Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amour por Dtzo

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Tosía, dolía, ardía, quemaba; sangraba, escupía y maldecía el día en que se enamoró. Sabía que no sería correspondido, es decir, todo era tan cliché que sabía cómo terminaría: con su inminente muerte a causa de la “pureza y sinceridad” de sus sentimientos, pero no en esta historia.

 

Era demasiado perfecto para dejarse vencer por un sentimiento no correspondido, por los borbollones de sangre acompañados de pétalos, por sus propias lagrimas que ahogaban sus esperanzas. Nunca había llorado por alguien, ni siquiera por alguien de su familia sin embargo ahora lo hacía en silencio cuando las expectoraciones manchaban sus sábanas y la moqueta. No la dejó avanzar ni tomar el mando, en el momento en que presintió aquella lástima que le tendría al enterarse de su condición todo se iría al traste.

 

Tal vez por ello lo pensó dos veces antes de someterse al remedio quirúrgico, la enfermedad presentía la lástima al igual que él y ambos compartían la idea de aborrecerla, no necesitaban las migajas de nadie.

 

Todo comenzó así.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

Para Seto era completamente normal el vivir bajo el mismo techo que Atem. No, no eran los típicos amigos de la infancia que muchos sugerían. Eran justamente compañeros de cuarto en un modesto internado dónde entre charlas pudo constatar que era diferente a todos los idiotas que se encontraban en el lugar por el mismo jodido motivo.

 

Atem era esa persona que iba a su ritmo, enfrentando a cualquiera que se le plantase enfrente justo como él la mañana en que se conocieron, aquel semblante soberbio que no se inmutó a su persona lo llenaron de una diminuta sensación de camaradería.

 

Hacía mucho que nadie bajaba la cabeza ante su presencia; era de esas personas que no se toman las cosas personal, Seto los primeros días tiraba tierra por cualquier cosa “mediocre” que creía encontrar en el muchacho, y parecía que no le importaba ser juzgado, inclusive mejoraba ante los reproches mal fundamentados, que si se levantaba demasiado temprano, mal, que si se levantaba una media hora más tarde para no incomodarlo con el sonido de la ducha, mal, que si esto, que si aquello, mal, mal, mal, mal. No había nada malo, lo sabía, es más, todo lo que hacía le parecía casi perfecto rozando con sus hábitos y difícilmente encontraba a personas competentes que valieran la pena sin sentirse ofendidos ante las “críticas constructivas”.

 

En las clases siendo los mejores promedios, destacados por múltiples aportes no sólo escolares sino acciones altruistas en su mayoría a los talleres y clubes. Todo era perfecto. Casi perfecto. Al término de aquel internado se prometieron mantenerse en contacto con una promesa infantil de algún día trabajar codo a codo, cosa que nunca sucedió…

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

No, no estaba amargado por la vida, al contrario, la estaba disfrutando a cada respiración y cada segundo de sus días. No, no estaba peleado con el amor, es sólo que ya no puede sentirlo. Se sigue preguntando si fue la mejor decisión y por supuesto que lo fue, a veces no entendía a quienes preferían morir con el corazón destrozado a vivir con el mismo intacto sin riesgo de volver a padecer enfermedad tan cruel y mortal.

 

La cirugía era costosa y por ello mismo abrió una fundación especial para aquellos que estuvieran dispuestos a vivir a costa de la desaparición del amor en sus vidas. No eran casos comunes, se sabía que sólo un 5% de la población podía desarrollarlo, y justo él tuvo que entrar en esa jodida cifra.

 

El dinero le iba y le venía, aprendió a ser desinteresado de bienes materiales y en parte se lo debe a su fallido primer y último amor, no era tan malo a su parecer, seguía viviendo sin complicaciones, podía reír, enojarse, disfrutar de sus sentidos ¿Qué tan terrible imaginan que es la vida sin amor? Comprobó que no era indispensable siempre y cuando no excediera de la camaradería.

 

- ¿Por qué?

 

Seguía sumido en sus pensamientos cuando Yugi ladeaba la cabeza cual cachorro después de un largo sorbo a su smootie.

 

-¿Qué? ¿Por qué, qué?

 

-¿Por qué preferiste vivir? Pudo haberte correspondido al final ¿No?

 

Esa inocencia que alguna vez mantuvo ahora parecía un eco lejano en su memoria.

