Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De tu querido niño... por ELYON Y MARIETH

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, como el nick dice entre Elyon y yo (Marieth) les hemos traído este pequeño fic. Recuerden que FMA no nos pertenece sino a Hiromu Arakawa

Notas del capitulo:

Pues chicas solo esperamos que les guste...

NOTAS: Lo que está en letras negritas es lo que narra nuestro querido Roy n.n

Aun sigo esperando….esperando a que pase….

-Cariño ¿me compras un helado?
-Claro que si encanto… ¿de que sabor lo quieres?
-Etto…moo no se cual elegir, es que hay tantos...

Mire a aquella pareja con odio, su felicidad es lo que me irrita, me encogí de hombros y apreté los puños, aun no concibo que no quieras verme, aun no me hago a la idea de que no quieres volver a saber de mi, ¿Por qué? Explícame en que me equivoque, ¿acaso esta mal que quiera cuidar de ti? ¿Qué quiera alejarte de esas personas que solo buscan separarnos?

-No vendrás….de nuevo….no vendrás….-susurre para mi mismo mientras mordía mi labio inferior, mi frustración crecía segundo a segundo, ¿tanto me odias? ¿Por qué no entiendes lo mucho que te amo? ¿Cuándo entenderás lo mucho que me necesitas?, estuve a dos segundos de ponerme a patear la banca cuando…

-Edward…. ¿que haces aquí?

Levante poco a poco la mirada, escuchar esa voz me alegro en el acto, de un momento a otro toda mi ira desapareció.

-Roy…-murmure con alegría-...¡¡Roy!!-volví a repetir lanzándome a tus brazos-me aferre a tu cintura y hundí mi rostro en tu pecho tan calido y varonil-que alegría, pensé que no vendrías de nuevo, eres malo, te he esperado por mas de cuatro horas

Entrecerraste los ojos y me viste seriamente.

-¿Cuatro horas?.... ¿de verdad me has esperado por cuatro horas?-me preguntaste, el tono de preocupación de tu voz me hizo sentir sumamente bien, como si te preocuparas por mi y te sintieras culpable por no haber llegado antes, quise sentirme importante unos momentos mas y deje escapar dos lagrimas de mis ojos, seguro que esto me dará una mejor apariencia de niño desprotegido

-Perdón si te molesto….pero….tan solo quería verte…-te dije con voz entrecortada y mi seño fruncido a punto deponerme a llorar.

Tan solo me acariciaste la cabeza y secaste con dos dedos las lagrimas de mis ojos, levante la cabeza para poderte ver, me encanta ese rostro que pones cuando te sientes culpable, y es que no importa cuantas veces digas que no quieres volver a verme, siempre termino haciéndote ceder, eres tan inocente y tan tierno que no quieres hacerme daño, aun si es por remordimiento, tu seguirás estado a mi lado…

……de eso me encargo yo….

Al cabo de un rato me fui contigo a tu apartamento, tenias mucho trabajo pero aun así accediste a llevarme, una inocente sonrisa que no alcanzaste a ver se asomo por mi rostro, de nuevo me había salido con la mía, solo yo puedo acaparar tu atención.

Mientras trabajabas en la computadora yo me encargaba de hacerte algo de comer, tu te hallabas sentado en la sala, por lo visto bastante concentrado en lo que hacías, te mire un par de segundos, el estar así contigo no me es suficiente, necesito mas….

-¡¡Aaahh!!-me queme, había dejado caer el sartén quemándome la mano
-¡Edward!-dejaste de lado la laptop y corriste a ayudarme, yo me había arrodillado en el piso besándome la mano quemada, la tomaste y verificaste que no hubiera sido nada grave-Edward mira que eres descuidado
-Lo…lo siento…-conteste inocentemente
-Ven, te pondré un poco de desinfectante

Me tomaste de la muñeca para guiarme, lo que tu ignorabas es que este accidente había sido a propósito, deje caer el sartén con intención por que se que el pequeño botiquín lo tienes en tu habitación, quería que me llevaras allá, quería estar solo contigo…

Te acercaste al armario y lo sacaste, yo me senté en la cama esperando te acercaras a mi, te sentaste a mi lado y me aplicaste un poco de pomada para después ponerme una gasita.

-Listo…ya esta ¿ves?-me dijiste con una tierna sonrisa, me encanta tu inocencia de no saber que lo hice a propósito-regresemos, aun tengo trabajo y….-trataste de hablar pero logre callarte con un beso, mi acto te sorprendió un poco y me miraste sorprendido cuando me separe de ti-...espera Edward en estos momentos no puedo estar contigo, tengo demasiado trabajo
-Por favor…solo 10 minutos….por favor…-te susurre al oído mientras me aferraba a tu cuello, no podrás negarte lo se, aun te remuerde la conciencia haberme visto ahí esperándote por tanto tiempo, y yo no te quitare esa culpa por que me beneficia, así logro que hagas lo que quiera, incluso dejar de lado tu urgente trabajo y atenderme.

