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A Secret Wish For You por Hikka

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Notas del capitulo:

Garcias por los comentarios! =D asi que aqui les traigo el sgt capitulo ;D y  Sii! por fin este me salio más largo!

primero que nada las advertencias: 

Este contenio no es apto para  menores... asi que si no gusta el Lemon....pues no leas esto xD

liisto ;)  

ahora... el capitulo! =D

Capitulo 3: El despegue

 

Uruha ya había vuelto a su casa; luego de haber terminado de escuchar “la lección” de sus amigos, agarro sus cosas lo más rápido que pudo y salió del lugar. Cuando iba de vuelta su hogar, lo único que cabía en su cabeza era la imagen de Aoi… y de él, haciendo cosas que podían llamarse de cualquier forma menos inocentes, fue una suerte que no chocara en el camino.

Al llegar tiro sobre la mesa de centro las llaves de su automóvil para luego ir hasta el baño, darse una buena ducha e ir a descansar, ya que mañana sería el gran día…

 

 

El moreno hace ya bastante rato que estaba en su hogar, no tardo mucho hablando con Kai, lo que encontró algo meramente trivial, ya que él ya tenía pensadas muchas cosas más para hacerle a su castaño amigo. Mientras se encontraba sentado en el sofá comenzó a recordar varios momentos que había pasado con Uruha; el solo de Baretta, los juguetones toqueteos que le proporcionaba en los lives, sus fanservices, la vez que le ardió la sangre al ver a Ruki lamer su guitarra, recordaba que en ese momento pensó y maldijo las mil generaciones del cantante ¿Por qué Ruki y no él?, pero luego su enfado se esfumo y fue a disculparse ante un confundido Ruki que no tenía ni la más mínima idea de su acto de perdón. Rió al recordar eso. Pero una imagen se le clavo en la mente… el beso que le dio Uruha, en aquel entonces Aoi, ya tenía bastante claro lo que sentía por el castaño y estaba dispuesto a confesarle sus sentimientos si es que se daba la ocasión, pero aquel beso, lo dejó tan impactado que llego hasta el punto de que le diera vergüenza mirar a la cara al otro guitarrista y desde ahí sus ganas de confesárselo fueron desapareciendo, hasta quedar con el sentimiento oculto que ahora mantenía.

Lanzó una media sonrisa… pero ya no estaba confuso, iba a hacerlo suyo en el viaje; el grandioso Uruha, el primer guitarrista de la banda The Gazette, sería conquistado por su persona.

Al salir de su pequeña fantasía, giró la vista hasta el reloj de la pared que se encontraba sobre la puerta, marcaba las 11:45 PM; ya era bastante tarde y necesitaba descansar para el siguiente día.

 

              

Y allí se encontraba el castaño, sentado en una de las bancas del aeropuerto esperando a Aoi, miro la hora en su celular, las 19:45, faltaban 15 minutos, aún así el había llegado más temprano para esperarle, no quería dejarlo allí aburriéndose por su culpa, ya que era típico del guitarrista demorar en arreglarse; así que lo mejor que se le ocurrió fue comenzar a alistarse antes, se coloco unos pantalones negros un tanto ajustados que resaltaban maravillosamente su parte trasera, una polera blanca con hermosos diseños negros en el manga derecha, una chaqueta negra para terminar el conjunto y por supuesto arreglar su cabello y sus infaltables gafas; aunque el avión fuese privado, aún así estarían comiendo en el aeropuerto largo rato y no podía descuidar su imagen. Miro nuevamente la hora 19:20, por Dios, ¿Quién pensaría que alguien pudiese poner tan ansioso al guitarrista, al sex symbol de Gazette? Su compañero, Aoi, el podía hacerlo…

Volvió a acomodarse en el asiento y cerro los ojos, mando un pequeño suspiro; estaba nervioso, pero no sabia porque ¿Por la boda de su hermana? ¿o Por qué estaría en compañía de Aoi por 4 largos días?, mientras intentaba encontrar la respuesta una voz que le llamaba lo sacó de sus pensamientos, y abrió los ojos al instante 

