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I'll be there when the shadows falls......... por Ame

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Notas del fanfic:

Bueno, este es el primer fanfic que escribo...no sé que tal ha salido ^o^

Espero que guste, aunque viendo el nivel que hay por aquí me desanimo un poco...

Por favor, dejadme reviews comentando qué os parece...así podré ir mejorando. Sé lo que fastidia que un fanfic que te guste se quede sin terminar, así que prometo terminarlo con que haya simplemente una persona que me deje un review diciendo que le gusta.

Bueno,os dejo con el fic ya, que soy una pesada >.<

Notas del capitulo:

Bueno, aquí esta el primer capítulo...

La verdad es que no me ha costado mucho escribirlo, ¡espero que la inspiración no me abandone! ^o^

 

Otra vez llovía sobre Tokio....

La verdad es que no es muy práctico deprimirse por la lluvia en un país en el que llueve casi 365 días al año, pero no lo podía evitar. La lluvia, siempre, desde pequeño, me había puesto triste. Me recordaba demasiado a las lágrimas.

Salí del coche y llegué corriendo a la puerta de la discográfica. Sacudiéndome como un perro mojado avancé por el vestíbulo y me metí rápidamente al ascensor antes de dar tiempo a la recepcionista a que por 458372 vez me propusiera irnos a tomar un café juntos.

Sonreí, contento de haberme librado de ella y apreté el botón que me llevaría al piso en que se situaba el estudio en el que Dir en Grey ensayaba.

 

A ti, en cambio, siempre te ha gustado la lluvia.

Cuando entré en la habitación estabas mirando por la ventana, viendo cómo las pequeñas gotas de lluvia caían del cielo gris....sobre la ciudad....resbalando sobre el cristal, casi sobre esa naricita que tenías pegada a la ventana mientras sonreías como un niño pequeño...

Perdón, como una niña pequeña.

Me hubiera gustado decirlo en alto, adoraba molestarte con cosas como esas, pero nadie hubiera entendido mi broma. Así que simplemente saludé y me derrumbé sobre el sofá, empujando a Die a un lado para que me dejara sitio. Ya estábamos los dos, otra vez, como siempre, ocupando por completo aquel enorme sofá.

Estaba cansado por haber tenido que madrugar, así que dejé pasar los minutos sin decir nada, y tampoco lo hizo ningún otro miembro de la banda. Cuando hubo pasado ya más de media hora y me sentía un poco más despierto, hablé

- ¿Y Kyo? - pregunté, aunque de sobra conocía la respuesta.

Kaoru estalló.

- ¡¡¡Estará durmiendo, como siempre!!! ¡¡¡Voy a matar a ese enano, ya no sé que hacer para que se tome en serio los malditos ensayos!!!

Como en las películas, en ese momento se abrió la puerta y un hombre rubio apareció en la habitación.

- ¿A quién llamas enano? - dijo, y se notaba de lejos que estaba de mal humor.

- No sé, no caigo en quien puede ser- ironizó Kaoru. Se levantó y le lanzó un micrófono que le dio en el estómago. - Ahora que al fin te has dignado a venir quizá podamos ensayar....

Así era Kaoru...siempre preocupándose de que el trabajo de la banda fuera perfecto. A decir verdad, ahora estaba más estresado que de costumbre, ya que se avecinaba una nueva gira...y por supuesto, toda la organización que eso conllevaba recaía en Kaoru que siempre quería asegurarse de que las cosas estuvieran bien hechas.

Me costó horrores levantarme del mullido sofá, y sé por el quejido que emitió, que a Die le ocurría lo mismo. Tú, en cambio ya te habías sentado frente a la batería y dabas toquecitos con las baquetas en los platillos, distraídamente.

Comenzamos a tocar.

 

Ni siquiera recuerdo qué canción era.....yo simplemente seguía el ritmo de tu batería con mi bajo, abandonándome a la música.

