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El Secuestro por Algodon_

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Notas del capitulo:

Escrito para el desafío

"Naruto secuestrado por... ¿Sasuke? 

 Espero les guste ^^. 

Esa noche tenía que decidirlo absolutamente todo, si no, podría perder igualmente todo y aunque en realidad no le importaba tanto el perderlo más que su venganza, llevarla acabo, matar a Itachi y lo demás ya nada importaba... ¿verdad?

¡Claro que era verdad! .... en parte, aunque jamás lo admitiría abiertamente por que en realidad no pretendía la verdadera destrucción de Konoha, la villa de la Hoja ya no era su problema en realidad, solamente cierto rubio que era el objetivo a perseguir de su hermano y se puso a pensar en la ironía del asunto.

Era un triángulo de persecución y captura, quizá hasta muerte, Sasuke iba por Itachi, Itachi iba por Naruto y Naruto estaba terco en ir por Sasuke para volver a Konoha en una posible muerte por la sentencia de alta traición.

Malditas ironías de la vida y maldito sea Itachi que le haga dudar en sus estrategias para acabar con él, siempre tenía la manía de escabullirse como un estúpido cobarde, siempre era lo mismo, cuando creía que ya tenía por fin su venganza, Itachi desaparecía en alguna nube de humo dejando algún pobre idiota que le reemplazaba y eso le frustraba.

Un día se había puesto a “platicar” con los Hebi para llegar a una conclusión y por supuesto para poder hacer una estrategia completamente eficaz para atraer a Itachi hacia ellos y darle muerte al fin. Pero ¿qué podría ser tan atrayente como para que Itachi cayera en la trampa?

Fácil y sencillo como lo diría Karin. Atrapar lo que él anda buscando.

OH, claro, era sencilla la lógica de la chica sin contar con que el pequeño detalle era que el objetivo de Itachi era precisamente lo que Sasuke quería mantener lejos de él por todas las formas posibles, simplemente verle le alteraba de una manera escandalosa, le hacía rabiar pero a la vez, le hacía desear martirizar al rubio hasta hacerlo suplicar.

Por eso mismo estaba ahí, sentado en un árbol pensando detenidamente que era lo que con un carajo iba a hacer, la idea tenía lógica, tenía sus pro y sus contra, pero tenía que aceptar que era algo que en definitiva era mejor que cualquier otra cosa, atacar directamente era un suicidio y aparte que Itachi escaparía... otra vez.

Así que le tenderían la trampa, secuestrarían a su pequeño objetivo para atraerlo y así, destruirlo, pero cabía la posibilidad de que no viniera Itachi en persona por el objetivo, si no que viniese otro integrante de esa asquerosa organización que odiaba tanto como a su hermano mismo.

Se levantó digno para después de haber tomado la decisión, comenzar a planear la primera parte de toda esta locura, el como secuestrar al objetivo de Itachi, el contenedor del zorro de nueve colas, Naruto Uzumaki.

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Estaba revisando los pergaminos que contenían las peticiones de misiones que tenía pendientes y una en especial llamó su atención, era una misión de rango B donde tenía que vigilar y transportar a un prisionero de mediano rango de peligro desde la villa del arroz hasta Konoha de vuelta, no sería complicado por que de por si ya los de la villa del arroz estaban capacitados para hacer esos traslados, solo necesitaban un poco de apoyo para poder terminar la misión con éxito.

Especialmente por que los guardias de la villa del arroz no conocía el bosque que rodeaba Konoha y podrían perderse y el prisionero escapar. Así que meditó un poco a que equipo debía mandar para aquella misión pensando en que podría ser manejada perfectamente por un par de Chunnins sin tener mayor contratiempo, pero quizá con un Junnin a su lado estaría bien.

-Shizune, manda a llamar a estos tres –dijo mientras que extendía una pequeña lista a la castaña.

-Sí, Tsunade-sama –dijo antes de salir de ahí corriendo para mandar a llamar con tres Gennins a los solicitados en su oficina.

Cuando por fin llegaron los tres, se presentaron en el despacho para intentar verificar su llamado y a que se debe.

-¡Debe ser una misión’ttebayo! –dijo el rubio de forma emocionada mientras que un chico pelinegro le miraba con sus profundos ojos blancos.

-Ya cálmate Naruto – iba a darle un golpe cuando la puerta de la oficina se abrió para dar paso hasta la Hokage que los esperaba.

-Bien, me alegro que estén aquí, Naruto, Sakura, Neji, les encomiendo una misión de rango B, -Naruto tenía los ojos en estrellitas mientras Sakura miraba algo molesta y Neji suspiraba resignado- Es un traslado de un prisionero desde la villa del arroz hasta Konoha ... – la mención del sitio al cual se tenían que dirigir, hizo que Sakura y Naruto se pusieran quizá hasta blancos de la sola pronunciación.

-Obaa-chan... la villa del arroz es... –no terminó de hablar Naruto cuando Neji se le quedó mirando, después a la Hokage.

-Sí, Naruto, es la villa que tiene a la Villa Oculta del Sonido –sus manos se entrelazaron frente a su rostro para darles más seguridad- Sabes que Sasuke ya no está ahí, Orochimaru está muerto así que no veo que tengan problemas en ir dos Chunnins y un Junnin – dijo mirando a los tres, Sakura y Neji tomaron la compostura, asintiendo mientras Naruto se quedaba algo ofuscado, pero después una sonrisa de desafío apareció en sus labios.

-¡Hagámoslo dattebayo! –

Horas más tarde, Naruto se encontraba en su piso mientras que miraba la fotografía de el equipo siete sobre el buró al lado de su cama, se sentía extrañamente melancólico con todo esto de ir hasta allá, ya que la última vez que estuvieron en ese sitio, Sasuke casi lo mata y lo mandó al carajo prácticamente gritándole en la cara que lo dejara en paz.

Naruto estaba conciente de que su Venganza era mil veces más importante para Sasuke por que era su objetivo, pero para Naruto, su objetivo era volver a traer a Sasuke a Konoha aunque fuese a la fuerza, era una promesa que había hecho a Sakura, a la aldea y sobre todo a si mismo.

Traería a Sasuke de vuelta, cueste lo que cueste.

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En la madrugada, estaban listos para salir a aquella misión que era sumamente sencilla, solo iban Neji, Sakura y Naruto con sus mochilas totalmente hechas en sus espaldas comenzando a salir con tranquilidad aunque comenzaron a saltar por los árboles sin tanta prisa, pero si a un ritmo que podrían acortar el tiempo de camino hasta la villa del arroz.

-Tengo hambre’ttebayo... –se quejó el rubio después de un par de horas para lograr que la pelirrosa suspirara derrotada y mirara al ojiblanco que hizo una parada en un claro cerca de donde estaban saltando para mirar a los alrededores.

-Bien, creo que estará aquí comeremos... –dijo el Hyuuga para girarse a sus compañeros que saltaron a su lado mientras organizaban la pequeña comida que iba a hacer en ese lugar, comiendo tranquilos bolas de arroz y un poco de té frío.

