“El príncipe que no podía sonreír”
Esta historia está basada en gravitation y tanto la serie como sus personajes son propiedad de su autora Maki Murakami, algunos de los nuevos que aquí aparecen son creación mía, pero léanlo y Bueno aquí va... espero no confundirlos... Recomendación: pongan música para ambientar los fics... (Ver aclaraciones al final del capítulo por favor ^__^)
Un no quiero hacer nada sale de mi mente... desgano y ganas de llorar... llorar no es de hombres, pero he aquí desconsolado en esta fría habitación sintiendo que mi corazón se sobrecoge cada vez que inhalo u exhalo este aire que en vez de oxigenarme me está matando... (1)
Tocan el timbre y espero que quien este tocando deje de insistir... que se valla a su casa...
¡Quiero estar solo! ya me canse de sonreír, de jugar a hacer creer que estoy vivo y que brillo de felicidad sabiendo que por dentro mi alma solitaria está muerta... me temen... soy distinto para ellos... para todos ellos soy un ser especial... como de otro mundo... ¿tan distinto soy en realidad? ¡Si cuando algo me hace sentir bien río y cuando algo me provoca dolor me quejo y lloro igual que ellos! ¿Por qué nadie me entiende...? ¿De qué sirve la fama si no consigo ser feliz?
-“¡¡¡Sakuma abre la puerta de una vez!!!”-esa es la voz de Tohma... debe estar preocupado por mi, no tengo idea de si creerle o no... Por que de todo el tiempo que llevo conociéndolo no he visto más que esa hipócrita sonrisa surcándole el rostro.
Lentamente me levanto de la cama, abro la ventana para ver que afuera esta lloviendo como si el clima supiera lo que tengo planeado hacer y llorara conmigo por tal determinación, pero no hay otra salida... no la hay. Me dispongo a salir por el travesaño, pero mi mirada está congelada en mi fiel compañero de juegos y aventuras...
-“kuma-chan...”-lágrimas salen de mis ojos otra vez...-“lo siento conejito de mi corazón... ya no puedo jugar contigo nunca más”-digo tomándolo entre mis manos estrechándolo contra mi pecho, se queda contra mi en silencio como si en un susurro se despidiera... kumagoro es lo único que me queda de la única persona que se atrevió a romper este caparazón teóricamente irrompible y que se marchó después de haberme mostrado un ligero brillo de esperanza.
Se llamaba Rumiwa... era uno de mis fans... tan niño, tan bello, tan tierno que aún no puedo sacarlo de mi cabeza, además de sus modismos tan infantiles que prácticamente aprendí de él y ahora los llevo conmigo... mi niño de ojos azules profundo... no puedo olvidarte... hubiese preferido mil veces morir en vez de ti...
* * *
Un año atrás...
Ex compañía disquera AIR records. (2)
-“lo has hecho excelente Sakuma-san todo salió perfecto ¿Noriko-san donde dijo Sakano-san que teníamos que ir ahora?”-el rubio tecladista miró a la joven de cabellos violeta que inexperta consultaba el itinerario.
-“ahora nos toca una entrevista para la revista Newteens y luego tendremos una reunión con el ganador del concurso *celebra tu cumpleaños con Nittle graspper* jajaja”-rió Noriko divertidamente mientras Tohma sentía bajar una gotita sobre su cabeza y es que la idea de hacer ese tipo de tretas para crear más fama y publicidad les parecía cosa de niños, aunque el manager del grupo que en ese momento era un tal Sr Tanaka, encontró que era la mejor idea que se le había pasado por la cabeza y Sakano como siempre obedeciendo en todo llevó a cargo el infantil concurso...
-“¿y tú qué opinas Sakuma-san...?”-Tohma siempre con esa sonrisa.
-“....................”-incómodo silencio por parte del cantante.
-“¿ocurre algo malo Sakuma? llevas toda la mañana sin hablar...”-protestó la tecladista algo histérica, pero lo único que recibió como respuesta fue esa mirada que ponía cuando estaba en el escenario.
