y aun mas extraño por que la castaña era sumamente puntual si se trataba de Levi. Al chico de los ojos grises odiaba la impuntualidad casi al mismo nivel que lo hacia con la suciedad y el desorden.


Pensó que era conveniente dejarlo pasar por que después de todo el también iba unos cuantos minutos mas tarde de lo acordado por ambos. Se sentó en su lado de la mesa y espero.


Los minutos pasaron y su amiga no se dignaba en aparecer, el té negro que había ordenado con anterioridad esta completamente frió sobre la mesa redonda con un mantel de encaje sobre ella y un servilletero sobre el. Mientras mas minutos pasaban mas comenzaba a impacientarse. Con una de sus manos busco su teléfono móvil en los bolsillos de su abrigo para poder llamar a su amiga y preguntar la razón de su retraso. Para su mala suerte el aparato no se encontraba en ninguno de sus bolsillos. Comenzó a pensar que quizá se le callo cuando choco con el castaño de ojos color avellana, en el altercado que tuvo lugar solo hacia una hora.


Para Levi no presentaba ningún problema el haber perdido su móvil, incluso comenzaba a pensar que le favorecía ese acontecimiento por que ya no tendría esa distracción a la hora de trabajar pero no todo era bueno, mucha de su información personal estaba almacenada ese aparato y cualquiera que quisiera acceder a ella podría hacerlo, puesto que los sistema de seguridad de su móvil eran de los mas precarios al igual que el aparato.


-Maldición- se puso de pie con el seño fruncido y salia del local mientras murmuraba mas maldiciones e insultos para si mismo y al castaño con el que había chocado, dejando la taza del tè frío intacta sobre la mesa.


(...)


Una vez que estuvo de nueva cuenta en su departamento dispuso gran parte de su tiempo a recordar los números telefónicos de las personas mas importantes para hacerles saber que no tenia consigo su teléfono móvil y que lo había perdido, recordando solamente el numero de la casa de su madre y confundiendo el de su tío Kenny con en de Hanji y aun así ambos números eran incorrectos. Dándose cuenta de que dependía tanto de ese aparato, que nisiquiera tenia en ninguna otra parte los números de las personas importantes lo cual era sumamente irresponsable de su parte.


Hizo una nota mental que decía que tendría que compara una de esas agendas que su madre tanto agradecía su existencia para casos de emergencias.


La temperatura comenzó a descender, anunciando al fin la nevada tan esperada por los medios de comunicación, que tanto habían estado esperando. Levi pensaba que lo mejor seria ir a visitar a su amiga en otro momento al igual que su tío después de la nevada, darse una ducha con agua caliente no era una mala idea, para poder desvanecer todo el estrés y la frustración que sentía por lo acontecido a lo largo del día. Para después leer algún libro que había adquirido en su resiente visita a la librería que estaba a unas cuadras de su lugar de trabajo. Con ese pensamiento Levi se adentro en la ducha.


(...)


El agua escurría por su cuerpo mientras con una de sus manos alcanzaba la toalla de su lugar y comenzó secar su cuerpo, para ponerse una pijama de color negro de la parte inferior mientras la sudadera era de un color gris muy claro, casi blanco.


Un poco vacilante comenzó a sonar el timbre cuando Levi salia del baño , para luego comenzar a sonar mas insistentemente. Soltó unos cuantos gruñidos antes de caminar hacia la puerta de su departamento.


Al abrir la puerta se encontró con un par de ojos verdes, esos ojos que lo habían dejado embalsamado unas horas antes. Sus ojos grises reflejaban el asombro como el temor de encontrarse con ese chico en la puerta de su departamento. Instintivamente dio un paso hacia atrás intentado salva guardar su integridad física, aunque en realidad era algo muy estúpido de su parte teniendo en cuenta que dentro era un blanco mucho mas fácil.


