¿Saben qué? Siempre pensé que mi “salida del closet” me traería más cosas malas que buenas, pero estaba dispuesta a correr el riesgo, no quería ocultarme más, tenía tantas ganas de mostrar mi verdadero yo a los demás y dejar de vivir con ataduras que yo misma estaba poniéndome. Siempre creí que sería desastroso.
Sorprendentemente nada de lo que pensaba ocurrió, mis padres no me corrieron de casa, no fui expulsada de la escuela, mis amigos no me rechazaron con repudio, no mentiré, me encontré con uno que otro descerebrado, pero la mayoría cambiaba una vez podía explicarles.
Todo marchó bien, mis padres me querían, la gente me trataba normal, incluso tuve alguna que otra invitación a citas.
Bastante normal, excepto por…
- Buenos días- Estaba tan contenta de que lo primero que podía observar al llegar a la universidad fuese su hermoso rostro
- ahhg – pero el sentimiento no era reciproco- nos vemos luego Pau- Me ignoró por completo. Besó la mejilla de su acompañante y tan rápido como yo me acerqué ella se fue.
- vaya… que acida- ya estaba acostumbrada realmente
- ¿contigo? Lo usual- era obvio que a ella la situación le divertía- andando larguirucho trozo de carne
Todos los días eran lo mismo
Claro que había ganado mi libertad con mi confesión al mundo, pero extrañamente, había perdido a mi mejor amiga en el proceso.
Y era una situación extraña realmente, yo estoy muy segura de que ella no es homofóbica, incluso tuvimos muchas charlas al respecto antes de que yo reuniera el coraje para decirles a todos y en ninguna de ellas dijo algo malo al respecto, incluso mostró su apoyo a la comunidad.
Esto había estado ocurriendo desde hacia exactamente dos meses, justo desde que salí del closet. Últimamente había estado pensando mucho al respecto y es que, no me había dado cuenta antes, pero… ella me gustaba
¿Qué tan masoquista sueno después de dar ese contexto?, la verdad era que su acides era lo que me había hecho darme cuenta. El contraste de su yo amoroso con lo que nuestra relación era en este momento es abrumadora, pero era como si una bomba hubiese estallado en mi frente diciéndome “mira hija de puta, no solo eras jota, si no que rompiste desde el minuto 1 la regla sagrada de las jotas, NO-ENAMORARSE-DE-SU-MEJOR-AMIGA-HETEROSEXUAL”
- puff, ¿Quién no ha roto esa regla? - lavaba mis manos aparentemente sola en el baño
- mira que bien – la putamadre, me asustó- tus problemas mentales están saliendo a la luz- lavó sus manos y se fue de nuevo dejándome con un suspiro atorado en la garganta
¿Cómo le hacía para estar tan amargadamente hermosa?
Mi ex mejor amiga desde que teníamos 6 y 7 años, René. Era una pelinegra algo baja, que llevaba siempre con ella lentes gruesos porque sin ellos era casi ciega, un pequeño cumulo de apenas 1.55 cm de pura ternura, amorosa, comprensiva… claro, excepto conmigo y con su hermano mayor, quien se había convertido en mi nuevo mejor amigo, él y yo siendo mayores a ella solo por un año.
- ¿Qué hay? - llegué a nuestra mesa en la cafetería para reunirme con mis amigos
- no hay problema, solo necesitamos tu batería- me habían ignorado hermosamente, ¿qué? Acaso jugaban a ser René
- ok, gracias ineptos
- Tienen una tocada mañana por la noche, pero Gustavo está castigado- Me explicó Pau
- ¿otra vez? – siempre que en una familia hay dos hermanos, uno siempre será el estúpido y otro el inteligente, a mi amigo era obvio cual le había tocado ser
- fue por una pequeñez- miré a Pau en busca de respuestas, pero recibí dos como proyectiles
- chocó el coche de su papá- Pau
- chocó el coche de su papá- Erick, nuestro cuarto amigo
- ohhh…
- Mira Gus, no hay problema con que no toques, podemos arreglarlo con alguno de nosotros supliéndote- se refería a los demás chicos de su banda, Pau y yo éramos obsoletas en el mundo de la música y los instrumentos- solo necesitamos tu jodida batería
- ya te dije que no me dejarán
- ¿Qué eres? ¿un niño? - Erick parecía desesperado- simplemente di que lo harás por tus amigos y tu cumplirás con tu castigo como buen chico
- creo que acabas de contradecirte
- ¿Por qué no le dices a René que te ayude a pedir el permiso? - los tres en la mesa le miramos fijamente- ay, ¿Qué? ¿Le tienen miedo?
