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Estás aquí, junto a mí por klaushunlove

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Notas del capitulo:

RESUMEN:

 

Ambos sabían que no sobrevivirían a la guerra, solo esperaban de que sus seres queridos estuvieran bien y de que vivirían después de la guerra.

Lo que no esperaban ambos, era reencontrarse con personas que no habían visto en años.

Kakairumonth2021 Día 21: conociendo a los padres.

Estás aquí, junto a mí
 
La guerra era cruel para todos. Kakashi, quien desde niño había participado en la guerra, pero nunca pensó que viviría para otra guerra. Solo esperaba que su amado Iruka, su dulce sensei de la academia sobreviviera a esta guerra y que la nueva generación retomara el deber de protección a Konoha, pues no tenía la esperanza de sobrevivir.
 
Iruka estaba asustado, incluso angustiado. No podía quedarse quieto, ¡algo debía hacer! Sus estudiantes estaban seguros en los refugios de la aldea y estaba acompañado de sus compañeros. Solo rezaba que Kakashi estuviera bien y que Naruto se transforme en el héroe que realmente es. Solo esperaba que su muerte no le afecte a Naruto, a quien consideraba su hijo en su corazón.
 
Por eso mismo no le importó sacrificar su vida ante Pain. Sabía que era una decisión estúpida y que realmente no hacía nada, pues su nivel eran completamente diferentes, pero si eso significaba pelear por su gente preciosa, que así fuera.Y
 
Y akashi, al ver a su amor delante del ninja más poderoso que había conocido, fue directamente a salvarlo. No podía perder a nadie más al frente suyo, al menos no sin pelea.
 
-Sensei, yo me ocupo de él. No te preocupes.-
 
Y mirando a su amor, con la angustia en su pecho pero sabiendo que no podía hacer nada, se retiró orando a todos los dioses que conocía que por favor Kakashi estuviera bien.
 
Sin embargo, ambos tuvieron razón. Sorprendentemente la muerte no era dolorosa, incluso ambos tenían un sentimiento de paz en su alma.
 
Iruka hacia mucho tiempo que había aceptado su muerte en esta guerra y no le sorprendió el morir, sin embargo nunca pensó que estuviera en un lugar así. Hermoso y tranquilo.
 
-¿Iruka?-
 
Una voz que no escuchaba desde que era niño dijo detrás de él tan sorprendido como emocionado, vio a su padre junto a su madre y otra mujer de espectacular belleza sonriendo con pesar y tranquilidad en su dirección.
 
-¿Mama-
 
Kakashi, en cambio, sintió un gran pesar cuando vio a su padre en ese lugar. Lo amaba, pero ver su figura después de tantos años le hacían sentir cosas muy confusas.
 
-Padre.-
 
-Hijo mío, estás tan grande y fuerte. Me llenas de orgullo. Ven, acércate, tenemos cosas que conversar.-
 
-Mi gran lamento fue dejarte solo en un momento de necesidad y sucumbir ante mi cobardía. Lo lamento mucho, Kakashi, y espero que algún día me perdones.-
 
-Papá, sinceramente me costó entender el por qué lo hiciste, pero un gran ninja me hizo abrir los ojos ante tu perspectiva. Él me hizo entender tu situación y ayudó a que te perdonara.-
 
-Hijo mío, te he visto todos estos años, nunca te he dejado solo y sé lo importante que es para ti y tu corazón este Iruka del que hablas. Me recuerdas a mi cuando hablaba de tu madre. Por favor, háblame de él y lo que significa para ti.-
 
Y con una sonrisa en sus labios, Kakashi le contó su vida, sus alegrías, sus penas y su amor hacia este sensei de la academia que le hizo comprender el mundo desde otra perspectiva.
 
Sin darse cuenta y, a medida que hablaba con su padre, no se dio cuenta de que cuatro personas sonrientes y alegres se acercaban a ese frío y solitario lugar en donde estaban los Hatake.
 
E Iruka, al ver a su amor muerto, con pesar pero sin sorprenderse, fue directamente hacia quien fuera su novio en vida.
 
-¡Kakashi!-
 
-¿Iruka? ¿Qué haces aquí? ¡No pensé verte nunca más!-
 
Con un beso, olvidando a las otras almas presentes, ambos ex ninjas de Konoha se saludaron expresando su amor.
 
-Kakashi, Kakashi. No sabes con quién me reencontré en mi muerte. ¡Mis padres! Ven, te los presentaré.-
 
Y Kakashi, al ver la felicidad en su novio, la paz en el rostro de su padre y a otras tres almas, supo que finalmente iba a descansar del mundo que dejó atrás.
 
-Sakumo, Kakashi.-
 
Dijo una mujer con ojos cálidos y expresión cariñosa.
 
-Esa es tu madre, Kakashi. Me encontré con ella cuando mis padres encontraron. Saludala.-
 
Finalmente, Kakashi estaba en paz frente a las personas que nunca pensó reencontrarse, pero sintiendo felicidad u dicha al saber que no fue como lo pensó.
 
Fin.

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