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Déjame en Paz por borisgarc_

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Regulus


Ahí estaba él, frente al lago, alejado de todo y escondido tras unos árboles para que nadie lo moleste.


Desde que volvió a Hogwarts, Regulus Black, no hablaba y se notaba su mal humor a metros de distancia, a penas si ponía atención en las clases y cada día antes de la hora de la cena, se encontraba en ese lugar, mirando a la nada, siempre que estaba ahí se le veía triste, en ocasiones dejaba escapar unas lagrimas, cuando ya no podía contenerlas o cuando veía lo feliz que estaba su hermano sin ser parte de su familia, sin él.


Ese verano Sirius había huido, se había ido con los Potter, con quien más, obvio ese idiota le abrió la puertas de su casa, como lo odiaba, como odiaba a James Potter, el tarado que se atrevió a robarle a su hermano, desde que Regulus tenía diez años, recordaba como Sirius lo había reemplazado por ese cuatro ojos, empezó a notar como dejaban de llegar cartas para contarle como le iba en su primer año y cuando llegó el verano en la estación de tren, Sirius los presentó y es ahí donde se dio cuenta que él ya no era más el hermano menor de Sirius, ahora era James, su fiel compañero en todo y fue empeorando con el paso de los años.


Regulus pudo haber quedado en Ravenclaw, pero estaba entre la espada y la pared, el cariño de Sirius y decepcionar a sus padres o ir a Slytherin y ser lo que siempre esperaban de él, aún le duele recordar la expresión que hizo su hermano al ver que quedaba en la casa de las serpientes, en ese tiempo él creía que era una mirada de enojo, pero después de tantos años, ahora sabía que era una cara de decepción, así como la ultima vez que discutieron, antes de que Sirius huyera y lo dejara solo.


Diario se pregunta qué pudo haber hecho diferente, ¿si se hubiera ido a Ravenclaw, hubieran huido juntos?, ¿Vivirían con James los dos?, ¿Sirius aún lo querría?


James


James Potter, que había notado el cambio brusco en el hermano de su mejor amigo, no podía evitar preocuparse, su padre decía que ese era el Gryffindor que se llevaba dentro, él supone que eso esta bien, querer ayudar al menor de los Black.


Cuando Sirius llegó a su casa esa noche, le contó todo lo que se gritaron entre hermanos, el mayor estaba muy afligido por haber dejado a Regulus así, James lloró junto a su amigo sin poder evitarlo, pero esa noche y todos los días pensaba en como lo habría pasado el hermanito de Sirius, lo imaginaba solo y llorando en su cuarto, Sirius lo tenía a él a Remus y Peter, pero Reg no tenía a nadie y no es porque no tuviera amigos, pero James se dio cuenta como es que las serpientes dejaban de juntarse con él, quiere suponer que el menor les pide que lo dejen solo.


El Gryffindor no podía evitar seguir a Regulus con la mirada, siempre que lo veía en los pasillos, en la biblioteca o en el comedor trataba de averiguar que pensaba, -ojalá supiera legeremancia- se decía a si mismo cuando notaba al menor de los Black así de triste, no podía sacar el tema así con Sirius, sabía que eso lo pondría mal y era lo menos que el quería; por eso tomó ventaja y aprovechó que Remus les pidió que lo acompañasen al bosque a recolectar ingredientes para una poción, él fingiría, dolor de cabeza y se zafaría de los tres, así por fin seguiría a Regulus sin involucrar a sus amigos y sobre todo a Sirius.