- René solo me hundiría más, últimamente me odia a niveles exagerados
- cierto, eres mejor amigo de su enemiga- ¿Por qué Paula disfrutaba tanto de nuestra desgracia?
- oye tonta, tú también eres mi amiga
- si, pero yo no te consigo citas con pirujas- ¿eh?
- ¿Qué?, ¿En qué momento Gustavo me ha conseguido pirujas? - era ridículo, las chicas eran solo para él- Gustavo de mierda- me acerqué jalando suavemente el cuello de su camisa a modo de juego- exijo mis pirujas
- jajaja eres idiota
- chicos, basta- éramos un par de tontos que tenían arto al pobre Erick – de verdad necesito soluciones
- ¿y si no la pedimos prestada?
- ajá genio, ¿y luego? – incluso a mí me pareció tonta la idea
- no, espera, déjame explicar- hizo que los cuatro nos uniéramos en un circuló más estrecho- la batería está en la cochera- explicó dibujando imaginariamente sobre la mesa de la cafetería- y el auto está en el taller, la entrada está prácticamente libre- movió sus cejas de arriba abajo pícaramente. Todos regresamos a nuestras posiciones normales
- no creo que quepan muchas personas para hacer la tocada en tu cochera
- opino lo mismo- me siguió Erick
- no, ayyy, ¿Tu sí entendiste Pau?
- ¿Quieres hacer un secuestro?
- ¿un secuestro? - repetí en voz alta, Pau tapó mi boca al instante con una de sus manos. Nos reunimos nuevamente en un circulo estrecho
- sshhhh. Si, escuchen. Hay mucho espacio para entrar y sacar las cosas sin hacer ruido, yo desactivaré la alarma antes de ir a mi cuarto y ustedes podrán sacarlo todo- dio un aplauso sentándose como si se le hubiera ocurrido la idea del año
- …
- ¿Qué les pasa? Es brillante- yo no estaba tan convencida
- Mmm, pero, y ¿si alguien llama a la policía?
- fácil, les dejaré pruebas en sus teléfonos diciéndoles que pasen a buscar la batería, diré que lo había olvidado y que por eso mis padres no sabían, pero había sido todo un mal entendido.
- no suena fácil en realidad
- no sean pesimistas, además, se me ocurre también, cómo hacer para que yo pueda tocar con ustedes
- ¿Cómo? - Me miró fijamente con una sonrisa que no me daba para nada buena espina- ¿Qué?
- Necesito que te hagas pasar por mi y duermas en mi cuarto por una noche
- ¡¿Qué?!, no- me negaba rotundamente, yo no pisaba su casa ni siquiera cuando sabía que René no estaba, menos iba a hacerlo sabiendo que ella podía descubrirme y meterme en problemas sin tocarse el corazón- que lo haga Paula
- ¿Eh?, yo no puedo, ¿no ves que mi baby boo va a tocar? – se abrazó del cuello de Erick dándole un pequeño pico en la mejilla
- no saben cuánto los odio – que envidia
- Bien, este es el plan
- Espera, yo aún no he aceptado
- claro que lo has hecho, eres mi mejor amiga Oliv, te juro que te devolveré el favor, ¿sí?, solo será una noche, nadie lo notará
- Bueno, pero si tu padre me atrapa diré que me obligaste
- Hecho – estrechó su mano con la mía – Bueno, escuchen bien, todo será mañana a las 12 de la noche
__________ooo__________
Había sido un día largo, muy pocos alumnos quedaban dentro del complejo de la universidad, yo estaba molida, un viernes aplastante. Debía dormir bien hoy, mañana estaría en la cama de mi mejor amigo fingiendo ser él y realmente sabía que no iba a pegar ojo en toda la noche
- vaya mejor amigo- giré en una esquina, pero casi al instante tropecé con alguien más, yo logré mantenerme de pie, pero la otra persona cayó de bruces contra el suelo- disculpa, estaba distraída y yo…- Tenía un don para toparme con ella, 5 edificios, pero nosotras teníamos clases en el mismo edificio todos los días, nuestros encuentros eran regulares si nuestros horarios nos lo permitían
- ay que asco, no necesito verte para saber que eres tú- por el impacto, sus lentes se habían caído, yo sabía que ella no podía ver casi nada sin ellos, así que los aparté un poco de su tacto para ganar un poco más de tiempo con ella
- perdón, no fue mi intención- Fingí solo recoger sus cosas y entregárselas mientras guardaba momentáneamente sus lentes en uno de los bolsillos laterales de mi mochila
- claro, inútil- sus palabras eran apuñaladas a mi corazón, pero al mismo tiempo en el que la acidez de sus palabras me bañaba por completo, su hermoso rostro me sanaba las heridas- deja de estar muda como una lerda y ayúdame con mis lentes- tanteó con sus manos el suelo
- René…- estaba un poco cansada de esta situación. Quería arreglarlo, no importaba si mis sentimientos no eran correspondidos, solo quería que vuelta a mi mejor amiga, sin mentir… la necesitaba.
