Capitulo 1: De cuando te conoci
Incluso antes de que me dijera su nombre ya sentía que lo conocía….
-Roy….me llamo Roy Mustang, mucho gusto-se presentaba ese alto y elegante moreno de ojos afilados y piel blanca como la leche-ya que te dije mi nombre ¿podrías por favor dejarme pasar?
-Ha…hai, sumimasen-me disculpe tontamente, si, fue tonto impedirle de ese modo el paso, metiéndome en su camino no dejándolo entrar al salón de clases hasta que me dijera su nombre, pero…..en verdad necesitaba saberlo.
Le mire alejarse de mi sin importarme la burla de mis demás compañeros, esa sonrisa…aun recuerdo esa sonrisa…
Diez años atrás….
Un tierno niño de siete años dormía placidamente en su cama, la suave brisa del viento que se colaba graciosa por su ventana mecía de forma leve sus dorados cabellos, abrió los ojos perezosamente parpadeando un par de veces y acostumbrándose a la luz.
Se levanto aun somnoliento y se froto los ojos tratando de despabilar.
-¡Edward ya esta listo el desayuno!
-Hai, ya voy okasa
Estiro sus brazos y se levanto de la cama, camino hacia el espejo mas cercano y sonrió al recordar algo, si, después de todo ese día empezaban sus vacaciones de verano.
Se vistió en cuestión de cinco minutos y bajo corriendo las escaleras, llevaba puesto una playera deportiva roja y una gorra del mismo color con shorts azules de mezclilla remangados en los extremos.
-Edward ya te dije que no corrieras en la casa
-Gomene, ¿podrías ponerme mi desayuno para llevar okasa? Hoy quiero ir al río
-Pero Edward, ¿Qué…?-Trisha suspiro resignada-esta bien, pero no quiero que llegues tarde ¿oíste?
-Hai
Tras haber recibido su respectivo almuerzo salio a toda prisa corriendo por entre las casas en dirección al río, desde siempre ese había sido su lugar favorito para jugar con sus amigos.
-Edward llegas tarde-le reprochaba un pequeño niño rubio igual que el
-Gomene Heid, pero es que me quede dormido y…
-Vale vale, de todas formas debemos darnos prisa, los demás nos esperan
-Hai
Ambos continuaron en dirección al río donde otros dos niños los esperaban.
-Que lentos son
-Es culpa de Edward, se quedo dormido
-Gomene Winly, Alphonse
-Si bueno que se le va a hacer
Los cuatro pequeños se dirigieron corriendo al río, conforme llegaba se iban deshaciendo de su ropa y arrojándose al agua.
-¡¡Siiii!!
Ir a chapotear al río era su máxima diversión, les encantaba nadar y mojarse entre ellos, y ahora que se encontraban en vacaciones podían hacerlo con libertad.
Al cabo de un rato almorzaban juntos cerca del río, los cuatro aun en ropa interior, aquellos niños eran el típico grupo de amigos de primaria que gustaba de divertirse sanamente con actividades que a muchos quizás les parecieran bizarras o infantiles, pero al fin y al cabo eso eran, niños.
-Ne miren esta mañana le robe a mi hermano mayor una revista para adultos-decía uno de ellos sacando una revista en efecto de material para adultos
-Haber enseñándolas
-Si yo quiero ver
La revista les fue mostrada, todos ellos mostraron reacciones diferentes.
-Aght ¿Cómo pueden hacer eso sin que les duela?
-Se ve tan asqueroso
-A mi me daría pena
-Que inmaduros son, ahora se quejan pero cuando sea grandes…
-Ah cierto, es como en la escuela, todas las niñas que conozco andan loquitas por ese niño nuevo de preparatoria
-¿Quién? ¡ah si ese tal Roy! ¿no?
-Si, no se que demonios le ven
-No te hagas, si tu mismo dices que es genial
-Me cae bien pero hasta ahí, Winly ¿Qué dices tu?
