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la flor del todo (one-shot) por uchihaincest

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Notas del fanfic:

este one-shot va estar relacionado con la mayoría de mis historias.

lemon sasuita no explicito.

el mundo estaba destruido.

la avaricia del hombre lo había llevado a destruirse a él mismo y a todo a su alrededor. la ciencia, la tecnología, los avances, el arte, los descubrimientos, y todo lo demás. solo fué en vano, todo era insípido e incoloro, el hombre no había cosechado nada bueno de lo que ellos mismos habían sembrado.

las guerras por poder, las miles de muertes de muchos inocentes, la sangre de todos, los malos y los buenos, los niños y los adultos, los culpables y los que no tenían nada que ver. toda esa sangre ahora bañaba la árida tierra en la que solamente existía un solo hombre ahora.

ya no había árboles, ya no había animales, las aguas estaban todas esparcidas y la tierra era infertil.

el único hombre que habitaba el mundo se encontraba desesperado, la soledad lo atormentaba, las muertes de los de su especie no lo dejaban dormir, el hambre lo acompañaba todos los días y había tenido que aprender a alimentarse de agua únicamente.

no se sabía a ciencia cierta cómo había sobrevivido. pero lo había hecho, el único problema es que el hombre estaba consciente de que la humanidad llegaría a su fin pronto, ya que no creía aguantar mucho tiempo en esas condiciones.

entonces un día caminando por el desierto enorme, que ahora podría considerarse la tierra.

dió con algo imposible para él.

-no puede ser- exclamó el hombre- la tierra es completamente árida, el agua es salada y en exceso y sin un orden, el sol quema la mayoría de cosas y las seca- siguió su monólogo con el mismo- pero ¿por qué razón hay aquí una flor?

el hombre se detuvo a mirar la flor.

era una pequeña flor blanca, una débil y delicada flor.

sin duda era extraño.

es decir ¿cómo era posible que todo aquello en esta tierra se hubiera extinguido, pero una pequeña flor hubiera podido sobrevivir a la horrible masacre?

entonces el hombre se acercó más hacia la flor, y observó sus pétalos de cerca.

allí en la flor estaban grabadas todas y cada una de las cosas que la humanidad había hecho o había vivido, sus delicados pétalos contaban desde el inicio hasta el horrible fin que pronto tendría la humanidad. su tallo se encontraba extendido hasta las bellas pero finas raíces que se ataban al mundo.

entonces allí lo comprendió.

esa flor era su pase a la vida, con esa flor podría volverle a dar un comienzo a la humanidad y devolverles la vida a todos los de su especie en nueva vez.

podría dar un nuevo comienzo a todo, podría reconstruir la tierra.

entonces la flor brilló y el hombre influenciado por el brillo de la flor comenzó a pronunciar palabras que ni él mismo conocía, pero que actualmente se podrían traducir más bien como las siguientes oraciones.

-oh gran diosa, tú que creaste el mundo, tú que le diste vida a la muerte y que moldeaste todo con tus dedos. ten misericordia de mí, el único poblador de este desolado planeta, dale una nueva oportunidad a los de nuestra especie y prometo a cambio sujetarme a el trato que me propongas- dijo el hombre en un idioma incomprensible en aquel momento- perdona nuestras atrocidades contra tu creación, perdona la destrucción que nos atrevemos traer sobre tu mundo, queremos un nuevo comienzo y prometemos cumplir con los términos que nos expreses- terminó de decir el hombre un poco mareado por todo lo que acababa de salir de sus labios.

el hombre se dio cuenta que sus ojos estaban cerrados, entonces los abrió y notó que ya no se encontraba en la árida tierra, el sol ya no lastimaba su piel y en definitiva ya no estaba en su planeta.

aquel lugar donde se encontraba no podía describirlo con palabras, pero podía intentarlo claramente.

el lugar estaba construido con una arquitectura que actualmente ningún ojo humano ha visto, no había sol ni luna sino que todo era alumbrado por la propia diosa, los habitantes de aquel lugar hablaban lenguas desconocidas para el hombre y estaban vestidos con túnicas de colores. no poseían solamente un par de alas sino que claramente se podía ver que poseían alas en la espalda, en sus cabezas y en sus pies. todos ellos tenían un collar extraño que el hombre no sabía que era, pero que según las estructuras humanas podría interpretarse como un cristal brillante.

