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Sage De Cancer por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Hola mis terrones de azúcar, aquí el One Shot para el cumpleaños de el caballero dorado de Sage, por su cumpleaños. 

Debo decir que este especial obvio es por el cumple de estos gemelitos cangrejitos.

Pero tiene contenido lime... O sea solo tiene un poco de contenido subidito de tono, pero no es mucho así que... Breve precaución para mis terrones menores de edad. 

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, aquí el One Shot para el cumpleaños de el caballero dorado de Sage, por su cumpleaños. 

Debo decir que este especial obvio es por el cumple de estos gemelitos cangrejitos.

Pero tiene contenido lime... O sea solo tiene un poco de contenido subidito de tono, pero no es mucho así que... Breve precaución para mis terrones menores de edad. 

En medio de la noche, un joven hombre de cabellos lilas, camina entre las calles, buscando una dirección que pareciera no encontrar por ningún lado.

Ya había estado recorriendo las calles desde hace un buen rato, pero no está la fortuna de su lado.

Se supone que se iba a ver con un amigo en casa de este, para celebrar ambos su cumpleaños, pero…

¿Por qué el pelirrojo debe vivir a una distancia considerable?

Y… ¿Las calles debían ser un laberinto? 

Ya se está desesperando, pero no desiste, ya que siempre ha sido alguien terco en sus convicciones, aunque no es de explotar tanto al momento de no conseguir lo que desea, como su gemelo.

Si bien, hoy en día se ha alejado mucho de con quien comparte día de nacimiento, no significa que no se hablen, ni quieran, cada uno está haciendo su vida, uno en el país natal y otro en uno complemente ajeno, pero tratan de hacer lo mejor posible para mantenerse en contacto.

Aún recuerda esa conversación

---Flash Back---

-Entonces, les dije que no hicieran nada por mi cumpleaños, pero están insistiendo y fue así que ahora tengo una reunión en un bar saliendo porque soy un año más viejo- La risa del mayor se puede escuchar atreves del teléfono.

-Vaya… Como si no te gustaran las fiestas- La pequeña risita por parte del hombre de cabellos sueltos, se hace presente.

-Ya me conoces, no les puedo decir que no- Un suspiro se hace presente, dibujando una sonrisa del otro lado –Me gustaría mucho más pasarlo con Avenir, pero… Aun soy demasiado torpe para decirle lo que siento-

-Te entiendo- Cierra sus ojos, de igual forma dejando escapar un suspiro triste.

-¿Sigues sin decirle nada a Gateguard?- La curiosidad plasmándose en la voz del mayor.

-No es tan fácil…- El tono de sus palabras se puede notar decaído.

-Tu siempre me dices que me arriesgue y le diga mis sentimientos a mi amado borreguito de lana blanca, pero…- Gira sus ojos, como si el menor pudiera verlo –Tu tampoco eres capaz de hacerlo-

-No es lo mismo y lo sabes- Le alza algo la voz, pues… Le duele recordar ese tiempo.

-Sé que el novio de Gateguard lo trato muy mal- Cruzado de brazos –Estaba allí contigo, cuando lo tuvimos que ayudar para llevarlo al hospital y te confeso los maltratos que sufrió-

-Aún no está listo para una relación, no pienso forzarlo a una- Suena decidido, aunque ese no es su verdadero anhelo, desea mantener primero la salud mental del pelirrojo antes que su propio beneficio.

-Bien, pero algún día deberá saber que lo amas con todo tu corazón y tienes una caja llena de fotos de él, que le pagaste a Zaphiri que tomara- La burla del mayor no se hace esperar, revelando el mayor secreto confiado del otro gemelo.

-¡¡¡HAKUREI!!! ¡¡¡CÁLLATE!!!- Rojo como un tomate, sintiendo que con lo boca floja que es su hermano, lo más seguro que en el extranjero ya conozcan sobre su amor por cierto pelirrojo malhumorado como es conocido por muchos.

---Fin Flashback---

-Hakurei… Eres un gran idiota cuando quieres- Aun con el ceño fruncido, haciendo un rosto de puchero, y las mejillas sonrojadas –Pero… Tienes razón, ¿Cuánto tiempo soportare, sin poder decirle lo que siento a Gateguard?-

Su vista abajo se mantiene, ya que al estar pensando en este hecho le causa cierto conflicto.

Dividido entre dos cosas en su corazón.

