Prácticamente ya se estaba durmiendo encima de la mesa, la hora del desayuno ya estaba acabando pero durante toda la noche no había dormido bien y ahora en medio de clase le pasaba factura. Desvió su mirada hacia la ventana y miró como los chicos jugaban a fútbol.
'Mucha energía tienen…para ir detrás de una pelota como tontos…' después de pensar eso suspiró y miró hacia delante, dónde dos de sus amigas estaban riéndose mientras leían una revista tonta.
"¿Tanto os gustan estas cosas?" miró a ambas chicas que se voltearon hacia él.
"Eres un aburrido Erick…parece mentira que seas un chico de diecisiete años…no tienes esa energía…" la chica que era más rubia le miró, bajita, con forma y unos ojos oscuros bonitos.
Su amiga, morena y bastante guapa le dio un codazo y negó con la cabeza.
"No intentes imposibles Elizabeth, Erick es así de soso des de siempre…"
"¡Parad de criticarme caray!" se levantó de golpe.
"Anda pero si tienes nervios." Se rió Elizabeth.
"Mira Erick…" le mostró la revista. "Estábamos mirando con quién éramos compatibles según el horóscopo."
"Bah, tonterías…" el chico suspiró y ellas le miraron con cara asesina.
Mientras sus dos amigas hablaban se miró en el reflejo del cristal de la ventana, cabello despeinado negro, flequillo de lado, ojos grandes y verdes, piel blanquecina.
Como él mismo se describía, un chico del montón.
Dirigió su mirada a las gradas donde los de un año mayor se ponían a desayunar, ahí estaba el chico más popular, Johan Friedlander, alto, piernas largas, moreno de piel, cabello castaño claro, sonrisa deslumbradora y seguramente un creído, ya que siempre estaba rodeado de sus admiradoras y sus amigos que lo idolatraban.
Nunca se paró a hablar con él, y eso que muchas veces había venido a su clase para hablar con algún amigo que tenía.
De golpe las miradas se cruzaron.
Erick miró hacia todos los lados, era imposible que des de esa distancia le estuviera mirando, se encogió de hombros y continuó mirando como Elizabeth y Mya hablaban animadamente.
"Oye, oye…¿Qué signo eres Erick?" Mya giró la silla y se apoyó en su mesa, sonriendo.
"Tauro…¿por?" le miró con intriga. Vio como ella comenzaba a leer la revista. "¿Aún estáis con eso de la compatibilidad?"
"¡Eres compatible con escorpio!" Elizabeth exclamó mirándole pícaramente.
"Eso es una chorrada, ¿Qué no veis que en cada revista os dirá una cosa diferente? En estas cosas no se puede creer mucho…" enarcó una de las cejas cuando sintió un golpetazo en su brazo. "¡Auch! ¿Qué te ocurre ahora Mya?"
"Mira, mira…es Johan, ha entrado en clase."
Erick suspiró pesadamente, todas las chicas igual… haber, si que era atractivo y muy guapo, pero tanto como para perder la cabeza por él…
"Perdonad…" su voz era masculina, pero agradable. "¿Habéis visto a Anthony? Ando buscándolo por todos sitios y no esta."
Las dos chicas negaron con la cabeza.
"Creo que esta en la sala de profesores…antes en clase una de las profesoras le ha dicho que fuera allí a la hora del desayuno." Erick le miró fijamente.
"Ah, gracias…" iba a voltearse cuando se acercó un poco más, quitándole la respiración a sus dos amigas. "…mm…no te conozco ¿verdad?"
"Creo que no…" iba a dejarle con la palabra en la boca pero decidió ser cordial. "Me llamo Erick."
"Encantado." Su sonrisa era amplia y agradable, y ahora que se fijaba tenía unos ojos azules muy bonitos.
"Jo-johan…" Elizabeth le dio una palmadita en el brazo llamando la atención del chico. "¿Qué signo eres tu? Es para una tontería pero es que estamos mirando los horóscopos."
"Oh, pues yo soy Escorpio." Se sentó en la mesa con todos ellos y Erick se quedó paralizado.
Sus dos amigas miraron a Erick a la vez y él se quedó blanco, mientras, Johan les miraba a todos con intriga, cogió la revista de encima de la mesa y se leyó lo que ponía.
"Wow…pone que tengo mucha química con Tauro, mucha pasión y bastante compatibilidad." Se rió y le devolvió la revista a Mya que se sonrojó. "¿Alguna de vosotras dos es Tauro?" bromeó.
"No…pero Erick si." Elizabeth que era más atrevida soltó eso y todos se la quedaron mirando, inclusive Erick que la miraba como si fuera a asesinarla ahí mismo.
Johan miró a Erick y ambos se pusieron a reír, algo forzados.
"Era una broma. Si es que, que cosas tienes Elizabeth." Mya le dio una palmada a la espalda a su amiga que la miró de reojo con una sonrisa triunfante en los labios.
"¡Hey Johan!" Anthony entró y el castaño se volteó. "¿Andas mucho tiempo esperándome?"
"Que va…"
"Ok, ok…¿nos vamos?" Johan se levantó al oír a su amigo y miró por última vez a Erick.
"Nos vemos Erick." Casi fue un susurro, cosa que hizo estremecer a el pelinegro.
"A-adiós…"
Se dirigieron hacia la azotea. Johan estaba tumbado en el suelo observando el cielo azul, el sol daba de lleno y le gustaba estar ahí, Anthony se estaba fumando un cigarro en la sombra.
"Oye…" el castaño miró a su amigo que tras dar una calada al cigarro le miró.
