Prólogo
Todo le estaba yendo mal, su novio lo había humillado enfrente de todos sus amigos Slytherins, su amigo Harry no podía ayudarlo porque estaba tan deprimido por la muerte de su tío que se había encerrado en su propia burbujita, Hermione trataba con todas sus fuerzas romper esa maldita burbujita igual que su hermanita, Ginny. A sus hermanos mayores, Fred y George, les iba un poco mal, sus padres se pelearon por su culpa otra vez, o eso le hizo pensar su madre al mandarle esa carta tan dolorosamente escrita, destinada para crear dolor al que la leyera.
Detrás de él un rubio aparece, el viento sopla, los cabellos rubios y rojizos bailan al son del viento. El rubio se sienta a un lado de él y borra con su boca las lágrimas y el rastro de ellas y besa cada peca de esas lindas y suaves mejillas. El pelirrojo solo puede llorar.
-Por qué? -pregunta viendo cómo el rubio lo trata de una manera totalmente distinta a la de antes
-Por que, qué? -pregunta el otro tragándose el dolor que le causa ver a ese pelirrojo llorar
-Por qué haces esto? -susurró el pelirrojo, la voz se le estaba quebrando
-Porque te quiero ayudar -dijo el rubio quitándose sus propias lágrimas
-Por qué? -el pelirrojo acaricio ahora las mejillas del rubio, se encontraba tan bien acunado entre los brazos del rubio
-Porque... -suspiro- porque yo te quiero -y los dos se besaron entre lágrimas confusas
Cap. único
La luna llena iluminaba hermosa ese misterioso y hermoso lago del castillo. Un frío viento empezó a soplar haciendo que se estremeciera un poco, su cabello rojizo empezó a volar a merced del viento.Unos pasos tranquilos lo despertaron de su ensueño, esos pasos los reconocía a kilómetros de distancia, sonrió.El chico se sentó atrás de el, puso sus piernas alrededor de las suyas y lo abrazó, el pelirrojo solo cerró los ojos disfrutando ese lindo abrazo, ya que en el día sólo podía fingir un eterno odio hacia ese hermoso y rubio Slytherin.Trató de retener un suspiro, pero se le escapó de los labios haciendo al rubio sonreír.
-Por qué suspiras, amor? -preguntó el rubio y le besó el cuello haciendo al pelirrojo sonreír
-Porque amo tus abrazos, dragón -apoyó su cabeza en uno de los hombros del rubio y éste lo besó en una mejilla
-No deberías de estar aquí -le susurró en la oreja
-Mmhh, por qué no? -alzó una ceja y dirigió su mirada hacia esos plateados ojos
-Porque te puedo castigar, ya que no estas en tu habitación y no deberías de andar merodeando por el castillo -le mordió suavemente la oreja haciéndole cosquillas al pelirrojo
-Yo no estoy merodeando -sonrió- sólo estoy viendo el lago, y la luna, y las estrellas -se enderezó para ver al rubio y vio que éste le sonreía- que pasa?
-Eres tan hermoso -entrecerró los ojos sonriente mientras veía como el pelirrojo se ponía del color de su cabello
-Basta
-No puedo, lo eres -el rubio se inclinó y lo besó.
El pelirrojo no puso resistencia alguna mientras sentía cómo el rubio se situaba encima de él. Las frías manos del rubio empezaron a acariciarle los costados debajo de su camisa y no pudo detener unos pequeños jadeos que salían de su boca, jadeos de frío y de excitación.