El otro chico que aparentemente era al menos unos 15cm mas alto que el se percato del temor que se instalo en el rostro del otro chico, se notaba bastante tenso y nervioso con su propia cercanía. Probablemente no planeaba asesinarlo en ese preciso instante o incluso podría pasar por una serie de torturas antes de morir, eso y mil pensamientos mas pasaban por la meterte de Levi pero no propria saber lo que el otro realmente planeaba hacer con el. Intento abrir la boca para hablar un par de veces pero ninguna palabra salia de ella, tal solo unos cuantos balbuceos incomprensibles eran capaces de salir de ella. Respiro unas cuantas veces por la nariz y dejar salir todo el dióxido de carbono por su boca, intentando tranquilizarse y poder pensar con la mente en frió en caso de ser necesario.


-Se puede saber ¿Quien eres? y ¿Que haces en mi casa?- no había recompuesto su semblante serio en su totalidad, su respiración aun era irregular al igual que los latidos de su corazón pero mientras mas vulnerable se mostrara mas peligroso podría ser.


-Hola- saludo con timidez el chico, recibiendo como respuesta una inclinación de cabeza del mas bajo- amm... Soy Eren, Eren Jaeger- había extendido su mano para poder estrecharla con el contrario sin embargo no hubo ninguna intención de estrechar su mano con la del moreno de su parte. Lo único que obtuvo de parte del azabache fue una mirada recriminadora y su típico ceño fruncido. Eren retiro su mano con una mueca de disgusto por el comportamiento del mas pequeño- bueno no importa, tu amiga me dio la dirección de tu departamento- explico mientras buscaba en las bolsas de abrigo alguna cosa.


Levi que ya se había relajado un poco al pensar que si ese tal Eren quisiera hacerle daño ya lo hubiera echo, volvió a tensarce al recordar que no tenía forma de conocer a ninguna de sus amigas que le darían su dirrección así como así.


-Aquí esta- Eren se notaba incómodo y un pon poco tenso, la tensión que tenía era la misma que cuando había llegado. Le entrego su precario teléfono móvil. Su rostro volvió a ser dueño de la sorpresa por segunda vez en el día- Nos dimos cuenta de el en cuanto te fuiste esta mañana, pensamos que era de otra persona, así que lo prendimos para ver si alguien lo reclamaba- volvió a explicar esta vez cando el móvil volvió a estar en las manos del mas pequeño- recibimos una llamada de tu amiga y le explicamos que había sucedido y ella nos dio tu dirección- sus manos en los bolsillos de su abrigo le daban un claro indicio que la temperatura había descendido y que fuera se estaba presentando la añorada nevada de los medios.- Tengo que irme- se despidió al no residir ningún tipo de respuesta del otro.


Lo único que se escucho fueron los pasos del moreno a lo largo del corredor, Levi dirigió su mirada al gran ventanal que daba hacia la transitada avenida de donde se situaba el edificio de su departamento. Afuera la tormentosa nevada se desarrollaba mientras aquel chico de ojos verdes se dirigía hacia ella. No era ninguna novedad que cuando iniciaba una nevada transportarse era un total caos y mas si no tenías un automóvil para transportarte, los pocos taxis que se atrevían a transitar con ese clima por lo regular iban llenos, los autobuses detenían sus servicios por miedo a algún accidente mientras el metro hacia lo mismo. Las tormentas de nieve eran sumamente fuerte en sus ciudad y a pesar de ser un tremendo hijo de puta no podía dejar que ese chico que había ido hasta ahí con tremendo clima solo para entregarle su móvil.


-Hey, espera- Eren que estaba mas cerca del elevador que del propio Levi giro su cabeza por sobre el hombro para poder míralo- emm... ¿Quieres pasar hasta que pasa la tormenta como modo de agradecimiento por traer mi móvil con este clima?-.


-No creo que quieras tener una persona desconocida en tu casa, sabrá dios que te pueda pasar ¿No?- eso era lo último que Levi esperaba como respuesta.


-Vale, lo siento pero no todos los días tienes al chico con el que chocaste fuera de tu departamento- dijo- si quieres puedes entrar y resguardarte de la tormenta o ir afuera a morir congelado-lo que dijo fue una total exageración pero como mínimo salir con ese frió y estar en la intemperie mientras el agua congelada cae sobre ti te garantiza un par de días en cama por un resfriado.-Tengo chocolate caliente-.