Se detuvo al instante de pronunciado su nombre. Apretó los labios y miró hacia mi silueta con el ceño fruncido
- no me tropecé casualmente contigo para tener una conversación Olivia, así que apúrate y dame mis lentes- siguió desesperada en la búsqueda
- René, espera, yo, de verdad- quise tomarla del brazo izquierdo, pero ella alejó mi mano bruscamente- … ¿Qué fue lo que te hice René? No lo entiendo- mi tono de voz era lento y apagado, me ponía muy triste que ella realmente me repudiara
- ¿Qué sí que me hiciste? – preguntó con rabia tomando su brazo como si mi tanto le hubiera quemado la piel
- Sí, ¿Qué… qué odias tanto de mí que no podemos ser más amigas?
Por un momento se quedó sin expresión, pero se descongeló, tomó sus cosas y se puso de pie tan rápido que me costó seguirle el ritmo
- ¿Qué odio de ti? – preguntó aún más enojada, podía notar el timbre de su voz brincar, sabía que estaba apunto de llorar, en ese momento, yo también tenía ganas de hacerlo
- René yo – intenté acercarme de nuevo
- ¡Odio tu voz! – me detuve en seco, ella ya no intentaba mirarme, sus ojos nublados estaban perdidos en el piso- odio tu altura, odio tu rostro, tu cabello, tus ojos- enlistó. Finalmente regresaron esos hermosos ojos marrones acuosos a mí- odio tu ego de hembra asqueroso- golpeó mi pecho sin hacerme daño realmente- ¡¿Ya estás contenta?!- esta vez sus lagrimas cayeron, igual que las mías
- pero… si antes nosotras
- exacto, nosotras en tiempo pasado- se limpió rápidamente lo llorado con una de sus mangas- ahora, si no vas a darme mis malditos lentes me iré sin ellos, adiós
La alcancé rápidamente y puse de nuevo los espejos sobre sus ojos. Nos quedamos a sí por unos segundos, yo porque no podía creer lo bonita que era y no me había dado cuenta antes y ella tal vez al ver las lágrimas sobre mis mejillas
Quería besarla… ¿Qué tanto tiempo me costaría recuperarme de una cachetada colosal?
- René…- mi voz se mantuvo suave, no quería parecer demandante, solo quería que me escuchara- no sé que hice exactamente- vi sus intenciones de irse y la detuve de los hombros sin hacerle daño- pero, el día que me dejes remediarlo, lo haré, te lo juro, pero necesito que me des una oportunidad
Emprendió huida de nuevo, esta vez no la detuve, me quedé en mi lugar
- te necesito René…
La escuché detenerse ante mis palabras, pero de nuevo siguió caminando a la salida y ahí me quedé, sin respuesta.
__________ooo__________
- ¿Qué es esto? ¿una novela? - Paula a veces (todo el tiempo) no era de mucha ayuda
- basta, ¿Puedes darme un consejo si o no? Ya sabes, de chica a chica- ambas esperábamos a que Erick llegara por nosotras
- el negro te queda bien
- joder Paula, dime
- oshh, ¿Qué quieres que te diga?