Fue entonces cuando tú te equivocaste un momento en el ritmo. Normalmente no hubiera pasado nada, pero al estar guiándome yo con tu ritmo, me equivoqué también. Confundido, no pude rectificar y Die y Kaoru no pudieron seguir la melodía de la canción. La voz de Kyo sonó en discordia durante unos momentos antes de apagarse. Como un castillo de naipes al que le quitan una carta, la canción se había derrumbado.

- ¿Qué narices te pasa? - me inquirió Kaoru. - ¿Sabes qué? En un arranque de generosidad te imprimí una partitura para ti solito, para que te la aprendieras. No puedes estar siguiendo a Shinya todo el rato como un niño sigue a su mamá. Si nos pasa esto en un concierto no te echaré la bronca; te mataré y le tiraré tu cuerpo a las fans hambrientas.

Los ojos de Kaoru echaban chispas. ¿Creía que estaba enfadado y estresado? Ahora sabía todo lo enfadado y estresado que estaba en realidad.

Bajé la cabeza avergonzado, sin ganas de contestarle al líder de mi banda. Lo que temía era que alguno se hubiera dado cuenta de que efectivamente, lo que hacía era seguir a Shinya todo el rato. Pero no sólo en la música....lo seguía con mi mirada adondequiera que fuese, incluso había días en que lo seguía hasta su casa como una colegiala enamorada. El baterista se había ido colando en mi mente poco a poco, hasta que un día descubrí que se había instalado allí y que no podía sacarle de ella.

Afortunadamente, las deducciones de Kaoru acabaron simplemente concluyendo que yo era tonto, y seguimos ensayando. La mañana transcurrió sin más incidentes ya que a raíz de la advertencia de Kaoru me concentré de verdad en la música.

Hicimos una pausa para comer en el restaurante que había cerca de la discográfica. Aunque en él la comida no era muy buena, tenía la ventaja de que quedaba cerca, y sobre todo, de era un lugar discreto en el no había que preocuparse por el acoso de los fans. No hay mucho que decir de esa comida....lo normal. Die y yo picando a Shinya, Kyo simplemente observándonos y Kaoru enfrascado en el papeleo que había bajado incluso al restaurante.

 

Volvimos a la discográfica y pasamos el resto de la tarde decidiendo con el manager y el staff el estilo que queríamos proyectar en la siguiente sesión de fotos, que sería mañana mismo. Tras eso, Kaoru comenzó a hablar con el manager de los detalles de la gira y yo me dediqué a hacer el tonto con Die por todo el edificio mientras tú te quedabas sentado en el sofá charlando con Kyo.

Verdaderamente envidio a Kyo...él te conoce desde hace tanto tiempo...él sabe tantas cosas de ti que a mí me encantaría saber... Aunque llevábamos un montón de años juntos en la misma banda y fuésemos buenos compañeros, tú eras tan reservado que me daba la sensación de que a veces no sabía nada de ti. Eso no había impedido, por supuesto, que me enamorara de ti.

¿Enamorarme? Oh, Dios, ya estaba usando otra vez esa palabra...aún me costaba asimilar la naturaleza de mis sentimientos. A pesar de todo el fanservice que he hecho, a pesar de que a veces tú parecieras más una chica que un chico; darme cuenta de que estaba total, completa y estúpidamente enamorado de un hombre había sido un duro golpe a mi masculinidad.

En ese momento Kaoru, visiblemente más relajado, se acercó a nosotros y nos dijo:

- En fin, chicos...siento si hoy he estado algo duro con vosotros, pero tenía muchas cosas que solucionar. Por suerte ya están solucionadas.

Sonrió abiertamente. La verdad es que nuestro líder tenía una sonrisa preciosa, aunque en esas épocas no la mostrara mucho.

- Así que para compensar.... ¿qué os parece si nos vamos a tomar algo para relajarnos? Yo os invito.

Aunque Die estaba detrás de mí, supe cuál era su expresión en esos momentos, como si la estuviera viendo. Una cara que mostraba una felicidad suprema al oír las palabras "ir a tomar algo" y "yo invito".De alguna forma, mi cara tenía una expresión parecida.

