Momo Yaoyorozu, es una chica que estudia en la U.A. tiene una increíble habilidad, con su don puede crear objetos y su inteligencia era sobresaliente, se podria decir que es una genio, fácilmente podia planear estrategias.
También era bastante atractiva, su cuerpo era bastante inusual para su edad, ya que lo tenia muy desarrollado y bién formado. Su cabello esta amarrado, largo con un fleco de lado y negro, al igual que sus ojos.
Su apariencia la hacia bastante popular con los chicos, tenia bastantes pretendientes guapos, pero ella no mostraba interes en ellos pues habia nacido con gusto por las niñas. Lo habia comprobado al salir con algunas mujeres, realmente se sentía bastante atraída e interesada, aunque no se atrevia a ir en serio por miedo y ninguna la motivó tanto para poder darse el valor a salir del closet.
Al principio tuvo sus temores, mas por el posible rechazo por su familia, podia soportarlo de otras personas pero no de sus seres queridos. Pero al creciendo queria confesar sus gustos, no por otra persona, si no por ella misma y preferia que se enteren por ella misma que por otras personas.
Finalmente tuvo el valor para confesarlo a sus padres y ellos, sonriendo le mostraron su apoyo incondicional, estan orgullosos de ella y si era feliz con una mujer, ellos también lo serán, después de todo era su hermosa princesa. Esas palabras le habían quitado un peso de encima, realmente ése dia fue muy importante para ella, era bastante feliz, ya que lo aceptan tal y como era.
Ahora tenia su mente bastante relajada y objetiva para cumplir su sueño y eso era ser una buena superheroina. Y es asi como se decidió por entrar a la escuela de la U.A. y en el transcurso del tiempo en sus cursos, empezó por fijarse en una compañera de su escuela. Jirou Kyouka, al ir conociendola era un poco retraída, seria, sarcástica a aquellos que considera irritables, aunque las pocas veces que sonreía, la empezó por enamorar.
Era algo mas baja que ella, traia su cabello corto con fleco, asimétrico de un bello color púrpura y sus lindos ojitos, eran de color ónix, sus orejas le parecían bastantes tiernas ya que en sus lóbulos, cuelgan unos cables. Su corazón latía bastante fuerte al ver esa hermosa sonrisa, era bastante bonita. Incluso era bastante talentosa en la musica, su voz era como oir a un bellísimo ángel y no podía apartar la mirada al oírla.
También su estilo rockera, le pareció muy genial, le gustaba cada uno de sus vestimentas, realmente era única. Una vez la vio con un vestido, lucia como una princesa del rock e hipnotizada fue rápidamente hacia ella para poder admirarla mas de cerca, tomandose una linda fotografía, abrazandola y tomándole levemente su mano, eran tan suave y calida.
Esa foto era su mayor tesoro y lo tenia siempre pegado en el espejo, asi todos los dias podia verla con esa sonrisa que le encanta. Observa bastante risueña, pensando como seria tener una relación romántica con ella.
Y eso le hacia pensar, si ella le gustaban la chicas ¿Que tal si no? ¿Y si la termina por alejarse de ella? Era la primera vez que sentía miedo al rechazo, realmente no queria que le dejara de hablar y que se sintiera incómoda por su presencia. Pero tampoco queria quedarse con la duda de que hubiese pasado si hubiese confesado su amor ¿Y si ella era el amor de su vida?.
Entonces comenzó por intentar tener tiempo a solas con ella para poder hablar en privado para confesar su amor por ella, pero al hablar sobre lo que queria, su voz parecía desaparecer o empezaba a tartamudear.
No entendía el porqué, nunca habia sido tan insegura, pero al verla con sus mejillas algo sonrojadas, empezaba por perder el control de su mente comenzando a sentir como su corazón acelera y sus manos comienzan a sudar. Y todo parecía empeorar cuando esos dos individuos interrumpen su momento, Denki y Mineta. Tenian la habilidad para poder arruinar su ambiente con sus extrañas actitudes, sobretodo el enano, que no paraba de acosarla a cada rato, la incomoda demasiado y le hacia perder sus estribos, enfrente de su amada.
-¡¡¡Mineta deja de molestar!!!-grite bastante enojada pues estaba en medio de una conversación muy importante. Y le empezó a corretear por el largo pasillo, ese niño necesitaba un escarmiento por ser un pervertido y fisgón, pero al perderlo de vista empezó por tranquilizarse y volver para continuar, viendo a otra molestia.
Denki, su compañero rubio, había llegado y se había sentado en su lugar, poniéndose bastante deprimida por haber perdido su valioso tiempo en perseguir a Mineta, era a quien considera su rival, ya que hacia poner bastante roja a su princesa, eso le ponia celosa, no sabe porqué, pero odia verlo cerca de Jirou y ahora mismo se la habia llevado, dejandola atras.
-Si no me apresuro, seguramente alguien mas valiente que yo se atreverá a decirle lo que yo siento por ella, mi hermosa Jirou...-vio como se llevan a la chica de sus sueños lejos de ella.
-¿Te gusta Jirou?-.
-Si...¿Eh? ¡¡Midoriya!!-comenzo a ver que fue escuchada por Izuku Midoriya, también iba en el mismo salón que ella-¡¿Desde cuando estas ahí?!-.
-Desde hace rato, iba a entregar mi parte de un proyecto a Todoroki y te escuché por accidente, lo siento...no fue mi intención-se inclinó bastante apenado, el peliverde era algo tierno sin proponérselo.
-No tienes porque...yo hablé sin fijarme, solo te pido discreción, porfavor-suspiro para calmarse, afín de cuentas Izuku era una persona bastante confiable y no iba a ir divulgando su secreto.
-Puedes confiar en mi, incluso te podria ayudar...también soy algo tímido y de alguna manera encuentro las palabras para poder hablar-.
Lo que decía el pecoso era cierto, cada vez que lo veía hablar a su ídolo All might, era un manojo de nervioso, pero podía expresar sus sentimientos de admiración por el, quizas le tomé la palabra-¿Realmente me ayudarías?-.
-¡Claro!-.
Tomo la mano de manera agradable y le mira bastante agradecida-Eres un buen amigo Midoriya, gracias-.
CONTINUARÁ...