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Interpretándote. por Alinna

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Notas del fanfic:

Hola de nuevo! Hacia algun tiempo que quería hacer un fic sobre esta pareja...y por fin me atreví a publicar este. Espero que os guste n_n

Notas del capitulo: Hiei se dará cuenta de muchas cosas...
Caminaba por las calles oscuras del anochecer, nada en particular que hacer, se estaba agobiando en el Makai con la presencia de Mukuro y no tenía nada que hacer. Optó por ir al mundo humano y pasarse allí unos días, de tanto en tanto lo hacia y ya sabía donde le dejarían darse un baño bien caliente, una cena que le saciaría el hambre y algo de confianza para poder dejar su espada alejada de su cama.

Aunque esos ojos…


Ladeó la cabeza nervioso. ¿…l nervioso por alguien?

A veces le daba la impresión que le miraba algo…extraño, pero nunca le dio mucha importancia, el zorro siempre había tenido una apariencia lujuriosa tras esa sonrisa de niño amable, pero él le conocía mejor que nadie y sabía que en verdad era otro tipo de persona. Eran compañeros de lucha, amigos des de hacia años…

Amigos…esa palabra se le hacia muy extraña, nunca había conocido el significado de eso, simplemente encontraba que eran tonterías a las que no prestar atención y su mente creaba unos altos muros a su alrededor que nadie podía pasar ni derrumbar. Así era él, antes que confiar y dejar que le hirieran, prefería herir y dar una imagen.

Así podría vivir tranquilo.

Saltó con facilidad hacia la ventana y la abrió silenciosamente, la habitación estaba vacía aunque con la luz abierta.

"Y luego me riñe cuando me voy y dejo las luces encendidas…" suspiró y entró dejando su katana en el rincón de la habitación. Hacia algunos años que se había mudado y no tenía que estar pendiente de si Shiori entraba o no, así él podía entrar y salir cuando quisiera.

Cerró la ventana tras de él y caminó dejando las ropas negras en el suelo, estaban sucias y debía llevarlas donde el zorro le enseñó, abrió la puerta del baño y las dejó en una cesta con otra ropa.

"Vas aprendiendo Hiei…" su voz le hizo voltearse levemente, simplemente le observó con esos ojos amenazantes y suavizó ligeramente el rostro al ver esa sonrisa afable. "¿Cansado del Makai o irritado por Mukuro?"

"Ambas…" se volteó y se desató los cinturones que le apretaban en la cintura sujetando sus pantalones. "…voy a ducharme."

"De acuerdo…ya veo que como si fuera tu casa ¿no?" el pelirrojo se volteó y pudo ver de soslayo el cuerpo musculado del menor, tan perfecto…

"Quizá…¿te vas a quedar mirando o quieres frotarme la espalda?" ironizó y entró en la ducha, Kurama negó con la cabeza divertido y cerró la puerta. Hiei suspiró aliviado. Aún se acordaba de la vergüenza que le daba desnudarse delante del zorro, pero con el tiempo ya le dio más igual. Yusuke una vez le contó que en los vestidores de gimnasios y cosas así a ningún chico, normalmente, no le da vergüenza desnudarse delante del otro.

Se quedó debajo del chorro de agua un buen rato y salió con la toalla en la cintura a buscar ropa limpia. Miró en el armario y rebuscó en los cajones para ver si el pelirrojo había guardado algo de su ropa. Encontró unos vaqueros que le compró el zorro hace tiempo, no le acababan de convencer pero no había nada más, cogió una camiseta negra y tras ponerse la venda en el jagan salió de la habitación para ir hacia la cocina.














Se sentó sin decir nada en la silla de la cocina y miró la silueta esbelta de su amigo. Piernas largas, cintura delicada, hombros delicados pero una espalda fuerte y unos brazos largos con manos estilizadas, como las de un pianista. Podía aparentar un chico delicado y débil, pero tras esos ojos esmeralda estaban los ojos fieros de Youko Kurama, y esa sonrisa que lucía a veces también era de él.

Aunque eran la misma persona.

No sabía muy bien a quien temía más en 'ciertas' ocasiones.