Allí estaba Aoi, parado en frente de él llamándole con insistencia, iba vestido con unos jeans ajustados y una polera negra que dejaba ver un poco su abdomen. Al parecer el moreno no se había dado cuenta que Uru había abierto los ojos debido a las gafas que llevaba, al darse cuenta que su compañero estaba despierto, sonrió y le saludo…

 

            - Pensé que dormías Uru-  Dijo con una sonrisa un tanto apenada

            - Sabes que nunca me ha gustado dormir en lugares públicos… - Al terminar de decir la frase, se paró, tomó su equipaje y comenzó a caminar en dirección a una pequeña cafetería que se encontraba dentro del recinto, se dio media vuelta y encontró nuevamente la mirada de Aoi, observándole fijamente - ¿Vamos? Todavía queda bastante tiempo para que salga el avión -  Dijo ofreciéndole una pequeña sonrisa, frente a lo cual el moreno se sonrojo y sólo le siguió con la cabeza baja para que el otro no se percatara.

 

Se sentaron en una mesa y comenzaron a hablar tranquilamente durante la hora y media que tenían. Trataban cosas triviales, como la forma de vestir, el reciente interés de Kai por saber que hacían en sus días libres ante lo cual Reita y Ruki preferían quedarse callados, amenos que el líder quisiese escuchar una historia que sabía que no le agradaría. Como era de esperarse, el castaño para acompañar la conversación pidió unos cuantos tragos, pero tantos como usualmente, quería aprovechar los momentos que pasaba con Aoi, lúcidamente. En cambio Aoi se pidió un jugo, nunca había sido partidario del alcohol como su compañero, por lo que en las juntas del grupo él y Kai se pedían un simple jugo, mientras que los otros terminaban a la mitad de la noche sin siquiera la capacidad de poder pararse derechos.

Al cabo de la hora, Uruha y Aoi tomaron sus maletas y se dirigieron hacia la plataforma desde donde saldría su avión, al llegar allí se percataron que no era tan grande como se lo habían imaginado. Sólo tenía la cabina del piloto y una pequeña sala donde s encontraba una siento por todo el borde, la cual por seguridad no tenía acceso a la cabina delantera. Los dos chicos subieron y dejaron su equipaje en una esquina, mientras se sentaban en el asiento, ambos en el mismo lado, esperando que el avión partiera, lo cual no tardo mucho en ocurrir.

Ya llevaban aproximadamente una hora del vuelo, en la cual habían comenzado a hablar de la banda, pasando por sus inicios hasta llegar al reciente romance entre sus compañeros. Hasta que sin darse cuenta de cómo o por qué, sus cuerpos y la vez sus rostros estaban bastante cerca, hasta el punto en que el moreno podía sentir la pequeña presencia de alcohol que emanaba desde la respiración de Uruha, mientras éste se perdía en la mirada profunda de su acompañante.

Lentamente Aoi posó una de sus manos sobre el muslo del castaño acariciándolo por sobre su ropa, por fin estaba como quería con Uruha, como había soñado tenerlo hace ya bastante tiempo, a su disposición; mientras que su otra mano se dirigía a acariciar la mejilla del guitarrista. Suavemente comenzaron a juntar sus rostros; sin que ninguno dijera nada, tal vez no deseaban hacerlo o es que simplemente no podían debido a que estaban bastante sumergidos en la mirada del otro, y sin darse cuenta sus labios ya estaban unidos en un tierno beso, frente a lo cual ambos atinaron a cerrar los ojos para disfrutar del momento. El castaño en medio del beso entreabrió un poco la boca para poder respirar, lo que al parecer a Aoi le pareció una invitación par entrar a su cavidad, la cual no dudó ni un segundo en aceptar, y de un momento para otro la lengua del moreno se encontraba dentro de la boca del castaño, aquel lugar que siempre había deseado saborear.

Uruha se sentía en la nubes, cuando el moreno introdujo su lengua se sintió la persona más afortunada del universo; ya se armaba una pelea en la boca de Uruha, en la cual Aoi era el que dominaba la situación. Para no quedarse atrás, el castaño paso las manos por detrás del cuello de su acompañante para profundizar el beso.