Dos horas después te encontrabas desnudo y profundamente dormido debajo de las sabanas, ¿ves? Siempre terminas haciendo lo que quiero que hagas, el manipularte se ha convertido en mi arte, pero, que sepas que lo hago por tu bien, tu no necesitas a nadie mas, solo…..me necesitas a mi, y yo te cuidare.

Seguía contempladote cuando escuche el sonar de tu celular, estaba en el buró que se hallaba de tu lado de la cama, lo mire molesto, maldito aparato, no iba a permitir que interrumpiera este mágico momento, iba a cogerlo para apagarlo cuando despertando te adelantaste y lo cogiste tu primero, frotaste tus ojos somnoliento antes de contestar.

-¿Diga?...ah Riza…-estruje las sabanas al oírte pronunciar ese nombre-…descuida voy para allá…hai…te veo entonces...-colgaste y te incorporaste hasta quedar sentado en la cama.
-¿Roy que pasa?
-Debo regresar a la oficina, al parecer llegaron los contratos y deben estar listos para mañana
-¡Pero….! ¿Ahora?..
-Hai, lo siento…

Comenzaste a vestirte para salir, mi corazón latía agitadamente, no quería que te fueras, tú debías quedarte a mi lado.

-Roy...
-Volveré al rato, puedes quedarte si quieres-me dijiste sin darme tiempo a objetar nada mas, lo ultimo que supe es que te habías ido.

No supe cuanto tiempo exactamente había pasado desde que te fuiste, me acerque de nueva cuenta a la ventana para ver si veía acercarse tu auto, de nuevo nada, estabas tardando demasiado, comencé de nueva cuenta a recorrer la habitación, en ese cuarto solo éramos el sonido de las manecillas del reloj y yo, las que por cierto ya empezaban a desquiciarme, solo me hacían recordar lo mucho que tardabas y el echo de que hubieras preferido ir a ver a esa en ves de quedarte conmigo.

Pasaban los minutos, parecían una eternidad, a cada segundo mi enojo crecía, ¿Qué podía estarte demorando tanto?, el echo de que te hubieras ido con esa rubia oxigenada me ponía de los nervios, empecé a golpear la pared para tratar de desahogarme, incluso llegue a ritmizar los golpes que daba con el sonido de las manecillas del reloj, cada vez golpeaba mas fuerte, todas y cada una de las malas ideas sobre lo que podrías estar haciendo vinieron a mi mente, si tardabas un minuto mas seguro me volvería loco.

Levante el rostro cuando escuche el sonido de la puerta abrirse, de inmediato me arremoline entre las sabanas acomodándome de tal modo que pareciera que llevaba rato dormido. Escuche como entrabas a la habitación y luego el sonido de tus zapatos de piel acercarse lentamente hasta donde supuestamente dormía, sentí la opresión en la cama señal de que te habías sentado a mi lado, luego tu mano sobre mi hombro y tu calido aliento repegado a mi oído.

-Edward… ¿estas dormido?.... ¿Edward?..-me llamaste, pero yo fingí un sueño profundo, me pareció una broma apropiada hasta que algo me hizo salir de mi fantasía.
-¿Esta dormido?-pregunto una voz de mujer y yo abrí los ojos impactado
-Hai, vayamos abajo a terminar con los contratos

Escuche como ambos salían del cuarto y bajaban a la sala, me descobije y gire a ver por donde se habían ido, sus voces se escuchaban distantes, no podía concebir que hubieras traído a esa mujer aquí, lance lejos las sabanas y sigilosamente abrí la puerta, baje las escaleras y me acerque un poco al cuarto donde ustedes se encontraban, parándome muy cerca de puerta apoyado en la pared para poder oír lo que decían.

-¿Has terminado con esos verdad?
-Hai, solo faltan los contratos, revísalos onegai

Entrecerré los ojos, me molestaba la confianza con que esa mujer te hablaba, como si te conociera de toda la vida, no tiene derecho a tomarse esas libertades contigo.

-Roy…-empezó a hablar de nueva cuenta esa fastidiosa mujer-… ¿que hace el aquí?...

Se hizo un espantoso silencio, o solo por que tú detuviste tu intento por tomar unos documentos, si no por que yo no di crédito a la insolente pregunta de esa mujer, ¡esa perra! ¿Quién se cree para venir a reclamar por algo de lo que no entiende?

Note como te habías quedado callado... ¿por que no le respondes?, córrela de una buena vez de aquí, échala a patadas y dile que no vuelva a meterse en nuestra vida ¡díselo!

-Lo encontré esta tarde en el parque, me estaba esperando….-le dijiste y después continuaste con tu apilamiento de papeles
-Creí que lo habías terminado…

De nuevo esa insulsa mujer metiendo sus narices donde no la llaman, de nuevo permaneciste callado ante el comentario, me asome de reojo a verte, parecías pensativo, Roy…. ¿por que pones esa cara de preocupación?.... ¿por que no le respondes y le dices que jamás me dejaras? Esa mujer suspiro y se volvió a dirigir a ti.