 

Yugi se había atrevido finalmente a entablar un intento de conversación con el hermano mayor de su amigo, ya que le pareció grosero no decir una sola palabra tras la inmensa verborrea que Kaiba soltó de buenas a primeras sin motivo alguno tras la desaparición de Mokuba. Este inicialmente hablaba sin parar entre ambos cuando la linda chica que traía su corazón de un ala ingresó al local. Corrió a ocultarse en el baño hasta que no hubiera rastro de ella. Kaiba ni siquiera preguntó, no imaginaba en verdad el pánico de su hermano.

 

-¿No es obvio? Tengo muchas cosas que hacer para morir de amor, además es peor si obligas a alguien a corresponder. Cavas tu tumba a doble pala. No es tan malo como parece o dime ¿Acaso te parezco muerto en vida, Yugi?

 

-Yo tampoco lo entiendo del todo bien, tal vez, si tuviera la prevalencia del hanahaki y me enamorara de alguien podría responder mis dudas.

 

-No seas idiota ¿Crees que es romántico morir por alguien que no puede verte del mismo modo? Tal vez, no lo negaré, si fuera mutuo. Es asquerosamente cursi, pero es mil veces mejor que algo unilateral. No vuelvas a decir que quieres enfermarte de amor.

 

El hecho de que Seto fuera una cifra sobreviviente de un amor unilateral le llevó a pensar mucho en cuanto debió haber sufrido por ese tal Atem y no encontraba mucha lógica a su pomposo orgullo de llevarse ese secreto consigo. Tampoco le iba a recalcar lo que hizo o no, al final su decisión ya estaba hecha y efectivamente no lucía diferente a la mayoría de la gente común y corriente. No era muy expresivo o social, pero Mokuba ya le había platicado tanto de él que no sentía que esa fuera la primera vez que lo conocía.

 

Uno de los mayores temores de Kaiba radicaba en el fastidioso parentesco entre el mejor amigo de su hermano y su primer amor. No, no era amigo suyo; simplemente quiso cumplir un capricho del mayor tesoro de su vida y era tener un día como cualquier adolescente en una cafetería, en un parque de diversiones o un Karaoke. Para no fastidiarse tanto y cumplir con su parte dejó por sentado que sería la cafetería que él eligiera, y así fue como llegaron.

 

-Por cierto, es la delegada de nuestra clase.

 

-¿Disculpa?

 

-La chica castaña del fondo. Serah. A Moki... digo, a Mokuba le gusta, aunque no se atreve a hablarle tampoco.

 

Así que era por eso... No podía meterse, no era quien para darle consejos de amor a su hermano menor.

 

-He tratado de que se acerque, pero es imposible, justo como cierta persona que acabo de tener el gusto de conocer.

 

Finalmente regresó su mirada violacea a las cyanes.

 

-Él no va a morir si al final no es correspondido, Yugi. Un “no te quiero” no le sembrará espinas en el corazón…

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

«Te quiero»

 

Si bien era una palabra menos fuerte que un «te amo» la intención seguía siendo la misma, el cariño, el deseo. Todo estaba detrás y ya no quería mortificarse por ello, pero tampoco podía hacer mucho, entendió o al menos le ha costado entenderlo. Nunca decides de quien te enamoras. Por ello detesta y admira a la vez a las parejas que ve por la calle, en su empresa y en las corporaciones asociadas. Tiene la cabeza fría en todo momento, es un hombre incorruptible por el amor, puede ver más allá de las buenas intenciones y de los detalles, puede ver la falsedad de muchos; puede ver las estupideces, las infidelidades. Sabe que es el amor y es incapaz de sentirlo.

 

En un arranque de histeria se cuestionó cientos de noches por qué carajos seguía rondando en su mente.

 

“Atem”

 

Ya no dolía, ya no sufría ni se ahogaba, pero seguía ahí el recuerdo fresco de los orbes carmines.

 

“¿Te diviertes?”

 

“¿Te arrepientes?”

 

“¿Dónde estarás?”

 

“¿Eres feliz?”

 

Simple y mundanamente no había nada, como los niños que se encuentran una vez en el parque y jamás se vuelven a ver. Así de fácil y sencillo, pero para él tuvo que ser una pesadilla llena de flores y sangre.

 

 

 

 

 

-No, pero va a sentir que sí. Al inicio, claro. Después el tiempo se encargará de sanar su herida.

