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I marry with a stupid (Me casé con un idiota) por Aeriel

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Notas del fanfic:

HOLA!!!!!!!!!!! Cuánto tiempo, ne???? ^^ Estoy muy contenta por todos los comentarios que he recibido hasta ahora (Siento no haber respondido a unos cuantos... Lo haré en cuanto pueda!! ^^), por lo que me he decidido a publicar éste oneshot (está también en SlasHeaven). Bien, sólo espero que lo disfrutéis y me dejéis algún review!

UN BESAZO ENORME*

PD: Los personajes que aparecen en este escrito son propiedad de su autora, J.K.Rowling, y distribuidores. Yo sólo soy una empedernida fan del slash que jamás dejará de serlo y que hace todo lo posible por que sus fics gusten ;) 

Notas del capitulo: Un oneshot que espero guste ^^ Yo me lo pasé genial escribiéndolo, sobre todo lo del principio. No podía parar de reír imaginándome la situación y demás... xDDD
- Oneshot -

 

- Oneshot -

 

Pareja:

 

SS/HP

 

Tipos de letra:

 

- Normal: narración y conversación

- Cursiva: pensamientos del personaje en cuestión y varios

 

Tiempos:

 

Narración en primera persona

 

Advertencias:

 

Se habla de Mpreg = Embarazo Masculino, pero nada más. Quizás podría considerarse AU = Universo Alterno, por eso de que no se mencionan bastantes cosas.

 

Resumen:

 

Porque lo mejor de las peleas son las reconciliaciones...

 

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I marry with a stupid

(Me casé con un idiota)

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— Churri mío, pásame la sal - dijo Harry con una voz en falsete inaguantable.

— Claro, cielo... - apreté los dientes y me sonrojé furiosamente, mientras le pasaba el condimento.       

Y que conste que el título... no es cosa mía.

Estábamos en una comida familiar. Bueno, a ninguno de los componentes de la ‘supuesta’ familia nos unía lazo sanguíneo alguno (a excepción de los Weasley), pero nos considerábamos, y aún lo hacemos, como tal.

A la vez que le pasaba la sal a mi ‘maridito’, sentía las miradas de todos puestas en nosotros y unas risitas provenientes de los odiosos gemelos. Harry estaba enfadado y me lo estaba haciendo pagar de la peor manera posible habida y por haber: humillándome en público. Yo, Severus Snape, siendo humillado... Algo digno de presenciar. Según se mire.

Y la razón de su enfado... ¿Cómo suelen empezar éstas cosas?

*** Flashback ***

Un par de palmaditas en el colchón me hicieron perder algo de concentración.

— Sevie, amor, ven a la cama~ - la postura de Harry sugería algo mucho más que ‘dormir’.

— Un momento - solté distraídamente sin apenas mirarle de reojo.

Estaba haciendo una poción anti-caída.

No quería quedarme calvo y ya casi me había quedado sin la útil poción, así pues...

---

Media hora más tarde...

— Se~vie, estoy esperando... - de nuevo insistió mi joven marido, repantigado en la cama.

— Si, si, enseguida voy - y murmuré para mí, mientras movía las manos con rapidez -. Un pelo de elefante africano... Si, eso es... Mm, media vuelta en la dirección de las agujas del reloj... y una vuelta completa en dirección contraria... Ahá... Dejar reposar una hora más... y listo.

Cuando terminé ya eran pasadas las tres de la madrugada.

Bueno, que no decaigan los ánimos..., pensó Harry.

Por supuesto, la segunda cosa que sé hacer mejor en la vida es leer la mente. La primera es hacer pociones, claro.

Habiéndole leído la mente y viendo, aparte, sus intenciones, me sentí como en un callejón sin salida, como un pájaro en una jaula, sin escapatoria posible,... Bueno, ya me entendéis. Era muy tarde, estaba agotado y olía verdaderamente mal. Sólo quería dormir y punto.

Pero Harry tenía otros planes. Planes que yo no estaba dispuesto, o más bien era mi cuerpo el que no lo estaba, a satisfacer.

— ¿Terminaste? - preguntó él esperanzado.

— Si... - murmuré yendo hacia la cama.

De pronto vi a Harry hacer una mueca de profundo desagrado y echarse hacia atrás involuntariamente. O quizás lo hiciera de forma voluntaria. El caso es que sonreí para mis adentros. …sta era la mía.

Me fui a meter en la cama y entonces pareció reaccionar, tirándose en plancha hacia mi lado, impidiéndomelo.

— Severus Snape, no permitiré que te metas en la cama tal y como estás - me señaló amenazante con el dedo índice y con el ceño completamente fruncido -. Así que, si quieres probar ésta cama y, por ende, probarme a mí, lo mejor será que vayas a ducharte. A no ser que prefieras dormir en el sofá, en cuyo caso no te detendré.