- que me ayudes, o sea, te juro que no entiendo todo esto
- una chica que no entiende a las chicas, no cabe duda que eres básicamente un hombre en el cuerpo de una mujer- se miró al espejo modelando su conjunto también negro, era el color predilecto para una Azaña como la que estábamos a punto de cometer- Crees que ha Erick le guste mi vestimenta de espía
- ¿Cómo que soy básicamente un hombre? – ok, si, me gustaban las chicas, pero yo solo pondría ese punto en la balanza
- ay por dios Olivia, eres insensible, tosca, tonta, te ves con cualquier piruja que Gustavo te presenta, venga, que solo te hace falta un pene
- ¿Disculpa? – no iba a negar lo demás, pero lo ultimo estaba fuera de lugar- ¿Cómo que me veo con cualquiera?
- si, bueno, o eso es lo que piensa René- retocó su labial
- ¿Por qué creería algo así? – totalmente fuera de la realidad, ¿Qué me creía?, a mi no me llovían las chicas, mucho menos por ayuda de Gustavo
- Tal vez yo le haya comentado un poco
- ¿Eh? – ah, así que era eso- y tú, ¿de donde sacas eso? – estaba molesta, mi problema con René se llamaba Paula
- ay Olivia, no te hagas la santa, sé como es Gustavo y si lo hizo con Erick que solo era su amigo, imaginar como es contigo que eres su mejor amiga LESBIANA, no es tan difícil- venga ya
- oye, yo no soy Erick y Gustavo nunca me ha conectado con otras chicas
- y ¿Qué pasó con Loren? Ella se te desvistió cuando se fueron para estar a solas en una de las fiestas, ¿no?
- ¿Qué? Claro que no- ojalá- tenía calor y se quitó la chaqueta, la CHAQUETA, ¿entiendes?, ¿Quién te contó esa tontería
- ajá y Sandra quien se abalanzó dándote besos, frente a TODA la cafetería, incluyendo a René
- ella iba a caerse de las escaleras y la atrapé en el vuelo. Es cierto que después besó mi mejilla, pero fue para agradecerme
- Brenda, Brenda te invitó a su fiesta de despedida con obvias intenciones
- nos invitó a los cuatro, ¿de qué demonios hablas?
- como sea Olivia, las chicas están ahí, que tu no las aproveches no es mi problema
- pero René piensa que sí y es por tu culpa
- ¿Mía? Claro que no, es tú culpa por andar por ahí con esa actitud de casanova tuya
- ¿casanova? Yo solo intento ser amable con las demás
- coqueta querrás decir
- Oye Paula, creí que éramos amigas- quizá también me odia y yo ni me había dado cuenta
- ay Olivia… lo somos- me abrazó, yo no le respondí el gesto- pero no intente culparme a mí por tus errores
- es que nada es como ustedes creen- ¿Qué parezco? ¿Lauren Jauregui?
- acéptalo, tu amistad con ella estaba sentenciada desde antes
- ¿Cómo?
- dime, ¿a quién le dijiste primero que te gustaban las chicas?
- a Gustavo
- ¿Por qué?
- pues, el es hombre, no sé, me entendería supongo
- ¿y no creíste que tu mejor amiga te comprendería más?
- si le dije a René, por supuesto
- después de contarle a todos los demás
Oh… ¿es eso?, no pude continuar la plática después de eso. Era como si un balde de agua fría hubiese caído sobre mí.
Una melodía me sacó de ese estado
- ¿sí? – era Paula contestando una llamada- ok baby boo, vamos para afuera – colgó el teléfono- Bueno chica chico, vinieron por nosotras
Soy una estúpida.
-Bien, tenemos media hora para terminar el trabajo- Erick aparcó su camioneta frente a la casa de Gus y René
- solo espero que la policía no venga- rogué antes de salir también de la camioneta
- Gustavo dice que la alarma está desactivada y que sus papás duermen- bien, el vecindario nos conocía en realidad, si éramos descubiertos por alguno de ellos solo saludaríamos y actuaríamos normal
- ¿y René?
- ah, ella también- 12 en punto, justo para un buen ritual de desmembramiento si ella descubría nuestro plan
Erick con ayuda de Paula abrieron sin hacer mucho ruido la cortina de la cochera, mientras yo vigilaba.