En esos momentos una vocecita irrumpió en la ensoñación que teníamos Die y yo (estábamos imaginando alcohol, mucho alcohol....todo a cuenta de nuestro querido líder)

Eras tú diciendo:

- Oh, vale, pero por favor, no nos quedemos muy tarde.

 

Sin embargo, mientras nos dirigíamos al bar en el coche de Kaoru se me ocurrió un plan mejor (¡¡¡aún mejor!!!!) que emborracharme hasta perder el sentido junto con Die. Sonreí malvadamente, te miré con lujuria y me pasé la lengua por los labios. Suerte que nadie me vio hacerlo, porque hubiese sido fácil adivinar mi plan...

Al fin llegamos al bar. Había sido elegido por Die, a pesar de tus repetidas quejas y súplicas a Kaoru, y yo le había apoyado. ¿La razón de tantas quejas?...pues...Die básicamente lo había elegido porque además de tener buen ambiente, buena música y buena bebida... estaba cerca de tu casa, lo cual le aseguraba que se podría quedar a dormir la mona allí, como tantas veces había hecho. Al final habías suspirado, dándote por vencido y habías aceptado la elección.

Bajamos del coche y entramos al bar. Hacía calor y la música estaba bastante alta. Saludamos alegremente al barman, que ya nos conocía (y que se estaba planteando poner un retrato de Die en el bar con una chapita que dijera "Cliente honorífico").

- ¡Bienvenidos! - sonrió amablemente. -Vuestra mesa preferida está libre. ¿Tomareis lo de siempre?

Asentimos con la cabeza y nos dirigimos allí. Nuestras bebidas no tardaron en llegar a la mesa y nos pusimos a beber, a hablar de tonterías y a reírnos de tonterías...

La noche prometía ser interesante....

 

De repente Die (¡¿quién si no?!) propuso un jueguecito. Ya estábamos todos bastante alegres. Eso los que no estaban completamente borrachos, como Die y Kyo. Kyo no solía beber mucho, pero esta noche había sido tan imprudente como para aceptar el típico reto de Die de "a ver quien bebe más"...y claro...ahora estaba como estaba....

- ¡A ver! ¡Escuchadme un momento! - dijo el guitarrista, vocalizando con esfuerzo. -Vamos a jugar a una cosa...es muy fácil. Uno dice "yo nunca..." y el que haya hecho lo que el otro dice tiene que beber. Por ejemplo, si yo digo "yo nunca me he tirado a Kyo" entonces tiene que beber....Oh, mejor dejemos ese ejemplo... - dijo al ver la mirada asesina de Kyo.

 - Creo que lo he entendido - dijo Kyo. - A ver, hagamos una prueba...yo nunca he sentido ganas de matar al idiota de Die.

Todos bebieron.

 -Vale, vale, veo que lo habéis entendido - Die estaba picado. - Yo nunca he subastado una cita cuando estaba en el instituto para sacar dinero para un concierto.

Me sonrojé y bebí. Todos se rieron. Ese es un episodio de mi vida que todos conocen ya y por el que me siguen tomando el pelo. No porque subastara una cita conmigo entre las estudiantes de mi instituto...si no porque en esa subasta llegaron a pujar hasta las profesoras - y algún que otro profesor - del instituto.

 

El juego siguió y siguió, hasta bien entrada la noche. Se fueron sucediendo preguntas; desde las típicas "yo nunca me he tirado a nadie en un baño" hasta las del estilo "yo nunca me he tirado a un jrocker" y "yo nunca he espiado a los de Gazette mientras se cambiaban cuando hicimos el concierto juntos".

Cuando Kaoru dijo esta última frase tuvimos que beber todos. Aquello fue como un juego que hicimos entre todos...aunque algunos se lo tomaron más en serio que otros...

- Jajajaja...yo me acuerdo de eso - rió Die. - Kyo no se quería ir; y esperó y esperó hasta que Ruki se quitó los boxers.

Kyo volvió a lanzarle una mirada asesina.

- Envidia que tienes - le dijo, sacándole la lengua.