Mientras Aoi continuaba acariciando el muslo de Uruha, cada vez acercándose más a su entrepierna, a la vez que su otra mano ya había comenzado a bajar, acariciando lentamente su espalda, lo cual hacía gemir levemente al castaño dentro del beso, lo que excitaba cada vez más al moreno. De un solo tirón Aoi hizo que la mínima distancia que quedaba entre ellos fuese nula, por lo que Uruha pudo sentir claramente el bulto a través de los pantalones del moreno, ante lo cual su propio miembro comenzó a reaccionar.

Lentamente y en un sutil movimiento fue recostando al castaño, proporcionándole suaves caricias en el pecho y en lado interior de su muslo izquierdo, mientras que Uruha soltaba ahogados gemidos, que a penas podían ser escuchados, y a la vez que sus manos, nada perezosas, habían comenzado a acariciar la espalda de su compañero por debajo de la camisa; era amplia, delineaba cada músculo con el contacto de sus dedos, era… simplemente perfecta

Aoi que ya había comenzado a besarle alrededor de toda su cara; nariz, mejillas, frente, párpados, a la vez que dejaba rápidos besos en sus labios; lentamente comenzó a bajar por su cuello besándole y mordiéndole, para luego lamer el lugar que había quedado enrojecido por sus dientes. Mientras que el castaño gemía sin importarle que fuese escuchado, porque ya se había percatado que al parecer sus gemidos lo excitaban aún más.

Al llegar al borde de su cuello, Aoi se topó con la polera que traía Uruha, hábilmente le sacó la ya nombrada prenda y continuó su camino, lamió todo el pecho del castaño, dejando suaves besos de mariposa, y algunas marcas en el borde de su cuello, Uruha sabía que las marcas permanecerían hasta el siguiente día, por lo que de alguna forma u otra tendría que esconderlas si no quería ser ahogado por preguntas, tanto de la prensa como de su familia; pero no quería que se detuviera, oh no, no importa cuantas marcas le dejara, le gustaba ser marcado por Aoi.

El moreno siguió bajando por el pecho de su compañero, hasta detenerse en uno de sus pezones, el cual comenzó a mordisquear juguetonamente y a lamer en reiteradas ocasiones haciendo que el castaño gimiera más de lo que ya había hecho, se preguntaba si gemía de tal manera con sólo un pequeño contacto entre sus cuerpos ¿Cómo sería escucharlo gritar su nombre en un acto de pasión? Sería lo más maravilloso y excitante que jamás había oído en su vida. Siguió bajando por su abdomen hasta llegar al borde de sus pantalones, suavemente los desabrocho y tiró a un lado, haciendo exactamente lo mismo con su ropa interior, dejando a la vista el ya erecto miembro de Uruha.

Al percatarse que se encontraba completamente desnudo frente al moreno y a la mirada que le proporcionaba, le hizo sonrojarse terriblemente. Aoi se percato de ello y sin decir nada subió hasta su cara y volvió a besarle en los labios, para luego descender nuevamente a su entrepierna y comenzar a lamer suavemente la punta del miembro del castaño. Ante lo que Uruha comenzó a gemir descaradamente sin que ya nada le importase, a excepción del enorme placer que estaba sintiendo en ese momento. En tanto Aoi continuaba lamiéndoselo entretenidamente a Uruha, luego se lo metió en la boca y comenzó a jugar con él con su lengua y a darle suaves mordidas en la punta. Uruha estaba fuera de sí, gemía desquiciadamente, mientras que sus manos estaban en la cabeza de Aoi profundizando aún más el contacto. Ante lo cual movía sus caderas al ritmo que marcaban las caricias del moreno. Ya no soportaba más estaba al límite, por lo que con un sonoro gemido, se derramo dentro de la boca de Aoi. Se lo tragó todo, lo que hizo que el castaño se avergonzara más de lo que ya estaba.

Tragó toda su esencia, era deliciosa, tal como se la había imaginado. Lentamente se dirigió a besar nuevamente al castaño, marcando un sabor un tanto agrio en el beso. Ante lo cual Uruha  se quejó un poco. Se veía tan lindo así, pensó para sí. Allí recostado, sudado, con el rostro sonrojado y su respiración entrecortada, quería hacerlo suyo…

Con sensualidad se llevo dos de sus dedos hasta su boca para ensalivarlos, acto que hizo que Uruha se sonrojara, no sólo porque Aoi se veía endemoniadamente sexy en aquel momento, con la camisa desabotonada hasta la mitad de su pecho, todo su pelo desordenado y la cremallera de sus pantalones abierta, dejando ver la dolorosa erección que traía, si no porque también sabía lo que se aproximaba, lo que había soñado y fantaseado, y lo que había hecho quedarse despierto noches enteras, por fin se hará realidad.