en definitiva nada era normal en aquel lugar.

algunas criaturas tenían más de dos brazos, otras tenían más de dos ojos y así con cualquier parte física humana que te puedas imaginar.

el hombre también se dio cuenta de que en ese mismo instante estaba ante la diosa de la creación. una mujer de cabello blanco y largo, con dos cuernos en la cabeza, sus ojos eran blancos y poseía también otro ojo que se encontraba cerrado en su frente. su aspecto era el de una hermosa mujer humana solo que sus características no podrían considerarse humanas.

el hombre se arrodilló ante ella, ya que no sabía qué más hacer. no sabía cómo reaccionar al estar ante su creadora.

-joven itachi- dijo la mujer con una dulce voz- ponte de pie, vamos acércate a mí- continuó diciendo ella- expresame en tus palabras tú anhelada petición y te daré un trato para hacerla realidad.

la mujer hablaba en un extraño idioma. no tenía que abrir su boca para hablar ya que al parecer los pensamientos eran universales en aquel lugar, eso quiere decir que lo que tu piensas propiamente para ti todos lo podían escuchar claramente en sus cabezas.

itachi se levantó del sepulcro suelo donde se encontraba y se acercó a la diosa caminando lentamente.

cuando llegó donde la diosa pudo sentir su poder y realmente como este le hacía temblar los huesos.

-mi señora diosa- exclamó el hombre- no se como llegué a este lugar, no se como puedo hablar con usted cuando ni siquiera conozco su idioma, pero si pude llegar aquí debe ser porque usted así lo quiso- dijo el hombre, ya que él si debía abrir su boca para hablar.

la diosa movió sus manos sobre su largo y blanco vestido y comenzó a jugar con lo que sería la "seda" de este, mientras le hablaba al hombre.

-joven itachi- dijo la diosa con su voz tan dulce como siempre- no fué propiamente mía la idea de tu aparición en mis aposentos, el hecho fue planeado por uno de mis ángeles el cual es la base de tu mundo y se encarga de hacerlo funcionar.

 

la diosa le explicó en palabras simples a itachi como ella delegaba ángeles para que cuidaran cada uno de los mundos y los múltiples universos que estos contenían. el ángel del mundo de la especie humana pidió a la reina por ellos, ya que su mundo llegaba a su fin. por eso rogó por dejar uno de los representantes de la especie con vida para que pudiera interceder por los que ya no se encontraban en el mundo de los vivos.

Itachi estaba intentando procesar toda la información de la que ahora era conocedor.

-mi señora, desearía volver a reconstruir el mundo- dijo itachi- quiero poder salvar mi mundo y hacerlo renacer de entre las cenizas que nosotros mismos creamos, prometo aceptar cualquier condición que se me imponga- exclamó desesperadamente.

la diosa se apiadó del desespero del hombre y deseaba conceder su petición.

-joven itachi, deseo con todo mi corazón conceder su desesperada petición- dijo la reina- pero hay un precio el cual debes de pagar, por lo que a pesar de que podrás disfrutar de ser el colono en el renacer de tu mundo; en tus siguientes vidas la desgracia caerá sobre ti y sufrirás por ser el único que aún vive de los despiadados hombres de tu anterior especie -continuó la reina- te entregaré como compañero a uno de mis ángeles y así poblar el mundo, pero recuerda bien que la maldición es irrompible y es para toda la eternidad.

Itachi sonrió, él ya se esperaba que hubiera un precio el cual pagar y que no sería fácil, pero al menos le habían propuesto una solución.

-acepto el trato mi señora diosa- dijo el hombre con voz convencida.

-la maldición no se puede romper- dijo la diosa de la creación- estás seguro de que quieres esto?- indaga mirando fijamente al hombre.

-claro que sí- exclamó el hombre- no soporto esta soledad, quiero un compañero para poder reinventar el mundo y salvarlo de su horrible destrucción.

entonces la diosa tomó la flor y la transformó en un bello niño.

-toma- dijo ella- aquí tienes a tu compañero, aquí tienes a la vida y a la destrucción, aquí tienes a lo bueno y lo malo, aquí tienes a lo rico y lo pobre, aquí tienes esta flor blanca.

y entonces todo comenzó.