-Roy ¿Cuándo terminaras de una vez con esto?, sabes que ese niño tiene problemas psicológicos, recuerda lo que hizo la ultima vez, tapizo las paredes en la oficina de Schiezka con insultos escritos en aerosol solo por que te vio platicar con ella y quitarle una migaja del rostro

Es cierto, pero esa perra mal parida se lo merecía por andar de ofrecida con Roy, le escribí cosas que la describían a la perfección, al menos desde ese entonces ya no se le acerca a mi novio, si no mas recuerdo fue su culpa que Roy se enojara conmigo ese día, que me dijera que era un celoso obsesivo y que ya no quería volver a verme nunca.

-Tu no entiendes Riza…soy lo único que Edward tiene
-No estés con el por compasión Roy, ¿no ves que ese niño te manipula?, su apariencia de niño bueno es solo eso, apariencia, es un enfermo y necesita ayuda

¡Maldita, maldita entrometida!, apreté mis puños furioso y mordí mi labio inferior tan fuerte que lo hice sangrar, estaba sintiendo una enorme rabia contra esa rubia del demonio.

De nuevo te quedaste callado y esa entrometida rubia suspiro resignada.

-Como quieras Roy, no digas que no te lo advertí, ¿puedo pasar a tu baño?
-Hai, esta arriba ya sabes

Me escondí entre la sombra de las escaleras viendo como esa rubia subía al baño, ¿Por qué piensa que puede separarnos a Roy y a mi?, entrecerré mis ojos con malicia, solo hay una forma de tratar con los entrometidos.

El grifo del agua se abrió seguro se estaría lavando las manos, camino hasta las escaleras lista para bajar.

-Riza….-te llame y tu volteaste curiosa a verme...
-Edward me asustaste, pensé que dormías
-Jeee, y yo pensé que ya habías entendido que no debes meterte entre Roy y yo-me miraste sorprendida, fue entonces que me acerque a ti y te empuje, jamás olvidare esa mirada incrédula y de terror que pusiste antes de sentirte cayendo las escaleras, te dirigí un gesto de indiferencia, si te morías que mejor por mi.

En cuanto Roy escucho el golpe salio corriendo en tu ayuda.

-¡Riza…Riza!-asomado tras la pared vi como la sujetaste entre tus brazos intentando que te respondiera, solo que esta vez no sentí celos, era como verte abrazar a un cadáver.

Esa noche te encontrabas inconsolable, habías perdido a tu amiga de toda la vida, te hallabas sentado en la pequeña e incomoda banca afuera de la sala de urgencias, nos acababan de dar la noticia, Riza estaba muerta, y tú te mantenías con las manos juntas y el rostro hundido entre ellas. Me acerque a ti y pose una mano sobre tu hombro.

-Tranquilo Roy….yo estoy contigo, me tienes a mi…

Tembloroso tomaste mi mano entre las tuyas y empezaste a llorar, me agache hasta ti y te abrace acurrucándote en mi pecho, si, me tienes a mí, no necesitas a nadie más….

El día del funeral de Riza fue como lo esperaba, deprimente, justo como debe ser el ambiente siendo que despedimos de éste mundo a una enorme arpía ¿qué ganaba con meterse con mi Roy? Merecía sufrir más por querer arrebatarme lo que por tanto tiempo he protegido. La mujer esa no tenía familia, por eso trataba de quitarme a Roy, para no sentirse sola… pobre idiota, que se entere de una buena vez que su destino era refundirse en la soledad, ya ve lo que le pasa por meterse con lo ajeno.

Algunos de los dolientes se acercaba a Roy para mostrarle su apoyo… no me gusta, no me agrada que esos lo toquen, él me pertenece y no puedo permitir que lo alejen de mi, el hecho de darle el pésame es sólo un pretexto para tocarlo y sentir su piel; ellos saben que esa piel solo la tocaré yo, por eso lo hacen. Un hombre de lentes y barba se acercó a mi moreno para darle sus condolencias con un abrazo, no lo pude soportar más y lo aparté de un empujón haciéndolo caer al suelo, jale a Roy y me lo llevé hacia su auto, ya ahí tuvimos una pequeña e insignificante plática.

-¿¡¡Qué demonios te pasa!!? ¡¡Maes sólo quiso darme su apoyo por perder a mi mejor amiga y tú lo empujas!!
-¡Tu no entiendes, yo se lo que es mejor para ti, compréndelo! –Dije para besarlo de forma casta y sencilla, él me separó con semblante molesto, entró luego en su automóvil, yo lo seguí y nos fuimos del lugar, se le notaba molesto aún incluso cuando hubimos llegado a su apartamento, entró en su habitación y se dejó caer en la cama de manera pesada, simplemente lo seguí y me senté a su lado.