- ¿Envidia yo? - respondió Die. - ¿De haberle visto el culo al enano de Gazette?

Die y Kyo empezaron a discutir por eso. Kaoru, Shinya y yo no nos molestamos en pararles y nos quedamos viendo cómo discutían como un par de niños pequeños. Era bastante divertido.

De alguna forma pasaron de discutir eso a discutir si lo que tenía Die era celos de Ruki.

 - Si es que te mueres de ganas de echarme un polvo - le respondió Kyo, provocador. No, no me preguntéis como llegó la conversación a ese punto, porque no lo sé, y eso que estuve delante todo el rato.

- Si quisiera echarte un polvo lo hubiese hecho cuando me hubiese dado la gana.

- Lo dudo mucho.

- Que sí.

- Que no.

- Que sí.

- No hubieses tenido cojones para hacerlo.

- ¿Qué no qué...? - en ese momento Die se levantó de su asiento y le plantó a Kyo un beso tan provocador y sensual que, vale, no era echarle un polvo, pero poco le quedaba.

Cuando se separaron -que por cierto, tardaron tanto que Kaoru, Shinya y yo tuvimos tiempo de pedir una baraja de cartas, echar una partida, planear la próxima gira, comentar los fallos en los ensayos, tener una conversación seria sobre política internacional, hablar sobre el futuro y preguntarnos "¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y ¿adónde vamos?". Todo ello, por supuesto, acompañado de las risas estúpidas en que estallábamos cada cinco segundos- lo primero que dijo Kyo fue "besas como una nena".

Die se abalanzó sobre él, esta vez no para besarle, sino para matarle lenta, cruel y dolorosamente.

Kaoru le detuvo sin mucho esfuerzo, ya que Die no podía casi no tenerse en pie. Kyo se reía.

Estuvimos allí un rato más, pero no mucho, ya que Kaoru se dio cuenta de que Die y Kyo habían llegado a su límite y que yo estaba también a punto de hacerlo. Bueno, en realidad no. Yo sólo estaba fingiendo estar tan ebrio como ellos, era parte de mi plan (no os habríais olvidado de mi plan ¿verdad?).

 

Salimos del bar a trompicones, con Shinya sosteniendo a Die; y Kaoru sosteniéndome a mí. Kyo apenas había caminado unos pasos cuando se dobló sobre sí mismo y expulsó todo el contenido de su estómago. Kaoru se apresuró a dejarme sentado en el suelo, recostado contra la pared y se acercó a Kyo, a ver cómo se encontraba. Por suerte Kyo estaba mucho mejor después de haber sacado todo ese alcohol de su cuerpo. Alcanzó a agarrarse a Kaoru para levantarse y decirle con voz muy cansada.

- Kaoru... llévame a casa....

Kaoru asintió. Se volvió a Shinya y le preguntó:

- ¿Y esos dos? - dijo señalándome a mí, sentado en el suelo; y a Die, que había escapado del cuidado de Shinya y abrazaba tiernamente a una farola. Creo que si un vampiro hubiese bebido la sangre de Die esa noche hubiera muerto de una intoxicación etílica.  - ¿Se quedan en tu casa?

- Qué remedio - suspiró Shinya. - Por eso eligieron este bar...

 

Kaoru había dejado a Kyo en el coche, ya que el vocalista no estaba en condiciones de subir las escaleras hasta el piso de Shinya (un quinto, sin ascensor).

Shinya y Kaoru cargaban de nuevo con nosotros, subiendo con dificultad las escaleras que había hasta el quinto piso. Die se abrazaba al cuello de Shinya, apoyándose en él cada vez que se tambaleaba. No paraba de reírse y de decirle estupideces a Shinya, que estaba visiblemente incómodo y sonrojado.

Si no hubiese tenido que estar fingiendo mi borrachera, apoyándome en Kaoru y diciendo yo también estupideces, me hubiese dirigido hacia él y le hubiese dado dos ostias bien dadas.