-Al menos dime tu nombre- fue su corta respuesta- yo no quiero entrar en el departamento de un desconocido- el ceño fruncido volvió a hacer acto de presencia mientras su mirada se volvía afilada por el descontento que causaron esas palabras- y si me gustaría una taza de chocolate desconocido- la última palabra fue dicha con burla mientras una sonrisa de la misma naturaleza fue instalada en su rostro.


Su ceño se frunció mas incluso si eso no era posible- Mi nombre es Levi- las palabras fueron dichas con total frialdad mientras ingresaba a su departamento en una muda invitación hacia el moreno.


El lugar estaba limpio, con casi todo en su lugar con excepción del libro que estaba en la mesa de centro de la sala junto con un separador de color verde militar y un par de alas de color azul rey y blanco colgando al final del cordón. A Eren le sorprendió un poco al ver esas alas cuando entro al apartamento, cerro la puerta y se dirigió a ese lugar del departamento. Su amiga Mikasa le había regalado esas mismas alas solo que en forma de llavero por que según ella era icono muy emblemático de su familia por lo cual no era algo comercial que cualquiera pudiera tener, por lo cual tenía que mandarse hacer a alguna joyería.


-¿Eres un Ackerman?¿Eres familiar de Mikasa, Mikasa Ackerman?- las palabras salieron de su boca sin ningún filtro, Levi cableado se giro para poder ver al chico con su el ceño fruncido de vuelta y tan tenso como cuando el chico apareció frente a su puerta.


-No, no conozco a ninguna Mikasa Ackerman y aunque fuera el caso no es algo que sea de tu incumbencia mocoso-.


Una mueca de disgusto apareció en los labios de Eren aunque en realidad Levi tenía razón, esa información no era de la incumbencia del chico y mas teniendo en cuenta que era un total desconocido para el.


El azabache se volvió a girar para vertir la leche en una olla que se encontraba ya en la estufa de su cocina, para después agregar las barras de chocolate y dejar que el chocolate se derritiera cuando la leche estuviera lo suficiente caliente. Levi nunca fue un gran cocinero pero aprendió algunos trucos para no morir de hambre o de comida chatarra.


El silencio era tenso e incómodo, mientas Eren se mantenía de pie entre la sala de estar y el comedor, Levi estaba apoyado a un lado de la estafa donde se calentaba la leche con chocolate. Estaban molestos, por razones diferentes pero al fin de al cabo molestos,


De los labios de Eren salio un suspiro haciendo que el mas pequeño levantara la mirada hacia el mas alto, encontrándose con esos ojos verdes que lo obsecaban atento. Sus ojo grises fueron incapaces de apartar la mirada de los otros, el chocolate caliente comenzó a hervir, haciendo señales de querer derramarse pero sin llegar a hacerlo por que la olla era lo suficientemente alta como para que la espuma pudiera derramarse. Los ojos verdes desviaron la mirada hacia la estufa al escuchar el sonido que se hace al hervir la leche en ella teniendo que desviar sus propios ojos hacia el mismo punto. Sus mejillas normalmente pálidas adquirieron un color rosado por la vergüenza al igual que sus orejas. Se movió hasta apagar la estufa y espero que la espuma desapareciera quedando residuos en los costados de la olla como evidencia de que se había calentado mas de la cuenta. Cogió dos tazas de la alacena y vertió el contenido en ellas mientras la atenta mirada de Eren no dejaba de observar cada uno de sus movimientos haciendo que el sonrojo de Levi que ya había desaparecido regresara.


-Toma- fueron sus cortas palabras, colocando una de las tazas en una de las cabeceras de la mesa, sentándose el en la otra con sus manos alrededor de la taza.


-Gracias- Eren tomo el asiento donde estaba su chocolate caliente y observo a Levi como momentos atrás.