-Se que estas triste, te comprendo, pero las cosas pasan por una razón –Si, la razón es que esa desgraciada se interpuso entre nosotros –Pero ya no sufras, la has perdido a ella, pero aún sigo yo, aquí contigo, nunca nos separaremos, te lo juro –Estabas tan dolido que no tardaste en llorar sobre mi hombro, aproveché el momento para besar tus ojos limpiando las lágrimas que sólo deberías de derramar por mi, por mi sufrimiento.

Mis labios buscaron los tuyos, mismos que respondieron a los mimos que les proporcionaba, mis manos se pasearon por tu fuerte espalda, la ropa me estorbaba, así que comencé a quitártela poco a poco; tu mismo fuiste respondiendo a mis caricias… ¡Ah Roy, solo yo se lo que te conviene! Eres mío, compréndelo de una buena vez, las caricias que me proporcionas no podrás dárselas a nadie más porque me amas con la misma intensidad que yo, no estas por lástima conmigo como aquella mujer decía, eso lo se con certeza.


ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº


De nueva cuenta termino entre tus brazos, no se por qué sigo a tu lado si cuando respondo a tus caricias es como encadenarme de por vida a tu mano. Por favor comprende que ya no quiero sentirte a mi lado, encadenarme a una vida solitaria por tu culpa, estar solamente contigo amarrado de una cadena que por mi estupidez sigo haciendo cada vez más fuerte.

Tus gemidos aceleran mi corazón sin poderlo evitar, tu cuerpo desnudo es como el de un demonio que me tienta y me sumerge en un profundo infierno… eso eres, un demonio de piel tostada y ojos brillantes como el oro, los toques de tus manos me embriagan, tu aroma llena mis sentidos. No puedo hacer otra cosa que no sea poseerte, se que es idiota que me queje de no poder alejarte de mi siendo que sigo adicto a tu cuerpo.

La mañana llegó y aun sigo junto a ti, tus pequeños brazos me apresan y atraen a tu cuerpo, como puedo deshago el agarre que sostienes sobre mi para salir de la habitación ya vestido, pienso salir, alejarme de ti para pensar sobre el futuro… uno en el que ya no estés.

Estaba en la sala cuando sentí mi celular vibrando en mi bolsillo, vi el número en el identificador de llamadas, Maes. Contesté de inmediato, necesito alguien con quién hablar, alguien que me aconseje como salir de esto.

-¿Diga?
-Roy ¿cómo estas, ya mejor?
-Si gracias. Maes, lamento mucho lo que pasó ayer con Edward, no pensé que se pondría así contigo –Dije con la cara ardiendo de vergüenza, después de todo yo lo había llevado al funeral de Riza, él de verdad que no tenía nada que hacer ahí.
-No te preocupes, no fue nada.
-Maes, podríamos vernos, necesito hablar con alguien, pero ya no puedo hacerlo con Ed.
-Se a lo que te refieres, si gustas podemos vernos en la cafetería del centro en media hora.
-Ahí estaré, nos vemos –Dije para luego colgar.

Me arreglé un poco y salí del apartamento dejando solo a Edward, se que al regresar estará hecho un mar de lágrimas… no se si podré soportar ésta vida, pero debo hacerlo, es lo que me he buscado cada vez que lo he recibido de nuevo a mi lado.

Llegué al lugar acordado cinco minutos antes de la hora en la que quedé con mi amigo, el lugar era uno pequeño, pero no por eso menos acogedor, la joven empleada me tomó la orden en lo que esperaba a Maes. La música suave y de sonidos armoniosos me hacía recordar a Riza, su vida no debió terminar de aquel modo… la joven llegó al poco tiempo con el café que le había pedido, a penas le iba a dar un sorbo cuando llegó Maes, al instante se sentó frente a mi.

-¿Qué es lo que te pasa amigo?
-Me siento solo, Riza era la que me aconsejaba, la que me apoyaba cuando no podía conmigo ¿qué haré ahora?
-¿Qué no tienes a Ed para eso? Él es tu pareja, al que tú escogiste para ser tu apoyo ¿acaso me equivoco?
-Ya no puedo hablar con él de esas cosas sin que me diga que lo estoy cambiando por alguien más, ya no me tiene confianza.
-¿Ya no? ¿De verdad alguna vez te la tuvo? Que yo recuerde él siempre estuvo sobre ti, sacándote de las juntas, vigilando tus horarios ¡hasta parecías su perro! Y tú como si nada dejabas que te jalara la cadena e ibas a su lado sin replicar ¿eso es vida para ti Roy? –Dijo interrogándome hasta con la mirada.
-Tiene miedo a que lo deje, es un poco inseguro y un tanto celoso, pero no lo puedo culpar, tan solo es un niño solitario, necesita un poco de comprensión y cariño.
-Estas mal amigo, él está enfermo, esos celos no son “un poco de inseguridad” como tu los llamas, eso ya es un problema serio que puede empeorar si no le pones un alto, él no estará contento hasta que no te tenga para él solo sin importarle lo que tenga que hacer. ¿Te sientes bien siendo controlado?
-… no, pero es que ya no se que hacer con él, me siento un monstruo al verlo llorar por mi culpa –Dije cubriéndome los ojos con una mano, de verdad que ya no se que hacer con mi vida, estoy confundido.
-Piensa bien las cosas Roy, yo no soy quien para decirte lo que tienes que hacer con tu vida, pero ten en cuenta una cosa, si Edward te quisiera te dejaría ir si ya no te sientes a gusto con él, cuando amas a alguien haces cualquier cosa por esa persona, incluso dejarla ir. –Maes se levantó y puso una mano en mi hombro en señal de apoyo, levanté la vista para ver sus ojos llenos de comprensión y calidez, la misma mirada que me solía dar Riza cuando ya no podía –Hay veces que está bien ser egoístas, pero hay que saber el momento en el que es correcto serlo.