Uno es el amor tan grande e inmenso que siente por el hombre que esta por visitar, de querer protegerlo, mantenerse e a su lado a toda costa, aunque no como pareja.

Y por otro lado… Siente tantos deseos de confesarle lo que siente, besarlo, abrazarlo, proclamarlo como suyo, jamás permitiría que alguien lo volviera a herir, o lo acabaría.

¿Cuantas veces en el pasado, tuvo Hakurei que detener a Sage que se fuera a los golpes con el ex del pelirrojo?

No lo perdonará por haberlo lastimado tanto.

Tanto físico, como psicológicamente… Hirió a quien ama y deseaba hacerlo pagar.

Su puño se aprieta, gracias a ese infeliz…

Gateguard tuvo que cambiar de departamento, irse a uno más lejano, sin que nadie más lo sepa…

Incluso pedir cambio de su trabajo, todo por el miedo de que ese idiota volviera…

Por esa razón no podía estar tranquilo en ningún momento, hablándole cada noche al de cabellos rojos, asegurándose que estuviera bien.

Quedándose horas al teléfono si el otro tenía una pesadilla, o lo atacaban los traumas que se quedaron en su mente.

No importaba nada, Sage estaría a su lado, odiaba verlo mal… Si tan solo pudiera cuidarlo siempre… Si pudiera confesarle lo que siente, decirle que a su lado, nunca será herido, que lo cuidaría como el ser tan valioso que es.

Los malos recuerdos y experiencias se deben quedar en el olvido, ya nunca volverán a su presente.

Pero… Podría decir todo aquello y por su vida lo cumplirá sin duda.

Sin embargo… No puede obligar a Gateguard a confiar en él.

Sus miedos vienen, al pensar que si confiesa lo que siente su corazón, Gateguard se aleje… Creyendo que la bondad y amabilidad recibida, era una truco para poder llevárselo a la cama.

Sage sobre analiza las cosas, sin embargo es posible que lo que píense el pelirrojo… Tiene grado de verdad, sobre la última parte…

Lo ama tanto y desea, claro que le gustaría tener una relación con Gateguard, con todo lo que eso conlleva.

Rápidamente niega con la cabeza, ante sus pensamientos que está teniendo desprevenidamente.

-Cálmate Sage… No pienses de más en esta situación- Suspira, para calmar sus mejillas sonrojadas y sus ojos reflejan algo de tristeza, alza la mirada intentando de nuevo buscar la dirección –Solo concéntrate en encontrarlo, Gateguard fue muy amable en invitarme a su casa, dijo que tendría una sorpresa…-

Pensando en que podrá llegar a ser la sorpresa que le he está preparando el pelirrojo, es como sus pasos se van dirigiendo a donde creía que es la dirección correcta.

Por fin sentía que está llegando al lugar correcto, lo puede ver directamente ante sus ojos verdes oliva.

Un edificio de cuatro pisos, de un tono grisáceo, se veía bastante bonito, aunque es difícil apreciarlo bien con solo la luz de las lámparas y la oscuridad alrededor, rodeado de algunos árboles, puede apreciar algunos autos estacionados a fuera.

Obviamente Gateguard debe tener muchos vecinos ahora.

Notando a personas caminar a los alrededores, creía que es mas tarde, pero apenas son las nueve y treinta, es temprano en cierta forma, pero tarde para la cita que se había acordado.

Tardo más de media hora en encontrar los departamentos, y ha hecho esperar al otro por un largo lapso.

Rápidamente se dirige a la entrada, y al verificar en que piso se encuentra el departamento del pelirrojo sube los escalones con rapidez, todos pueden notar que está muy apresurado, pero no sintieron que fuera alguien malo, al contrario su semblante se puede ver de preocupación.

Tal vez llegando tarde a una cita, que es lo cierto.

-D6…- Mira por el cuarto piso, primero dando un giro a la izquierda, topando hasta la última puerta y ver que de este lado están del uno al cinco los departamentos.

Agitado en su andar, se da media vuelta y ahora del lado derecho es donde se debe encontrar su destinó.

-Lo encontré- Sonríe, la primera puerta a la derecha era, y él perdiendo el tiempo con sus equivocaciones.

Golpeando ligeramente la puerta, con los nudillos, sonriendo y acomodándose su ropa –Hola Gateguard, perdón por tardar, soy Sage- De inmediato se presenta para no asustar al pelirrojo.

