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Navideña Luna de Miel por ScorpioGirl

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Notas del fanfic:

Holas mis bichines, Feliz navidad atrasado (como siempre jsjs) y próspero año nuevo :3

¡¡Felices fiestas!! Les deseo lo mejor de lo mejor en lo que queda de este año y el proximo, espero que la pasen super lindo en compañía de sus seres queridos.

Este fic es un regalito de navidad para todos aquellos que amen la ship y a los que no, no vengan a tirar hate please recuerden es época de amor y de grinchs.

Notas del capitulo:

Good, está más decir que los personajes no me pertenecen y que hago esto por mero entretenimiento.

Que lo disfruten :3

Nota: Lo cursivo son los pensamientos de Milo :)

Parece como que fue ayer cuando un despampanante pelirojo cruzo por mi puerta preguntando por recursos humanos, era como un ángel (Después descubrí que era un sexy incubo, ardiente como su cabello), sus facciones eran delicadas y varoniles al mismo tiempo,  su piel blanca como la nieve, sus ojos de un tono color miel tan hipnóticos coronándolos con unas curiosas cejas… Era nada más y nada menos que el nuevo empleado de la compañía que había venido de intercambio.

Era la primera vez que me sentía tan atraído por la belleza de alguien de mí mismo sexo.

Los primeros días a penas si lograban toparse en la compañía, el griego le solía mirar de lejos seguido, no era difícil divisarlo pues por su abundante y larga cabellera lacia color carmesí resaltaba como una rosa entre maleza. Lo curioso es que siempre tenía su rostro inexpresivo, llevando las cuentas de un lado a otro, sentado en su computadora, tampoco le veía platicar con sus compañeros, nada más que lo estrictamente necesario. Pronto subió de puesto a ser secretario y asistente personal del viejo Arles. 

En realidad sabía que el viejo era un pervertido degenerado y explotador con las mujeres y no esa de más decir que le resulto muy sospechoso que por primera vez eligiera un hombre para dicho puesto. Estaba harto de liderar con las quejas sobre ese vejestorio ya que al ser uno de los accionistas pioneros y al ser parte del comité era técnicamente imposible de tocar. 

Hasta que un día mi paciencia llego a tope....

~.~.~.~.~.~

 

Él al ser parte de los recursos humanos no tenía mucho que hacer más que dar rondines para que todo funcionara bien y la convivencia entre trabajadores fuera buena, no era un trabajo muy interesante pero valía la pena pues lograba enterarse de todo lo que ocurría en el edificio. 

 

 

Un día noche se tuvo que quedar hasta tarde por culpa de un reporte de último momento, encontrándose con este en el elevador, estaba algo despeinado, su ropa estaba algo desacomodada por más que le diera de tirones, totalmente opuesto a su elegante y pulcra estampa. Pero lo que más le llamo su atención fue que evitaba mirarle, tenía su cara agachada y podía jurar que estaba temblando. Por más que intento hablarle este no le contesto, hasta que no pudo más y le encaro, noto como tenía una mejilla roja en inflamada, su labio partido y sus ojos rojizos conteniendo el llanto. No ocupo más y le llevo rápido a su oficina, para que le contara lo que había sucedido. Quería partirle la cara al vejestorio de lo enojado que estaba pero agradecía que no hubiera pasado a mayores que solo fue un intento de tocarle, lo que ya de por si era malo. Pronto llamo a un amigo de seguridad y le pidió las grabaciones, era lógico que tuviera una rata que se encargaba de borrar toda evidencia en su contra y esta vez decidió actuar con rapidez y juntar pruebas y mandar una carta al sindicato y a recuestos humanos y a primera hora del día siguiente ya tenían el citatorio, de una demanda por acoso e intento de violación.  

 

 

Camus no estaba seguro pero Milo no iba a permitir que esta vez se saliera con su suya. El caso se fue hasta los noticieros y periódicos, luego las mujeres que antes habían pasado por una situación con ese sujeto también levantaron su voz e hicieron que le dieran una condena de 20 años.

 

 

Ambos estaban felices de que luego de casi un año de pasar tiempo juntos, ambos polos opuestos se hicieron cercanos y cada vez más y más, hasta que un día y con ayuda de un poco de alcohol ambos confesaron sus sentimientos de uno por el otro, lo que resulto que fueran correspondidos.