-“bueno ya... si estas cabreado te entiendo yo estoy igual, quiero regresar a mi camita calentita y dormir toda la tarde antes de tener que ir a celebrar el cumpleaños de un crío desconocido”
-“........”-suspiro por parte del cantante que se llevaba los audífonos a los oídos para no seguir escuchando los aburridos comentarios de sus compañeros de banda que si no cortaban la mantequilla derretida menos rompían el hielo. Tohma lo miraba de reojo ¿sería que todavía estaba enojado por que lo rechazó esa mañana? sí, tenía que ser eso...
Tohma estaba comprometido con Mika, la hermana de Eiri, este último a quien realmente amaba y no iba a tener una aventura con su compañero de banda aunque el cantante se lo pidiera de rodillas, no era que fuera poco atractivo ciertamente que sí lo era, solo que no podría corresponderle con sentimientos... para Tohma ese hombre tan sensual y poderosamente imponente era lo más parecido a un hermano que pudo tener, una relación de amigos... nada más... Ryuichi Sakuma en cambio pretendía algo más y como le costaba expresar los susurros de su corazón simplemente se quedaba con la rabia contenida o se amurraba encerrándose por horas en el camarín negándose a salir cuando lo llamaban para ir al escenario.
Aquella tarde fue caótica, el cantante estaba de tan mal humor que cuando las esteticistas tenían que maquillar su hermoso rostro salían despavoridas, por que de un solo manotazo tiraba todos los polvillos y los maletines de cremas...
-“¡ya estoy harto... me voy!”-si en ese momento hubiera estado K de seguro lo habría paralizado con su mágnum, pero nadie pudo detenerlo... bueno... tal vez un peluche con el que tropezó cayendo de narices al suelo.
-“¡pero que mierd...!”-su aguda vista se concentró en la culpable bola de peluche rosada que tenía debajo de sus pies... era un conejo y muy bello por cierto, sus ojitos azabache lo miraban como pidiendo perdón.
Tohma, Noriko, el fotógrafo y la periodista de la revista anonadados intentaron contener la risa mientras un joven e inexperto Sakano se desmayaba como de costumbre en un sillón, desde joven que se veía envuelto en problemas de los cuales no tenía ni una mísera culpa, pero donde siempre terminaba haciéndose responsable.
-“¡GOROOO QUE ES LO QUE ACABAS DE HACER NANODA!!!”-era la voz más dulce y estruendosa que el cantante de Nittle graspper había escuchado en su vida, miró de donde provenía y se encontró a un chiquillo de grandes ojos azules tan oscuros como la profundidad del océano... su piel era blanquita y un asomo de rubor hacía juego con el enrrojizado color de su cabello, al fin y al cabo un mocoso tenía que ser... pensaba el pelicastaño tomando al conejo entre sus manos con un deje despectivo aunque no dejaba de sentirse extrañamente atraído por esa inocencia tan especial.
-“es tuyo”-dijo con esa mirada fría y aguda que mostraba en el escenario.
-“¡sí, Sr Sakuma... es de Rumiwa nanoda!”-expresó nervioso y asombrado a la vez... era su ídolo... estaba hablando con su Dios, parecía que estaba soñando... aunque no le gustó la forma como le miraba, sinceramente en ese momento se desilusionó un poco... su ídolo... era un amargado.
-“cuídalo mejor, no querrás que termine en la basura”-dijo dando la media vuelta, pero el chiquillo lo agarró de la camisa suavemente haciendo que se volteara encontrándose con que el peque tenía la mirada empapada en lágrimas, Sakuma abrió los ojos de par en par... era precioso, tanto que le estaba dando miedo sentir más.
-“disculpe Sakuma-san, pero goro... goro-chan... quiere pedirle disculpas”-desconcierto por parte de todos inclusive del líder de Nittle graspper, ese niño tenía que ser bastante ralladito del coco como para seguir en la etapa más infantil de su vida, suspiró, seguramente después de esas disculpas el mocoso lo dejaría en paz permitiéndole regresar a su sobrio y frío departamento.
-“bueno, bueno dile a tu amigo que se de prisa ya que tengo muchas cosas que hacer”-sentenció con agotada paciencia mientras el preadolescente ponía la cara del conejo a la altura de su cara y hablaba como si fuera un peluche parlante.
