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Caricias Doradas por Selas

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Notas del fanfic:

Los personajes que aparecen en este fic son propiedad de Masami Kurumada

Notas del capitulo:

Esta primera historia tiene como protagonistas a Aioria y Deatthmask, el caballero de leo asiste a un restaurante, aceptado una cita con este despues de sus continuos coqueteos.

 

En ese momento no le hacía justicia a su signo guardián, no se sentía como el imponente león que representaba su armadura, su espíritu en ese momento era mas como el de un joven inseguro de sus acciones. Pero Aioria sabía que no era momento de mostrarse angustiado, después de todo había sido él quien solicitó esa cita.

—Ya debería estar aquí—Miró ansioso el reloj que reposaba en la pared del restaurante, en el tiempo que llevaba conociendo a Deathmask jamás supo que este fuera impuntual.

Apretó los labios pensando en la posibilidad de que el santo de Cáncer en realidad no estuviera interesado en el.

—Fue tu imaginación— Pensó el guardián del quinto templo, quizás malinterpreto como lo miraba el italiano, quizás estaba jugando a seducir ha alguien que no se daba por enterado.

Dio un último vistazo al reloj, ese sería su último acto antes de irse de ahí, estaba por levantarse cuando el sonido de un par de voces le llamaron la atención, las conocía perfectamente. Se trataba nada mas que de Afrodita y Deathmask; el sueco parecía estar un poco molesto y le insistía al otro para que fuera al lugar en el que estaba sentado, señalandolo con sus finos dedos.

Para intentar disimular un poco se tapó la cara con el menu, no quería dejar en evidencia que le alegraba el no haber sido plantado. Se entretuvo leyendo los platillos hasta que escuchó como corrían la silla que quedaba frente a él.

—Así que eras tu... ¿Te hice esperar mucho? Gatito— Con una sonrisa torcida se presentó ante el joven guerrero, quien lo sorprendió con esa invitación, no se esperaba que su misterioso acompañante fuera Aioria de leo.

Su sonrisa y el tono de su voz representaba un reto para Aioria, al griego le parecía que desde ese momento el italiano había comenzado un juego de poder, y él se sentía desafiado, esa actitud lograba despertar al león que creía perdido.

—¿En verdad te sorprende? Yo diría que para todo el tiempo que llevas coqueteando conmigo estarías ansioso cuando al fin te correspondiera— Por fín podía verlo de frente, y estaba seguro de que el italiano estaba ansioso por esa cita, podía notarlo en lo bien cuidado de su atuendo y en sus cabellos rebeldes que regresaban a su habitual lugar.

—Oh, coqueteo con muchos otros, no esperaba que tú serías el primero en caer— Ahora era él quien sostenía el menú, era cierto lo que le decía al otro. Le resultaba divertido buscar compañía en sus compañeros, pero hasta el momento ninguno había cedido a su particular encanto.

—¿Es así? ¿Y a quien esperabas entonces?— No le molestó saber que Deathmask tenía a mas de uno en la mira, al contrario, le producía cierto placer imaginarlo en esa situación, suponía que no empleaba las mismas tácticas para todos y que no a todos los buscaba con las mismas intenciones.

—A Shura, si es un buen día a Saga— Levantó su mano para pedir su orden, ya que estaban en una cita le sacaría provecho— Pero no pensé que me alcanzara la suerte para llamar tu atención.

Aioria no supo que decir ante eso ¿Acaso lo consideraba mejor que Capricornio y  Géminis? A pesar de la sorpresa que le causó escuchar eso no dejó que el otro tomara ventaja— Quizás tienes mucha mas suerte de la que imaginas.

Su mirada analizaba con detalle al otro, no disimulaba su intención de examinarlo y el italiano se mostraba abierto a ser observado de ese modo. Pronto fueron atendidos y llevaron su juego a los platillos que habían ordenado.

Aioria recibió un elegante plato con un corte de cordero, la carne tierna cedía ante su fuerte mordida, por su parte Deathmask prefirió algo mas tradicional, un buen plato de pasta con una deliciosa salsa.

—¿Por qué me invitaste?— Preguntó el albino, mientras enrollaba la pasta en su tenedor, llevandolo lentamente a su boca, mostró ligeramente su lengua la cual apenas con la punta rozaba el largo spaghetti.

