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Noche de karaoke por Herr

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Notas del capitulo:

Todos los derechos reservados a sus respectivos autores.

Estaba ahí por insistencia de Sísifo. No estaba para nada cómodo, las luces girando por todo el local sólo lo mareaban. Eso o que el alcohol comenzaba a hacer efecto, no era una persona que tomara seguido. Todos los presentes estaban muy animados por lo que ocurría. Un Regulus muy entusiasta hacía movimientos exagerados al interpretar Mannish Boy de Muddy Watters, en el escenario.


 La única razón por la que había aceptado, era ese chiquillo. Se trataba de la celebración de su cumpleaños, la que habían aplazado al fin de semana con tal de tenerlo ahí. Ninguno de los amigos de su pareja tenía problemas con el horario, sólo él. No podía rechazar algo así, no cuando le habían considerado.


Desde que vivían juntos, Sísifo se aprovechaba del cariño que le tenía al cachorro de león para orillarlo a hacer cosas. Cosas como estas, asistir a fiestas o reuniones, ya sea con la familia o los amigos, ir a una feria, eventos públicos, conciertos y a veces eventos escolares del adolescente. Él siempre las rechazaba por cuestión de trabajo, y que aún no se sentía cómodo ante el bullicio que se creaba al juntarlos, terminaba presente en cada una. Pero disfrutaba de ver a ese pequeño disfrutar de lo que podía hacer una familia.


Parecía que los helenos le tendieran una trampa, porque no había poder humano para detener la insistencia de ambos. Lo peor es que lo hacían cada vez con mayor ahínco y el caía. Era débil ante su novio y el cachorro que iban educando. Ese niño terminaría siendo un manipulador habilidoso, no sabía determinar si aquello era bueno o malo. Pues ya era alguien muy habilidoso, ahora que sea muy perspicaz, lo convertiría en alguien difícil de engañar.


Giró en dirección de Sísifo, pero no entendió lo que dijo, con la sensación de mareo que tenía y lo poco que estaba prestando atención a su alrededor, el idioma se volvía algo difícil de captar. Se lo quedó viendo, esperando que repitiera lo dicho, pero sólo obtuvo un levantamiento de cejas y una sonrisa coqueta. Eso sólo indicaba una cosa: recompensa. Nuevamente no entendía si aquello se trataba de algo bueno o malo.


Terminó aceptando.


Ahora estaba con una luz apuntando directo a su cara y con el micrófono en la mano, esperando que Sísifo terminara de elegir la canción. Al parecer, en algún punto de la reunión, habían decidido que cada uno pasaría a cantar para ser puntuados y el ganador tendría el postre más grande de la carta. Él sería el primero en esa ronda. No alcanzaba a comprender como es que ellos se habían adueñado del escenario y las demás personas presentes, sólo estaban comiendo tranquilamente, sin exigir un turno.


Su sorpresa fue grande cuando la canción comenzó. El ritmo era en definitiva conocidos por todos y tal cuál llamó la atención de varios. Él sólo pudo mirar a su pareja incrédulo, pero la canción elegida no dejaba más espacio para reprocharle con la mirada. Ahora un hombre que estaba muy cerca de sus treintas, serio y con cero habilidades para el canto, se encontraba tratando de hacer movimientos con las manos para acompañar el coro de Toxic de Britney Spears.


Las risotadas de su pareja, junto a los ánimos que Aldebaran y Aspros trataban de darle evitando reír, sólo le hacían sentir más perdido en la letra. El ritmo no estaba nada bien, iba adelantado por no prestar la suficiente atención, sólo quería terminar y esa canción parecía infinita. No volvería a dejar que el castaño mayor eligiera.


Al bajar del escenario, Regulus corrió hacia él para abrazarlo con fuerza. La sonrisa que le dedicó, junto al agradecimiento que expresó, fue suficiente para saber que toda la humillación a la que se había sometido, valió la pena. El chiquillo rápidamente se apartó para ir a molestar a Defteros, el hermano que era tan tímido como para subirse al escenario, pudo ver como lo empujaba para que el moreno no tuviera tiempo de negarse.


La mirada que le dedicó a Sísifo, no detuvo las risitas que aún soltaba. Éste terminó apretándolo entre sus brazos y le besó la mejilla.


—Estoy seguro de que Regulus recordará este día. Y tú también, debido al premio que te ganaste por ser tan obediente —le susurró con cierto tono sugerente. Se lo iba a cobrar caro e incluso con intereses.

Notas finales:

Espero haya sido de tu agrado.


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