El rubio sonrió al sentir el aliento del pelirrojo en su boca y dirigió sus besos hacia ese delicioso cuello que le encantaba marcar con pequeñas mordidas, que hacían al pelirrojo sonrojarse de pura excitación. El rubio empezó a quitarle la ropa al pelirrojo y en pocos segundos estaba totalmente desnudo encima de la capa. El pelirrojo estaba rojo hasta más no poder, los besos que el rubio le brindaba lo hacían perderse y dirigirse a otro mundo. Pronto un largo gemido se le salió de los labios al sentir como la lengua del rubio le tocaba la punta de su miembro. Adoraba cuando sentía la cálida boca de su amante en su glande, lo hacía dirigirse a otro mundo. Se mordió al labio para no gritar cuando el rubio empezó a lamer desde la base hasta la punta de su miembro y con su boca empezaba a devorar su glande, jadeó fuertemente cuando sus frías manos le tocaron los testículos. La otra mano empezó a rasguñar su muslo, Draco adoraba cuando su pelirrojo favorito empezaba a gemir por sus caricias, pero como no lo estaba haciendo empezó a jugar un poco con sus dotes expertos de amante. El pelirrojo abrió los ojos de golpe y arqueó la espalda cuando sintió como uno de los fríos dedos del rubio llegaban a su entrada y la acariciaban. Con la otra mano dejó de masajearle los testículos para empezar a apretar deliciosamente su trasero mientras le seguía haciendo el sexo oral que tanto disfrutaba, y aunque el rubio le había hecho muchas veces sexo oral nunca había empezado a acariciar su trasero, ni mucho menos su entrada, y aunque estaba nervioso, amaba esa nueva sensación que le recorría toda la espina dorsal y las piernas.
-Draco! -jadeó el pelirrojo, su amante levantó la cabeza y vio como el pelirrojo lo miraba con los ojos como platos
-Que pasa? -dijo alzando una ceja, mientras sonreía picaronamente por la reacción del pelirrojo
-Que estas haciendo?! -su respiración era entrecortada
-Por que? -hizo una pequeña pausa- eres virgen? -el pelirrojo bajó la mirada ya que más rojo no se podía poner- pero yo pensé que Zabini ya te había... --
No -dijo el pelirrojo interrumpiendo al rubio- yo no lo permití porque no sentí que estaba preparado para eso -dijo y levantó su azul mirada, el rubio sonrió-
Bueno -dijo acercándose a la boca del pelirrojo- y como quieres que te lo haga? -dijo rozando sus labios con los del otro- dulce o duro? -sonrió alejándose un poco para ver como el pelirrojo hervía
-Pu-pu-e-es -sentía que se iba a desmayar de la vergüenza- ss-ee... ss-ee m-mm-e... an-nnn-to-jj-aa.... -tragó saliva- l-l-a-ass... d-d-o-oss -dijo muy muy bajito, con lo que no contaba era con el buen oido de su rubio amante. Èste sonrió y le besó el cuello
-Si quieres te lo hago dulce al principio y luego duro -le susurró al oído, el pelirrojo sólo tragó saliva- no te quiero lastimar mucho, por eso, y por ser tu primera vez lo haremos así, esta bien? -dijo y el pelirrojo suspiró.
El rubio empezó a lamerle el lóbulo de la oreja haciendo al pelirrojo jadear, con una de sus manos empezó a acariciar y estrujar su trasero otra vez y con la otra empezó a acariciar delicadamente la entrada del pelirrojo, que reaccionaba a causa del frío de sus dedos. El pelirrojo sólo jadeaba y respiraba entrecortadamente. Pronto soltó un alarido cuando uno de los dedos del rubio se empezaban a meter en él, el rubio empezó a hacer pequeños círculos con su dedo para dilatar esa pequeña entrada, se moría de ganas por enterrarse en el pelirrojo de inmediato al sentir lo estrecha que era, pero decidió meter otro dedo para dilatarla un poco más. Sonriò al sentir como el pelirrojo se retorcía debajo de él, jadeando y respirando entrecortadamente.
-Ya estas listo -sonrió el rubio quitándose rápidamente la ropa, el pelirrojo cerró los ojos y suspiró para controlar su respiración. El rubio empezó a empujar al pelirrojo hacia un lado y éste se volteó hasta quedar boca abajo, le agarró la cadera y lo levantó ha una altura apropiada
-Así va a ser más fácil -le susurró al oído y le besó la parte de atrás del cuello al pelirrojo, éste sólo jadeó y se mordió los labios.