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itachi se había encargado de cuidar al niño en el nuevo paraíso el cual le había concedido la diosa de la creación.

el mundo ahora era muy diferente. Había árboles frondosos, verdes y llenos de diversas especies de frutos, las aguas estaban ordenadas en ríos, mares y lagos pintando un hermoso cuadro del que ahora él hacía parte con su hermoso angelito. la tierra era de nuevo fértil, y hermosos jardines de flores llenaban la tierra.

su niño ahora tenía unos dieciséis años de edad y estaba listo para producir descendencia humana por lo cual hoy era el día.

Hoy era el día donde lo harían por primera vez.

estaban allí justo para eso, para empezar la descendencia del mundo y convertirse en los padres del renacer del mundo. ese día especialmente hacía un hermoso sol que calentaba el planeta, los animales que ahora poblaban el mundo caminaban libremente.

-vamos angelito- dijo itachi -hoy te demostraré todo el amor que estos miles de años he acumulado por ti, hoy te haré conocer lo desconocido y te enseñaré lo que no sabes.

el joven sasuke solo miraba a itachi, su instinto le decía que debía aparearse con él, por lo cual estaba conteniendo para no saltarle encima.

itachi rió.

-Veo que estás ansioso- exclamó un poco agitado siendo preso de los ojos del depredador que ahora se cargaba su pequeño- vamos ven y disfrutemos juntos.

ese día sasuke e itachi se tocaron delicadamente a pesar de todo el deseo que se cargaban, sus cuerpos disfrutaron como nunca habían disfrutado al hacer ninguna otra actividad, en sus ojos se veía el amor que se tenían y sus mentes se encontraban completamente entregadas la una a la otra.

ese día la naturaleza brilló más que nunca, nuevas flores asomaron sus pétalos en el mundo, nuevas especies nacieron en ese planeta y todos los animales celebraron la unión entre los dos seres.

 

ese día la diosa desde su trono sonrió tristemente.

ellos dos no sabían lo que les esperaba, las vidas que les tocaría vivir y todo lo que tendrían que sufrir, pero por ahora...

por ahora podían disfrutar de esta vida.

por ahora, podrían gozar de todo aquello que ella les había otorgado para después sufrir...

sufrir todo tipo de males y dolores en sus siguientes vidas.

 

un año después itachi cargaba en su ser lo que sería el primer hijo de la nueva humanidad.

sasuke se encargaba de cuidar a itachi en todo sentido. él mismo se encargaba de cazar la comida y de prepararla, de ayudar a bañar a su pareja y de vestirla. lo consentía en todo lo que quería.

 todo el tiempo le decía lo mucho que lo quería y lo besaba saboreando sus cálidos labios. ya que al tener un nuevo ser dentro desprendía un dulce aroma que fascinaba a Sasuke.

-sasu- dijo itachi -creo que mmm voy a traer a nuestro hijo.

y así fue como Sasuke atendió a itachi para poder dar a luz la descendencia del mundo.

tuvieron dos mellizos a los cuales llamaron indra y ashura.

y así vivieron los dos pobladores del mundo, saltando entre las montañas, nadando en las preciosas aguas del mundo, comiendo deliciosos frutos y construyendo casitas pequeñas que después se convertirían en ciudades enteras.

educaron a sus hijos intentando que estos no se torcieron por los vanos caminos de la anterior humanidad.

Se rieron, se divirtieron y disfrutaron hasta la última gota de su primera vida.

hasta que murieron.

cuando ya les llegaba la hora, antes de morir se tomaron de las manitos y con sus últimas fuerzas se besaron suavemente para después caer en el inicio de lo que sería sus peores vidas.

las vidas que vendrían a continuación mostrarían fielmente que lo de la maldición no era un juego y que estaban condenados a un bucle de desgracias.

sus hijos los enterraron juntos.

y así permanecieron hasta despertar en los diferentes universos que les tocó vivir en ese mundo.

plantaron en honor a sus padres un jardín hermoso jardín de flores donde obviamente no olvidaron las flores blancas.

aquellas que les permitieron una nueva oportunidad a su especie.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

gracias por leer :)


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