La molestia pasa segundo plano para ambos, se dedicaron a observarse mientras bebían de sus tazas de chocolate. Levi había quedado cautivado de esos ojos verdes casi esmeraldas desde el momento que los vio, de echo fue la razón por la que había terminado en el suelo unas horas atrás. Por otro lado Eren nunca había visto unos ojos con la misma tonalidad como los de Levi, cierto que los de Mikasa eran algo similares pero ni de lejos tan lindos como los de azabache, aunque su actitud dejaba mucho que desear, era cierto que la chica con la que había hablado dijo que era un poco amargado y grosero pero no pensó que ni siquiera le dijera su nombre cuando se presento.


El primero en desviar la mirada fue Levi, se sentía fuera del lugar, por mas estúpido que sonara puesto que estaba en su hogar, se sentía abochornado e incómodo con el chico sentado enfrente de el. La atormente de fuera no cesaría hasta dentro de unas horas y lo mas conveniente era aligerar el ambiente y hacer de lado esas sensaciones que le hacia sentir el mocoso de ojos verdes.


-¿Películas o series?- fue la boba pregunta de Eren, el también se estaba cansando del ambiente tan tenso que se había creado entre ambos.


Eso hizo que el mas pequeño regresara su mirada hacia el otro con el ceño ligeramente fruncido por el cuestionamiento del mas alto. - ¿He?


-¿Que prefieres, las películas o las series?- dijo, el más pequeño se dio cuenta de que estaba intentado aligerar la tensión que crearon una pregunta de lo mas banal para su gusto pero que de igual forma respondió.


- Prefiero los libros, aunque si tengo que escoger prefiero las series.


-Pero a algunas serias se les va la cabeza y tiene temporadas innecesarias.- sonrió mostrando su sonrisa colgate.


-Puede ser, aunque pasa lo mismo con algunas franquicias de películas y libros.-


-Así es- dijo- ¿Que estabas leyendo?- pregunto al recordar el libro del la mesita de centro que estaba en la sala.


-La divina comedia- respondió encogiéndose de hombros.


Los labios de Eren formaron una ligera "o" por la sorpresa, el nunca se había atrevido a leer un libro con tal cantidad de capítulos, solo sabia que se dividía en tres partes pero de eso en fuera no sabia nada mas.


-Nunca lo he leído, solo se que se divide en tres partes- respondió sincero rascándose la parte trasera de su cuello.


Asintió- Es comprensible por la cantidad de capítulos que tiene y la cantidad de años que tiene publicado- dijo y le regalo una pequeña sonrisa al chico sentado delante de el. Era la primera vez que lo veía sonreír y le gusto, la razón no la sabia pero lo hizo.


(...)


La tormenta de nieve ya había cesado desde un par de horas antes pero no se habían percatado de ello, tuvieron una conversación muy amena, una de esas que de las cuales empiezas hablando de una cosa y termina en una totalmente diferente, el sol ya se había ocultado horas atrás, incluso antes de terminar la tormenta por lo cual ya era demacrado tarde. La temperatura había descendido aun mas pues no era un gran secreto que después de cualquier nevada la temperatura baja por el descongelamiento de la nieve.


El teléfono móvil de Eren comenzó a sonar pues ya había tardado demasiado en regresar y el chico al cual iba a regresar el móvil no se veía muy agradable o amistoso según a los ojos de Armin y Mikasa.


-Disculpa- dijo el chico cogiendo el móvil y contestado la llamada mientas se levantaba de la mesa y recibía un asentimiento de cabeza de parte de Levi como respuesta. -¿Hola?- Respondió.


-¿¡Donde estas!?- se escucho la voz histérica de Mikasa al otro lado de la linea.


-Estoy regresando el móvil del chico de hoy- respondió despreocupadamente.


-¡Eren, te fuiste hace horas!, ¡Horas! ¡Entiendes, Horas!- Volvió a hablar Mikasa aun mas fuerte que la vez anterior


-Esta bien Mikasa- esta vez se escucho Armin un poco mas lejos que la chica que se colgaba del teléfono como si fuera su vida- si te respondió quiere decir que esta bien- intercesión el rubio intentado contener a la azabache.


-Gracias Armin- contesto, pues sabia lo intensa y sobre protectora que era su amiga- estoy bien Mika, Levi me dejo refugiarme de la tormenta en su casa como modo de agradecimiento por regresarle su Móvil- respondió esta vez el para calmar a su amiga.