Con sumo cuidado, haciendo que Uruha abriera las piernas, Aoi dirigió uno de sus dedos a la entrada de Uruha, donde, ya dentro del lugar, comenzó a hacer círculos para prepararle, al mismo tiempo que Uru lanzaba ahogados gemidos, al cabo de unos minutos introdujo un segundo dedo y luego un tercero, las caderas del castaño se movían al ritmo que le marcaban las caricias de Aoi.

Lentamente el moreno retiro sus dedos y dando un beso en los labios del otro, comenzó a penetrar suavemente la entrada de Uruha, el cual gemía de dolor, que no tardo en convertirse en placer, mientras tensionaba su espalda haciéndole más fácil la entrada. Al estar ya completamente dentro del castaño, Aoi comenzó a hacer suaves, pero certeras embestidas, subiendo la velocidad a medida que el cuerpo de su acompañante su iba acostumbrando…

 

-         Ah, Ah, vamos Aoi… más rápido, Ah… n-no te detengas…-  gemía Uruha mientras que el moreno aumentaba la rapidez de las embestidas

-         Eres perfecto, este… lugar tuyo, es tan estrecho, tan caliente… tan perfecto… -  decía el moreno entre gemidos

 

Ya en el límite Uruha volvió a correrse en el vientre de ambos, dejado manchado nuevamente a Aoi, el cual no tardaría en lamer ese blanco líquido nuevamente; a la vez que éste también, soltando un ronco gemido, se corría en el interior del castaño.

Con cuidado retiro su miembro y cayó exhausto sobre Uruha, donde volvió a besarle nuevamente son desenfreno y pasión.  Y allí quedaron, uno junto a otro, abrazándose, sin decir nada. No querían arruinar ese maravilloso momento, y así, se quedaron profundamente dormidos.

Ya en la mañana Uruha abrió los ojos y vio a Aoi, mirándole tiernamente mientras acariciaba unos mechones de su cabello, sonrió, ante lo cual el moreno contesto…

 

-         Buenos días Shima, ¿Dormiste bien? ­– Dijo en un tono bastante dulce, mientras depositaba un tierno beso en los labios del menor, ante lo cual el rostro de Uruha se torno de un color rojo

-         S-si,… buenas… ¿y tú? ¿Qué tal dormiste? – Dijo con evidente sonrojo en el rostro y a la vez que si sonaba algo apenada por todo lo que había pasado la noche anterior …

-         Ya bien, gracias por preguntar…                   

 

Distraídamente, Uruha vio por la ventana y se percato de que no faltaba mucho para llegar por lo que se levantó del asiento, dejando caer la manta que lo tapaba, para llevarse la sorpresa que todavía continuaba desnudo, ante lo cual vio que Aoi le miraba con una media sonrisa y con absoluto descaro, lo que hizo que se sonrojara nuevamente.

Rápidamente vio como el otro iba hasta su bolso para vestirse, le parecía divertido, había visto todo su cuerpo la noche anterior ¿por qué se avergonzaba de que lo viera ahora?, no entendía a Uruha, simplemente reía.

 

-         Date prisa y vístete, ya vamos a llegar-  le regaño Uruha sin voltearse a mirarlo, mientras se ponía los pantalones.

-         De acuerdo… - Se paró y comenzó a vestirse, miraba de reojo al castaño, y lo descubría en reiteradas ocasiones  mirándole. Mientras que Uruha se sonrojaba al notar que había sido descubierto espiándole. Tal parece… sería un largo viaje…

Notas finales:

que tal?! O.o xD es la primera vez que escribo...u-u

asi que espreo su comentarios ... gracias! =D 

sayo.!

 

felices fietas para todos aca! =D que hayan pasado una feliz 

navidad y qe tengan un lindo año nuevo ^^


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