"Bien la cena estará lista dentro de poco…" sonrió afablemente y se fue hacia la sala sentándose en el sofá, Hiei se levantó siguiéndole y se sentó en el suelo justo al lado de Kurama. "…¿Qué tal va todo por el Makai?"

"Bah…normal, no me gusta que me ordenen… estoy todo el maldito día patrullando y prestando los servicios del jagan en vano, echo de menos algo de lucha y acción..." El moreno suspiró y miró de soslayo a Kurama que se había apoyado sobre sus rodillas y le observaba. "…encima Mukuro no sé que le pasa que se me acerca cada dos por tres…"

"…" el pelirrojo apoyó su espalda en el sofá y encendió la televisión dejando una película algo cursi de amor. "…eso es porque le gustas."

"¿Gustar? Como si me tuviera que comer o algo…"

"En cierto modo si…" Kurama sonrió pícaro y Hiei se sonrojó levemente. "…sus gestos los puedes interpretar fácilmente Hiei."

"Para nada…yo para eso no sirvo, no sé interpretar con personas que no me importan lo más mínimo…" chasqueó la lengua y miró a su amigo. "…yo me baso en los hechos…"

"¿Nadie se te ha declarado?" Kurama miró divertido al moreno que se encogió de hombros, era tan ingenuo e inocente cuando se trataba de los sentimientos.

"Una vez…Yusuke me contó alguna que otra cosa sobre interpretación…pero tampoco entendí mucho." Se pasó las pequeñas manos por su cabello y apoyó su cabeza en sus brazos.

"¿Qué te dijo Urameshi?" miró curioso a Hiei que continuaba con la mirada clavada en la televisión.

"Le conté que una vez…Mukuro me besó."

"…"

"¿Kurama?" miró intrigado al pelirrojo que lo observaba callado.

"¿En los labios?" Kurama se quedó mirando al pelinegro y apretó ligeramente los puños.

"No, para nada…en la mejilla. Ladeé el rostro antes de que pudiera alcanzarme, no le tomé mucha importancia porque ella me dijo que era para demostrarme lo que le importaba. Pero a mi las muestras de cariño no me gustan… demasiado estúpidas." Mordaz miró al pelirrojo que lo miraba entre decepcionado y divertido.

"¿Estúpidas? Para nada Hiei…son cosas que a veces, por no decir siempre, gusta recibir…" la melena hacia cosquillas por los hombros a Hiei que se estremeció débilmente.

"Yo nunca he recibido ninguna y vivo…no es nada que deba sentir obligatoriamente." Chasqueó la lengua molesto. "…además…a ti te gustan porque tienes parte de humano…y si no es por eso es porque cuando eras Youko Kurama…tenías muchas 'muestras' de cariño…" sonrió divertido y Kurama se quedó callado observándolo.

Ese Hiei se las sabía todas.

Aunque pareciese un ingenuo tras esa coraza de mal humor y antipatía.

Era sumamente inteligente.

Y sabía bien que decir y cuando.

Aunque a veces la impaciencia, el orgullo o la rabia le ganaran en el terreno.

"Ese último comentario sobraba." Miró la televisión viendo como Hiei se reía fuertemente. "¿Qué narices ocurre ahora?"

"Para de fingir Kurama…te conozco bien, sé que aunque quieras aparentar ser alguien tranquilo y dulce…eres perversión, y no lo digo para que te duela, sino nada más soy sincero…es lo que interpreto con tus gestos, miradas…" se pasó las manos por la nuca acariciándosela. Haciendo que el zorro siguiera el movimiento de esas manos con los ojos.

"¿Interpretas? ¿Cómo que…? ¿No dijiste que no se te daba bien interpretar?" miró intrigado al demonio, ¿habría notado sus miradas de lujuria cuando lo veía?

"Cuando se trata de alguien a quién conozco des de hace años si que se me da bien…no soy estúpido zorro…" estrechó los ojos y Kurama sonrió divertido.

"Tu contesta a la primera pregunta…¿Qué interpretas?"

"No sé…hay veces que veo que miras a ciertas personas como pensando: te voy a comer." Sonrió sarcástico y miró al zorro que le observaba sorprendido. "¿Crees que soy tan idiota de no ver las cosas zorro?"