Ambos estaban tan relajados que prendieron la luz para tener más comodidad, ¿acaso yo era la única con los ovarios en la garganta? Subieron por partes las cosas a la camioneta y en ese momento pensé, si alguien el barrio nos descubre… ¿no será muy extraño que estemos vistiendo de negro todos?
Cuando vi la puerta que conectaba con el interior de la cochera y la casa, casi solté un grito, pero era el estúpido de Gustavo que solo bajó cuando los chicos tenían todo arriba de la camioneta.
- Bien hecho chicos, vamos en tiempo record- el también vestía innecesariamente de negro. Cerraron la cochera con éxito hasta que
- AY, por la puta, mi cambio de ropa y el maquillaje, lo dejé en mi habitación
- eres un idiota
- cállate y acompáñame, así te quedas dentro y yo bajo con la mochila- le seguí a la entrada principal, abrió son sus llaves siendo cuidadoso, ambos estábamos a obscuras en su sala de estar. Yo recordaba la estructura de su casa, pero parecía que las cosas no estaban ordenadas como yo lo recordaba
- auch, tropecé con un mueble
- shh, nos van a descubrir, a ver, espera, te traeré una lampara, espera aquí- pude distinguir su silueta subir las escaleras
Ufff, yo estaba tan nerviosa, mi corazón podía sentirlo a mil, miré un poco por la ventana. Todo parecía tranquilo, los chicos se escondían detrás de unos arbustos
- ¡Ah! – intenté mantener mi pequeño gritito por lo bajo, pero el dolor de mi espalda era fuerte
- ¿Qué demonios haces en mi casa? – ay no, el diablo hecha mujer, diosa, afrodita
- yo, yo, yo- no se me ocurrió excusa. Que lindo pijama, se veía aún mas bajita con sandalias, pero ese bate de beisbol que tenía en sus pequeñas manos me hizo temblar
Abrió la puerta de su casa y me sacó a empujones, agradecí internamente porque no hiciera un escándalo al descubrirme. Una vez fuera me permití a hablarle en un tono normal y ya no susurrarle
- Espera René, yo solo quería- no me dejó terminar
- ¿Jugar con Gustavo?, ya es muy tarde para eso- dio pequeños golpes con el bate en su palma, yo solo atiné a retroceder paso a paso hacia un costado de la casa, ella me seguía lentamente- Gustavo está castigado y aparte es un delito meterse en una casa sin permiso, podría golpearte todo lo que quisiera ahorita mismo y decir que fue por allanamiento de morada
¿Qué tan enfermo suena decir que escucharla decir que me pegaría me puso caliente?
- no, no, espera René, yo no estoy aquí por- en eso, vi una maleta volar fuera de la ventana del segundo piso, justo desde la habitación de Gustavo. Está de más decir que cayó mal justo en la cabeza de Erick, ambos quedaron en el suelo, pero el chico se repuso rápidamente
René era ajena a todo lo que estaba pasando, porque estaba mirándome directamente y todo aquello quedaba detrás de ella
- ¿qué? ¿Me dirás que no estás aquí por Gustavo? – se estaba poniendo más y más enojada, podía notarlo… tampoco pasaba desapercibido para mis ojos lo sexy que se veía
Estoy enferma
- E… estoy aquí… ¿Por ti? – lo dije con algo de duda. Entre lo que ocurría detrás, lo que teníamos nosotras ahí y lo que pasaba dentro de mi mente, mi cerebro estaba colapsando
- tengo muchas ganas de acabarte este palo en la cabeza si no dejas de decir estupideces
- es un bate
- te estás ganando una- hizo un ademán de abalanzarse contra mi y acabar con mi cara
- no, no. Espera, René, yo- oh no… acababa de darme cuenta de que el idiota de Gustavo saltaría desde su ventada…. EN EL SEGUNDO PISO, ¿quiere matarse? Por la putamadre, debía detenerlo
- tú qué Olivia, creí que ya había quedado todo claro, te dije lo que querías saber, ahora hazme un favor- y saltó, genial, me quedé sin amigo
Por suerte cayó justo sobre un arbusto grande y Erick le ayudó a amortiguar con su propio cuerpo, ¿podría tocar esta noche ese hombre después de tanto? Uff, cuando vi a ambos levantarse me regresó el alma al cuerpo, alma que justo se me sería arrebatada una vez René se diera cuenta que no estaba prestándole atención
- ¿ok?, ahora vete y déjame en paz, no quiero verte nunca, ni que te me acerques ni que… - bien, ya se iban los tres, me daban adiós con sus manos mientas yo lidiaba con el diablo… gracias, mis amigos me han vendido y dado como sacrificio- ¿Qué tanto miras con cara de estu…
Todo pasó en milésimas de segundo, incluso los chicos se detuvieron en medio de la carretera, ella estaba girando su cabeza hacia la dirección a la que yo miraba y lo decidí, iba a morir dignamente a palazos, solo se me pudo ocurrir replicar lo que había visto en la escena de una película, distraerla, distraerla con un beso
La tomé rápidamente de las mejillas y la acerqué a mis labios, mantuve el contacto y pude haber tocado el cielo con la punta de los dedos, si no hubiera estado más pendiente de hacerle señas a los babosos que se quedaron paralizados viendo la escena antes que subir al auto.