Aún sonriendo para mis adentros, agarré la almohada, efectué una marcada reverencia en su dirección, para salir acto seguido del dormitorio, rumbo al salón.

*** Fin del Flashback***

La cara que se le quedó era todo un poema. Pero por culpa de aquello...

Por lo que, ¿motivo de Harry para estar molesto conmigo? Mi idiotez suprema.

— Amor, ¿me pasas la ensaladera? - nuevamente ése tonito irritante.

Apretando los dientes por segunda vez, mascullé un ‘ten’.

— Gracias, cosita - dijo con un tono de voz de lo más empalagoso e, inmediatamente después, me sonrió de manera escalofriante. O, al menos, ésa es la impresión que me causó su sonrisa.

Sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo, se me erizaron los pelos y se me quitó el apetito de golpe.

Momentos después, aún impresionado, no acerté a oír la mitad de la conversación en la cual participaban los adultos Weasley y Lupin, hasta que recibí un “dulce” codazo de parte de mi morenito querido. Aquél codazo me dejó un hematoma. Por suerte no soy de los que utilizan manga corta, sea la estación que sea.

— Querido, te están hablando - Harry señaló a Lupin con la cabeza.

Carraspeé y alcé una ceja antes de mirar en dirección al licántropo.

— ¿Si? - mi voz tembló un poco. Agarré mi copa que rebosaba de vino tinto para darle un sorbo que reparara de algún modo mi traicionera voz.

— Preguntaba... que para cuando un bebé.

El vino que iba camino de mi boca cayó como un balde de agua fría sobre mis pantalones muggle (literalmente)

— be... bé - balbuceé de la misma manera en que lo haría uno.

— ¡Cielos, cómo te has puesto, Sev! - Harry casi saltó de su asiento a limpiarme con mi propia servilleta, derramándome, “sin querer” (por supuesto) más vino sobre mis ya encharcados pantalones (y la venganza continúa) -. ¡Oh, cuánto lo siento! ¡Lo limpiaré ahora mismo!

— No... hace falta, cariño - soné forzado. Si mis dientes dolían tanto era por la simple razón de que seguía apretándolos salvajemente -. Son sólo unos pantalones...

Pero no eran sólo los pantalones, evidentemente. Su actitud me estaba enfermando de veras, y no sabía cuánto tardaría en rebelarme. Aunque intuía que sería pronto.

— Remus, contestando a tu pregunta, ¡ya nos estamos poniendo a ello! - se giró hacia mí con una maliciosa expresión en su rostro -. ¿Verdad que sí, pichurrín?

Odiaba aquellos apodos. ¡Vaya que si los odiaba!

— Eh... ah... - me aclaré la garganta muy ruidosamente y solté en un hilo de voz -. Eso es...

— ¡Quizás la próxima vez que nos reunamos esté embarazado! - exclamó con alegría fingida Harry.

Las miradas de todos me taladraron. La mayoría eran de desaprobación, unas pocas de escepticismo Poniendo en entredicho mi virilidad, ¿¿eh?? ¡Ya les enseñaría yo! y sólo una de verdadera satisfacción (venganza consumada con un éxito rotundo) …sta última pertenecía, claramente, a Harry.

Y fue más de lo que podía soportar.

Me levanté sobresaltando a todos y le espeté:

— Estás enfadado conmigo, y lo comprendo, ¡pero lo que no pienso tolerar es que me humilles en público por ello! - y agregué haciendo acopio de mi lado Slytherin -. Grítame, si quieres hacerlo. Abofetéame, si es lo que te apetece. Pero no será aquí.

Repentinamente, ése aire risueño que había estado sosteniendo a lo largo de la velada en ‘La Madriguera’ y ésa mirada brillante, abandonaron el rostro de Harry, endureciendo sus dulces y delicadas facciones.

— Bien - dijo escuetamente con el tono más duro y helado que pudo poner (y que seguramente sentía), tras lo cual se desapareció sin más.

Después de despedirme de los presentes con una leve inclinación de la cabeza y una forzada y conciliadora sonrisa Todo va bien, me desaparecí tras él.

No la vi venir, desde luego.

La cálida salita me recibió lo mismo que una sonora bofetada que terminó por ubicarme. Hogar, dulce Hogar.

No hice nada por detenerla, ya que, por un lado me la merecía, y por el otro realmente no me la esperaba. Al menos no tan de repente.

— ¿Satisfecho? - le pregunté con mi tono de voz más ensayado. El neutral.

— Aún no - siseó peligrosamente, entrecerrando sus ojos a su vez.

A punto estuvo de volver a abofetearme, pero le detuve a medio camino de mi aún dolorida mejilla.

— ¿De nuevo? Voy a empezar a pensar que ésta situación es a la cual denominan los muggles como ‘violencia doméstica’ - no pude evitar decir, lo que pareció enfurecer aún más a Harry.