-Ne, Ne, Neji, ¿qué tal va la relación con Hinata-chan? –preguntó el rubio mientras que entrecerraba los ojos de forma picarona hasta recibir un golpe por parte de la ojiverde.

-Moou, deja de meterte en vidas ajenas, Naruto – Neji los observaba tranquilo para suspirar algo resignado, desde que se había corrido la noticia que Hinata y él eran algo más que parientes, primos y compañeros de combates, Naruto no tardaba en comenzar a preguntar inquisidoramente.

-Bastante bien, Hinata-sama es una dulce persona... –dijo tomando una bola de arroz, y aquí venía la venganza del Hyuuga. - ¿Por qué no me cuentas tus planes para lograr que Sakura-san salga contigo? –dijo tranquilamente a lo que logró que Naruto se sonrojara hasta las orejas igualmente que la pelirrosa que estaba a su lado.

No era para nada un secreto que Sakura gustase ya de Naruto, sin embargo el rubio estaba tan metido en entrenamientos, misiones y ramen que apenas se daba cuenta de las insinuaciones de la chica, aunque siguiese prendado de ella pero no tanto como años atrás.

Le gustaba, pero la respetaba y la consentía como una gran amiga, nada más, por lo tanto el ver aquella posibilidad de tener algo más que amistad y compañerismo con la pelirrosa, se le hacía algo sumamente extraño, y por sobre todo, vergonzoso, no se atrevía a decirle como antes “sal conmigo, Sakura-chan”, y es que el crecer tiene sus consecuencias.

Después de cambiar el tema, terminar de comer y dar por ganada esa pelea de preguntas comprometedoras para el Hyuuga, se dispusieron a seguir su camino hacia su destino donde les esperarían prácticamente para volver a salir.

La noche les alcanzó a unos diez o veinte kilómetros lejos todavía de donde debían de llegar, por lo tanto se dispusieron a tomar un descanso ya que llevaban todo el santo día saltando de árbol en árbol y con la velocidad que llevaban, habían acortado el tiempo casi a la mitad del que se estimaba para su llegada por lo tanto tendrían excelente tiempo para descansar y llegar con toda la calma del mundo a la villa.

Se turnaron las vigilancias ya que a pesar de todo, ese seguía siendo un lugar de alto peligro, más en el bosque donde se rumoreaba que la primera guarida de Orochimaru se encontraba, así que la primera ronda se encargó Neji que con su Byakugan revisaba los perímetros cada cierto tiempo para no notar nada extraño, ni una presencia, nada.

El verdadero problema fue cuando el cambio de turno se dio y Naruto se encargó de este, Neji había sugerido que Sakura se quedara a descansar toda la noche, ya que como era una medico-ninja, debía tener más fuerzas que los otros dos por si algún imprevisto se daba.

Naruto no se preocupó por la vigilancia más de lo que debería ya que sabía que la zona no estaba del todo habitada, no podía detectar ningún chakra cerca así que parecía estar todo tranquilo cuando de pronto, comenzó a oler algo en el ambiente, algo extraño que intentaba vislumbrar de donde venía, al intentar girar hacia sus compañeros, logró notar como dos sombras estaban parados a cada lado de ellos y les habían tapado con dos trozos de tela la boca y la nariz, al parecer era un tipo de somnífero.

Cuando se bajó al suelo, notó que había mucho más en el ambiente haciéndolo denso y más pesado, especialmente que su cuerpo comenzaba a entumecerse, intentó identificar quienes estaban pero un golpe seco en la nuca le hizo caer aunque antes de quedar inconsciente, notó como dos rubíes le miraban atentamente en medio de toda esa oscuridad. Naruto se sumió en la más profunda oscuridad.

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Le dolía la cabeza y su cuerpo lo sentía entumecido completamente, algo había pasado esa noche que le dejó inconsciente de manera extraña, él a pesar de estar cansado no se duerme tan profundamente en una misión, especialmente cuando Naruto está cerca, pero esta vez le pareció extraño y....

Su olfato se agudizó y comenzó a identificar ese olor extraño que flotaba en el ambiente todavía y que al parecer estaba cerca de sus fosas nasales por lo que se llevó una mano a estas para pasar sobre la nariz y la boca la mano, quitándose un poco del aroma y lo reconoció de inmediato, Cloroformo.

Se intentó levantar pero notó como una cabellera rosa estaba a su lado y pronto se dio cuenta de que estaba inconsciente aún bajo los efectos de aquel somnífero y aunque estaba un poco aturdido, se levantó para buscar al rubio, sin embargo no encontró nada más que el protector de la frente de Naruto tirado en el suelo con una pequeña mayugadura en la esquina de esta.

Lo primero que se le vino a la mente fue “Akatsuki” y sin pensarlo más y como pudo moverse, se acercó a Sakura para despertarla, mientras estuviese consciente, podría curar a ambos de alguna manera para recuperarse más rápido de los efectos.

-Sakura... Sakura, despierta- apenas notó como los ojos de la chica se medio abrían.

-¿Dónde estoy...?

-Anda, despierta... nos atacaron anoche y nos dejaron dormidos con cloroformo –dijo de forma molestia, claro que estaba molesto, ¿quién creería que él no había notado la presencia enemiga y sobre todas las cosas, dejarlo inconsciente con un somnífero?

-Así que es eso... –intentó levantarse y apenas logró sentarse completamente debilitada- no es cualquier somnífero... al parecer... –dijo identificando el aroma ya comenzando a recuperar su fuerza – es un derivado de cloroformo con veneno, por eso que mi cuerpo está totalmente pesado... –dijo al intentar levantarse en vano -¿dónde está Naruto? –preguntó al no verlo.

-Al parecer, anoche, se lo llevaron... –los ojos de Sakura estaban abiertos de la impresión, el pánico, el miedo, la angustia –

-Mierda. –dijo la chica para levantarse reuniendo toda la fuerza que podía y comenzó a auto curarse solo acumulando chakra en la parte de los pulmones y comenzó a mover su cuerpo para desentumirse. – No puedo deshacer todos los efectos aquí, necesitamos ir a la villa del arroz, descansar y mandar aviso a Konoha para que Hokage-sama esté enterada de esto –dijo mientras intentaba respirar profundamente y se acercó al ojiblanco para posar sus manos en su pecho y comenzar con la pre-curación.

Apenas pudieron moverse con un poco más de facilidad, se dirigieron hacia la villa del arroz con toda la velocidad que podrían tomar en ese momento y al llegar, hicieron un reporte y pidieron una ayuda que se les concedió. Desde hace tiempo la villa del arroz era aliada de Konoha por eso no les negaron nada.

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Los ojos le pesaban completamente mientras que su cuerpo le dolía como si le hubiesen dado una golpiza pero no recordaba el haber luchado contra algún enemigo ni nada por el estilo, por lo que lo único que le quedaba era abrir los ojos para ver donde se encontraba pero le pesaban aparte que estaba sobre algo acolchonado, al parecer una cama.