No estaba prestando atención a si ella contestaba o no y solo me separé hasta que ellos arrancaron por fin.
- …
- Re… René yo- Estaba lista para despedirme de este mundo. La vi fruncir el ceño y lo supe, me daría una paliza, cerré los ojos y rogué mentalmente porque me diera el golpe en el estomago y no en el rostro.
Sorpresa cuando en lugar de un dolor inmenso en mi estómago, cara o entrepierna, pude sentir sus cálidos labios sobre los míos nuevamente. Abrí los ojos asombrada, pude escuchar el bate caer al pavimento mientras sentía sus brazos rodear mi cuello.
Ay por dios, ¿Qué estaba pasando?
¿Me golpeó tan fuerte que me envió al cielo?
Bien, si estaba en el cielo de los gays entonces disfrutaría el momento. Contesté aún con más ganas el beso y esta vez fui yo quien rodeó con sus brazos su cintura.
Genial, wow, eran posiblemente las 12:30 de la madrugada y estaba besándome con mi mejor amiga que en realidad era mi ex amiga y al mismo tiempo mi crush.
Definitivamente estaba en el cielo y los ángeles besaban muy bien.
De repente me apartó de ella, ¿alguien estaba dándome RCP en el mundo terrenal? DETÉNGANSE PARAMÉDICOS, no quiero ser reanimada, viví una buena vida
Mi cara completa quedó a un costado de tremenda cachetada que me había dado, que curioso, ¿así sienten los electro shocks los que están medio muertos?
Bien, ya no podía hacerme la tonta, era obvio que esto estaba pasando en realidad, si no con esa cachetada ya hubiera despertado de mi delirio
- AUCH- sobé mi mejilla tratando de aliviar el dolor- ¿Por qué me pegas?
- ¿Cómo que por qué, estúpida? - ¿de verdad seguía tan enojada? – me robaste un beso, violaste mis labios
- ¿EH? Y tú ¿qué me hiciste a mí? – era tan culpable como yo en este momento
- tu querías besarme, yo no quería besarte cuando tu lo hiciste- se cruzó de brazos. ¿Qué lógica tenía eso?
- entonces el otro beso me lo diste porque querías- que bipolar
- eres una genio- oh, me dio la razón, ajajaja gané- ahora vamos, antes de que mi papá se dé cuenta de lo que pasa aquí afuera- recogió el bate y me tomó de la mano arrastrándome dentro de su casa
- espera, ¿A dónde vamos? – cerró la puerta principal y siguió arrastrándome escaleras arriba
- tu y tus preguntas tontas- me dolía mi muñeca, ¿por qué tanta prisa? - es obvio que vamos a mi cuarto
- pero ¿y Gustavo? – susurré. Se supone que el plan era hacerme pasar por él
Se detuvo en medio del pasillo y giró lentamente en mi dirección
- dijiste que no habías venido por él- oh… cierto
- ci…cierto, pe… pero él cree que sí
- entonces solo envíale un mensaje y dile que te salió otra cosa y listo- eso, domíname
Siguió llevándome como muñeca de trapo hasta empujarme dentro de su habitación
No podía estar más confundida y feliz al mismo tiempo.
Qué cosas.