 

 

Así de esa manera, era algo extraño para ambos al principio, Camus no se consideraba homosexual ya que nunca se sintió atraído por mujeres o hombre, aunque nunca se animó a tener pareja estable por lo estrictos y exigentes de sus padres, si había salido con varias mujeres pero no terminaban de “convencerlo” por lo cual siempre terminaba con ellas.

 

 

Milo por otro lado, era un rompe corazones respetado. Le gustaba salir de vez en cuando y las mujeres con las que salía eran de una noche, casi nunca tuvo una relación seria, a lo mucho duraba cuatro o sies meses cuando se aburría y salía a cazar de nuevo.

 

 

Ahora que estaba Camus lejos de las ataduras de su familia y el corazón indomable del griego ya tenía dueño, decidieron formalizar su relación. En un principio era algo de solo de cuatro paredes, ya que Camus aun tenia conflicto con el ser el centro de atención, luego fue un secreto a voces pues solo los más cercanos a ellos sabían de su unión, lo que comenzaba a irritar al rubio que quería gritar su amor a mundo entero. Luego de un tiempo para ser exactos cuatro años, Camus fue ascendido a supervisor por su gran desempeño y el rubio como regalo de aniversario le propuso matrimonio en su cena aniversario, le llevo a una hermosa y sencilla cena en la playa, ya había reservado todo, sabía que al pelirojo no le gustaba mucho lo extravagante, así que optaba por algo simple pero con ciertos lujos.

 

 

El anillo no paso por desapercibido, así que sin darle más rodeos dieron a conocer que ambos estaban comprometidos, por lo que desdieron dar el paso de vivir juntos. Ya iban para 6 meses y por lo ocupado de la agenda del Francés terminaba de posponer sus primeras vacaciones en pareja, algo así como una luna de miel, puesto que después de ascenso de Camus apenas su lograban pasar tiempo juntos.

 

 

Pronto comenzaban las fiestas navideñas y convivios del personal, en la cena navideña de la compañia había una rifa de un viaje todo pagado a un destino sorpresa y para su suerte el Rubio salió con el boleto premiado.

 

 

Pero una semana antes de navidad esa sorpresa sería algo increíble para uno y para la otra parte no fue muy bien recibida. El día del vuelo había llegado y Camus estaba en una cena con los proveedores, luego de pasar discutiendo sin llegar aún acuerdo, todavía en la mañana habían peleado como nunca antes, ambos habían dicho cosas de las cuales el Rubio ahora se arrepentía y le calaban en lo más profundo de su corazón. Pero no se iba a echar para atrás, no iba a desperdiciar un premio como ese, limpio sus lágrimas y comenzó a acomodar sus cosas pues aún faltaban algunas horas para el viaje.

 

 

Ahora Milo tomaba su maleta jalando de esta sin ánimos y así con su esperanza por los suelos salió de su casa rumbo a la avenida para tomar el primer taxi que pasará, como era algo tarde ya que sería un vuelo nocturno, el frio comenzaba a calarle a pesar de traer un par de abrigos y el destino que le esperaba aun lo era más (Por lo cual llevaba listo un par de chamarras y ropa térmica). Camino un par de cuadras hasta que por fin encontró uno en el sitio.

 

---Buenas noches, Disculpe ¿Esta de servicio? – Golpeo suavemente el vidrio de la ventana del conductor ya que este parecía estar dormido.

 

---Si... - Pronuncio adormilado despertndo con rapidez  - Buenas noches, suba al coche, déjeme guardar su maleta a la cajuela – Le sonrió amablemente mientras bajaba del coche para abrir la puerta de la parte trasera y llevar la maleta al maletero.

 

 

El taxista no podía evitar ver la mirada triste del rubio (Que sin duda era muy atractivo) , pues esté suspiraba con amarga pesadez.

 

---Todo listo, ¿Dónde vamos? – Pregunto con amabilidad, aunque se golpeó mentalmente pues con el tamaño de la maleta y sus años de experiencia solo podía dirigirse a un lugar.

 

---Necesito ir al aeropuerto lo más rápido posible por favor.

 

---Okay, Conozco las calles como las líneas en mis manos, llegaremos en un abrir y cerrar de ojos no se preocupe ¿Va retrasado a su vuelo? – Le dijo de modo amigable el morocho de cabello castaño con unas llamativas esmeraldas.

 

---Algo así, solo quiero largarme lo más pronto de aquí – No dijo más, cerro sus ojos y recargo su frente en el frio cristal.