-¿Seguro que estas bien?- volvió a insistir Mikasa haciendo que Eren rodara los ojos.


-Si Mikasa, estoy perfecto.


-Pero Eren ¿Que haces ahí todavía si la tormenta ceso hace unas horas?- cuestiono esta vez Armin, el moreno giro su mirada hacia el ventanal que daba a la avenida percatadoce de lo que decía su amigo era cierto.


-En realidad no me había dado cuenta- respondió en un susurro abochornado por no haberse percatado de eso.


-Lo mejor seria que regresaras ya Eren, si no el último tren se te ira y los buses también- dijo Armin.


-Si, gracias Armin- volvió a agradecer- los veo en un rato, hasta luego- dijo y colgó la llamada.


Levi que se había mantenido atento al moreno se levanto de su asiento para recoger las tazas que habitan utilizado para el chocolate caliente y las coloco en donde se lavaban los trastes junto con la olla que había usado, tendría que lavarlas en cuanto Eren se fuera.


-Tengo que irme- dijo recibiendo un asentimiento de cabeza de Levi como respuesta.


-Te acompaño a la puerta- consedio caminando hacia la entrada de su apartamento.


Cuando llegaron a la puerta Eren volvió a hablar- gracias por refugiarme de la tormenta y por el chocolate caliente- dijo regalandole un de las tantas sonrisas colgate que ya le había dado a lo largo del las horas ahí en su departamento.


Asintió- gracias por regresarme mi móvil- esta vez fue Levi quien agradeció y sonrió, aunque mas que una sonrisa parecía una mueca pero Eren ya se había acostumbrado un poco a ellas.


-Deberías cambiarlo por uno mas nuevo- dijo descuidadamente al recordar el viejo y precario móvil del azabache.


-Supongo- se encogió de hombros restándole importancia al asunto.


-Entonces me voy, adiós


-si, adiós.


Dio media vuelta y se encamino hacia la salida como hacia unas horas atrás, ante la mirada de Levi que lo observaba marchase para parar en seco unos pasos del elevador y volver a voltear la cabeza sobre su hombro y preguntar:


-¿Puedo tener tu número?- dijo alzando un poco la voz para que el mas pequeño escuchara.


Levi se encogió de hombros y asintió con la cabeza- supongo que si.


No le vía razón para negarle su número de teléfono Móvil, pues habían pasado un momento agradable al lado del moreno y esperaba que para el fuera igual, por lo visto así había sido. Eren regreso a la puerta del departamento de Levi para poder intercambiar números si necesidad de estar gritando. Cuando lo hicieron esta vez Eren si se fue y Levi regreso a su departamento para limpiar la suciedad que se había acumulado durante el día y se fue a dormir.


(...)


A la mañana siguiente Levi se levanto y llamo a su madre de nueva cuenta para avisarle que ya tenía de cuenta su teléfono móvil y que no se preocupara, su madre le había dicho que se pasara por su casa para comer un día se esos y ponerse al día por lo que Levi le aseguro que lo haría y así sería pues tenía semanas de no visitar a su madre. Después le llamo a Hanji para agradecerle y reclamarle a la vez por andar diciendo su dirección a un total desconocido.


-Hola enano, ¿Como estas?- dijo la castaña al otro lado de la linea cuando contesto el móvil.


-¡Como se te ocurre darle mi dirección aun desconocido, cuatro ojos de mierda!- reclamo el azabache imaginado a su amiga totalmente despreocupada en su habitación.


-Uy, alguien anda de malas- dijo en un tono burlón que tanto conocía el mas pequeño- vale, lo siento, no debí darle tu dirección- se disculpo- pero ya lo tienes de regreso y estas bien ¿No?- dijo y suspiro de alivio al ver que su amigo se encontraba bien y no lo habían lastimado por su inresponsabilida.


-Si, estoy bien-dijo- no vuelvas a hacer eso, me metiste el susto de mi vida- dijo saliendo de su habitación hacia la cocina para prepara su desayuno.