Seguramente estaría en el hospital de Konoha después de algún incidente la noche anterior, pero cuando intentó olfatear algo del clásico olor del hospital, notó que no era la misma fragancia si no que al parecer olía a madera, como si estuviese en una recamara de madera fina. Era algo que no podía explicar pero su cuerpo y su conciencia no podían cavilar.

Intentó moverse pero notó como sus manos estaban atadas y en ese instante notó la posición en la que estaba, de perfil con las manos y los brazos atados, esto comenzaba a hacerse extraño a cada paso que daba y de pronto un escalofrío le cruzó por la columna vertebral.

¿Y si Akatsuki lo había secuestrado?

Recordó los ojos rojos que brillaban aquella noche antes de quedar inconsciente y se maldijo mil veces por no luchar, ¿quién si no otro que Uchiha Itachi podría secuestrarlo teniendo el Sharingan?. Resopló exasperado y comenzó a abrir los ojos.

Lo primero que notó, era que la habitación estaba completamente a oscuras, no veía absolutamente nada pero de alguna manera sabía que no estaba solo, especialmente por que había una silueta cerca de lo que aparentaba ser la puerta que posiblemente le estuviese mirando, no entendía quien era hasta que subió su mirada hasta notar como era rojo sangre.

Se asustó pero frunció el ceño de forma amenazante, esos ojos, esa postura inigualable, al parecer traía una capa encima de su cuerpo, no podría ser otro sin embargo, sus conjeturas se vieron deshechas con la voz de su acompañante.

-Veo que te despertaste... usuratonkachi – no podía ser, esa voz, esos ojos... ¿pero que mierda estaba pasando?

-Sa-Sasuke... – intentó moverse y de nuevo estaban esas ataduras en sus manos y sus pies y con lo entumecido que tenía todo el cuerpo no sabía si lograría el poder desatarse de esas cuerdas, ¿ahora que quería Sasuke de él?

Lo primero que se le vino a la mente es que se hubiese unido a Akatsuki, quizá ya habría matado a Itachi y su puesto lo había tomado él, y por obvias razones ahora él era la presa del azabache, pero no contó con que el propio Sasuke se acercara a él con una mirada amenazadora.

-Veo que me reconoces, dobe... – una sonrisa de autosuficiencia se le grabó en los labios y se acercó tanto a Naruto y le tomó del rubio cabello para levantarlo, logrando que se quejara- ¿estás débil? ...

-¿Dónde están Sakura-chan y Neji? –preguntó aún con el rostro alzado por la mano de Sasuke que le sostenía por su cabello, sus ojos ya lograban ver más claramente dentro de toda la oscuridad del cuarto, veía que era una recamara levemente decorada pero que al parecer era espaciosa, pero lo que le tenía absorto era la mirada de Sasuke.

-¿Sigues preocupándote por ellos? ... –le aventó a la cama y se alejó de esta un par de pasos- ellos están vivos y por alguna parte del bosque, no me interesa en realidad si están bien o no, mi objetivo eres tu –y acto seguido, Sasuke se volvió a acercar al rubio para sonreírle cínicamente.

-¿Qué quieres de mi dattebayo? – preguntó asustado, si, lo estaba pero encararía a Sasuke aunque no estuviese en sus mejores condiciones y lo obligaría a volver a Konoha, era una promesa, Sasuke volvería fuese como fuese.

-Cállate dobe -fue lo primero que se escuchó desde los labios de Sasuke, rompiendo completamente en todas las ideas de Naruto, esa voz, esa forma de hablarle no le gustaba para nada mucho menos que se estuviese subiendo a la cama donde él mismo estaba.

-¡Aléjate! –ordenó mientras que se hacía un poco hacia atrás en la cama, como si se arrastrara por ella apenas con sus fuerzas, sentía los ojos de Sasuke sobre de él y comenzaba a tener miedo.

-... –nada, no había expresión en sus ojos ni tampoco en sus facciones, simplemente comenzaba a gatear ya por la cama, acorralando a Naruto contra la esquina de esta contra la pared, agradeciendo el haber puesto la cama pegada a la pared.

En ese momento, Sasuke sonrió, Naruto tembló.

-Sa-Sasuke, ¿qué pretendes?, ¡Aléjate dattebayo! –dijo intentando hacerse hacia atrás, repegarse más y más, hasta donde pudiera en acto de alejarse del azabache – Sasuke, regresemos a Konoha, nos deben estar esperando... Sasuke por favor –

Las palabras de Naruto se morían en nada gracias a que el Uchiha no respondía absolutamente nada simplemente le miraba pero la mención de Konoha, hizo que sus ojos se afilaran peligrosos.

-Sasuke, Sakura-chan te está esperando... por favor, sácame de aquí y volvamos a Konoha –

La sola mención de aquella pelirrosa le hizo detenerse, algo en su cabeza le taladró y su pecho dolía, siempre hubo aquel gusto por la pelirrosa por parte del rubio, siempre ese sonrojo, siempre ese cariño y se enojó de verdad acercándose ya sin miramientos para tomar el cabello del rubio nuevamente hincándose frente e él.

-¿Qué tienes tu que ver con Sakura? –preguntó arrogante, molesto y completamente celoso y posesivo.

-Sasuke, sabes que es nuestra amiga – intentó ser conciliador pero al parecer no funcionó, una gran bofetada le cruzó el rostro.

-¡No me mientas! –de nuevo volvió a tomar el cabello del rubio para acercar sus rostros- ¿te has acostado con ella? –una sonrisa burlona y amarga apareció en su rostro mientras se acercaba más a Naruto - ¿qué te parece ser una posesión de Sasuke Uchiha? ... –

-Sasuke, ¡detente... ¿qué diablos haces?! –intentó soltarse del agarre y alejarse pero Sasuke le volví a acercar a él y repegar sus cuerpos apretándolo contra la pared.

-Te quitaré la absurda idea de Konoha... –prácticamente ronroneó posesivo contra sus labios – ahora solamente desearás que esté contigo –le mordió la los labios de forma agresiva haciéndoselos sangrar. Naruto se quejó apenas e intentó removerse.

-Suéltame Sasuke, por favor, ¡ya suéltame! –dijo al correr su rostro de forma repulsiva y recordó aquel beso en la academia provocándole asco nuevamente –

-¿Qué es esa mueca de asco? ... –le tomó del mentón agarrándole furiosamente y le hizo que le mirara al Sharingan activado – vete haciendo a la idea Naruto, por que a partir de este momento, eres de mi propiedad. –

Las palabras de Sasuke hicieron estragos en su mente, estaba comenzando a delirar, quizá solo sea parte de alguna estúpida ilusión que Itachi le ha puesto para destruirlo psicológicamente y poderle sacar al Kyuubi de sus adentros sin embargo el dolor, el sabor metálico de la sangre en sus labios intentaban decirle lo contrario.