— Ni te molestes en pensarlo - se soltó de mi agarre de malas maneras -. Claramente lo es.

— Una vez, Harry - murmuré en voz muy baja. Estaba empezando a cansarme su actitud -. Ni una más.

— Severus Snape, eres un necio - escupió muy lentamente -. Te odio con toda mi alma.

— Claro que no me odias, porque me amas - me acerqué a él despacio, cauteloso.

— ¿Amarte? - rió con amargura Harry -. Es cierto, pero tus acciones egoístas tambalean los cimientos de mis sentimientos. Me haces dudar, atormentarme con pensamientos negativos. Sólo puedo pensar que cuando me rechazas es porque ya no me amas, porque te has cansado de mí o porque ya no me deseas como antes, si es que alguna vez llegaste a hacerlo. Y no sé que es lo que ha cambiado, como tampoco sé que hacer para remediarlo, para hacer que me beses ó me poseas de nuevo. ¡Maldita sea, te necesito dentro de mí!

Si es lo que pretendía, lo logró. Me sobresaltó ó, más bien, me sorprendió la fuerza que tenían sus palabras. Si, había sido un egoísta. Y aquella acción sólo trajo como consecuencia frustración. Una frustración tan grande que, al no haber ninguna otra manera de satisfacerla, la había descargado a modo de venganza.

— Harry... nada ha cambiado - me apresuré a decir -. Sigo amándote y deseándote como el primer día. Incluso más. Es sólo que... sencillamente no tengo el mismo aguante que solía tener antes. Lo que quiero decir es... Harry, debes entender que mi cuerpo...

— No sigas - puso uno de sus dedos sobre mis labios a modo de silencio. …se simple, pero lleno de amor, toque hizo que me estremeciera, tanto por dentro como por fuera -. Por favor... Severus, entiende que es así como te quiero. Tu cuerpo podrá no ser perfecto, pero para mí sí lo es y siempre lo será. Es el cuerpo que deseo, tanto como tú eres el hombre al que amo y amaré por siempre. No me niegues el placer de tenerte a mi lado noche tras noche, ni rechaces el deseo que siento de poseerte y ser poseído por ti. Severus, te amo, y no podría soportar que me alejaras de tu lado.

— Yo también te amo, Harry - me abracé a él. Escondió su rostro en mi cuello, consiguiendo nuevamente que me estremeciera, algo que solamente él era capaz de lograr con su sola presencia -. Pero tengo miedo. Yo jamás podría cansarme de ti, pero tú...

— Nunca, ¿me has oído? - arropó con sus manos mi cara y besó tiernamente la punta de mi imperfecta, aunque aristocrática, nariz -. No me cansaré de ti nunca. Antes muerto.

La intensidad con que dijo aquella última frase me alarmó. Le abracé y besé con urgencia.

— No vuelvas a decir algo así - conseguí desterrar ésa macabra imagen mental de mi mente -. Si tú murieras, yo... no podría soportarlo. Moriría contigo.

— Severus... Sev, mi amor, hazme tuyo una vez más - susurró contra el hueco de mi cuello, con la emoción embargando su voz.

— ¿Intuyo que deseas comenzar el ‘Proyecto Bebé’ en éste instante? - dije con humor.

— Quizás - me sonrió pícaramente, mientras me rodeaba el cuello con sus brazos, y yo a mi vez rodeaba su cintura con los míos.

Lo que sucedió a continuación lo dejo a la imaginación (bastante surtida) de las mentes calenturientas de quiénes se han atrevido a leer siquiera las primeras líneas (y que han seguido leyendo) de éste corto, pero intenso, relato, de una absurda pelea que tuvo como consecuencia muchos días de abstinencia y frustración a raudales acumuladas y que, gracias a Merlín, tuvo su fin de la mejor manera posible: revivir la primera vez que Harry y yo hicimos el amor (repetidas veces en una misma noche, por concretar la información)

Y, ahora, voyeuristas y pervertidos varios del demonio, atended a lo vuestro si no queréis que os hechice a través de la pantalla de vuestros cacharros inútiles y lava-cerebros, u os eche algo en vuestros refrescos... algo que haga que se os ‘caiga’ en caso de que los lectores sean masculinos, o que no podáis engendrar, en caso de que seáis mujeres. ¿Pensáis que soy cruel? Soy Severus Snape, Slytherin... y, si, cruel por naturaleza, aunque con mi Harry me reserve ésa faceta. Por ahora.

Avisados estáis, “adorados” lectores.

Pero haced vuestra elección rápido... El tiempo no espera.

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~0~ FIN ~0~

Los caminos hacia el amor son muchos y variados, pero sólo uno es el asignado y adecuado para cada uno de nosotros: aquél que nuestro corazón nos ordena seguir

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N/A: ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado ^^

¿Reviews? Jeje.

Besos*

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Merezco un review? Decid que si! jejeje

¡Gracias por leer! 

Besitos* 


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