Maes se fue dejándome ahí con mis dudas, aunque lo que había dicho me había aclarado algunas cosas… de verdad necesito aclarar mi situación, poner algo de orden a mi vida. Pagué la cuenta y me dirigí de nueva cuanta a mi apartamento, ahí podre ver que tanto de lo que dice sentir por mi es cierto.

ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº

Después de despertar y no ver a mi amado conmigo en la cama me preocupé, pero me calmé al escuchar su voz… estaba hablando con alguien por teléfono, no pude saber mucho de la conversación, lo único que pude captar es a Roy diciendo que ya no podía confiar en mi, que ya no podía hablar conmigo… eso no es cierto amor, yo estoy aquí para ti, así como tu estas solo para mi, entiende eso de una vez, no seas tonto y deja de engañarte pensando que necesitas de otras personas a parte de mi.

Dijo algo de encontrarse con el tal Maes Hughes en una cafetería, lo seguí sin que se diera cuenta de que lo hacía, cuando llegó lo vi muy pensativo ahí en la mesa, pobrecito mío, me gustaría abrasarte y decirte que todo estará bien en tanto me tengas a tu lado, pero debo abstenerme de momento, quiero saber lo que ese hombre te dirá, ver si necesito alejar las malas influencias de ti.

Escuchaba palabra por palabra de lo que decían, de verdad que me sorprende lo que dices de mi, no puedo creer que pienses que estas conmigo por lástima… bueno, eso no me importa mucho si estas a mi lado, lo que de verdad me pone furioso es escuchar a aquel tipo sugiriéndote que me dejes solo, que me abandones… él no sabe nada, no tiene derecho a meterse en lo que no le importa… lo pagará caro.

Salí antes que tu, pude darme cuenta que ese infeliz traía auto, me acerque a el, con tanto entrometido que se acerca a nuestras vidas me he hecho todo un maestro en esto, me las ingenie para abrir el cofre del auto, después de todo este auto no necesita frenos ¿o si?, sonreí de forma inocente para volver a cerrar la puerta.

Regrese al departamento como si nada a esperar el regreso de Roy, prepararle una rica cena y todo, después de terminar la comida me metí a dar un baño, quería estar arreglado para el, me arregle como nunca, me puse esa camisa de seda que me regalaste una vez en color blanco, un pantalón negro de vestir y mi cabello esta vez no lo entrence, se que te gusta que lo lleve suelto así que solo me puse un lacito color rojo dejando que la mayoría resbalara de forma graciosa por mis hombros, prendí un par de velas y espera tranquilamente a que llegaras.

Las horas pasaron y tú no dabas señal de vida por lo que empecé a preocuparme, me senté en uno de los brazos del sillón cuando por fin oí la puerta de la entrada abrirse, mi corazón latió de alegría, me acerque a ti corriendo y me colgué a tu cuello.

-Bienvenido amor…-deposite un beso en tus labios y te jale del brazo para indicarte el camino al comedor.


ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº


Me había ido a caminar después de hablar con Maes, necesitaba aclarar mi cabeza, no se cuanto tiempo exactamente estuve paseando por las tiendas departamentales, mientras lo hacia me encontré con varias parejas, así es como se suponen que deben verse las parejas normales ¿cierto?, felices y dichosas, pero yo no puedo sentir eso cuando estoy con Edward, por el contrario creo que me siento tenso y presionado cuando estoy con el, estar cerca de el me hace daño, Maes tiene razón, ya no puedo seguir a su lado, esto debe terminar, solo espero que Edward lo comprenda.

Llegue a casa, las luces estaban apagadas, mi vista empezaba a acostumbrarse a la falta de luz cuando sentí entonces que alguien se aferraba a mi cuello.

-Bienvenido amor….-me recibió Ed en la entrada, sin darme tiempo a nada me guió hasta el comedor, el chico había preparado una enorme cena para mi, entrecerré los ojos, Edward no me estaba haciendo nada favorable la situación.

Los minutos pasaron y nuestra comida por fin termino, lleve la copa de vino hasta mis labios, aballestado evitando la mirada de Ed durante todo ese rato, era cuestión de tiempo para que el lo notara.