Sasuke se levantó de la cama atrayendo a Naruto para después aventarlo completamente en la cama, acostándolo, el rubio estaba como en estado de shock por lo que estaba pasando, intentaba concentrarse y convencerse de que todo era una mera ilusión pero cuando sintió como le separaban las piernas previamente desatadas, le hizo pensar que definitivamente no era una ilusión y comenzó a intentar safarse.

Un golpe en su rostro por parte del Uchiha bastó para mantenerlo quieto un segundo sin embargo, el ceño se frunció amenazadoramente y otra bofetada.

-Tienes que aprender a respetarme, no me mires así, usuratonkachi –otra sonrisa, de esas malditas salía de sus labios y comenzaba a asustar más y más a Naruto pero no se rendiría, daría la batalla hasta el final y aunque fuese por las fuerzas se llevaría a Sasuke con él a Konoha.

No importaba lo que tenía que hacer.

De pronto, sintió como algo estaba cerca de su vientre y su abdomen con delicadeza, al parecer era algo delicado, algo fino y se dio cuenta que era la mano de Sasuke, le estaba acariciando y se sonrojó ¿a dónde quería llegar con esto.

Apretó los ojos para imaginar que solo lo torturaría lo suficiente como para que dijese algo, cualquier cosa, o quizá el aceptar que era de pertenencia Uchiha como Sasuke decía. Pero se negaba, se negaba a cooperar y cerró fuertemente las piernas y se intentó remover cuando notó que la otra mano de Sasuke le tenía bien sujeto de sus manos atadas.

Estas ya estaban sobre su cabeza y aunque estaban unidas por el nudo de la cuerda, esta también había sudo amarrada a la cabecera de la cama dejándole inmóvil ambas manos, se sentía ofuscado, molesto, temeroso, Sasuke estaba siendo extraño, su comportamiento jamás lo había visto de esa manera, ese no era el Sasuke que perseguía y cerró los ojos con fuerza.

De pronto, sintió como las manos de Sasuke le soltaban dejándole inmóvil en la cama, aunque sus piernas estuviesen sueltas, sus manos estaban amarradas, su cuerpo todavía pesaba lo suficiente como para no poderse mover con la suficiente rapidez para escapar, pero tenía que intentarlo y comenzó a forcejear con la cuerda de sus muñecas para intentar safarse.

Sasuke le miraba un tanto ensoñador, le gustaba la imagen que veía, un Naruto completamente amarrado y débil, estaba a su merced de todo lo que él quisiera hacerle, podría hasta matarlo y quizá no tendría problema alguno pero debía aceptar que esa escena le estaba haciendo sentir un calor incontrolable, algo así como un deseo de poseer a Naruto hasta el cansancio.

Y no se iba a quedar con ese instinto sin satisfacer.

Cuando se acercó a Naruto, le miró atentamente, el rubio se detuvo en su intento de huída ya que la mirada del azabache le estaba haciendo estragos, algo había en esa mirada, era algo que siempre vio en sus ojos negros y que ahora miraba en el Sharingan que tenía por pupilas, era algo que nunca supo descifrar y siempre lo catalogó como rivalidad.

Pero ahora, ese brillo, esa mirada le hacía sentirse sumamente extraño, como antes, no tanto amenazado, y recordó en un momento apenas de un segundo, las veces que Sasuke le había salvado la vida y sus ojos se llenaron de lágrimas, ¿qué era entonces lo que pasaba?, Sabía que Sasuke quería matarle de alguna manera y no sabía específicamente el por qué, pero de esta manera, Sasuke no lo haría así.

-De... Deja de mirarme así dattebayo... – su voz apenas salió en un susurro pero su mirada no se apartaba de la carmesí de Sasuke, una sonrisa más amplia salió de sus labios y saco un kunai de entre la manga de su vestimenta para acercarse, inclinarse hasta Naruto y posesionarse de sus labios.

No hubo gran resistencia al principio pero cuando Naruto sintió como su ropa iba siendo desgarrada con aquel filo comenzó a moverse para evitarlo, logrando que el kunai le hiciera varios rasguños en sus piernas, abdomen y el pecho. Sasuke sonrió, no quería que Naruto fuese sumiso, quería que se resistiera en la primera vez, le excitaba, le excitaba tener a Naruto así.

Indefenso.

Cuando por fin dejó las ropas de Naruto hechas trizas sobre su cuerpo tostado, arrancó la tela que le estorbaba para ver desde el pecho hasta las rodillas del rubio totalmente desnudo, no le importó la gran cosa el que la ropa tan llamativa de Naruto estuviese destrozada, simplemente se estaba deleitando con verlo.

-¡Suéltame ya dattebayo!- gritó exasperado, Sasuke se giró para mirarle al rostro, notaba con sus ojos brillaban en un inmenso azul donde resaltaban el miedo, el desconcierto, la tristeza, la decepción y frunció el ceño, seguramente le diría que volviese a Konoha una vez más.

No respondió más que se sacó la parte alta de su vestimenta, y la aventó por alguna parte dejando ver su firme torso y se subió a la cama para abrir las piernas de Naruto con algunos golpes para poder lograrlo ya que el rubio se resistía, Sasuke cada vez sentía que la excitación estaba creciendo.

Cuando Naruto se sintió tan desprotegido frente a la mirada del Uchiha, intentó soltarse una vez más pero las manos blancas de Sasuke le tomaron del rostro para besarle con furia.

-Deja de moverte, o te irá peor –dijo para morderle los labios haciéndolos sangrar más y beber un poco de su sangre, después se bajó a su cuello donde mordía, lamía y besaba a diestra y siniestra, Naruto comenzó a debatirse entre el placer de esas acciones, el dolor que provocaban y la poca repulsión que le causaba. Ambos eran hombres, eran hasta cierto punto amigos y enemigos.

¡Esto era una locura!

Cuando sintió la mano de Sasuke en sus partes intimas apretó fuertemente los labios y empuño sus manos al grado de sangrarse las palmas de sus manos encajándose las uñas, si Sasuke iba a hacer semejante atrocidad, entonces no le dejaría que se saliese con la suya, no cooperaría aunque lo hiciese a la fuerza.

Sasuke lo notó pero simplemente siguió hasta abajo lentamente con la punta de la lengua hasta alcanzar uno de los pezones que lamió gustoso, después lo atrapó con sus dientes para apretarlo, torturarlo hasta que la sangre brotó y comenzó a succionar para beber más relamiéndose los labios, Naruto apenas se había quejado con sus labios apretados.

Sasuke se bajó con su boca más y más hasta llegar al ombligo y notó como un sello en espiral estaba naciendo del vientre del rubio y le fascino, seguramente era el sello del Kyuubi y con la lengua y sus labios, siguió el camino que marcaba con líneas negras para llegar al ombligo, notó como la piel de Naruto se estremecía y en su pecho comenzaba a sentirse como la entrepierna de Naruto estaba cobrando vida.