Se le erizó la piel al escucharlo.

Esa voz grave, salida de lo más profundo de su cuerpo le hacia estremecer.

"No…nunca pensé que fueras tonto ni mucho menos…llevamos mucho tiempo juntos…" Kurama miró entretenido al ojirojo. "…¿te gustaría interpretar más de mis gestos? ¿O te sería difícil?" miró divertido al menor que sonrió sabía como provocarle.

"¿Me estas retando? Aviso que siempre sales perdiendo zorro…" se volteó ligeramente quedando delante de Kurama, mientras él continuaba apoyado sobre sus rodillas. "…ahora mismo…no sé que esta pasando por tu cabeza…pero en tus ojos se puede ver claramente que estas tramando algo…"

"No puedes usar el jagan…es lo único que te pido…o toda la sorpresa se perderá…" Kurama le tocó la nariz con el dedo índice.

"Ok…"

"Pues empezamos…ah, si…otra cosa que debes prometerme…no te enojaras haga lo que haga…" eso hizo que Hiei enarcara una ceja intrigado y sospechando de las intenciones del zorro.

"¿Debería enojarme por algo que tienes que hacer?" miró atentamente los ojos esmeralda.

"Tú hazme caso…prométeme que no te enojaras ¿ok?" se ató la cabellera roja en una coleta alta y se sentó en el suelo justo al lado del demonio que lo observaba con curiosidad.

"Vale…tu ganas. Intentaré tener paciencia…aunque sabes que no es mi fuerte." Miró algo sonrojado al pelirrojo que sonrió triunfante.

"Ya veras como tienes otros fuertes…" sonrió divertido y Hiei se estremeció. "Empezamos."

"Ok…con cuidado zorro."

"Ni que fuera un bruto…" se acercó y con la mano acarició los hombros del pelinegro sorprendiéndole.

"¿Qu-que haces?" Hiei algo sonrojado miró al pelirrojo. "¿No irás a experimentar conmigo?"

"¿Acaso ves a alguien más aquí para que puedas interpretar lo que hago Hiei?" sonrió divertido y Hiei negó algo confundido. "…si te toco el hombro de este modo…¿Qué interpretas?"

"Quieres pedirme algo…o que yo ceda a algo…" suspicaz miró al zorro que asintió riéndose débilmente. "De momento voy ganando…"

Kurama se movió lentamente y pasó sus dos brazos a cada lado del cuerpo pequeño pero trabajado de Hiei, viendo su rostro algo sonrojado y antes de que pudiera reaccionar le dio un suave beso en la mejilla.

"¿Qué pretendes?"

"Nada…estamos jugando ¿no?" se acercó a su oreja y se lo susurró poco a poco, haciendo que una sensación placentera y emocionante le embriagara. Tenía la oportunidad perfecta. Y el pequeño demonio de momento no le había plantado un bofetón.

"A ti siempre te gusta jugar ¿no?" agarró por el cabello suavemente a Kurama tirándole la cabeza hacia atrás. Algo extraño estaba recorriendo el cuerpo de Hiei y no sabía porque le estaba siguiendo el juego como un idiota.

"Quizá…quizá tenías razón y no soy el tranquilo Shuichi Minamino que conoces…" empujó por el pecho al demonio tumbándole en el suelo, acariciando con su nariz el cuello de Hiei, pasando sus labios, sintiendo las manos del menor aferrándose en sus brazos.

"Yo ya sé que no eres el buen niño que aparentas ser zorro…des de hace tiempo." Hiei se quedó a escasos centímetros de la boca del zorro, sintiendo ambas respiraciones, el corazón palpitándole fuertemente. "¿Cómo debo interpretar todo esto Kurama?"

El zorro se acercó al demonio, juntando sus labios, saboreando esa boca cálida, perdiéndose en las caricias y en todo su cuerpo, sintiendo las manos fuertes de Hiei rodearle el cuello, acariciando su cabellera roja, sintiendo las lenguas entremezcladas jugando entre ellas, sintiendo como el beso se volvía más apasionado, más húmedo…haciendo que se separaran poco a poco por la falta de aire.

