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A story about Sebastián's life. por Streacxxie

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Notas del fanfic:

¿Hace como cuanto no pisó estos lares? 

Según me han dicho desde febrero… 

¡Ah! Como vuela el tiempo en este hermoso año que ha tratado de matarnos desde el primer día.   

Dejándonos de bromas, deseo que ustedes y todos sus seres queridos se encuentren a salvo de todo este caos llamado mundo.   

 

 

 

Los personajes pertenecen a su muy talentosa autora, por mi parte solo los tomó a préstamo para hacerles pasar el rato esperando que sea uno bueno.   

 

 

…  

 

 

Originalmente había escrito esto para el cumpleaños de una amiga, ella lo leyó en su momento pero justo ahora eso es un círculo cerrado. Ahora algunos años después he tomado la decisión de que esta historia vea la luz, esperando que sea de su agrado.       

De algún modo todo lo que conocía cambio en el momento que la arquidiócesis de Hungría decidió que lo mejor era que yo me fuera país, ¿La razón?

Diariamente cuando yo salía del seminario había al menos una docena de hermosas mujeres fuera esperando que yo tuviera algo para ellas más allá de una bendición.

Dios padre me perdone, pero si al menos esas mujeres tuvieran de cerebro la mitad de lo que tienen de hermosas sabrían que mi vida entera le pertenece a mi Señor dejarían de insistir en que caiga en pecado junto a ellas.

De Hungría fui enviado a Inglaterra al cuidado de mi tía enferma mientras buscaban la forma de colocarme lejos de las mujeres. ¿Por qué nadie entiende que yo solo vivo por y para Dios? No tengo ningún interés en mujeres, juegos o vicios. Solo quiero servir a Dios y llevar su palabra a tantos lugares por el mundo como ÉL me permitiera. Pero a pesar de todo mi fe se mantiene intacta, se que todo esto es parte del plan maestro del creador para mí así que heme aquí parado frente a la puerta de mi querida tía, listo para cuidar de ella y de su familia ahora que una terrible enfermedad le aqueja.

-¿Tú eres Sebastián?- Al levantar mi vista me topo con una hermosa pequeña de no más de nueve años asomada en el balcón sosteniendo un lindo peluche de un lobo gris.

-Así es pequeña, yo soy Sebastián Michaelis y he llegado de desde Hungría para visitar a la tía Rachel.- Me presento amable sonriendo.

-Yo soy Sieglinde y mamá me pidió que esperara aquí por ti.- responde desde arriba antes de entrar a la casa nuevamente y abrir la puerta de la planta baja. –Soy Sieglinde Sullivan Phantomhive.- se presenta formalmente estirando su mano a modo de saludo.

-Un placer joven señorita.- Estrecho su mano antes de entrar a la casa tras ella.

-Mamá está en su habitación durmiendo, no se ha sentido muy bien durante la semana.- dice mientras se sienta en uno de los blancos sillones de la sala. –Bueno, tú quédate sentado aquí, yo iré a avisarle a mamá que has llegado, seguramente querrá hablar contigo.- sonríe antes de alejarse hacia una de las 3 habitaciones. Mientras yo observo un poco la casa de la tía Rachel, es increíble que a pesar del tiempo no ha cambiado en nada, es decir la última vez que vine fue cuando la pequeña Sieglinde cumplió 2 años, inclusive aún vivía mi madre.

-¿Sebastián?- oigo una voz y cuando miro hacia un lado allí esta mi siempre hermosa tía Rachel esta vez con un rostro ojeroso y demacrado producto de la enfermedad. –Que alegría me da verte aquí cariño.-

-Tía.- me acerco a ella y la ayudo a llegar a la sala.

-Mírate nada más, ya eres todo un hombre hecho y derecho.- dice mientras acaricia mi mejilla. –Te quedan muy bien esas ropas de sacerdote.-

-Oh! Tía.- sonrió para ella. -¿Qué le han dicho los médicos?- 

-Tú sí que eres directo cariño.- sonríe débilmente. –Para serte honesta no fueron noticias muy alentadoras, por ello me da tanto gusto que estés aquí.-

-¿Qué es lo que pasa?- asustado tome sus manos entre las mias.

- Sebastián. Los médicos dijeron que no me dieron un muy buen pronostico, a lo mucho me quedan 5 meses de vida, hace 7 semanas. Me entere del problema que hubo en la arquidiócesis de Hungría contigo y por eso le pedí a la gente de Inglaterra que nos ayuda a traerte para acá. Seré sincera cariño, una vez que yo muera Ciel y Sieglinde se quedarán completamente solos en el mundo, verás, con Frances perdí todo contacto cuando Vincent murió, ella dijo que el vinculo familiar termino con él, así que estamos solos. Sebastián, se que tú tienes una responsabilidad con Dios como teólogo y ahora como sacerdote, sin embargo tu eres la única persona que nos queda en él mundo, no te lo pido por mí, sino por mis hijos, cuando muera por favor cuida de ellos.-

Tengo que admitir que no espere esto, es decir, soy un padre, pero no un padre que puede cuidar a un jovencito de 14 años y a una pequeña de 9. Santo padre del cielo, por favor dame tu sabio consejo, ¿Qué debo hacer?