Quería saber cómo estaba el menor, era más que su curiosidad innata, él necesitaba saber cómo estaba Regulus y así poder ayudarlo, no tenía idea de cómo y tampoco si la serpiente aceptaría su ayuda, pero tenía que intentarlo, era un cabeza dura y lo sabía perfectamente, quien más podía ayudar al menor de los Black, él sabia muchas cosas sobre esa serpiente, no solo las cosas que Sirius le contaba, también las que él mismo había observado por años, en su lista estaba:


+ Su equipo favorito de quidditch


+ La linda forma en la que arruga la nariz al leer


+ No le gusta la leche a menos que sea con miel


+ Kreacher es más que un Elfo para Regulus


+ Esta demasiado interesado en la astronomía pero tal vez no se dedique a eso, aunque a los Black les gusten mucho las constelaciones, no es una carrera que sea digna para ellos


+ La forma en que cambia su expresión automáticamente a odio cuando lo ve a él


Esa ultima era horrible, James no entendía que le había hecho a Regulus, pero desde que los presentó Sirius, esa era la mirada hacía él, por eso se debatía mucho entre ir y hablarle o solo quedarse ahí viendo como lloraba, estaba consciente que se veía muy raro haciendo eso, verlo llorar y no ofrecerle un pañuelo, un hombro,  consuelo o... oh no ¿qué estaba haciendo Regulus?


Regulus


Estaba cansado de pensar y de llorar, así que creyó que era buena idea quitarse la ropa y meterse un rato al lago, hace días que no pensaba demasiado las cosas, era claro que había dejado de importarle lo que pensaran de él, de todos modos no había nadie cerca a esas horas; al sentir el agua helada en sus pies, su piel se erizó por completo, pero le gustaba esa sensación, tenía miedo de ya no poder sentir nada después de lo que paso.


Aguanto la respiración y se sumergió hasta que sitio que unos brazos lo jalaban y lo arrastraban fuera del lago, cuando logro enfocar los ojos en la persona que se había atrevido a hacer eso, le hirvió la sangre al ver al idiota de Potter.


- ¿Qué te pasa idiota, como te atreves...? - dijo el menor muy molesto antes de que el Gryffindor lo interrumpiera.


- Perdón, creí que querías.. que ibas a...- tartamudeo el de anteojos.


- ¿Qué iba a qué, a matarme? pedazo de imbecil, ¿por qué haría eso?


- No lo sé, yo solo te vi llorando y después entraste al lago, yo...


- ¿Me estabas espiando pervertido? 


- No, no, yo te vi, solo eso, no te estaba espiando, me preocupe eso es todo, creí que, no sé, no quería que te hicieras daño.


- Si claro, como si eso te importara- dijo en voz baja antes de empezar a colocarse la ropa.


Después de unos minutos de silencio escucho un suave - si me importa - fue tan bajo que fingió no haberlo escuchado y se fue de ahí, llegó a su habitación, decidió no ir a cenar, no tenía ganas de verle la cara al idiota cuatro ojos, seguro que le contaría a sus estúpidos amigos ya podía imaginarlo, alardeando de que "había salvado a alguien de ahogarse" como siempre exagerando sus historias y con los otros tres ahí con él riendo y felicitándolo, patéticos.


Decidió irse a la cama, estaba cansado y le dolía la cabeza sumando el hecho de que no podía dejar de pensar en lo ultimo que le dijo Potter - si me importa- ¿y eso qué significaba? ¿por qué quería hablarle ahora? nada bueno viene de ese cuatro ojos; fue lo ultimo que pensó antes de caer en los brazos de Morfeo.


James


Al llegar al gran comedor pudo ver a sus amigos, trato de cambiar su cara antes de llegar con ellos, sabía que harían preguntas si notaban algo raro.


- ¿Cómo sigues?- le preguntó lunatico con una sonrisa reconfortante


- Mucho mejor, me hubiese gustado ir con ustedes, habría sido mejor que estar aquí- respondió el de lentes fingiendo una sonrisa


- Le gane a Sirius trepando un árbol- le contaba animadamente Peter


- Te deje ganar...


James dejo de escuchar las protestas de sus amigos, observaba la mesa de las serpientes detenidamente y no había rastro de Regulus, -seguro que no fue, ojalá este bien- se sentía culpable de algo y no sabia por qué.


Dejo temprano el gran comedor excusándose nuevamente con el dolor de cabeza, Remus lo dejo ir a descansar no sin antes prometerle que mañana fuera a donde madam Pomfrey, llegando a su habitación se tiro a la cama cayó dormido con el ultimo pensamiento del día; Regulus Black.


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