La puerta se abre delante, obviamente invitándolo a pasar.

Sin dudarlo entra, para cerrar la puerta detrás.

Su sonrisa se muestra de inmediato, sus ojos pueden apreciar oscuridad en el departamento, pero… Un pequeño vislumbré por unas velas se puede ver al final del pasillo del corredor.

-¿Qué es…?- Apenas si pudo abrir su boca, cuando siente como unos brazos lo atrapan, y unos labios igual a los suyos.

Las pupilas se contraen, bajando la mirada, hacia la persona que lo está abrazando y besando desprevenidamente.

Cuál fue su sorpresa al momento de ver a Gateguard dedicándole esa muestra de afecto repentina, no sabe cómo reaccionar.

¿Sera acaso un sueño?

¿Se golpeó la cabeza al venir y está en coma?

Soñando con el mundo ideal que no tendrá nunca oportunidad.

Pero… Sus brazos reaccionan a abrazar al pelirrojo, se siente tan real, y cálida su piel…

Más se sorprende, porque está tocando la espalda desnuda de Gateguard.

Desfruta del beso, que no sabe si deba alejar al otro o, solo aprisionarlo más a su cuerpo.

Pero la falta de aire se presenta en ambos.

Las bocas se alejan, ligeramente abiertas, un hilo de saliva uniéndolos, un jadeo del más bajo se hace presente, dibujando una sonrisa en sus labios, con las mejillas ruborizadas.

-Feliz cumpleaños Sage- Esa sonrisa pícara, los ojos verdes brillantes, que se han recuperado por la presencia de este hombre, denota un cierto grado de lujuria.

-¿Gate… Gaurd…?- No sabe que decir o responder, solo el dulce nombre del dueño de su corazón.

De inmediato lleva sus ojos al cuerpo del pelirrojo y logra que su cuerpo reaccioné sin que lo desee, al igual se sonroja de golpe, tratando de desviar la mirada rápidamente.

-¿Te gusta cómo me veo?- Llevando una mano a su pecho, para dejar ver en plenitud su atuendo.

Gateguard solo lleva puesto encima un mandil de un color lila con toques de rojo pálido, por lo cual, se puede apreciar su espalda desnuda, sus piernas al natural, al igual que parte de su pecho y costados…

Evidenciando que ni ropa íntima lleva.

-Pe… Pe… Pero… ¿Por qué… Estas vestido así?- Sigue sin creer lo que ve, es tan hermoso esto, mas… No puede comprender el porqué de esto.

-Quise hacer algo especial… Para tu cumpleaños- Su sonrisa pícara, se puede apreciar abiertamente en su rostro, con un leve rubor en las mejillas y los ojos verdes rogando por un poco más de la atención del pelilila –Así que… Yo soy tu regalo…- Sin apartarse del mayor, estiras sus brazos, para que pueda admirar su presente.

-¡¡¡¿TU?!!!- Sage parece un tomate maduro en todo su rostro se refleja la vergüenza de estar de esta forma con la persona que ama, nunca creyó que esto se le cumpliera de alguna manera… Solo en sus sueños, tantos deseos de tocar a Gateguard de formas nada inocentes, mas se contiene de hacerlo.

Ladea su cabeza, haciendo una pose de indignación fingida -¿Acaso… No soy suficiente para ti?- Una sonrisita se vuelve a presentar en su cara, para acercarse seductoramente, y plantar un apasionado beso en los labios temblorosos del mayor.

Por alguna razón, su mente le dicta que proteste, que detenga esto, la situación no está bien para darse algo así.

Y de igual forma su corazón, siente una hermosa sensación, cálida, satisfactoria, hermosa… Pero a la vez, siente que si continúan podrían arruinar las cosas, que así no deberían ser, debían tener paciencia y pensar mejor lo que hacen.

Pero… ¿Cómo podía negarse a este precioso regalo que le han hecho?

Sería un ingrato, hasta un idiota si no aprovecha…

Pensando que podría estar bien, disfrutar solo una noche, el cuerpo que tanto desea, sin embrago debía saber Gateguard, si continuaban, Sage no lo volvería a soltar, al contrario, permanecería a su lado toda la vida si es posible, amándole, y dedicándose en cuerpo y alma, a sanar todo lo que otro hirió.

Acepta el beso, toma el cuerpo del pelirrojo, entre sus manos, para ir acariciando la piel desnuda.

