Nadie me lo preguntó
-¡Shuichi!
-¡Hola muchachos!- el pelirrosa sonrió tiernamente a los hombres.
Había pasado dos años ya desde que Eiri lo abandonara para marcharse a New York. Shuichi había entrado en tal depresión que se obligó a sí mismo a abandonar la banda para someterse a tratamiento psicológico que culminó con un boleto sin regreso a Europa. No habían vuelto a saber de él hasta ahora.
Tatsuha lo contempló, justo como esperaba, no había crecido ni un centímetro. El cabello rosado algo más largo acariciaba con las puntas su nuca pálida y delgada. No había aumentado ni bajado peso, pero el moreno pudo notar ciertas ‘’partes’’ más redondeadas. Como el firme trasero que se exponía maravillosamente en los jeans apretados y sus piernitas torneadas…¡Qué bien debían sentirse al tacto!
Dejó de babear cuando la voz del segundo hombre lo abstrajo de sus pensamientos.
-Shindou-san….¿y ese bebé?....-Sakano se quitó los lentes y los limpió con una telita para poder observar con claridad al singular visitante.
-¿Uh?...-Shuichi llevó un dedo a sus labios y sus inmensos ojos violetas se abrieron con curiosidad- ¿él?- señaló a la graciosa criatura que sostenía en sus brazos. Tenía unos ojos violetas impresionantes como los de Shuichi, la carita redonda con tiernas mejillas rojas, una diminuta nariz y los labios rojos, el cabello rubio oscuro lacio caía sobre su frente con suavidad.
-Oh pink boy…no sabía que Yuki-san y tú…
-¿Ah? Pero yo…no
-¡SHUICHI!...-el pelirrosa volvió el rostro encontrándose con su mejor amigo y con Suguru que inclinó la cabeza a modo de saludo.
-¡Hiro!...-unos tiernos lagrimones se formaron en sus ojos al mismo tiempo que un gran puchero- ¡te he extrañado tanto!
-¡Y yo!...hace siglos que no sé nada de ti…solo por llamadas telefónicas y eso que casi nunca me cuentas nada …baka…-el pelirrojo corrió a abrazar a Shuichi pero se detuvo abruptamente al notar por primera vez al pequeño bebé que su amigo cargaba- ¿Y eso?
-Bueno yo…-Shuichi sonrió listo para comenzar con su explicación pero otro hombre apareció en escena.
-Shindou-san…cuanto tiempo- la escalofriante sonrisa de Seguchi Tohma casi provoca un desmayo en el joven productor moreno que inmediatamente se tiró al piso de rodillas.
-Sachou…¿Qué hace aquí tan pronto?- lloriqueó Sakano tirándose de los cabellos como un maniático- ¡Aún no tengo el demo que me pidió!
-Right…-murmuró K sujetando su barbilla- ¿No se supone que estaba en EE.UU?
-Ah…sí…-movió la mano restándole importancia al asunto y acercándose a Shuichi, acarició la cabeza del bebé que sonreía- es que me encontré con Ryuichi que no pudo resistir regresar a Japón por algunas semanas. Allá es todo un gran actor, los norteamericanos no querían soltarlo.
-¡Seguchiii! No me digas que my honey ¡está aquí!-los ojos del menor de los Uesugi se convirtieron en dos grandes y rojos corazones- ¡hace tres años que no lo veo!- babeó frotándose las manos- le daré una bienvenida inolvidable…
-Oye Shuichi, explícame de donde te robaste a ese bebé…-espetó impaciente el pelirrojo- o no será que…¡pillín!...¿alguna europea te atrapó?
-Ah claro que no, todo tiene una explicación, debe ser hijo de la hermana de Shindou-san- interrumpió Suguru- o de algún primo…
-No, yo creo que the pink boy y Yuki-san…
-Está más que claro que el bebé ha sido concebido en una probeta…-aclaró Tatsuha dándose aires de intelectual con la mano sosteniendo su mentón.
Shuichi miraba a todos algo confundido. Escuchaba las teorías que se tejían en torno a la procedencia del bebé. Aunque no podía distinguir que explicación daba cada quien ya que todos hablaban a la vez, excepto Tohma que charlaba animadamente con la criatura que reía agitando sus diminutas manitos.
-¡SHU-I-CHI!
Todos callaron de pronto y volvieron el rostro encontrándose a un infantil Sakuma en la entrada de NG, cubriendo sus ojos con unos lentes de sol.
Shuichi se sonrojó de pronto y correspondió con una sonrisa al llamado del castaño que agitó la mano en señal de saludo a los presentes e irrumpió en el pequeño círculo que se había formado.
-Pensé que nos encontraríamos en Boston...-murmuró Shuichi.
-Sí, es que…-se llevó una mano a la nuca y retiró los lentes oscuros descubriendo sus electrizantes ojos azules- no podía soportar un día más…-terminó en su etapa adulta sonriendo de lado al chiquillo ojivioleta.
Tohma se hizo a un lado cuando Ryuichi se acercó a paso firme hacia el ex vocalista de Bad Luck y depositó un tierno beso sobre la cabecita del bebé que se inquietó y torpemente llevó sus bracitos alrededor del cuello del castaño.
-¡Iori-chan!...¡me has hecho tanta falta!
Los presentes observaban incrédulos la escena.
-Shuichi no me digas que…-Hiro picó con su dedo índice a un Suguru pálido y tieso como un hueso.
-Es lo que intentaba decirles…-Shuichi sonrió con los ojitos cerrados- Iori-chan es mi hijo…y de Ryuichi
-¿NANI?...-la mandíbula de Tatsuha se estrelló contra el piso.
Ryuichi besó suavemente a su pequeño amante pelirrosa y apartó algunos mechones de cabello de la frente del bebé.
-Bueno ya es tarde…-Ryuichi y el ojivioleta sonrieron a todos que seguían con los ojos desorbitados por la sorpresa.
-Hai…llevaremos a Iori-chan al zoológico- el actor se colocó los lentes nuevamente- y luego iremos al hospital a que le hagan un ultrasonido a Shu
-¿O…tro?...-tartamudeó Suguru viendo concretarse su más temida pesadilla, otro niño más ,producto de los genes de los individuos más dementes e irresponsables que había conocido en su vida. Ya podía imaginar a las dos diabólicas criaturas correteando, jugando, gritando y torturándolo por todo NG . Suguru imaginariamente se dejó caer al piso sobre sus rodillas con las manos extendidas hacia el cielo ‘’NOOOOOOOOO’’
-Adiós ¡los veré luego!
Ambos cantantes se alejaron junto con el bebé, charlando animados.
Sakano se desmayó bajo los pies de K que mascullaba algunas palabras altisonantes en inglés, puliendo su adorada arma, mientras Tatsuha lloraba a lágrima viva formando un charquito a sus pies.
-¡ESTO NO PUEDE SER!...he perdido para siempre a my honey BUAAAAAAAA- chilló histérico observando con rabia al alegre rubio que sonreía con los ojos cerrados agitando su mano a modo de despedida.
-¿Tú lo sabías no Seguchi? ¿PORQUE NO ME LO DIJISTE? BUAAAAAAA
Tohma miró a su cuñado que pataleaba en el piso como un crío caprichoso. Alzó las manos con inocencia- Es que nadie me lo preguntó.