 

 

Así condujeron un par de calles, el castaños estaba muy curioso del porque alguien partiría de esa forma a un vuelo y no por nada al ser taxista era experto en medir a la gente y sacar una conversación amena, si en algo era bueno era en conducir y nada mejor que entretenerse al escuchar los problemas que aquejan a las personas, estaba seguro que sería un buen psicólogo o escribir una novela con todas las historias que ha vivido en ese taxi.

 

 

Le miro por el retrovisor, carraspeo un poco para llamar su atención.

 

 

---Lleva una maleta grande – Dijo en busca de romper la tensión – ¿A caso va de vacaciones?

 

---No exactamente, pero si – Siendo algo contante, no tenía muchas ganas de hablar.

 

---¿Y a dónde va a viajar?

 

---Orlando – Dijo en un suspiro, dirigiéndole una mirada de “Déjame en paz”.

 

---¿A los Estados Unidos? – Pero eso no detuvo al indiscreto conductor, no le hizo mella el asunto y pregunto animado – ¡Woah! Eso es estupendo, debido a ver costado una fortuna – Dijo con una sonrisa que resulto contagiosa para el rubio.

 

---Sí es genial, pero no me costó nada… Veras me gane un premio por navidad en la compañía donde trabajo y tengo un boleto... Bueno dos boletos… Pero ya da igual – El cambio drástico de una leve sonría a un gesto de molestia y sombría tristeza no paso por alto lo que llamo aún más su atención.

 

---Los Estados Unidos es un lugar increíble, he escuchado que Orlando tiene buenos lugares y más si tiene la oportunidad de ir a...

 

---Adivino ¿Disneyland?... – Dijo con un dejo de sarcasmo  a lo que el chofer le sonrió animado y asintió rápidamente – Sí, tengo una reservación todo pagado para el especial de Navidad…

 

---Woow eso es sorprendente, ese lugar es muy caro… Usted sí que tiene suerte mire que pasar allí una semana sin pagar uff serán unas vacaciones inolvidables se lo aseguro…

 

---Bueno lo sería, de no ser que se suponía que era mi luna de miel...

 

---¿Oh? ¿Y su esposa le espera allá?

 

---No... De hecho no tengo esposa, algo así como mi pareja... Mejor dicho me toco un “esposo” muy difícil, se podría decir que es la terquedad en persona – Bajo su mirada mientras mordía su labio inferior – Todo odia… Nos comprometimos hace seis meses – Se le entrecorto un poco la voz – Él no quiere ir a Disneyland conmigo porque dice que es algo muy estúpido e infantil, que hubiera cambiado el destino a Roma o España... Digo ¿Qué tiene de malo ir a conocer un nuevo continente? No es una oportunidad que se de todos los días... ¡Y es Disneyland!.... Por los Dioses... – Se limpió un poco los ojos para evitar que se le salieran de nuevo las lágrimas – Después de tantos meses al fin logramos obtener un permiso para que nos dieran el periodo de vacaciones juntos y más lo difícil que es en estas fechas... Y más todo pagado en Navidad... ¿Usted sabe lo que cuesta pasar una noche en el Castillo de Cenicienta?... ¡Una fortuna!… Ni si quiera siente el espíritu navideño, es un amargado Grinch pelirojo... Estoy tan enfadado y triste... – No podía más, apenas si lograban salir las palabras quebradizas – Decidió dejarme… Se largó a una cena con unos estúpidos proveedores… Prefirió pasar las fechas en casa, ni si quiera me dejo poner un pinito navideño porque dice que eso es para niños y que ocupo madurar... Es horrible – No soporto más y se rompió en un mudo llanto, cubriendo su rostro con ambas manos, solo se escuchaban los leves sollozos ahogados. El castaño se sintió mal por andar metiendo su nariz donde no debe, no quería hacerle una mala pasada a su hermoso compatriota. Así que espero que se calmara para disculparse con él.

 

---Como lo siento, disculpe en verdad no quise incomodarle con mi atrevimiento… Ojala y pueda disfrutar aunque sea un poco estas fiestas – Le extendió la caja de pañuelos que tenía lista en la guantera para situaciones como esta.