"Dime…"
"Ese tal Erick…Me suena y no sé de que…" se frotó los ojos con pesadez intentando hacer memoria, escuchó como su amigo se reía escandalosamente y él se volteó a mirarle algo enojado. "¿Qué te hace tanta gracia bobo?" le tiró un cartón de zumo vacío que Anthony esquivó hábilmente.
"Es Erick Rivers…aunque él sea tan bobo que no se da cuenta, es uno de los chicos considerados más lindos en el instituto…incluso hay tíos de la clase que lo encuentran sexy…" se encogió de hombros y miró a su amigo. "…algunos le llaman Erick el dulce…" se rió y Johan le miró atentamente. "…¿nunca te habías fijado en él?"
"No…bueno si, lo había visto muchas veces por el pasillo, por la ventana, en el patio…pero no sé, nunca me había dado cuenta que era considerado uno de los chicos más lindos…" se rascó la cabeza con tranquilidad.
"A ti deberían decirte Johan el despistado, puedes ser un ídolo para las tías pero eres un despistado, nunca te das cuenta de nada…" Anthony se atusó la melena color fuego y apagó el cigarro. "…en eso te pareces a ese chico."
"¿Acaso tu te habías fijado en Erick?" le miró con una ceja enarcada y el pelirrojo asintió con tranquilidad sorprendiendo a su amigo. "No me jodas que…"
"No, no soy gay, pero admiro las cosas lindas y Erick es una de ellas…no me jodas Johan, es muy mono…" suspiró con pesadez mirando a su amigo. "…fíjate, tiene unos ojos verdes grandes y brillantes, pestañas largas, el cabello negro que le resalta el color blanco de la piel, el cuerpo delgado, ni muy alto ni muy bajo…incluso los que están en su clase, dicen que huele siempre como a pasteles…" sonrió pícaramente y se levantó. "…vamos, un bocado que más de uno o una querría probar."
"Eres un pervertido…"
"No Johan, no…me gustan las cosas lindas." Sonrió ampliamente y abrió la puerta de las escaleras. "…venga vámonos que ya están a punto de empezar las clases.
"Uhm…" Johan se levantó y siguió a su amigo.
La clase transcurrió con tranquilidad, algún profesor la llamó la atención, alguna chica le dedicaba miradas picaronas pero él estaba demasiado ocupado pensando en como era tan sumamente despistado…¿Cómo no se había dado cuenta de que ese chico era tan popular? Y aún más…ese tal Erick era tan despistado que ni se daba cuenta de que le consideraban lindo.
El timbre de la penúltima clase sonó y guardó los libros, tocaba matemáticas y el profesor apuntó unos problemas matemáticos en la pizarra, uno de los cuales ni el más listo de la clase pudo encontrar solución y se fue porque tenía que ir a hablar con el director un momento. Cada uno daba vueltas por la clase conversando con sus amigos, se aprovechaban del tiempo en que el profesor estaba fuera, la puerta se abrió y todo mundo estaba en alerta, pero al ver quien era se relajaron.
"Per-perdón…" Erick entró con timidez, iba aún con la ropa de deporte, seguramente habían tenido clase de gimnasia, un pantalón hasta las rodillas de color azul claro y una camiseta de manga corta blanca que le marcaba su delgada cintura, se acercó a la mesa de una chica, seguramente era una conocida suya. "Oye Catherine…¿me puedes prestar el libro de lectura que tienes? Es que lo necesito para la asignatura que me toca ahora y no lo llevo encima."
"Eres un despistado Erick…suerte que mi hermano que va una clase diferente que la tuya me lo dio porque no lo necesitaba…" la chica le dio el libro y le revolvió el cabello, él sonrió tímidamente y miró el problema de la pizarra, miró a la chica y ella asintió, se sonrojó un poco y lo resolvió en un momento.
"Di que las hecho tu." El moreno se rió tímidamente y después de darle las gracias a la chica se fue, sin darse cuenta que algunos le miraban y decían cosas de él. Al cerrar la puerta se cruzaron las miradas él y Johan. "…"
Se cerró la puerta y se sentó en su sitio, justo detrás de esa chica con la que Erick el dulce habló, un grupito de chicas y de chicos se acercó a ella y él se quedó mirando sorprendido.
"¿De qué conoces a Erick, Catherine?" una de las chicas la miró sonrojada.
"Es amigo de mi hermano menor, va a una clase diferente que él, pero se conocen des de pequeños." La chica miró a todo el grupo extrañada.
Y Johan no paró de escuchar comentarios como; "Que guapo es." "Es tan lindo." Incluso algún chico decía que si pudiera no le importaría salir con un chico como él.
¿Había estado sordo durante todo el tiempo?
¿Porque ahora se daba cuenta que ese chico era tan llamativo?
Entró el profesor y todos se sentaron, se puso a corregir los problemas matemáticos y se quedó callado mirando el resultado del último en silencio, nadie decía nada. "¿Quién lo ha resuelto?" miró hacia el alumnado, Catherine levantó la mano con timidez, nadie dijo nada, ya que si decían que otro de otra clase había resuelto el problema quizá le llamarían la atención, y más si había entrado sin que el profesor lo supiera. "Pues esta brillante señorita… perfectamente resuelto." El hombre sonrió y comenzó la clase.
Johan estaba alucinando cada vez más. Encima de lindo…inteligente.
Y pensar, que todo había empezado, por una tonta revista de compatibilidad.
Se quedó mirando por la ventana, suspiró.
"Con qué Tauro ¿eh?" se dijo para si mismo
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