El pelirrojo se apoyó en sus codos y antebrazos, seguía con los ojos cerrados hasta que pudiera controlarse un poco. Pronto sintió una pequeña presión en su entrada y jadeó. Se mordió los labios y soltó un gritito al sentir como su Dragón se hacia espacio en él, sus manos apretaban la capa sobre la que estaba recostado. El rubio sólo apretó sus labios y soltó un gemido cuando todo su miembro estuvo dentro del pelirrojo. El otro al sentir como lo llenaba completamente abrió los ojos completamente y soltó un alarido, sentía que se iba a partir y empezó a mover la cabeza para alejar ese dolor de sus pensamientos.
-Es-tas.. bi-en? -el rubio jadeaba gracias a la estrecha cavidad de su hermoso pelirrojo
-N-no... m-me.. me du-e-le!!!! -cerró los ojos y sintió como unas lagrimas bajaban por sus mejillas, trató de controlarse un poco aunque su respirar era entrecortado
-Tra-ta.. de.. cal-mar-te,,, un poco, vale? -el rubio empezó a besarle el cuello al pelirrojo haciendo que se relajara un poco
Pronto un calor empezó a invadir al pelirrojo, aunque seguía sintiendo que se iba a partir en dos un calor inmenso empezó a inundarlo, instintivamente empezó a mover un poco las caderas para indicarle al rubio que empezara con ese excitante y suave vaivén. El pelirrojo ladeó la cabeza y jadeó al sentir cómo el exquisito miembro de su amado salía despacio de él y volvía a entrar lentamente, una y otra vez, tinturando su entrada, pero llenándolo de un calor que poco a poco quemaba el dolor que sentía. Poco a poco se fue acostumbrando a ese delicioso vaivén torturador, en una de las lentas embestidas empezó a gemir, un gemido de excitación con pedazos de dolor, pero ese dolor estaña empezando a desaparecer, poco a poco y a cada estocada. Pronto, el rubio también empezó a gemir junto con él y empezó a aumentar la velocidad de sus penetraciones. Una de las manos del rubio que sujetaba fuertemente la cadera de su pelirrojo se dirigió a la entrepierna de éste haciéndolo gritar cuando empezó a masajearla al ritmo de las embestidas. Al cabo de un rato, éstas se hicieron más violentas y rápidas, los dos amantes sólo podían gemir. Después de que las estocadas se hicieron salvajes, el rubio empezó a mover la cabeza, se mordía el labio ya que no quería gritar pero algunos gemidos salían de su boca.
-Dr-dra-ac-o ah!! -cerró los ojos y bajó la cabeza
-Mmmhh, ah, s-s-si? -sonrió, se agachó y empezó a lamer el cuello del pelirrojo que estaba todo sudado
-M-me v-v-ve- ah! ve-n-n-g-goo! -grito
El pelirrojo dobló la espalda y manchó la mano del rubio, éste sonrió y aumentó la velocidad y cuando se iba a venir mordió el hombro del pelirrojo, marcándolo como suyo y ahogando en el hombro un grito que el pelirrojo pudo escuchar. Ambos se tumbaron al suelo cuando todo terminó. Esos instantes de éxtasis total los hicieron perder la cabeza. Ahora lo único que querían era descansar.
-Ron? -preguntó el rubio cuando sus respiraciones se tranquilizaron
-Mh? -éste abrió los ojos y sonrió, cuando el rubio salió de él lentamente, y con un poco de dolor, se volteó completamente para quedar boca arriba y ver a su hermoso rubio, cuando lo vio sonrió de oreja a oreja
-Como estas? -el rubio también sonrió
-Mejor que nunca -suspiró el pelirrojo
-Eso espero -rió el rubio y le besó tiernamente en los labios.