Si, le gustaba torturarlo de esta manera y fue cuando desató la cinta gruesa de su cintura para sacarla volando por ahí junto a la pequeña falda sobre los pantalones que traía y también la aventó, necesitaba tener toda la movilidad posible.

Bajó un poco más y sus manos se detuvieron en el pecho de Naruto quien apenas abrió los labios en un suspiro de completo placer, Naruto comenzaba a disfrutar y Sasuke dijo que era demasiado placer para el rubio después de todo lo que había hecho, cada plan que se le frustraba por su culpa y comenzó a pensar su venganza, ya habría más tiempo para que el rubio disfrutara con él, pero quería torturarlo.

Se alejó de su vientre para acercarse al oído de Naruto y comenzó a lamerle el lóbulo de la oreja.

-Estás disfrutando, ¿verdad bastardo? – Naruto apretó los labios y los ojos junto a sus manos, si estaba disfrutando de las caricias de Sasuke pero no lo aceptaría por que le daría la pelea ganada al azabache, Sasuke sonrió complacido – te haré gritar por más... o por que me detenga... cualquiera de las dos –dijo en un ronroneo que asustó y excitó a Naruto por igual.

-Ya... ya basta Sasuke, detén esta locura... –tragó un poco de su propia sangre mezclada con su saliva - Detente y volvamos a Konoha, Sasuke... –abrió sus ojos para clavarlos en los de Sasuke, el Sharingan seguía ahí, ese brillo que siempre le perturbó también pero también vio molestia.

Vio... algo que le hizo abrir los labios de puro susto.

-Deja de hablar usuratonkachi... –la voz de Sasuke había sonado autoritaria, posesiva y sumamente celosa, Naruto comenzó a sudar.

-¡¿Por qué diablos haces esto, Sasuke?! –gritó alterado, comenzando a removerse nuevamente, el placer que había sentido, había desaparecido con tan solo haber escuchado ese tono de voz.

-Deja de... hablar –los ojos de Sasuke se afilaron y se acercó hasta los labios del otro para susurrar contra ellos con molestia- te he dicho que ahora eres de mi propiedad y haré contigo lo que me venga en gana, así que cállate y limítate a gemir para mi, usuratonkachi. –

Esa voz, ese tono, esa posesión, era el mismo que había usado Sasuke cada que hablaban de Itachi o el Clan frente a sus narices, era como si ese asunto solo le concerniese a él y nada más, Naruto comenzaba en verdad a sentir como si el Uchiha haya puesto una marca con aquel beso accidental en la academia de que le pertenecía.

Apretó los ojos intentando concentrarse en Sakura o cualquier otra cosa pero lo único que se le venían a la mente eran los ojos negros de Sasuke cuando se fue, esa sonrisa arrogante, las veces que le protegió de la muerte, la pelea que tuvieron en la cascada, todos los recuerdos con Sasuke se le vinieron a la memoria y sus ojos volvieron a humedecerse.

Por su parte el azabache ya estaba arañando la piel de los costados de Naruto quien se negaba a reaccionar, pero Sasuke sabía como lograrlo, era diestro y cruel y ninguna de sus presas se ha ido con vida más que Itachi, y Naruto sería la mascota que el tendría en su cama para siempre.

Ahora se daba cuenta del deseo indiscriminado que el rubio despertaba en él, los celos posesivos de que solo dependiese de él y ató algunos cabos sueltos, al parecer había un sentimiento hacia el rubio que no quería descubrir del todo, pero sonrió, ahora podría satisfacerse a su gusto con el rubio que tenía atado en la cama.

Bajó sus labios al abdomen de nuevo y comenzó a besarlo con suavidad, lamerlo con delicadeza hasta que mordió con cizaña un poco cerda del ombligo aunque no salió sangre, la marca quedaría por un par de semanas, sus uñas se habían aferrado a las caderas de Naruto y este simplemente estaba quejándose ahogadamente.

Le haría gritar por las buenas o por las malas, así que bajó su mano hasta la entrepierna de Naruto que volvía a erguirse de placer al contacto de Sasuke quien deleitado se daba cuenta que Naruto estaba reaccionando como él deseaba, cosa que alimentaba su ego enormemente.

Cuando se dio cuenta que el rubio estaba comenzando a disfrutarlo por las mejillas sonrojadas que tenía y los leves gemidos que ya salían libres de sus labios, le llevó su propia mano a sus labios para que comenzara a humedecerlos, Naruto en un principio se negó a hacerlo pero después de un apretón en su miembro, abrió los labios en un suave gritito y Sasuke metió los dedos dentro de su boca.

Naruto no tuvo más remedio que comenzar a lamerlos con delicia, Sasuke estaba extasiado, sentía como si fuese su miembro el que estuviese dentro de la boca de Naruto y la ropa que le quedaba, le comenzaba a estorbar, sin sacar los dedos de la boca de Naruto, se deshizo como pudo de su propia ropa, al parecer el ojiazul estaba disfrutando el lamerle los dedos de forma empalagosa y lo afirmó cuando sacó sus dedos, Naruto se quejó.

Cuando este abriera sus ojos y notar la desnudez del albino, se quedó absorto, sabía que Sasuke era guapo, era mucho más de lo que siempre había sido un estándar normal, siempre perseguido por las chicas, alabado por algunos chicos, definitivamente Sasuke podría decirse que era el hombre más bello de todos, pero no lo aceptaría y retiró su mirada de su cuerpo, Sasuke sonrió.

-¿Te gusta lo que miras? –le tomó del mentón para que se girase a verle a los ojos y le sonrió con esa sonrisa arrogante que a Naruto le hacía sentir cosas extrañas y frunció el ceño en forma de respuesta, pero su cuerpo comenzaba a rebelarse a sus pensamientos.

Sasuke amplio su sonrisa y comenzó a deslizar su mano libre y previamente lamida por Naruto por todo el cuerpo hasta llegar a la parte trasera, Naruto abrió los ojos de forma asustada cuando sintió la mano de Sasuke en su trasero semi levantándose y entreabriéndose camino hasta que un sonrojo más fuerte se apoderó de sus mejillas al sentir como con las yemas de los dedos acariciaba su entrada.

Se sentía bien, comenzaba a gustarle, los ojos de Sasuke eran tan profundos aún con el Sharingan activado y suspiró. Deseaba ver los ojos negros de Sasuke, no los rojos sangrientos, prefería ver los fríos y arrogantes ojos negros y cerró los ojos, no le pediría nada, no le iba a suplicar.

Sasuke sonrió y se acercó a sus labios mientras introducía lentamente un dedo en su entrada comprobando que era totalmente virgen de esa parte.

-¿Sabes lo que el Sharingan puede hacer? ... –Naruto apenas negó con la mirada, ese dedo en su entrada estaba comenzando a ser incómodo – Puede crear ilusiones pero también puede sumergirse en la mente de la víctima... –ronroneó Sasuke excitado mientras que le lamía ahora la comisura de los labios saboreando la sangre dulce de Naruto.