-¿Qué cosas dices? Pero si esta lindisimo, en especial esos ojos que tiene, hacen que te derritas en cuanto te mira
Edward pestañeo un par de veces, el tema de Roy Mustang había salido por accidente, pero ahora que recordaba en efecto ese chico de preparatoria era muy popular en toda la escuela, y eso que ahí juntaban a los de tres ciclos escolares y aun así no había nadie que no lo conociera, todas las niñas enamoradas de el, y todos los niños queriendo ser amigos de el, es que su presencia simplemente era agradable, no, agradable no era la palabra adecuada, Roy Mustang era de esas personas que atrae a la gente de una manera casi mágica. Desvió la mirada entonces, ¿acaso el era el único que no sentía eso?, la verdad que a el le daba igual si cuando pasaba a su lado no le volteaba a ver o le dedicaba un “que hay”, como sus amigos que se esforzaban en llamar su atención para tener algo de lo cual presumir, de cierto modo, se podía decir que odiaba a ese tal Roy Mustang, por hacerles hacer a las personas cosas bobas para ser sus amigos.
Empezaba a atardecer y Edward se despedía de sus amigos, el pequeño río mas bien parecía un canal que pasaba bajo un pequeño puente, quedaba de bajada después de una amplia zona verde, las casas quedaban sumamente cerca de ahí. Camino un par de calles hasta que detuvo su camino súbitamente.
-Diablos, olvide mi gorra
Lo pensó unos momentos para decidir si regresar por ella o no, después de todo era tarde y su madre le había dicho claramente que no debía llegar tarde, aun así aquella era su gorra favorita. Salio corriendo de vuelta al río, arrojo su mochila cerca del puente y empezó a buscar su tan preciada gorra.
-No esta….no esta….-se decía Edward así mismo resignado, de pronto fue sacado de sus pensamientos por un pequeño silbido, giro su cabeza hacia un árbol que se hallaba cerca, ahí yacía un apersona recostada bajo la sombra de este con su gorra roja perdida cubriéndole el rostro, Edward se acerco a el entonces.
-Mi gorra…-hablo Edward llamando la atención del chico, lentamente este fue levantando la visera con una mano dejando ver su rostro al chico rubio y mirándolo con atención
-Ah…..esto-pregunto el chico aun con la gorra en sus manos-la encontré aquí hace nada
Edward quedo viéndolo, aquel chico era….Roy Mustang, el chico del que el y sus amigos habían estado hablando hace unos momentos, 17 años y estudiante de segundo de preparatoria, el novio ideal de toda chica y el amigo ideal de todo chico, la persona que empezaba a ganarse su odio.
-Es mía, la perdí hace rato-contesto Edward así sin mas, el no estaba interesado en mostrarse cool ante ese chico moreno, no le interesaba en lo mas mínimo que la gente supiera que se lo había encontrado a solas en el río para poder presumir, no, el solo quería su gorra para no tener que hacer ningún tipo de trato con el nunca mas.
Roy se incorporo y camino hacia el pequeño rubio, la diferencia de estaturas era sumamente notable, Roy quizás midiera como 1. 70 y Edward apenas si alcanzaba el 1.42 de estatura.
-Toma, pensé en arrojarla al río por un momento o usarla como plato de comer para mi perro
Edward se molesto ante el comentario y tomo su gorra arrancándola de las manos del moreno de forma brusca.
-Arigato….nos vemos….
El pequeño rubio empezó a caminar muy digno, Roy le observo unos instantes mientras se retiraba para después acercarse y coger su bicicleta, pero entonces el rubio se detuvo en seco.
-¡Demonios ya es tarde, mama me matara!
Ante semejante grito el moreno le volteo a ver.
-Te puedo llevar si quieres-ofreció Roy seriamente
-No gracias, creo que puedo irme yo solo
-¿Tendrás problemas si llegas tarde no?, además me queda de paso, vamos
Edward le miro con extrañeza, hubiera preferido no aceptar, pero todo fuera por evitar un regaño seguro.