"¿Cómo se interpretaba cuando te besaban en los labios?" miró a los ojos a Hiei que sonrojado le observaba retirando los cabellos del rostro del zorro.

"No lo sé…la respuesta me da miedo zorro…" desvió la mirada y Kurama suspiró débilmente acariciando el semblante serio, aunque sabía que por dentro Hiei estaba bastante nervioso.

"Me importas…muchísimo Hiei, no sabes hasta que punto…" besó la frente del demonio haciendo que lo mirara.

"Como compañeros de lucha ¿no?"

"No creo que a los compañeros de lucha se les de estos besos…¿o acaso tu se los darías a Kuwabara?" miró divertido a Hiei que medio incorporándose negó nerviosamente, haciendo sonreír al youko. "…me gustas…te quiero Hiei…y eso quiero que lo tengas presente."

"…" se quedó sentado mirando al pelirrojo que le observaba esperando respuesta.

"¿Hiei?"

"Entonces interpreté bien, yo siento lo mismo zorro…" sonrió besando a Kurama que se abrazó al cuerpo pequeño pero trabajado del demonio, sintiendo esa sensación embriagante otra vez, perdiéndose en esos labios enloquecedores.

Se separaron y Hiei se levantó sentándose en el sofá, mientras que el zorro se quedaba de rodillas delante de él, acariciando con sus manos las rodillas del demonio, compartiendo momentos de silencio.

"¿Sabes que no me podré quedar siempre aquí en el mundo humano, no zorro?" acarició con sus manos el rostro tranquilo de Kurama que asintió tranquilamente. "Intentaré convencer a Mukuro para que me deje venir más a menudo…tiene a muchos demonios que la podrían ayudar…"

"El problema es que te quiere a ti mi pequeño demonio…" besó ambas rodillas, separándolas eróticamente, haciendo que el demonio diera un respingo, nervioso.

"Pe-pero…eso es mentira…" vio como el zorro se movía felinamente y se posicionaba entre sus piernas, acariciando con sus delicadas manos el pecho de Hiei, amasando la piel, viendo el rostro del demonio completamente sonrojado.

"¿Mentira? Te mira como si fueras su plato más suculento…" lamió el cuello, mordiendo la piel que encontraba a su paso, haciendo un camino húmedo hasta sus clavículas, quitándole la camiseta, deleitándose con esos brazos y abdomen tan fuertes y trabajados. Su cuerpo estaba tan perfectamente esculpido…

"Cómo tu ahora mismo zorro…" Kurama sonrió ante ese comentario, acariciando con sus manos las fuertes piernas, besando el abdomen del demonio, sintiendo como se estremecía ante el contacto. "…Kurama…"

"Levanta un poco tu lindo trasero…" sonrió torcidamente y el demonio sonrojado obedeció, sintiendo las manos del zorro desprenderse del pantalón ajustado que durante tanto rato le había provocado, viendo para su agradable vista, como los besos y caricias habían resultado en el cuerpo de Hiei, que ahora mostraba una erección suculenta para él. Masajeó con sus manos por encima de la tela de la ropa interior el miembro duro de Hiei, escuchando como gemía débilmente, haciendo que su deseo creciera notablemente, sintiendo sus pantalones apretados.

Mordió la tela, acariciando con sus manos el interior de los muslos de Hiei, separando sus piernas deliciosamente, levantando con los dientes la tela, haciendo que el demonio echara su cabeza hacia atrás. Bajando lentamente la ropa interior, agarrando con su mano el miembro duro clamando por atención, lamiendo la punta lentamente, escuchando gemir al demonio fuertemente, mientras que una de sus manos agarraban el cabello rojo marcando un ritmo al notar como se metía su objeto de deseo dentro de su boca, haciendo que una ola de calor recorriera el cuerpo del demonio.

Kurama no se podía creer lo que le estaba ocurriendo, tenía a Hiei a su merced, completamente entregado al placer y él lo estaba disfrutando deliciosamente, sintiendo como su cuerpo clamaba por tomarle apasionadamente y dejarlo sin aliento.

"Kurama…aaah…" los dedos de Kurama se pasearon por los labios entreabiertos de Hiei, haciendo que este los recibiera humedeciéndolos con su deliciosa lengua y mordiéndolos de tanto en tanto por el placer que recorría su cuerpo por completo.