Por otra parte, el rubio apenas abrió los ojos par comprobar que efectivamente, el Sharingan había desaparecido y a pesar de la oscuridad, pudo notar perfectamente los ojos negros de Sasuke, el Sasuke que perseguía, su mejor amigo, el que siempre había deseado llevar a casa una vez más.

Suspiró cuando el dedo comenzó a moverse en su entrada, la incomodidad inicial acababa de pasar sin embargo el placer comenzaba a embriagarlo, pero no deseaba ceder, no iba a ceder hasta que Sasuke aceptase regresar con él a Konoha de una vez por todas pero las palabras se le atragantaban en la garganta sin salir, y en vez de eso, gemidos apenas audibles salían de sus labios.

Un segundo dedo seguido de un tercero entraron en él haciendo que tanto la incomodidad le picara más fuerte como un pequeño dolor le hiciera apretar las manos pero quería seguir viendo los ojos de ese Sasuke, ese Sasuke que muchos creían haber muerto en las manos de Orochimaru hace tantos años ya.

-Sa... Sasuke... – se le había escapado el nombre del pelinegro entre un suspiro de placer cuando su entrada se había acostumbrado a la invasión de los tres dedos juntos, Sasuke suspiró extasiado.

Sintió que esto lo había deseado mucho antes de haberse ido de la aldea y sacó los dedos de forma lenta, Naruto suspiró entrecortadamente y después miró y sintió como el azabache se incorporaba de encima de él para quedar hincado entre sus piernas abiertas, suspiró hondamente para prepararse a lo que fuese hacerle el Uchiha.

Las manos de Sasuke se hicieron de los muslos de Naruto para abrirlos y levantarlos y acomodarse, la sola idea de poseer a Naruto le estaba haciendo que la entrepierna le doliese de semejante deseo y se colocó las piernas de este sobre sus hombros para acercar la punta de su miembro a la entrada.

Naruto tembló.

Cuando comenzó a introducirse en él, un ronco suspiro salió de sus labios, era más que placentero y se aferró a las caderas de Naruto que comenzaba a moverse de manera desesperada para que saliera, al parecer estaba resultando ser más doloroso de lo que imaginaba y sonrió.

La espalda de Naruto se arqueo violentamente cuando sintió la virilidad de Sasuke entrando en él con esa pasmosa lentitud que le estaba haciendo sentir un dolor terrible, sentía que se partiría en dos, los músculos de su entrada parecían estar desgarrándose e intentó alejarse pero Sasuke le tenía bien sujeto de la cadera.

-Para... ¡Para que me duele! –Sasuke no hizo caso a los gritos de Naruto y entró en él en un movimiento raído y terminó por quedarse ahí estático, estaba deliciosamente estrecho y deliciosamente placentero adentro de él, se inclinó lo que más pudo para besar los labios de Naruto que le rehuían de forma desesperada, sus ojos dejaban salir lágrimas de dolor.

Sasuke intentó calmarle con un par de besos y comenzó a moverse, de nuevo un grito desgarrador de la boca de Naruto había hecho estruendo en la habitación pero Sasuke no se detuvo, aunque lo estaba haciendo lentamente, sabía que a Naruto le dolía, considerando lo escandaloso que estaba siendo.

Cuando vio que el rubio comenzaba a dejar de gritar de dolor y comenzaba a gemir débilmente entre tanto grito, aceleró progresivamente el ritmo y él mismo comenzaba a perder el control de sus impulsos, si seguía así, comenzaría a arremeter contra él de forma salvaje y le destrozaría.

Naruto comenzaba a sentir como el placer intentaba sobrepasar al dolor, la sola idea de que Sasuke le estuviese poseyendo era de alguna manera un incentivo para el placer, la repugnancia del principio no había desaparecido del todo pero pensaba que era mejor descartarla por un momento, el dolor estaba desapareciendo con cada embestida del albino.

No podía creerse que ahora estuviese gritando de placer desmedido mientras Sasuke arremetía contra él de forma violenta le gustaba de alguna manera todo esto que estaba pasado y estaba sintiendo como a pesar de todo, la excitación le estaba llevando al momento del orgasmo sin que su miembro fuese tocado mucho, apenas unos cuantos roces del abdomen del azabache y del suyo propio.

Cuando sintió la oleada de placer más grande y arqueo la espalda a causa del orgasmo viniéndose entre ambos cuerpos, las manos se apretaron de manera inconsciente contra las cuerdas y se removió.

Sasuke todavía no terminaba.

Tres, cuatro, cinco, muchas más estocadas que hacían que el azabache bufara del calor y gruñera del placer, se inclinó a Naruto para buscar sus labios cansados y mientras dejaba la marca de su propiedad dentro de Naruto, gruó ronca y sensualmente contra los labios de este, Naruto sintió que de alguna manera tocó el cielo y el infierno a la vez y cuando por fin sintió que el azabache salía de él lentamente su mente se volvió a conectar con su cuerpo.

¿Qué acababa de pasar? ... ¿qué era lo que acababa de hacer Sasuke con él?.

Su rostro se contrajo en clara seña de dolor y cerró los ojos asqueado, lo había disfrutado, había gemido varias veces el nombre de Sasuke y se comenzó a repudiar por eso, intentó de alguna manera deshacerse del cuerpo somnoliento de Sasuke que caía sobre de él pero no pudo y blancas y cristalinas lágrimas salían de sus ojos preguntándose el por qué.

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-¡¿QUÉ NARUTO FUE QUE?! –dijo la rubia mientras golpeaba su escritorio de manera imprevista, exaltando a todos los presentes, de un momento a otro se puso a pensar – Malditos Akatsuki... –gruño de forma molesta cuando de pronto apareció Jiraiya por la ventana.

-No fue Akatsuki quien lo secuestró –dijo de manera casi automática, la información que iba a dar, seguramente no caería bien a nadie, especialmente a la rubia que estaba muy alterada ahora mirándole inquisidoramente, los chicos que estaban frente al escritorio le miraron con intriga.

¿Entonces quién?

-Habla... –dijo la Hokage afilando la mirada sin dejar su postura con las manos sobre el escritorio y levantada de su asiento, Jiraiya cerró los ojos y suspiró.

-Akatsuki no se ha movido en realidad mucho en estos meses, y apenas me enteré que Uchiha Itachi es el encargado de capturar a Kyuubi, sin embargo, he visto a Itachi precisamente hace un día bastante lejos de la villa del arroz, dudo mucho que Akatsuki haya sido y por el mensaje que me dieron... –abrió los ojos para girarse a la Hokage- si fue un Uchiha quien lo secuestró, pero no fue Itachi... –

La Hokage cayó sentada en su asiento con los labios entreabiertos de la impresión, los presentes estaban asombrados, Kakashi simplemente se quedó sin habla pero después reaccionó para casi tensarse.