-“gomennasai... Sr Sakuma, goro no lo volverá a hacer, solo quería divertirse un poco por que estaba muy aburrido esperando que Nittle graspper celebrara el cumpleaños de Rumi-chan, así que gomennasai!!!”-habló el peluche y aunque no quiso admitirlo frente a los demás le pareció irresistiblemente gracioso, hizo una mueca que más de disgusto fue de no puedo más me voy a reír...
Y se rió con ganas, después de mucho tiempo al fin alguien lo había conseguido; Sakano lloraba de felicidad, noriko anonadada también se sentía emocionada y Tohma... él miraba al pequeño estudiándole pues lo que nadie había conseguido en años, ese niño preadolescente sin el mayor esfuerzo había hecho sacarle una risa a ese autoexigente y amargado al que consideraba amigo.
El pequeño sonrió satisfecho mirando como su Dios reía de buena gana, inmediatamente el pelicastaño llamó a Sakano pidiéndole que cancelara la entrevista por que no se sentía cómodo y que mejor se pusieran a celebrar el cumpleaños del muchachito, después de todo había ganado un concurso de conocimientos musicales y relativos a las bandas que dicha compañía había sacado en los últimos doce años lo que hacía del muchachito prácticamente una biblioteca andante sorprendiendo a los empresarios, manager y productores de AIR.
Rato después de una larga charla en el restaurante más distinguido del lugar, le tocaba al niño decidir donde quería celebrar su cumpleaños... y con voz eufórica e infantil dijo... pues dijo...
-“Goro y yo hemos decidido que será...¡¡¡un parque de diversiones donde comeremos helado y subiremos a las máquinas de juego, nos divertiremos en grande NA NO DA!!!”
-“ha... un parque”-noriko hizo una mueca de falsa sonrisa.
-“de diversiones...”-Tohma también trataba de sonreír, pero a esas alturas estaba tan cansado con los ensayos y sus propios problemas personales, que un parque de juegos era el último lugar que deseaba visitar.
-“no me gusta el helado...”-masculló el castaño.
-“¡por favor háganlo muchachos! si no el jefe se enfadará conmigo y me despediraaaa”-decía Sakano llorando a mares tomándose la cabeza a dos manos en clásica señal de desesperación.
-“Sakano-san no se ponga así por favor, nosotros estamos de acuerdo, pero Sakuma-san...”-decía el tecladista rubio de Nittle graspper mientras que Ryuichi Sakuma miraba al kosso con molestia y este inevitablemente sentía el rechazo...
-“goro dice que no importa, si no pueden ir no importa... pero... peroooo... Rumiwa... ¡RUMI-CHAN solo quería pasar un buen momento con ustedes! Rumiwa nunca ha ido a un parque de diversiones... Rumiwa... es...”-habló con vocecita entrecortada y un rubor furioso en las mejillas anunciando las lágrimas que comenzaban ya a caer, Sakuma al verlo sintió como algo dentro suyo se trizaba...
-“este niño es huérfano”-expresó una mujer de cabellos azules que llegaba al lado del muchachito acariciándole la cabeza con amor, seguramente la encargada del orfanato.
-“señorita Madoko ¿que está haciendo aquí no da?”-sus ojos grandes se abrieron del asombro.
-“me enviaron a vigilarte, eres un niño muy travieso y no querían que esta vez causaras más disturbios ¿recuerdas esa vez en el centro comercial cuando te perdiste y todos te andaban buscando hasta las cinco de la mañana? bueno... esta vez me aseguraré de que no pase nada malo... ya sabes si causas problemas te llevo de vuelta”-advirtió la mujer de gafas negras sacando unas esposas...
-“vale”-dijo secándose las lágrimas y sonriendo de oreja a oreja.
Ese niño era inquieto, Tohma de solo verlo se ponía nervioso, en cambio noriko lo adoraba y el cantante... el cantante bueno, lo miraba con curiosidad... conocer a ese hiperactivo muchacho le había despertado algo en el interior, algo que desconocía tener, ese día Ryuichi descubrió que amaba el helado, los confites, los fuegos artificiales y hacer travesuras. Por otro lado había olvidado lo que sentía por Tohma aceptando que solo podía ser su amigo solucionando de una vez el problema de relación entre los integrantes del grupo.