Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi árbol navideño… por Yakaylex2

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Digimon… y todos los personajes y nombres utilizados, son propiedad de sus respectivos autores (Akiyoshi Hongo y anexos). Fanfic sin ánimo de lucro. Hecho por una fan, para fans.

Notas del capitulo:

Anime: Digimon Frontier


Fanfic relacionado: Mi amigo el árbol, ¿Kouichi?


Pareja: Kouji x Kouichi

Es Nochebuena. Mi padre y mi madrastra salieron de la ciudad. Insistieron en que los acompañara, pero yo tenía otros planes. ¡Era la primera navidad que pasaríamos juntos Kouichi y yo! Toda la semana me esmeré en adornar mi hermoso árbol con luces, esferas navideñas y adornos brillantes. Y la nieve que por las noches lo cubría, hacían de él algo completamente hermoso. Era mi árbol navideño. Y lo amaba más que a nadie en el mundo. No me importaba lo que opinaran los demás… O lo que hicieran.


 Flash back


- ¡Kouji! - Me gritaron algunos compañeros, entre ellos mi ex novia Izumi y su nuevo novio Takuya.


- Chicos... -Los saludé sin mucho ánimo.


- Oye amigo, - un chico algo obeso llamado Junpei me abrazó con fuerza. - ¿Es cierto que vives en un árbol? ¿Qué eres, una especie de hombre mono o algo así?


- Te equivocas. - Le dije. - Es una casa del árbol.


- Entonces eres como un niño tonto. - Dijo un chico más pequeño llamado Tomoki.


- Oye si es una casa, deberías de invitar a tus amigos. - El solo sentir el repulsivo toque de Izumi en mis brazos me provocaba malestar estomacal. Le tomé la mano y la alejé de mí.


- No, gracias. - Le dije lacónico. - Ustedes no son mis amigos.


-Con que no somos tus amigos, ¿eh? Bueno... - Me miraba con ojos furiosos, mientras le hacía una seña a Takuya. Sin que pudiera prevenirlo, sentí su golpe directo en mi estómago. Me caí hacía atrás.


-  Ah, claro, chicos. Ahora lo recuerdo. - Comenzó a preparar sus puños mientras Tomoki y Junpei se acercaban. - Tú eres ese extraño chico que se casó con ese viejo árbol, ¿correcto?


- Yo no... me casé... con él... - Alcancé a decir antes de que sintiera esta vez una patada en mi costado.


- ¿Cómo puedes hacer algo con un monstruo de 5 metros de alto? - Sentí la patada esta vez de Junpei, seguido de un repulsivo salivazo de su parte. - Eres un maldito fetichista.


- Vamos, chicos, no se ensañen con él. - La voz de Tomoki llegó a mis oídos... junto con una patada muy cerca de mi rostro.  - No es su culpa estar enamorado de un árbol.


- Pues sí, con esa apariencia afeminada nadie le haría caso. - El tono de Izumi fue como un latigazo. Después tomó mi mochila y la arrojó sobre mí. - ¡Nos vemos, "amigo"! - Dijo con fingida alegría mientras se marchaba con los demás.


 Fin del flashback


Permanecí en el suelo durante lo que me parecieron horas. Para mi mala suerte estaba en una zona poco transitada. Lloré amargamente. Me habían ofendido, pero no solo a mí. También a mi querido árbol. El tiempo pasaba. Con dificultad logré ponerme de pie y fui directo a la casa de mis padres. Llegué y me di un largo baño. Seguramente Kouichi se preocuparía, pero ya pensaría en una excusa. Los minutos pasaron y el dolor que sentía me fue relajando poco a poco... Hasta que comencé a hundirme.


 - Kouji… Kouji… - Escuchaba una voz a lo lejos. - ¡Kouji! -  Sentí como alguien me tomaba de los brazos y me sacaba de la tina. Comencé a toser. Mis ojos estaban nublados por el agua, pero traté de enfocar mi vista.


- ¿Kouichi? - Le pregunté entrecortadamente. - ¿Cómo…?


- No tengo la menor idea, pero me alegra que pudiera hacerlo. - Se acercó a mí y me abrazó, sin embargo, esta vez sus transparentes brazos no pudieron tocarme. Comencé a llorar.


- ¡Perdóname, Kouichi! No te pude defender... - Se había arrodillado a mi lado. Mi cuerpo desnudo y húmedo se encontraba tapizado con los golpes recibidos esa tarde.


- Perdóname tu a mí, Kouji. - Miré sus ojos y se veían brillantes. - Si no me hubieras protegido… si no me hubieras conocido…


- Sería la persona más infeliz del planeta. - Traté de tocarlo, pero era imposible. -Te quiero tanto, de verdad.


- Pero solo soy un espíritu. – Su voz se oía muy triste. – Jamás voy a poder caminar a tu lado; jamás podré defenderte de todas esas personas, jamás…


- ¡No me importa, Kouichi! – Lo interrumpí. – Siempre estarás a mi lado y eso es lo que me importa. Al diablo con las demás personas que no pueden verte. Solo me importa que yo si pueda hacerlo porque te amo. – Le dije con sinceridad.


- Yo también te amo, Kouji. - Pude ver que se acercaba y "besaba" mis labios. - ¿Quieres contarme que pasó? - Asentí con un gesto. Pude ver su rostro crisparse de furia. - ¡Esos malditos! Te voy a vengar, Kouji, te lo juro. No sé cómo, pero lo haré. ¡Hoy mismo de ser necesario!


- Tal vez mañana.  -Me miró incrédulo, por lo que sonreí. - Hoy es Nochebuena. - Le dije mientras hacia el ademan de acariciar su cabello. -  Solo quiero pasar una noche completamente genial contigo. – Lo meditó por un momento y después asintió. - Comeremos, jugaremos y haremos muchísimas cosas juntos.


- Pero recuerda que debemos dormirnos temprano. - Me dijo mientras yo colocaba una toalla alrededor de mi cuerpo. No había notado que me encontraba desnudo y ya hacía frio.


- ¿Para qué? - Lo miré confundido.


- Para recibir a Papá Noel. -Sonrió burlonamente. - O a mí, depende lo que tú elijas.


- Creo que te prefiero a ti.  – le dije maliciosamente. Por primera vez noté algo extraño en él. - ¿Y esa ropa? – Lucía una vestimenta brillante y luminosa: un traje lleno de lentejuelas y lazos de colores. Noté que se sonrojaba.


- ¡Tú tienes la culpa, por disfrazarme con tantos adornos! – Comencé a reír, mientras nos dirigíamos a la casa en el árbol. Después de un rato, el también reía.

Notas finales:

Hasta aquí la historia. Quizá la puedan notar algo dura, pero es un claro ejemplo de la poca tolerancia que existe en el mundo hacia las personas que tienen gustos o sentimientos diferentes a las demás personas. Es en estas épocas de reflexión cuando debemos detenernos y pensar en ser más tolerantes con la humanidad, y creo que podríamos tener un problema menos como sociedad. Este es el mensaje que me gustaría darles. ¡Arriba el Koukou y nos vemos en la siguiente historia!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).