-Sasuke ... –dijo en un susurro para después casi quitar el reporte que había llegado de la villa del arroz por parte de Sakura y Neji, todo encajaba si de verdad era Sasuke, aunque le impresionaba el conocimiento de el somnífero que usaron para dormirlos, la cantidad precisa para no matarlos con el veneno... alguien debía acompañar a Sasuke en todo esto – Al parecer no está solo, tiene algún acompañante especialista en venenos o algo por el estilo. –dijo de manera automática.

La Hokage intentó respirar.

-Kakashi, Hinata, Kiba, Shino, Ino, Shikamaru, les daré una misión –cerró los ojos- Busquen a Naruto y tráiganlo de vuelta, alcancen a Neji y a Sakura en la aldea del arroz y partan para buscar.- todos fruncieron el ceño y asintieron.

-Yo iré con ustedes –dijo Jiraiya para después ver a Tsunade que desgraciadamente aunque quisiera, no podría ir. Solo sintió sin abrir los ojos.

Suspirando de manera intranquila, intentó calmarse ante la situación mientras pensaba si fue la mejor forma de hacerlo, parte de sus mejores ninjas ya estaban corriendo hacia quien sabe donde solo por que uno de los caprichos de uno de los ninjas buscados de rango S.

Apretó las manos en frustración ya que deseaba con todas sus fuerzas que llegaran a tiempo y salvaran a Naruto de lo que quiera que estuviese tramando ese mocoso.

-Uchiha-bastardo... –susurró con rencor afilando su mirada hacia algún sitio.

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Les tomó todo un día para llegar a la villa del arroz de la manera más rápida, donde Sakura y Neji ya les esperaban de forma ansiosa y recuperada, la misión de la villa del arroz resultó ser falsa, al parecer era parte del plan para secuestrar a Naruto.

-¡Sakura! –gritó Ino al encontrarla y se acercó a ella. – Estás pálida. ¿qué sucedió?

-Ya estoy mejor, nos durmieron con somnífero mezclado con veneno para poder dejarnos fuera de combate durante unos días, pero ya estamos listos para partir –dijo con los ojos afilados- malditos Akatsuki, me las pagarán... –gruñó

-Sakura –la voz de Jiraiya la llamó y esta se giró a ver a Kakashi junto a él.

-Akatsuki no lo secuestró –dijo Jiraiya de forma seria.

-¿Entonces quién...? –dijo Neji de forma casi programada mientras se levantaba de donde estaba sentado. Cuando de pronto recordó alcanzar a ver algo, sus capas eran negras pero no con nubes rojas, aparte, esa pose, esos ojos, ese perfil... –No puede ser... –dijo el ojiblanco para después girar a la pelirrosa que no pudo comprender.

-Fue Sasuke –Sakura pensó que el corazón se le detenía, ¿qué demonios le pasaba por la cabeza a ese imbécil de Sasuke Uchiha para secuestrar a Naruto?

Claro que aún estaban en busca de su paradero más por la insistencia de Naruto que por otra cosa, realmente esa búsqueda ella misma ya la daba por perdida por que como una vez se lo dijo “El que no quiere ser encontrado, nunca deja huellas”, así que apretó los puños de molestia, hacía poco tiempo que se había dado cuenta que para ella, Naruto era tan importante.

Era el centro del mundo de Sakura, con su insistencia, el nunca rendirse, las ganas que le ponía a todos, esa jovialidad, todo, Naruto representaba la luz para ella más que para nadie, y unas lágrimas salieron de sus ojos, si era verdad, Naruto estaba en manos más peligrosas que las de Akatsuki.

Después de la explicación de Jiraiya, Kakashi invocó a sus perros de rastreo que de inmediato detectaron el aroma de Naruto entremezclado con el veneno y el somnífero y una esencia bastante peculiar que refutaba las palabras de Jiraiya.

La esencia de Sasuke.

Salieron en busca del objetivo mientras que en el corazón y la mente de Sakura solo estaban los ojos azules de Naruto, la sonrisa zurrona que siempre le dedicaba, esos sonrojos, las invitaciones a salir... su garganta no pudo más.

-¡NARUTOOOO!

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-¡Sasuke! –una chica de lentes entró corriendo a la habitación donde ahora descansaba el rubio tirado en la cama con una sabana de seda negra apenas cubriendo su desnudez, Sasuke estaba mirando la ventana de alguna manera distraído, sin tomar en cuenta más, la chica se acercó al pelinegro – Tenemos problemas, siento varios chakras dirigiéndose hacia aquí a una velocidad sorprendente, ¡tenemos que irnos! –

Sasuke apenas si le entendió pero al ver la ventana, se daba cuenta de que era cierto, y frunciendo el ceño detectó uno en particular que hizo que su Sharingan se activara momentáneamente, asustando a Karin.

Sakura estaba con ellos.

Cuando se levantó, Karin estaba aterrorizada, las presencias estaban más cerca de lo que imaginaba y solo salió corriendo con la orden de Sasuke de decirle a los otros dos que se preparase, seguramente tendrían que pelear.

El azabache se acercó a Naruto y le acaricio el rostro, estaba semiconsciente ya que medio gemía entre sus sueños y alcanzaba a decir entrecortadamente tanto su nombre como el de la pelirrosa, ¿qué estará pasando dentro de ese rubio?, le encantaría usar su Sharingan para adentrarse a su mente y poder leer sus sueños pero no tenía tiempo de muchas cosas, así que como pudo, tomó a Naruto entre brazos desatándole las muñecas y envolviéndolo con la sábana negra para tomar una manta de igual color con un enorme símbolo de su clan para envolverlo mejor y que no pasase frío por su desnudez.

En ese momento recordó que tenía una vestimenta parecida a la suya dentro de la habitación y dejando a Naruto de nuevo en la cama, se apresuró a vestirlo y le cubrió ahora simplemente con la manta y el símbolo del clan, al final de cuentas, Naruto ya era parte de ese clan como pertenencia de Sasuke.

Naruto seguía inconsciente de lo que pasaba a su alrededor mientras era cargado por los fuertes brazos del azabache mientras corría a la salida y alejándose de las presencias que prácticamente ya estaban sobre de ellos y al salir de la pequeña aldea donde estaban hospedados, se encontraron con la amarga sorpresa de que una enorme rana de color naranja estaba impidiéndoles el paso con un peliblanco encima de él.

Sasuke gruñó de manera molesta, detrás de ellos ya estaban los demás ninjas, los habían atrapado.

-¡Maldito! –gritó la pelirrosa para dirigirse directamente al azabache y querer darle un buen golpe pero una chica de lentes se le interpuso enfrente para darle un golpe en el estomago y salir disparada a los pies de sus compañeros.

-¡Protejan a Sasuke y al rubio!- dijo Karin mientras miraba de forma arrogante a Sakura, Ino y Hinata, las únicas chicas del grupo. – Yo me encargo de estas zorras. – dijo antes de que Ino la atacara pero esquivando los ataques.