-¿Roy ocurre algo?-me pregunto un tanto angustiado, lo mire solo unos instantes y de inmediato volví a desviar la mirada

-Nada, ¿por?

-Te noto extraño y…-Ed no pudo terminar la frase cuando mi celular sonó, lo cogí y trate de identificar el número pero no pude, opte por contestar.

-¿Bueno?...-abrí los ojos desmesuradamente, se me informaba desde el departamento de urgencias del hospital central que Maes Hugues había sufrido un accidente automovilístico y mi teléfono era al único al que se pudieron comunicar.

Edward insistió en acompañarme hasta allá, en cuanto llegue se me informo que Maes no estaba en peligro de muerte, sin embargo si había sufrido algunas lesiones en una pierna y un brazo además de golpes en la cabeza, fui yo quien paso a su cuarto, Ed permaneció afuera.

Aquella habitación olía a medicina, me acerque a Maes, ¿Qué ocurre? Primero Riza y luego Maes, ¿Por qué le pasa esto a la gente que estimo? Al rato sucederá que será Edward el accidentado, no…mejor ni lo pienso.

-¿Roy?-escuche la voz de Maes desde la cama, me acerque a el, no creí que estuviera consiente.

-Aquí estoy Maes-me senté a su lado y le sujete la mano-¿como te sientes?

-Como su hubiera chocado...-bromeo mi amigo- ¿viniste solo?

-No, Edward esta afuera

-creí que terminarías con el Roy

Entrecerré los ojos, es cierto, se suponía que, pero no tuve el valor, jamás lo tengo.

-Tu solo preocúpate por recuperarte, ¿Qué paso?

-Un problema con los frenos, al parecer es como si alguien hubiera trozado los cables

-Eso se oye grave ¿Quién pudo haberlo echo?

-Roy… ¿Edward estaba en tu apartamento mientras estuvimos hablando verdad?

-Por supuesto que si, ¿Por qué preg…? A…aguarda, ¿no estarás sugiriendo que fue Edward quien lo hizo verdad? Dime que no Maes

-Roy ese chico tiene algo mal en su cabeza, te lo digo como amigo y como psicólogo, además varias veces Riza me contó sobre lo que hacia, se me hace extraña coincidencia que Riza haya muerto en tu casa Roy.

Aquellas palabras que Maes me estaba soltando así como así tenían un enorme peso en ellas, aquella era una acusación muy grave, no pude soportar eso y abofetee a Maes.

-Basta, no quiero que lo vuelvas a decir, Edward es impulsivo y a veces celoso y un poco posesivo pero el jamás seria capaz de algo tan grave como lo que dices, a el le simpatizaba Riza y si no se preocupara por ti no habría venido acompañándome para verte no te perdono que le acuses de semejante barbaridad

Maes me miraba sorprendido, seguro no se espero que le golpeara y mucho menos que le dijera aquello, pero es que de verdad que no creo que Edward sea capaz de semejante cosa, ¡es tan solo un niño por dios!, un niño indefenso al que por un momento estuve a punto de abandonar, eso es imperdonable…

Edward y yo regresamos a casa, durante el trayecto estuvimos en extremo callados, para cuando llegamos al departamento ya había anochecido.

-Te preparare algo de cenar Roy...-me dijo Ed y se dirigió a la cocina, le mire nostálgico, ¿y si escucho lo que Maes y yo hablábamos y por eso esta tan serio? Me dirigí hacia la sala y me senté en el brazo del sillón, es una mala maña que tengo y que jamás se me quitara, quede pensativo unos momentos, quizás la razón por la que no he terminado con Edward no es por cobardía, quizás es que de verdad necesito de el, en cierto modo me gusta que se preocupe por mi, que vele por mis necesidades, es solo que yo no estaba acostumbrado a estar con alguien y me sentía incomodo, siempre he vivido solo y llegue a ver en cierto momento a Edward como una carga, pero en realidad no es así. Sonreí ante eso, era la primera vez que me daba cuenta, quizás…quizás le pida a Ed que se case conmigo, si, creo que eso me agradaría.

Seguía con mi sonrisa para mi mismo cuando sentí a Ed acercarse.

-¿Tan rápido terminaste la cena Ed?... ¿Ed?..-volví a preguntar al no recibir respuesta, gire el rostro, lo enfoque sosteniendo un cuchillo de cocina en alto...-¡Edward!-le grite y me deje caer al suelo antes de que este lograra golpearme con el filoso objeto, abrí los ojos sorprendido mientras yacía en el piso a los pies de Ed..-¿Qué demonios haces Ed? ¡Pudiste lastimarme!