-Pero si el chico se escuchaba amable, ¿Fue malo contigo enano?- pregunto Hanji divertida.


-No, Eren no fue malo conmigo- dijo descuidado mientras sacaba un poco de fruta del refrigerador.


-Con que Eren- dijo- ¿Entonces fue bueno con su majestad?-se burlo.


-A que te refieres maldita loca.


-Enano, desde cuando recuerdas al día siguiente el nombre de la persona con la que te acuestas- dijo sin una pizca de vergüenza haciendo enrojecer a Levi.


-No me acosté con el- respondió.


-Aja, ¿Entonces lo invitaste a tomar el té?- pregunto sarcástica la mujer sin saber que algo a si paso.


-No, de echo fue chocolate caliente- volvió a responder distraído.


-No me jodas Levi, como que invitaste a alguien mas aparte de mi a tu departamento a tomar chocolate caliente- chillo para luego echarse a reír como una foca.


-Que te den, lentes de mierda-.


Mientras hablaba había picado un poco de fruta y servido un jugo de piña en un baso. Prendió la estufa con un sartén con un poco de aceite y se hizo un huevo para su desayuno. Hanji no parecía querer dejar de reír haciendo que Levi rodara los ojos pero sonriera de igual forma.


-¿Planeas callarte?- pregunto.


-Lo siento- se disculpo con la vos sofocada por intentar contener la risa- es que tu invitando a un total desconocido a tomar chocolate caliente, no me lo creo- dijo y volvió a reír.


-¿Recuerdas la tormenta de nieve que tenían anunciado los medios de comunicación por días?- pregunto recibiendo una respuesta afirmativa del otro lado de la linea- Eren llego justo antes de que empezara, no soy tan hijo de puta como para dejar que se fuera con la tormenta de allá afuera- explico- sabes como se ponen los medios de transporte.


-Me da gusto saber que no eres tan hijo de puta cómo para dejar al chico fuera, pero eso no explica que te allá dado un susto de muerte.


De los labios del azabache salio un suspiro cansado- Me lo tope con un grupo de chicos cuando iba a la cafetería donde nos reunimos-explico- pensé que era un acosador o un asesino en serie-.


Hablando de eso- dijo- lo siento, no pude avisar antes que no iba a poder verte ayer- se escuchaba abochornada al otro lado de la linea.


-No hay poblemos, cuatro ojos- dijo- la próxima vez pagas tu.


-De igual forma lo iba a hacer- dijo- tengo que irme enano, tengo que ir a una reunión en unos minutos- explico.


-Hasta luego, te veo el sábado- dijo y colgó la llamada para no quitarle mas tiempo a su amiga y terminar su almuerzo.


(...)


Ya había pasado mas de un año de ese incidente, Levi y Eren se habían seguido frecuentando después de eso, al principio había sido extraño por la manera en la que de habían conocido y por las sensaciones que ocasionaba el otro pero con el tiempo aprendieron a vivir con ello, aunque también esas sensaciones se hicieron mas fuertes, la tensión física y sexual que había era palpable asta para el mas distraído.


Esa tarde Eren había planeado pedirle a Levi que saliera con el mientras azabache pensaba hacer lo mismo invitándolo a su departamento a tomar una taza de chocolate caliente por el frió que hacia ese día de otoño, ademas de que ya era una costumbre para ambos.


El timbre sonó a media tarde cuando Levi estaba sentado en la comodidad de su sofá leyendo un libro como era de costumbre. Se puso de pie, se encamino hacia la puerta y la abrió para encontrarse a Eren al otro lado de la puerta con un paquete de galletas de nuez que tanto le gustaban a ambos.


-Hola Levi- dijo sonriendo a modo de saludo al ver al mas pequeño.


-Hola- se alejo de la puerta de modo que el moreno pudiera entrar a su departamento.


Esa tarde como el día que se conocieron fue especial para ambos, pues ese día sus vidas se cruzaron gracias a un precario teléfono móvil y esa tarde sus vidas se entrelazaron junto un chocolate cliente y una tarde fría como la de aquel sábado de otoño.


FIN


 


 


Sanmy

Notas finales:

Gracias por leer :D


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