Tan tersa, delicada, tibia, simplemente perfecta, se siente tímido en poder avanzar más abajo, en tocar aquellos glúteos redondos, apetecibles.

El beso es intenso, lleno de sentimientos inexplicables, acciones como morder levemente el labio de Gateguard, un deseo tan reprimido como sus instintos, explorar la cavidad bucal, todo es perfecto, glorioso.

Se siente en el mismo paraíso solo con esto.

Sin embrago, algo comienza opacar su felicidad y excitación…

Un temblor, el cuerpo ajeno tiembla contra el suyo, como si estuviera asustado.

Aun así, las manos del pelirrojo se aferran a la camisa que porta el pelilila, con mayor fuerza, sus ojos cerrados, dejan escapar unas pequeñas lágrimas.

No es algo que Sage vaya a dejar de lado.

Algo está sucediendo con Gateguard y quiere una respuesta.

-Gate… Guard… ¿Qué sacude?- Le pregunta, separando sus labios apenas del contrario, sus ojos ardientes en deseo como su piel, le piden volver a conectarse con el otro, pero… Su sensatez es mayor.

-Nada…- Su mirada desviándola un poco con temor –Continuemos... Yo…-

-Estas temblando… y llorando…- Las grandes manos, van para tomar ambas mejillas y hacer que el pelirrojo lo mire directo -¿Algo te tiene mal? ¿Qué te preocupa? Solo dímelo-

¿Por qué los ojos oliva, lo miran con tanta ternura?

¿Por qué sus manos son tibias y agradables?

¿Por qué su corazón late?

Y aun con todo esto positivo, que siente… Con esta dulzura que pensaba jamás volver a merecer.

Tiene miedo… Llora…

¿Por qué le tiene que pasar esto a él?

-No es nada… Solo… Quiero agradecerte todo… Todo lo que has hecho por… Mi…- Aun teniendo su rostro capturado, no puede verlo a la cara al pelilila, como si algo le aterrara tanto.

Esto es un pinchazo en su corazón, creyendo que solo es una forma de pago, por su preocupación, por cuidarlo, estar a su lado, demostrarle todo lo que siente…

Cuando jamás pidió esto, y no lo esperaba…

Bueno… Es una mentira en cierta forma…

Si esperaba o más bien… Deseaba que esto algún día sucediera, pero que se diera de forma natural, no obligándose.

-Gateguard- Soltando el agarre, bajando sus manos, y lanzando un suspiro triste, pero mantiene su sonrisa, para transmitirle cariño y confianza –Jama debes agradecer con tu cuerpo algún favor, si alguien te lo pidiera así, solo debes romperle la cara…- Quería sonar algo gracioso, para sacarle alguna sonrisa, pero puede no ser el mejor ambiente.

-Pero… Pero…- Desesperado su tono, su labio inferior temblando y las lágrimas cayendo de esas esmeraldas cristalizadas –Si no lo hago… Al final… Tú te vas alejar de mí… Y no quiero…- No dudo más y abraza desesperado el torso de Sage, aferrándose a él, con el llanto a todo lo que da –No podría soportar que tú te vayas de mi lado, así que… Acepta mi regalo, es todo lo que soy y… Te lo quiero entregar…-

Sorprendido por esas palabras, el dulce y frágil comportamiento del pelirrojo, su dolor reflejado en su expresión.

¿Porque temía tanto que él se alejará?

Si desde un principio le prometió que estaría a su lado siempre, y planea cumplirlo.

No debía forzarse a nada, nunca…

-Pero… No lo quiero, si te hace sufrir y forzarte…- Acariciando los rojizos cabellos, sintiendo como las piernas de este comienzan a flaquear, con cuidado arrodillándose para seguir sosteniéndolo –Gateguard, yo no te había dicho esto...-

Su llanto continuo, creyéndose el mayor idiota del mundo, por haber pensado en algo así, para Sage… Tal vez se había equivocado.

Puede que el comportamiento del pelilila, solo es su forma de demostrar amistad, que no tenía un motivó oculto o que realmente no sintiera amor por él, solo quería brindarle apoyo.

Se confundió y no podía pagarle con su cuerpo por todas sus atenciones.

Sin embrago… Quería de alguna manera retenerlo a su lado, que jamás se fuera, si su cuerpo era la única manera, lo haría.