 

---Descuide – Limpio ruidosamente su nariz sin cuidado alguno – No importa… Aunque en serio lo dudo, de una u otra forma siempre logra arruina mis planes, siempre encuentra la manera de amargarme la existencia, nunca me dice nada… Digo si no me quiere ni me soporta y ya lo tengo harto ¿Que está haciendo conmigo? Siento que solo está jugando con mis sentimientos… Nunca me tomo enserio… Que solo soy un estorbo para él, me ve como un cero a la izquierda, como si no le importara si me voy o no… Me hace sentir como un estúpido y él es aun más estúpido al ser un tempano de hielo con patas – Limpiaba sus lágrimas con las mangas de su suéter – No valora lo que yo hago, solo es él... Me partí la madre en conseguir la visa y el pasaporte para esto…

 

---Perdón… Lo siento mucho, enserio no le quise revivir un mal momento, mucho menos verme como un entrometido en su vida personal pero... En realidad muchos no saben cómo expresar correctamente sus sentimientos... Si el de verdad lo ama, sabrá que es tarde cuando le vea perdido... Los humanos somos así – Dijo con tristeza, pintando una sonrisa que le resulto al rubio algo nostálgica y llena de comprensión.

 

---Bueno tiene razón, pero ya son más de cuatro años y 6 meses soportando de lo mismo, creo que ya llegue a mi límite… – Se formó un silencio pesado he incomodo por un par de segundos que parecieron horas.

 

---¡¿Ejem?! Si, hacia el aeropuerto ¿Verdad?... Ya casi llegamos ¿Que puerta tomara? – Pregunto para intentar animar la situación.

 

---Es... A ver déjeme checar… – Busca con rapidez entre los bolsillos interiores de su abrigo, sacando un par de hojas algo dobladas – ... Mmm... Puerta Norte

 

---Muy bien, puerta Norte, estaremos en menos de 20 minutos… No suele haber tráfico en estas horas de la noche pero como está a la salida de la ciudad, casi nos toma de extremo a extremo, vera como estaremos a tiempo y con tiempo de sobra.

 

---Si está bien... Gracias…. – Le miro algo extrañado pues hasta ahorita cayo en cuenta que eran completos desconocidos y ya le había platicado toda su vida.

 

---Aioria ¿Y usted? – Le sonrío mirándole a través de retrovisor.

 

---Milo... Pero no me digas de usted, creo que tenemos la misma edad

 

---Es por el protocolo de la agencia, la formalidad es parte de la etiqueta que nos caracteriza en nuestra compañía – Dijo orgulloso.

 

---Así que si te gusta ser taxista – Sonriendo de lado algo divertido por dicho.

 

---Aaa…En veces, ya sabe… Hay temporadas bajas y altas, no me puedo quejar – Se encogió de hombros – Esta como una vez lleve al gobernado Saga con uno de sus amantes, aunque ya todo mundo sabe que la señora Saori tiene unos enormes cuernos… Si yo le contara de todo lo que me he topado… Podría decir que ya me ha pasado de todo un poco

 

---¿Cómo un hombre de 28 años que va rumbo Disneyland a pasar navidad y año nuevo? – Dijo de forma burlona.

 

---Como a un guapo rubio que va a conocer el nuevo mundo, vera que todo pasa por algo… Créame se lo aseguro – Le dijo con en tono amable, realmente le reconfortaron esas palabras.

 

 

Sin más pasaron platicando y el tiempo se fue más pronto de lo que ambos esperaban.

 

 

---Jajajaja No sé cómo saliste vivo de esa, ahora veo por qué eres tan divertido… Debería de escribir un par de libros con todo ese material que tiene...

 

---Y que lo diga… Bien, ya llegamos, puerta Norte, son 8 con 95

 

---Muchas gracias por todo Aioria – Le extendió un billete a lo cual el moroso se apresuraba en darle el vuelto – Así deja, guarda el cambio, Eres sin duda el mejor taxista que he conocido

 

 

---Por nada ojala tuviera siempre clientes como usted – Dijo mientras bajaba la enorme maleta del rubio – Si gusta aquí está mi tarjeta, cuando necesite que lo lleven a algún lado… A donde sea, una emergencia, una charla, lo que ocupe – Le guiño coqueto, a lo que el de turquesas le pareció graciosa la situación –… No dude en llamarme, estoy a sus servicio… ¿Amigos? – Le extendió su mano

 

---¡Amigos! – Entusiasmado  estrecho su mano, a forma de cerrar el pacto y guardo la tarjeta celosamente en su chamarra – Créeme que con gusto te tomare la palabra, yo….

 

---¡MILO! – Una voz a lo lejos le llamaba a lo lejos, sin duda sabia de quien se trataba pues reconocería ese curioso asentó en cualquier parte.