-Bueno cariño, no tienes por qué decidir en este momento, solo te agradecería que lo hicieras mañana a más tardar al medio día, aún tengo que llamar al abogado para que haga los trámites necesarios si es que decides cuidar de mis niños. Ahora acompáñame, te llevare a la habitación para que descanses.- se levanta del sillón a lo que yo de inmediato la tomo de un brazo para cuidar mejor de ella. –Compartirás habitación con Ciel como cuando eran niños.-

-Me parece más que perfecto tía, hace tanto que no hablo con él.- Sonreí alegre pues Ciel siempre fue un niño muy agradable, cuando era un niño me encantaba jugar con él. –Por cierto, no lo he visto desde que llegue.-

-Ah! De seguro otra vez anda con esos vagos que se hacen llamar sus amigos, no te voy a mentir, últimamente mi muchacho anda algo descarriado con un par de vándalos, pero ya no tengo fuerzas suficientes para discutir con él.- dice sentándose en una de las camas. –Tú dormirás aquí abajo, dudo que Ciel quiera dejar la cama de arriba.-

-Oh! Descuide tía yo no tengo ningún problema, para mí es más que suficiente tener un lugar donde pasar la noche.-

-hiiiiaaaaa!!!-

-Sieglinde!!!- grita mi tía antes de quererse levantar pero yo salgo antes hacia la cocina (lugar de donde provino el grito) y allí me encuentro con la pequeña parada en una esquina viendo hacia la pared. -¿Qué sucede pequeña Sieglinde?- pregunto una vez que me paro a su lado a lo que ella me señala una ventana donde hay un par de abejas revoloteando cerca de las flores. –Oh! Tranquila pequeña, solo hay que cerrar la ventana y listo, ninguna entrara a molestarte.-

-Gracias Sebastián.- agradece la pequeña sonriente.

-No tienes nada que agradecer pequeña.- acaricio su cabeza juguetonamente. –Y dime señorita Sieglinde, ¿Ya tienes hambre?- pregunto amablemente. 

-Un poco.-

-Muy bien, ve a sentarte con tu mami mientras yo preparo algo para la comida…

 

 

~~~~

 

Por la noche…

 

Nuestra escena comienza en la casa Phantomhive donde una angustiada Rachel se encuentra observando por la ventana cada cierto intervalo de tiempo, mientras tanto en la sala un agotado (por el viaje) Sebastián abraza a la pequeña y dormida Sullivan.

-Ve a dormir si quieres Sebastián, ya es muy tarde, yo esperare a Ciel aquí.-

-Oh! Descuide tía, estoy más que acostumbrado a dormir muy poco, no puedo dejarla aquí sola.- sonríe para la dama. –Aunque si me retirare algunos minutos para llevar a Sieglinde a su dormitorio. Vuelvo en un momento tía.- se levanta y se va con la niña en brazos.

-Ciel Vincent Phantomhive, ¿Serías tan amable de explicar en donde te has metido todo el día?- pregunta Rachel a su hijo que recién llegaba con una voz aterradoramente tranquila.

-Bard y yo...-

-No me interesa lo que haga ese joven Ciel, me preocupa que de nuevo has llegado después de media noche oliendo a tabaco y quien sabe que otras cosas, dime ¿Quién crees que eres para hacer eso?- se sienta levemente mareada, pero no por ello detiene su llamado de atención. -¿Acaso eres un adulto que sabe lo difícil que es la vida real?-

-Madre es que yo…-

-Nada Ciel!!!- grita alterada. –Estas perfectamente enterado de que me estoy muriendo y aún así sigues con estas cosas.-

-No es cierto, no te vas a morir.- se tira al piso abrazando a las rodillas de la mujer. 

-Sabes que si querido, por eso es que deseo a mi pequeño en casa, no me gustaría irme sin despedirme de ti.- dice mientras acaricia la cabeza del pequeño. –No quiero que vuelvas a irte con esos vagos de nuevo. En tu hogar esta la gente que te ama.-

-Es que yo… Estuve con Bard en su negocio trabajando un poco, el cumpleaños de Sully-chan se acerca y el juego de química que ella quiere es muy costoso, ni siquiera junte la mitad con lo de mi trabajo de verano.- se levanta del piso. -Pero bueno. ¿Como te has sentido hoy? ¿Comiste algo?-

-Oh! Hoy no estuve tan mal como en días anteriores. - se levanta de su lugar. -¿Tú tienes hambre?-

-Oh! No te preocupes madre, ya es muy tarde como para cocinar. Mejor vayamos ya a dormir.- -Sebastián dejo lista tu cena solo hay que…

-Espera… ¿Era hoy cuando el llegaba?- pregunta curioso.

-Sí, llego hace un rato, fue a dejar a Sieglinde a su habitación, pero no debe tardar en volver.- se oye la puerta del baño y de allí sale Sebastián caminando. –Oh mira Ciel, allá esta tu primo.-

-¿Sebastián?-se acerca Ciel con pasos tímidos hacia el mayor. –Idiota!!!- golpea el estomago del mayor. –Dijiste que siempre cuidarías de mí desde que mi padre murió.-

-Ciel, pídele a tu primo una disculpa en este momento.- dice enojada Rachel.

-No hace falta tía, Ciel tiene razón, yo prometí eso y jamás regrese.- dice el azabache sobando su estomago.

-No Sebastián, si hace falta.- dice Rachel.

-No, tía no se preocupe.- sonríe para la dama. –Ya es bastante tarde, ¿Qué le parece si por hoy nos retiramos a dormir? Mañana es sábado y podremos hablar tranquilamente.-  

-Oh! Es cierto. Mañana voy a salir todo el día, doblare turno.-

-Mañana tú estás castigado Ciel, novas a salir y es mi última palabra. – dice enojada. –Que tengan buenas noches.- besa a ambos en la frente antes de encerrarse en su habitación.

Por su parte ambos primos enojados caminan de vuelta a su habitación dispuestos a dormir sin preguntar nada más o por lo menos esos eran sus planes hasta que Ciel ya sentado en su cama observaba a Sebastián.

-Lo siento.- dice Ciel sincero. -Por el golpe y por no estar cuando llegaste hoy.-

-Descuida Ciel, ya no importa.- sonríe para el niño antes de quitarse sus gafas. 

-Tus ojos.- acaricia la mejilla del mayor. –Son más lindos de lo que recuerdo.-

-Gracias.- besa la mano del menor. –A ti te ha resultado muy bien el crecer.-

-Mentiroso.- dice Ciel antes de arrojarle una almohada. -Apenas y he crecido.-

-Tienes 14 años. No esperes medir dos metros ahora.-

-En diciembre cumplo 15.-

-Bueno, apenas es septiembre, todavía tienes tiempo para crecer. Claro siempre y cuando cumplas con tu horario para dormir y de comidas.-

-Cállate, ya pareces mi mamá. - abraza su almohada. -Descansa. -

-Tú igual Ciel.-

 

 