Por su parte, Juugo y Suigetsu se enfrentaba a Neji, Kiba, Shino y Shikamaru a golpes, Sasuke había dejado detrás de sus pies, el cuerpo inconsciente de Naruto mientras intentaba por todos los medios que ni Kakashi ni Jiraiya se acercase a él de alguna manera, peleaba con las serpientes y con alguno que otro truco ninja que había aprendido gracias a su Sharingan.

De pronto, Karin se deshizo de las chicas mandándolas a volar para acercarse a Sasuke y advertirle que un Chakra más poderoso venía en camino seguido de otro que muy probablemente sea del que tenían en objetivo, Uchiha Itachi.

De alguna manera se sintió satisfecho de esa situación ya que había funcionado exactamente como se había previsto, de todas maneras lo que tenía era que hacer que Itachi viera que él tenía a Naruto y que le atacase personalmente, sabía que por alguna razón los otros idiotas de Konoha protegerían al rubio mientras peleaba contra su hermano.

De pronto, sintió como una bola de fuego venía directamente hacia él, Naruto Jiraiya y Kakashi, rápidamente tomó entre sus manos el cuerpo de Naruto y saltó hasta un árbol cercano donde se detuvo un segundo, si dejaba a Naruto en cualquier lado lejos de él, seguramente los de Konoha aprovecharían en robárselo, igualmente pasaba por parte de Itachi.

Ahora que pensaba bien las cosas, se habían complicado más de la cuenta sin embargo no le importaba, cuando volvió a saltar con Naruto aún en brazos, le dejó cerca de él, detrás para ver a sus dos lados adversarios, ambos queriendo tener al rubio bajo su poder, pero su atención se concentró única y exclusivamente en Itachi cuando le vio acercarse hacia él.

De pronto, todos los de Konoha, Itachi y Kisame incluidos habían sido paralizados prácticamente y no podían moverse, Kakashi y Jiraiya supieron entonces que este chakra que les impedía moverse no podría ser de otro si no de uno de los bijjus más poderosos de todos.

Itachi afiló los ojos para ver como de atrás de Sasuke que estaba también inmóvil se levantaba un cuerpo de cabellos rubios y ojos que ahora eran rojizos y afilados, una energia de color naranja le cubría y poco a poco fue cubriendo a Sasuke con él.

Sasuke no se atrevía a moverse y fue cuando lo vio, aquel chakra estaba asfixiando a Itachi sin piedad hasta que cayó aparentemente inconsciente, los demás de Konoha solo seguían detenidos por ese inmenso poder.

-Sasuke... –la voz sonaba más ronca de lo normal y Sasuke sintió como podía moverse y se giró hacia el rubio que ahora le miraba con unos ojos dulces y azules como el cielo, una sonrisa suave y delicada e intentó pensar que era lo que pasaba.

-Naruto... ¿qué demonios haces? –intentó preguntar para cuando el rubio ya se acercaba a él y lo abrazaba del cuello repegandose a él Sakura comenzó a llorar de forma descontrolada, necesitaba separarlos, hacer que Naruto volviese a su lado y si fuera posible, matar a ese bastardo.

-¡NARUTO! –alcanzó a gritar antes de que como a los demás, fuera envuelta con el chakra rojo del Kyuubi solamente mirando la escena, no podía creer que el rubio estuviese abrazando a ese traidor, mucho menos el beso que logró alcanzar a presenciar, todos los demás quedaron asombrados, más que nada dolidos.

Naruto estaba entregándole todo a un bastardo que no merecía, sobre todo, a un hombre.

-Hoy voy a cumplir mi promesa Sasuke... –le dijo mientras que se acercaba a rozar sus labios con delicadeza- ... te regresaré a Konoha... –el azabache no supo realmente en que momento, la mano de Naruto estaba sobre el mango de su katana, tampoco se dio cuenta cuando la levantó.

Solo sintió un dolor intenso cuando la Katana atravesó su espalda hasta el pecho y la sangre comenzaba a brotar, Sasuke no salió del asombro e intentó abrir los ojos que había cerrado de la impresión y el dolor y notó como Naruto seguía pegado a él y de sus labios comenzaba a salir sangre, pensando un momento que era su sangre le abrazó para notar como el fijo de la katana salía desde atrás de la espalda del rubio.

Había atravesado a ambos cuerpos con el filo de la Katana.

-Usuraton... kachi, ¿qué... hiciste? – dijo entrecortadamente para notar la sonrisa de Naruto en sus labios y se acercó a besarlos.

-No creí tener que llegar a este extremo pero... haré que vuelvas a Konoha... junto conmigo –los ojos azul cielo se cerraron lentamente mientras que enterraba su rostro en el cuello del azabache que comenzaba a sentir que el aire le faltaba al igual que las fuerzas y sintió calor.

-Naruto... ¿por qué? ... –preguntó antes de dejar que sus ojos también se cerraran y en ese momento, el chakra rojizo explotó al grado de destruir todo a su paso aventando a todos los ninjas presentes, matando en el proceso al único Akatsuki presente y destrozando el cuerpo del que estaba inerte en el suelo.

Los demás ninjas solo quedaron inconscientes.

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Esa tarde llovía. Era una de las más tristes con el cielo más oscuro y gris que toda Konoha pudiera haber visto, todos los ninjas estaban reunidos en el techo de la torre de la Hokage mientras vestían sus atuendos negros que representaba el luto, frente a ellos estaba un altar con innumerables rosas blancas que se habrían depositado momentos antes.

Había dos retratos separados con marcos de madera con hermosos tallados en ellos, los cristales se reflejaban y apenas dejaban ver la imagen que guardaban dentro.

Uno, ocultaba unos ojos negros como la noche y un semblante arrogante y frío, una piel blanca y una sensualidad desbordante por su rostro, una cara totalmente madura, llena de vida y de ego inflado.

Otro, guardaba unos ojos color cielo con el cabello rubio como el sol y su piel tostada mientras que sus labios había una sonrisa alegre y unas marcas en sus mejillas que le hacían ver adorable, derramaba jovialidad e inocencia, algo que el otro cuadro no tenía.

-Cumpliste tu promesa al final Naruto... –dijo la rubia mayor que estaba al lado de la pelirrosa y su amiga. – Trajiste a Sasuke, aunque fuese muerto... –cerró los ojos y suspiró hondamente.

Jiraiya estaba alejado de todos con la mirada bajada y los brazos cruzados.

-El Clan Uchiha ya es parte de la historia... Itachi está muerto y Sasuke también... –miró hacia el cielo y sonrió apenas, la lluvia confundía sus lágrimas ya que lo que más le dolía, era que pudo presenciar como tanto uno como otro estaban juntos hasta el final.- Eran como el día y la noche... –susurró mientras que sonreía amargamente – Su vínculo era más fuerte de lo que imaginé... -


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