-Tu quieres dejare…-me dijo en voz baja-… ¡Tu vas a dejarme!..-me grito y se abalanzo sobre mi, alcance a arrojarme al suelo y a esquivar de nueva cuenta su golpe, o bueno casi, alcanzo a rasgar mi pierna por debajo de la rodilla

-¡Arg!-me queje al sentir el daño, abrí los ojos y trate de incorporarme, retrocedí pero me encontraba esquinado a la pared-Edward no hagas esto, deja ese chichillo por favor

-No, tu vas a dejarme, te escuche cuando hablabas con ese tal Hugues, maldito ese bastardo debió haber muerto, no se como demonios se salvo

-¿Qué…que estas diciendo Edward?

-Es igual que esa perra de Riza, todo aquel que haya querido interferir en nuestra relación tuvo su merecido

-No, no es cierto, dime que tú no tuviste nada que ver con la muerte de Riza, dímelo por favor Edward

-Yo…yo…solo quería estar a tu lado para siempre Roy, pero…esos dos entrometidos tuvieron que interferir, no podría soportar que me dejaras Roy, sencillamente no podría vivir sin ti me moriría de dolor, por eso antes de dejarte intentar abandonarme prefiero matarte, después de eso me suicidare, de ese modo podremos morir juntos ¿no te gustaría eso Roy?

-No Edward basta por favor necesitas ayuda, suelta ese cuchillo, te prometo que arreglaremos esto

-Esto ya no tiene solución

Corriste hacia mí llevando el chichillo por delante, me sobresalte, en un impulso te sujete el brazo tratado de arrebatarte el arma.

-¡Suéltame!-me gritaste pero de ningún modo te iba a soltar, aun no podía creer lo que estaba pasando, habías matado a Riza, lastimaste a Maes y ahora estabas intentando matarme a mi, con trabajo lograba controlarte, tu pequeño cuerpo había cobrado unas fuerzas de miedo, de un brusco movimiento lograste safar tu brazo cortando en el proceso la palma de mi mano, en el acto intentaste apuñalarme pero me aleje a tiempo, mi mano sangraba al igual que mi pierna, no obstante ese no era el problema, el problema era que aun no lograba reponerme a la impresión.

-Edward…por favor basta…no hagas esto onegai…Edward…-te suplique, cualquier final que tuviera esto estaba seguro no era bueno, ¿y si Edward lograba su cometido y me mataba?

-Yo tampoco quiero hacer esto Roy...-me miraste a los ojos estabas llorando-…pero no tengo elección, tu morirás al igual que yo….

Arremetiste de nuevo contra mí, las heridas de mi cuerpo molestaban bastante, pero aun así logré moverme para evitar tu ataque, hubo un momento en el que estuviste demasiado cerca de cortarme el cuello, pero mi instinto de supervivencia fue mayor que la impresión de verte con ese cuchillo en mano y dispuesto a matarme, te patee cuando estuviste cerca haciendo que tiraras el arma y quedaras en el suelo, sin dejar que te recuperaras me abalancé sobre ti dejándote inmóvil de las manos, aun así me costaba trabajo sujetarte pues extrañamente las fuerzas se te habían multiplicado para esos momentos.

-¡Suéltame Roy, no sabes lo que haces! –Dijiste tratando de quitarme de encima y tomar de nueva cuenta el cuchillo -¡Es algo que debo hacer, comprende por favor! ¡Debemos morir para estar juntos para siempre, así no nos separarán, ya nadie se meterá en nuestra perfecta relación!

Te miré con tristeza, no puedo odiarte de cierto modo… estas enfermo y eso provoca parte de tu conducta, pero tus celos enfermizos ya han llegado demasiado lejos, te di un golpe en el rostro asegurándome de que podrías dormir un buen rato. Cuando te tuve quieto te admiré, tan bello que te apreciabas al dormir… tan delicado… ¿qué es lo que te ha corrompido ángel de las negras? ¿Qué es lo que ha ocasionado la confusión en tu joven mente?

Hice unas cuantas llamadas para arreglar al menos un poco de lo que ha pasado contigo y conmigo… con Riza ya no hay forma de arreglar las cosas, ella se ha ido… pero Maes es otra cosa, aunque me pese en el alma debes pagar por lo que has hecho, con la sociedad y con ellos.

Sé que tu amor por mi era grande, pero para todo hay un límite, hay excesos hasta en el amor… tu ya has cruzado esos límites.

Ya algo de tiempo pasó, las autoridades han decidido que no estabas actuando con cordura y han ordenado que te recluyas en un hospital psiquiátrico hasta tu completa recuperación… he decidido no volver a verte, por tu bien debes olvidarte de mí, es mejor que me odies, que busques a alguien mejor, que te comprenda… tan solo recuerda que si te ama, que si te quiere no te abandonará, no tengas miedo por eso, ya no…


La habitación llena de blanco es tan solitaria, pero no me importa mucho ya que te espero como siempre, vas a llegar en cualquier momento por esa puerta diciendo que vienes para llevarme conmigo, sé que no estoy del todo presentable, que me veo fachoso y todo por culpa de la bata verde que llevo puesta, no me dejan recogerme el cabello por miedo según ellos a que me haga daño con la liga… totalmente ridículo si lo piensas pero es mejor portarse bien.