-Arigato…-fue lo único que pudo decir en señal de que aceptaba la oferta
Roy le miro atentamente, su mirada era entre extrañeza y expectación.
-Sube al asiento de atrás, te llevare súper rápido
-Hai
La bicicleta del moreno en efecto portaba atrás un pequeño espacio que bien podría utilizarse como maletero o en su defecto para que alguien fuera ahí montado.
Edward se sentó pasando una pierna de cada lado de la bicicleta y se aferro a la cintura del moreno.
-Sujétate
-Hai
Roy empezó a pedalear, primero lento y luego con forme iban recorriendo las bajadas iba acelerando y yendo mas rápido. Para esas horas de la tarde el viento soplaba con fuerza, golpeando de lleno en el rostro de Ed, la suave brisa llevaba hacia su nariz un suave aroma a melón, quizás alguien de por ahí estuviera comiéndolo, no, de echo ese aroma provenía del moreno, ese dulce aroma a frutas lo despedía el, Edward acerco disimuladamente mas su rostro a la espalda del moreno tratando de conformas sus sospechas, si, en efecto era Roy quien olía a melón.
-¿Es aquí cierto?-pregunto Roy deteniéndose frente a una pequeña casa en tonos beige
-Si aquí es, ¿Cómo sabias que vivía aquí?
-En una ocasión te vi. entrar aquí, desde entonces lo recuerdo
Edward quedo estático, el moreno le había visto entrar una vez y desde entonces lo había recordado, que memoria tan buena.
-Muchas gracias-agradecía Edward mientras se bajaba de la bicicleta, Roy por su parte revisaba que su transporte no tuviera las llantas desinfladas o algo así, Edward le veía con extrema atención, examinando cada uno de sus movimientos y gestos en el rostro, el moreno, parecía tan despreocupado, tan relajado, por un momento dudo que se tuviera que esforzar en la escuela para mantener su imagen de chico popular, quizás….quizás la popularidad lo había buscado a el, no el a la popularidad.-¿seguro que no tendrás problemas por haberme traído-volvió a preguntar el rubio
Roy le volteo a ver curioso entonces.
-Descuida, el viejo me sermoneara pero ya estoy acostumbrado-decía Roy con una sonrisa que en esos momentos provoco estragos en el interior del pequeño rubio, ¿Cómo alguien como Roy podía sonreír de esa forma tan hermosa, tan cautivante, tan…honesta?, por un momento el tiempo se detuvo, sintió entonces que se había enamorado de esa sonrisa-nos vemos-se despedía el moreno y Edward no pudo evitar observarlo hasta que se hubo perdido de vista
-Nos….vemos….
Ese día algo en el corazón del pequeño Elric había cambiado para siempre, el aun ignoraba que esa sonrisa se convertiría en algo sumamente necesario para el, algo de lo que su vida haría una necesidad
Diez años después…
Incluso antes de que me preguntara mi nombre, estaba consiente de que ya me conocía
-Roy….me llamo Roy Mustang, mucho gusto-le conteste al chico rubio que me había impedido el camino al salón de clases-ya que te dije mi nombre ¿podrías por favor dejarme pasar?
-Ha…hai, sumimasen-se disculpo tontamente, fue en extremo atrevido que frente a todos hiciera semejante cosa, las personas a su alrededor se empezaron a burlar
Sentí su mirada mientras me alejaba de el, esos ojos….aun recuerdo esos ojos…
Continuara….
Notas: jaja este inicio es parecido al de un anime llamado bokura ga ita verdad? Pero descuide la trama no tendrá nada que ver, espero les haya gustado este primer chap, la duración del fic estará apegada a mis cambios de humor, podrían ser dos capítulos o podrían ser cinco o diez, no puedo asegurar nada je, pero bueno lo que si puedo asegurarle es que será muy triste y melancólico, se me han estado ocurriendo unas cosas que para que les cuento, los veré en unos diez días espero ok? Besos!!
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