—Tenía curiosidad—Su respuesta era simple, pero no por ello falsa. Sentía una gran curiosidad por saber que pretendía el otro con tanto coqueteo— Desde que recuerdo tu y yo siempre hemos discutido, incluso llegado a los golpes ¿Acaso verme con tanto deseo es tu forma de pedir perdón?

De nuevo un trozo de carne estaba entre su boca y a pesar de que Leo masticaba con calma a Deathmask le parecía que si el animal estuviera vivo no podría escapar de esos dientes.

—Lo sería si  solo lo hiciera contigo o si tuviera que disculparme con todos— Su apetito disminuía mientras que su anhelo por estar junto al otro se incrementava, no podía explicar el motivo que lo llevaba a buscar con tantas ansias la compañía del griego, solo sabía que quería estar junto al astro rey.

Aunque Cáncer no buscara mas que una compañía pasajera Aioria anhelaba algo mas profundo, duradero, un amanecer al lado del guerrero de las almas. Poder recorrer su pálida piel y besar esas piernas que atacaban con fuerza.

—¿Te encuentras bien?

Aquel interrogante logró sacar de sus fantasías al caballero de leo, que tan solo atinó a asentir.

—Si, no me prestes atención—Se sintió un poco avergonzado por pensar en Deathmask de una manera tan privada, no acostumbraba tener pensamientos de ese tipo— Pero creo que desviamos la conversación, dices que no sabías que era yo quien te invito, pero parecías nervioso cuando llegaste en compañía de tu amigo.

—Así que me viste desde que llegué, bueno Aioria, creo que si la persona que me invitó a salir no lo hace de forma personal no tengo como saber de quien se trata. Afrodita solo me dijo que viniera aquí, no te menciono en ningún momento.

—Ya veo, así que debo agredecerle a Piscis por su discreción, apuesto que de haber sabido que era yo no hubieras aceptado.

El italiano se mantuvo en silencio, pero su mirada respondía todo aquello que no decía, era una mirada diferente, una que logró que Aioria cambiara los planes que tenía en mente.

—Con que de eso se trata...— Los ojos verdes imitaron la intensidad de la mirada rojiza, aunque Leo mostraba infinita ternura en sus irises, estiró su mano hasta tomar la del mayor, acariciando con su pulgar el dorso de esta—  ¿Te dije que te vez muy apuesto esta noche?

La pregunta confundió al mayor de los hombres, Aioria había cambiado por completo el ambiente entre los dos, ese erotismo que habían compartido durante la cena fue reemplazado por un momento romántico, que para su sorpresa resultaba ser mucho mas satisfactorio.

—No, pero puedes empezar ahora, así podré decirle a Afrodita que hizo un buen trabajo conmigo— No movió la mano que ahora era sostenida por el castaño, le resultaba agradable estar así, en una cita que no buscaba ir mas lejos.

—No debió ser difícil— Una sonrisa se apoderó de sus labios, le dio gusto saber que Deathmask parecía conforme con lo que le estaba ofreciendo, una inocente noche de galante coquetería—Siempre te vez bien.

Una ceja plateada se arqueo con elegancia, no negaría que Aioria tenía un encanto muy particular— voy a tomarte la palabra, aunque ya fue suficiente ¿No te parece? Tenemos una hermosa noche para charlar sobre nosotros.

—¿Nosotros?—Preguntó, entre divertido e intrigado— ¿Crees que basta una noche para que exista un nosotros?— Se levantó de su asiento, inclinandose para acercarse a los labios de Deathmask.

—Eso depende de ti, puedes besarme ahora o darme mas de una noche para conquistarte— Veía los movimientos del otro y le parecían una tortura, porque su corazón latia desbocado por ser acariciado por aquel hombre, con esa aura magnética que le hacía orbitar a su alrededor.

—Quizás puedan ser las dos— Respondió, uniendo finalmente sus labios con los del mayor, besandole con lentitud, para que aquel beso qurdara guardado en su memoria para siempre.





 

Notas finales:

Este es el segundo capitulo en mi historia publicada en wattpad, el primer capitulo sera adicionado mas adelante pues este es demasiado corto para ser publicado aqui.


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