 

---¡¿Camus?! – Dijo sorprendido, no esperaba que en realidad este apareciera.

 

 

Un pelirojo corría desesperado a donde estaban ellos y se abrazó fuerte del rubio que casi le hace perder el equilibrio.

 

 

---Milo lo siento mucho... En verdad lo siento... No sabes cuánto tiempo me tomo tardar en darme cuenta de lo estúpido que fui... Te amo, no te quiero perder... Por favor perdóname – Dijo abrazándose con fuerza al cuello del rubio.

 

---Camus, no hay nada que perdonar, yo también te amo y me alegra que por fin te dieras cuenta

 

---Quiero ir a conocer América contigo...

 

---¿Y qué esperas? Aún estamos a tiempo – Saco el par de boletos y los pasaportes.

 

---Yo-yo no… Mis cosas… No aliste nada, no traje mis cosas… Como…

 

---No pensé que fuera a pasar eso… Que vinieras por mi cual novela… Es divertido – Le tomo de las mejillas dándole un casto y corto beso en los labios haciendo sonrojar al Francés – Por cierto tienes un esposo precavido que tenía todo tu equipaje listo en caso de que a último momento cambiaras de parecer y mírate… No sabes cuánto me alegra que vinieras amor…

 

---Eres el mejor “Marido” que pudiera tener… No tienes ni idea de lo mucho que te amo… Perdón por no expresarlo ni decirlo tan seguido… Yo…

 

---Tranquilo, esto es más que suficiente… Ahora ayúdame con la maleta

 

---Tenías razón hay personas que no saben cómo expresar sus sentimientos hasta que lo ven perdido… Gracias, espero pode vernos pronto…

 

---¿Y el quien es? – Pregunto extrañado por la naturalidad con la que le hablaba el rubio.

 

---Aioria, mi nuevo amigo… Aioria mi prometido Camus – Les presento algo divertido por la situación.

 

---Un gusto – El moreno extendió su mano al pelirojo, que sin dudarlo la sujeto con suavidad.

 

---El placer es mío… A donde quiera que vayas tú vas haciendo amigos, lo haces ver tan fácil…

 

---Descuida, tu eres solo para mí, mi hermoso Grinch pelirojo – Dijo con una voz melosa y apretaba con carillo la pálida mejilla de su prometido.

 

---Si, si… será mejor que nos apuremos o no llegaremos para hacer el checkout y el abordaje… – Intentando ocultar su sonrojo, ya que no estaba acostumbrado a las muestras de afecto en público, pero sabía que tenía que ir cambiando poco a poco su forma de ser, no se imaginaba la vida sin su adonis, mucho menos ahora que estuvo a punto de perder. Se despidió del taxista con una sonrisa algo apenada y se giró para comenzar a caminar rápidamente dentro del aeropuerto.

 

---Ya lo olvidaba, hay que llevar la maleta… Espero que nos veamos muy pronto Aioria – Antes de partir y salir corriendo detrás de su pelirojo, abrazo rápido a su compatriota y se despidió de él agitando su mano mientras las puertas automáticas se iban cerrando, solo podía ver la enorme melena rubia ensortijada perderse entre el tumulto de gente.

 

---Felicidades a ambos, que tengan una hermosa luna de Miel – Sin más miro, como ese par de amantes corrían hacia la terminal de la aerolínea.

Pronto comenzó a emprender su ida, tenía que continuar con su turno de noche, dio un último suspiro antes de encender el coche y con la esperanza de volver a contactar con ese rubio que le habí cautivado desde el primer momento en que le llamo a su ventana, empezó a vagar por las calles en busca de una anécdota, vez no sería una mala idea empezar a escribir un libro.

 

 

Sin más la pareja daba comienzo a una nueva aventura rumbo al nuevo continente.

 

 

Notas finales:

Hasta aquí la dejamos este año, con esto cerramos, espero volver el proximo año y continuar con mis proyectos activos y comenzar nuevos (Y uno de mis propositos sera no tardar tanto en actualizar jijiji), nos leemos luego, les deseo lo mejor, que pasen un muy feliz año nuevo, que empiecen con toda las buenas vibras este 2021, a darle con todo, con mucho amor, mucha alegría, salud y paz, paz, paz (lleno de Yaois, BL +18) que todos sus propósitos se cumplan.

 

Nos vemos hasta el año que viene, los amo mis bichines sigan bellos, bellas, belles, bellxs♥A~~


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