"Eres delicioso Hiei…" dejó el miembro y tumbó a Hiei en el sofá, posicionándose encima de él, mientras besaba febrilmente los labios enrojecidos del demonio, manteniéndolo ocupado mientras sus dedos se paseaban por la estrecha entrada de Hiei, notando como se tensaba al introducir un dedo.

"Ah…mo-molesta un poco zorro…" Hiei se separó de los labios de Kurama mirándolo algo incómodo, el zorro sonrió besándole la frente y levantándose dejando a un Hiei bastante confundido. ¿Lo iba a dejar así? "¿Kurama?"

El zorro volvió y tomándolo de la mano le ayudó a levantarse mientras besaba sus labios, yendo hacia su habitación, sintiendo las manos de Hiei desprenderle de su ropa nerviosamente, volviendo a pegar sus cuerpos, piel contra piel, sintiendo el calor de ambos cuerpos juntarse.

"Estaremos más cómodos aquí…" tumbó a Hiei y quedándose en la misma posición que antes acarició el cuerpo trabajado del demonio, llegando hasta el miembro grande y duro de Hiei, masturbándolo, mientras bajaba lentamente lamiendo cada trozo de piel que encontraba a su paso. Llegando hasta su entrada, humedeciéndola con su lengua.

"¡Ahhn! ¡Kurama, aahn!" se agarró a las sábanas, sintiendo esa sensación sumamente placentera recorrer su cuerpo, haciendo sonreír internamente a Kurama.

"Cogí algo de lubricante…así quizá no te duela tanto Hiei…" destapó el bote, untándose los dedos ligeramente volviendo a la entrada mientras volvía a besar los labios hinchados y enrojecidos del demonio. "…relájate."

Hiei asintió levemente, sintiendo la intrusión en su cuerpo de un dedo seguido de otro, al principio le molestó bastante pero se acabó acostumbrando sintiendo placer cuando esos dedos se movían dentro de él mientras su miembro era masajeado por las manos expertas del zorro, haciéndole gemir fuertemente.

"Ahn…quiero más…ahh…" rodeó con sus piernas la cintura del zorro, sorprendiéndole y excitándolo. "…Kurama…"

"Te voy a dar algo más grande y delicioso mi pequeño demonio…" se lamió los labios eróticamente, rozando la entrada de Hiei, haciendo que gimiera fuertemente, arañando la espalda ancha del zorro. "..aah…" gimió anticipadamente, mientras introducía el miembro duro dentro del pequeño cuerpo de Hiei que se tensó unos momentos atrapando la verga dura del zorro, haciéndole gemir deliciosamente. "…aaah eres tan estrecho…"

"¡Ahhn!" mordió el hombro de Kurama al sentir como se movía lenta y cadenciosamente dentro de su cuerpo, haciéndole gemir a cada movimiento, a cada envestida, yendo cada vez más rápido y profundo, tocando ese lugar que hizo que Hiei enloqueciera por el placer, clamando, gimiendo su nombre.

Gritando por más.

"Hiei…ah…me co-corro…" comenzó a acelerar el ritmo mientras que con una mano libre masturbaba al mismo ritmo que las estocadas el miembro duro de Hiei, haciéndole gemir fuertemente.

"Ahhh Kurama…"

Llegando ambos al clímax. Derramándose entre ambos y llenando por completo al demonio, quedándose juntos, respirando agitadamente, sintiendo el sudor empapar su piel y el calor recorrer sus cuerpos.

"Te adoro Hiei…" besó su frente, retirándole los cabellos pegados en la frente, saliendo lentamente de dentro de él.

El demonio sonrió débilmente respirando profundamente.

"¿Cómo debo interpretar eso zorro?" sonrió besando levemente los labios de Kurama.

"Te amo Hiei…"
Notas finales: Bueno, espero que este fic os haya gustado n_n
hacia algún tiempo que quería hacer un fic de Kurama y Hiei y por fin me atreví a publicar uno.

Muchas gracias a todos los que leen y comentan.

Besos y cuídense!

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias! n_n

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