~~~~

 

 

Por la mañana... 

 

 

 

Nuestra escena comienza en la habitación de Ciel donde esté apenas abre sus ojos debido a un agradable aroma que proviene de la cocina, ¿Acaso Rachel amaneció mejor? Completamente emocionado Ciel se levanto de la cama y se dio prisa en ponerse presentable antes de salir corriendo hacia la cocina encontrándose con Sebastián preparando el desayuno mientras Rachel se encuentra sentada en el comedor con la pequeña Sullivan tras ella arreglándole el cabello.

-Hola hermanito!!!- la niña corre a abrazar al chico.

-¿Sucede algo Sulli-chan?- pregunta Ciel extrañado ante la curiosa escena.

-Llego esto del hospital hace un rato.- Rachel le entrega una hoja que el niño se da prisa en leer.

-¿Es enserio?- pregunta ilusionado. 

-Así es. Y aunque solo es un programa experimental la probabilidad de éxito es la más alta de las propuestas que nos han llegado desde que me diagnosticaron la enfermedad y aunque me han desahuciado ya quiero probarla, si eso me va a permitir algún tiempo más al lado de mis hijos la tomaré con gusto.-

-Yo te apoyo madre.- sonríe Ciel.

-Entonces iré hoy mismo.-

-Pero…

-Hable con Sebastián y él cuidara de mis pequeños mientras yo me atiendo en Gales.- sonríe Rachel. –Confió en que su primo los va a cuidar y alimentar muy bien mientras yo no estoy. ¿Cuento con ustedes?-

-Conmigo sí.- sonríe Sullivan. –Además la comida de Sebastián es deliciosa.-

-¿Y tú Ciel?-

-También…  

 

 

A good news does not mean the desired happy ending,  in fact it could be the beginning of chaos,  is not it, preacher Sebastián?  

 

 

 

††††  

Notas finales:

*Habrán notado que la escritura del apellido de Sebastián es diferente a lo usual, eso se debe a la nacionalidad del personaje para la historia, en este caso Sebastián proviene de Hungría y por ello el apellido está escrito en húngaro, no piensen por favor qué es uno de mis usuales vergonzosos errores ortográficos. 

  Esta cortito, me disculpo por ello pero será como los chocolates finos, solo un gustito al día… O quizá cada 3, solo el tiempo lo dirá.   

Por ahora me despido deseándoles lo mejor en estos tiempos tan difíciles.   

No olviden visitarme en mi muy sensual grupo“La mansión de la dulce abuelita” en Facebook, tenemos té, galletitas y yaoi… Y ahora una historia exclusiva con actualización cada día.     

Saludos.   


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