 

Yugi había terminado su smootie y Mokuba aún no volvía.

 

¿Cuánto tiempo más tendría que estar ahí? ¿Cuánto más tendría que estar maquinando al ver a esa mini copia de Atem?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Esto sí que fue inesperado ¿no crees?

 

-Oh, no hables.

 

Mokuba podría ser todo lo que quisieran, pero cuando algo se le metía a la cabeza era difícil que hiciera caso omiso a su sentido de prudencia.

 

-Bueno, al menos todo salió bien para él. Fuiste muy generoso al dejarle llevarse tu auto.

 

Yugi sacudía un poco la humedad que les había alcanzado al salir de la cafetería.

 

-Ya se lo cobraré.

 

Con la mejor de sus sonrisas Mokuba se había acercado a Serah con el aire más fresco que pudo reunir, su timidez quedó de lado y la recompensa fue favorable al grado de pedirle, o casi secuestrar, el auto de su hermano mayor en el que habían acudido al establecimiento. Casi salieron volando, ni un adiós logró gesticular a su mejor amigo que dejaba a manos del Kaiba mayor y varados al otro extremo de la ciudad en pleno chubasco inesperado.

 

-Supongo que no todos pueden tener la misma suerte, al menos me alegro por él.

 

Sí, él también se alegraba muy en el fondo por el progreso y pequeño logro de su hermano menor ¿Quién no lo haría? Ahora tenía otro problema y era aquel chico, quería deshacerse de él lo más pronto posible, sin Mokuba ya no había mucho sentido, al fin y al cabo no era su amigo.

 

-Tomaré un taxi. Si te queda de paso podemos compartirlo.

 

Yugi por su parte si bien no estaba incomodo ante la presencia del empresario, si podía notar que tenía cosas más importantes que estar con él.

 

No fue denso, no tenía la necesidad de ser… él. Aceptó sin mucho problema la iniciativa.

 

El trayecto fue silencioso y cálido, la diferencia del clima dentro de la cabina era más que notable y Yugi cabeceó un par de veces contra la ventana, Kaiba sólo se encogió en su asiento y el calor de la gabardina. La simpleza de sus pensamientos divagaba entre terminar de firmar contratos pendientes y sus próximas juntas de consejo, pero sin llegar al extremo, como siempre sucedía. Sin querer admitirlo estaba… ¿cómo podría definirlo?

 

Perturbado.

“Cada que llovía el bosque era un lugar menos aterrador y salir a correr dejó de ser un hábito cuando se luxó el tobillo por la maleza resbaladiza. Eso no detuvo sus salidas por los senderos techados del instituto; de vez en tanto les asignaban tareas y aquella ocasión su querido tricolor era el encargado de encender las farolas que alumbraban los corredores. Para su diversión el ver como se paraba de puntas y batallaba con las bisagras que ya estaban oxidadas era su actividad favorita. No perdía la oportunidad de observar a Atem, era aún más interesante apreciarlo cuando se distraía y no estaba al pendiente de ser observado, además de que su ceño fruncido le irritaba. A veces.

 

-Podrías ser de ayuda, sabes.

 

Hasta que pillaba sus miradas meticulosas se atrevía a iniciar sus típicas riñas.

 

-Hoy no. No es mi tarea y nunca lo será, los trabajos de esfuerzo no me van. Pero a ti sí.

 

Crispar sus nervios era una de sus tantas actividades favoritas.

 

-Claro~, los plebeyos nos llevamos la mano dura ¿no?

 

-Efectivamente, después de todo no eres idiota y comprendes tu lugar.

 

Atem a fin de cuentas seguía su juego y siempre asentía sin ganas, el único que no tenía idea de su lugar era Kaiba. Porque podría tener lo que fuese, pero no tenía el valor de aceptar y declarar su cariño.”

Notas finales:

Yo sé que tengo otros fics pendientes y no se me desesperen, trabajo en ello. Se los juro x la garrita, ha sido un año complicado para todos y espero todos estén bien. 

El texto esta basado en una canción de Rammstein "Amour". Originalmente iba a inscribirla a un concurso de songfic pero no me dio tiempo, aun asím lo continue y el resultado me esta gustando mucho, es un fic cortito.

Espero esta propuesta les guste 

uwuw resguardense y cuidense mucho.

xoxo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).