Gateguard, no sabe aún bien como demostrar lo que siente, años de tener una idea, de que lo único por lo que te amen, sea tu cuerpo, tu apariencia y no tus sentimientos.

Te llegas a acostumbrar a ese trato, aunque sea cruel y miserable, aun cuando te hieran todo el tiempo, todo para no estar solo, para que alguien se mantenga tu lado.

Recuerden que esto no está bien… Aprender a disfrutar tu soledad, es mejor que estar en compañía de personas que no lo merecen.

Y así esperar a alguien que te demuestre que estará contigo siempre, aun cuando tengan un poco de distancia, siempre encontrará la forma de demostrarte que está contigo.

Esto es lo que Sage había logrado demostrar, mantenerse a su lado de alguna forma, aunque no siempre física se podría.

Le hablaba en todo momento, un mensaje, cuando sus miedos atacaban, cuando pensaba que no podía más, ese pelilila Tibetano se encuentra a su lado.

Ahora, si lo fuera a perder, por no saber demostrar ese sentimiento que comienza a revivir en su corazón, ya no sabría que más hacer, por eso se aferra, suplicándole que lo comprenda.

-Yo te amo, con todo mi corazón… Por eso, no es necesario que hagas algo que no quieras- Esa sonrisa cariñosa, esos ojos que hace unos segundos demostraban deseo y lujuria, ahora solo es comprensión y amor… Dedicado al pelirrojo.

-¿Sage?- Levanta su rostro con duda, aun sin poder creer lo que ha escuchado, ¿De verdad había oído bien? -¿Me amas?-

-Así es, yo te amo Gateguard, amo cada parte de ti- Se acerca para darle un gentil beso en la frente, acariciando esas rosáceas mejillas, y sonriéndole –Por eso, no necesito que hagas algo que no quieras o te fuerzas para ello, yo solo quiero que estés bien, sin importar lo que sea, estaré a tu lado, es donde deseo permanecer siempre-

¿Por qué tenía que ser tan dulce?

¿Por qué le dice cosas tan hermosas?

-No, eso… No, no puede ser verdad…- Su llanto vuelve desconsolado, le cuesta creer, que eso suceda, que alguien sea capaz de amarlo, sin que tenga que dar algo a cambio –Yo… No valgo nada… Solo soy… Un hombre que no tiene valor… Yo…-

¿Qué tanto alguien te puede dañar para que pienses así?

Nunca lo permitas, cada ser tiene un valor único e inigualable.

-Gateguard- Su preocupación aumenta, la forma en que el pelirrojo se sobaja es algo que no puede soportar, abarcándolo con fuerza, acurrucándolo a su pecho para que pudiera calmarse –No pienses eso, tu eres sumamente valioso para mí, no existe nadie que pueda ocupar este lugar en mi corazón-

-Yo no merezco que alguien me ame… Yo… Permití muchas cosas e hice peores… Yo…- El daño psicológico ya está, de a poco ha intentado recuperarse, pero… A veces es un largo camino.

-¡¡¡CLARO QUE LO MERECES!!! ¡¡¡MI AMOR ES SOLO PARA TI Y NADIE MÁS!!! ¡¡¡Y ESO JAMÁS LO PODRÁN CAMBIAR!!! ¡¡¡INCLUSO SI TU NO…!!!- No sabe por qué comenzó a gritar, pero debe calmarse… Si no seguirá asustando el pelirrojo –Si tú no me amas… Yo no dejare de sentir esto por ti, Gateguard… Solo por este día, cálmate, que yo estaré contigo ¿Si?-

-¡¡¡ESO ES LO QUE TEMO!!! ¡¡¡ESO ES LO QUE ME ATERRA TANTO…!!!- Ahora el grita sus sentimientos, o su angustia… El sentirse de esa manera le da pánico de solo volver al ámbito romántico.

-¿Qué cosa?- Deseaba ya una explicación.

-¡¡¡DE AMARTE Y NO SER CORRESPONDIDO!!! ¡¡¡ME ATERRA AMARTE Y, QUE SOLO JUEGUES CONMIGO Y ME ABANDONES!!!- Aun con lágrimas cayendo, trata de ser escuchado -¡¡¡TE AMO MUCHO, NO SÉ CUÁNDO PASO, PERO SUCEDIÓ Y AHORA… SOLO DÉJAME DEMOSTRÁRTELO Y QUÉDATE A MI LADO SIEMPRE… SOLO!!!-

Nunca creyó sentirse así de feliz, jamás pensó que eso ocurrirá tan repentinamente, en medio de una crisis nerviosa del pelirrojo, pero… Es así… Se confiesan en medio de un ambiente bastante  confuso, pero con solo una verdad.