¿Por qué me porto bien? Porque dijiste que si lo hacía así tu vendrías para llevarme lejos a vivir nuestro dulce romance, tu y yo solos sin nadie que se interponga a ello; tan solo por eso dejo a las empleadas entrar a hacer lo que quieran conmigo, tan solo por eso dejo a los médicos que me analicen y que me vean con pena, lo que si no he permitido es que exploren mi cuerpo, eso solo lo puedes hacer tu ¿pero verdad que no te importa que los golpee hasta que se marchan y me dejan tranquilo? ¿Verdad que ellos se buscan que les deje moretones o les fracture los dedos por mano largas? Sé que no te enojarás por eso pues estoy cuidando celosamente lo que te pertenece por derecho, espero sinceramente que estés haciendo lo mismo con tu cuerpo… ese cuerpo tan varonil, bien formado y sexy que me pertenece… así es, recuerda que tú mismo me has dicho varias veces cuando hacíamos el amor que me pertenecías.

Ya han pasado dos años desde que vine a parar a éste lugar y no has venido una sola vez, no te preocupes, no estoy molesto contigo por no venir, seguramente los malos hombres de la entrada no te dejan pasar a verme, los medicuchos han declarado que soy demasiado peligroso como para que me dejen convivir con los otros pacientes… imbéciles sin remedio, de todas formas no busco convivir con los locos con los que me mezclaban y que me veían con curiosidad o con lujuria…¿preocupado porque me hayan querido tocar? No tienes porque, al último que lo intentó debe estar siendo ya devorado por los gusanos ¿quieres saber qué le paso? Bueno, te contaré. Ese hombre de cabello largo y cara de psicópata me pasó la mano por las piernas mientras que yo leía en el jardín para pasar el tiempo ¿¡puedes creer su atrevimiento!? Lógicamente me molesté a sobremanera, tiré el libro al suelo mientras incitaba al tipo a que se me acercara, mientras lo hacía me miraba de manera insistente y molesta, sin que se diera cuenta tomé una piedra que estaba por ahí y lo golpee cuando lo tuve lo suficientemente cerca, no dejé de golpearlo por mucha sangre que saliera de su cráneo, no importaba lo deforme que estuviera dejando su rostro, no importaba que ya no respirara. Me detuve en el momento en el que los enfermeros del lugar me sujetaron y me quitaron la piedra.

Después de eso me dejaron aquí en esta habitación, solo pasan a dejarme la comida y siempre me vigilan mientras la consumo, al terminar entran y retiran todo, ni la cucharita de plástico me dejan para entretenerme. En fin es mejor dejar los malos ratos para olvidarlos.

Amor mío, es todo lo que te puedo decir por el momento, no quisiera aburrirte con cosas que creo ya debes saber al menos por oídas de los que no te dejan pasar. Cuando vengas por mi ten por seguro que te compensaré el tiempo que estuvimos separados, recuerda que estaré esperando el mismo trato y que tendré muchas ganas de pertenecerte en nuestro lecho… ¡oh si! Tengo planeado que nos mantengamos despiertos amándonos con locura y con todas las ansias acumuladas. Sé que serás gentil conmigo al hacerme el amor pues hace mucho que no tenemos intimidad y mi cuerpo obviamente no está acostumbrado al ritmo de siempre.

Recuerda que te espero y que te amo.
Tu querido niño.
Edward.

Doblé la carta y la metí en el sobre improvisado cerrándola con un clip, muy rudimentario lo sé, pero es todo lo que llevaba encima el doctor que me atendía. Lástima que no podrá hacerme el honor de ayudarme a dejar la carta en el buzón, ahora se encuentra indispuesto en el suelo, con la nariz sangrante y la cabeza muy flácida, creí que el hacer eso no me funcionaría, pero si tuve la fuerza para romperle el cuello y quitarle el papel y la pluma para poder escribirte amor mío ya que no me dejan tener objetos como esos… maldita gente egoísta que no tiene quien los ame, así como me amas tu a mí.

Tan solo espero que no tarden en venir a ver qué tanto hace el doctor, el cuerpo es poco estético y la sangre ya manchó el suelo blanco, no me gusta dormir en la suciedad, pediré que me cambien de habitación o que la limpien a conciencia, detesto ver la sangre en mis cosas. Maldito cadáver, donde no lo saquen pronto comenzará a apestar ya que hace mucho calor. Me alejé de esa parte de mi habitación y me recosté en mi pequeña cama abrazando con cariño la carta que pronto te llegará, quiero que se le impregne mi olor para que vengas con más ganas a verme, quien sabe, a lo mejor los médicos y las enfermeras me dejan tranquilo por un rato y podemos hacer el amor en mi pequeña cama ¿no lo crees magnifico?
Notas finales: Pues es todo, dejen reviews para que nos digan su opinión >< se cuidan!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).