Vale, Die era mi mejor amigo y estaba completamente seguro de que no le gustaba Shinya, porque me lo hubiese dicho...pero a MI Shinya nadie le decía esas obscenidades.

Tuve que aguantar un rato más oír las imbecilidades de Die, pero cuando estaba perdiendo ya la paciencia llegamos al fin al rellano del quinto piso. "Gracias a Dios" pensé. 

Shinya buscó como pudo las llaves y abrió la puerta de su casa. Los ladridos de Miyu nos recibieron. Dejó a Die en el sofá y cogió a Miyu en brazos "¿me has echado de menos?" le susurró. Mierda...cómo envidiaba a Miyu en esos momentos.

Fui arrojado sin mucha delicadeza en el sofá, al lado de Die. "Kaoru, capullo, esta te la guardo" pensé.

- ¿Te las arreglarás bien con ellos? - preguntó Kaoru.

- Sí, tranquilo. Ya he cuidado a estos dos alcohólicos antes - Shinya sonrió.

- Ok. Mañana te llamo. Creo que no habrá ensayo, estos dos no servirán de mucho por la mañana.

- Como siempre ocurre cada vez que los invitas - rió Shinya.

- Si, debería haberlo aprendido ya. Bueno, Shinya, adiós.

- Adiós Kao.

 

-Bueno Miyu, ahora a ocuparnos de los borrachines...

Shinya dejó a la perra en el suelo y sacó dos futones de un armario en la pared. Los extendió en el suelo - que estaba limpio y reluciente, no como el de mi apartamento - y a continuación cogió a Die y lo tumbó en uno.

Yo estaba observando con los ojos entrecerrados, fingiendo haber caído en un sueño alcoholizado como el de Die. Shinya en seguida vino hacia mí, me cogió de la cintura y me tumbó en el futón que había sacado para mí.

Ahora es donde mi magnífico plan acababa. "¿Qué hago ahora" me pregunté desesperado "¿Cuándo es el momento correcto".

Me puse nervioso cuando noté que me quitaba la cazadora. "¿Me va a quitar toda la ropa para acostarme?" pensé, sonrojado. Pero sólo me quitó eso y los zapatos. Fue hasta Die e hizo lo mismo. Die estaba tan dormido que ni se enteró. Entonces Shinya se fijó en la enorme hebilla del cinto de Die y pensó que le resultaría incómoda para dormir. Con cuidado se lo quitó y lo dejó a un lado con el resto de las cosas.

Volvió entonces a mi lado para ver si yo también llevaba cinto. Di las gracias al cielo por haberme puesto esa noche un cinturón lleno de tachuelas y cadenas, que seguro que era incomodísimo para dormir. Shinya también lo pensó y empezó a quitármelo.

"Vale, es ahora o nunca" me dije a mí mismo. "Además, si no funciona siempre podré decir que estaba borracho" Comencé a revolverme. Estaba tumbado sobre el colchón y Shinya estaba arrodillado a mi lado, intentando quitarme - sin demasiado éxito - el cinturón.

- ¿Qué haces Shinya-chaaaan? - dije, imitando el tono de Die borracho. - ¿Vas a aprovecharte de mí ahora que estoy indefenso?

Puse morritos.

Shinya puso cara de paciencia infinita.

- Ay, Toshiya, te has pasado con el sake...no sabes lo que dices. Y pensar que mañana no recordarás ni una de todas las estupideces que has dicho...

Yo seguí haciéndome el borracho como si nada, picando a Shinya con el mismo tema.

- ¿Es que te gusto Shin?

Shinya soltó un suspiro y terminó de sacarme el cinturón. Lo dejó a un lado y se dispuso a levantarse cuando yo, de repente, me incorporé y besándole repentinamente le dije:

-Por que tú sí que me gustas a mí...

 

 

 

 

Notas finales:

Mmmm...no sé si continuar con lo del Die-Kyo o dejarlo sólo en un simple besito que ocurrió cuando había mucho alcohol por medio...

Bueno, se aceptan sugerencias sobre esto... y sobre cualquier otra cosa. Dejad reviews plis..........


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