-¿De verdad? ¿Me amas?- Su sonrisa de oreja a oreja, sus brazos rodean con mayor fuerza ese frágil cuerpo, tembloroso, y algo sudoroso, por el esfuerzo del llanto –¡¡¡QUE FELIZ SOY!!!-

-¿De verdad?- Ahora el otro pregunta, con una ligera sonrisa y su rostro rojo, casi como su cabello –Sage… Yo… También soy feliz de que me quieras…-

-Te amo con todo mi corazón Gateguard, así que… No pienses que debes hacer esto… Aunque no mentiré… Luces muy hermoso, pero… ¿Puede que no estés listo aun?- Sus palabras llenas de sinceridad y comprensión se pueden ver en todo su sentir.

Baja su mirada aun avergonzado, sin importar que ahora ambos estén sentados en el suelo, su posición es en medio de las piernas del mayor, abrazado a su torso.

-Tal vez… Aun me falta… Superar algunas cosas, pero… Deseaba regalarte el hecho de perder tu virginidad conmigo y…-

-¡¡¡¿CO… COMO SABES QUE LO SOY?!!!- Sus nervios se reflejan y si vergüenza igual por aquella verdad, que se supone nadie debía saber.

-Hakurei me dijo… Que lo eras, o más bien… Lo dejo en claro- Ladea su cabeza, con una sonrisita algo picara y divertida.

-Más las pagara después, por ser un indiscreto…- Suspira, no podía estar enojado por mucho tiempo, si tiene al pelirrojo con él y de esta forma -¿Qué dices si… Nos acomodamos en tu comedor y pedimos algo para cenar?- Una sonrisa cómplice es dedicada al otro, mientras le deposita un beso en la mejilla.

-¿Cómo sabes que no hice nada para tu cumpleaños?- Le mira suspicazmente, casi indignado.

-¿Lo hiciste?- Confundiendo, ya que usualmente el pelirrojo no era de cocinar, al menos que fuera necesario.

-No, creí que me comerías a mí y luego veríamos que comer…- Asiente lentamente, comprendiendo que el pelilila tenía razón –Pero… Algo de comida rápida, no sería muy bueno para tu cumpleaños, mereces algo mucho mejor… Tal vez… Si me dejas vestirme, te puedo invitar a algún restaurante y…- Se intenta levantar, pues sabe a como esta, es imposible salir así.

Mas es retenido unos segundos por el mayor –Mi mejor regalo es que estés conmigo y me permitas abrazarte toda la noche- Suspira, para ahora el iniciar un casto beso en esos rosados labios que por fin puede probar –Pero… Yo recibiré al repartidor- En esto último lo dice algo serio.

-No te preocupes, me voy a poner algo más…- Sonrojado, por haber sido tan atrevido en su atuendo –Cubierto-

-¿Qué te gustaría cenar?- Se niega a dejarlo ir.

-Tu escoge es tu cumpleaños- Le dirige la mirada para hacerlo entender que él debe tener la idea.

-Pero, quiero que tú lo disfrutes conmigo- No niega que ahora sonreirá mucho más, por este mayor motivo.

-Bien… ¿Pizza?- Su estómago gruño en ese mismo momento, sí que tenía ganas de ese alimentó.

-Ja, ja, ja, pizza será-  Una sonora sínica se puede escuchar de los labios del pelilila.

-Oye, no te burles de mi- Sus mejillas infladas, por la vergüenza pasada, pero ver reír al otro lo hace sonreír de inmediato, un suspiro débil sale, para volver a recargarse en su pecho y sentir ese cálido latir –Feliz cumpleaños Sage-

-Gracias mi Gateguard-

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, aquí con la publicación de los regalos para los gemelos cangrejitos del siglo pasado.

Ahora vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sage tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sage tu cumpleaños si que si. 

Espero que lo disfruten mucho.

Ademas... Si tienen Discord mis terrones de azúcar, haganmelo saber si desean unirse al grupo de la familia terrón de azúcar.

Sin mas...

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan de mas. 

Los quiero mucho mis terrones de azúcar.

Ammu se va.


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