¡Preocupaciones innecesarias! por NyanNyan

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Notas del fanfic:

Bueno... Ya saben, típico disclaimer: "Yu-Gi-Oh!" no me pertence a mí de ninguna manera, es obra de Kazuki Takahashi.

Y... Pues, ¿qué más? Este es el primer fanfic YAOI que hago de "Yu-Gi-Oh!" y espero que sea de su agrado. Perdón si no soy muy buena para escribir aún... Con el tiempo iré mejorando, ¿no? n___nU

Sin más, ¡disfrútenlo!

Notas del capitulo:

¡Aquí les dejo el capítulo número 1! ¡Espero que les guste!

CAPÍTULO 1

Era una tarde tranquila y Yugi Motou, un chico de cabello tricolor, lindos ojos amatistas y estatura baja, salía de la preparatoria con una expresión un tanto triste en su rostro.

- Oye, ¿qué sucede? Por lo general tú siempre estás sonriendo. – dijo de repente un rubio de ojos color miel, Joseph Wheeler, mejor conocido como Joey entre sus amigos. – ¿Estás bien?

- Sí, no pasa nada. – mintió Yugi. – Gracias por preocuparte.

Joey no creyó para nada que su amigo estuviera bien, pero no insistió. Además, él tenía una ligera sospecha de lo que podría estar sucediendo y no quería molestar a su amigo.

- De seguro es por Yami… – pensó el rubio.

Ambos siguieron caminando en un silencio muy incómodo, hasta que llegaron a un punto en donde debían separarse para que cada uno fuera a su respectiva casa. Se despidieron y se fueron por diferentes caminos.

Una vez que el chico de ojos amelados desapareció de la vista de Yugi, este último empezó a llorar. Primero fueron sólo sollozos casi inaudibles y terminó por llorar desconsoladamente.

Se fue corriendo hacia su casa, no le importaba llegar a ella con el rostro lleno de lágrimas debido a que sabía muy bien que no había nadie en su casa a esas horas, igual que todos los lunes, pues su abuelo y único pariente salía a comprar cosas que hacían falta.

Por fin llegó, sacó sus llaves para abrir la puerta y entró. Inmediatamente cerró la puerta fuertemente y tiró su mochila en el sofá de la sala. Corrió a su habitación y se encerró ahí para terminar de llorar lo necesario.

Estuvo llorando un rato más, y luego se quedó dormido. Cuando abrió sus ojos no sabía cuanto tiempo había pasado, volteó a ver el reloj de mesa que marcaba las 8:00 de la noche. Suspiró y salió de su habitación.

- ¿Abuelo? – lo buscaba Yugi mientras bajaba las escaleras.

- ¡Ah, Yugi! – respondió el señor Moto. – ¡Qué bien que ya despertaste! ¿Cómo te fue hoy?

Yugi entró a la cocina, fue ahí en donde pudo encontrar a su abuelo.

- Bien, gracias. – mintió de nuevo.

No le gustaba mentir, pero tampoco quería preocupar a los demás.

Yugi se sentía triste porque en la preparatoria había un chico muy parecido a él, sólo que más alto y más serio. ¿Su nombre? Atemu, pero la mayoría de las personas lo llamaban Yami. Ahora, ¿cuál era el problema con ese chico?

Bueno, a Yugi le gustaba ya desde hace un tiempo, pero no se lo podía decir, ni siquiera se sentía como un amigo de Yami. En realidad no le había dicho a nadie acerca de sus sentimientos, ni siquiera a Joey, a quien veía más como un hermano.

El no poder siquiera hablarle a Yami lo ponía muy triste, por eso lloraba. Se sentía muy débil. Yugi comenzó a sentirse triste nuevamente por eso, pero de repente su abuelo lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Quieres cenar algo, Yugi? – le preguntó.

El tricolor reaccionó y volteó a ver a su abuelo.

- Pues… En realidad, no tengo hambre. – respondió. – Mejor me iré a hacer mi tarea, aún no le he hecho porque me quedé dormido.

- Como quieras. Si cambias de opinión, puedes venir.

- Sí.

Yugi salió de la cocina y regresó a su habitación no sin antes haber tomado su mochila del sofá. Se puso a hacer su tarea de matemáticas, aunque no estaba del todo concentrado ya que cierto chico no salía de sus pensamientos.

- ¡Rayos! ¡De nuevo pensando en él! – dijo Yugi para sí mismo. – Nunca voy a terminar estas ecuaciones si sigo así…

Yugi siguió con su tarea hasta terminarla, aunque de vez en vez se distraía nuevamente pensando en Yami… ¿Qué podría hacer para hablarle? ¡Estaban en el mismo salón! Y el tricolor no podía ni siquiera decirle un simple “Hola, ¿cómo estás?”

Se hizo tarde y Yugi se fue a dormir… Esa noche iba a soñar con Yami, de eso estaba seguro.

Mientras tanto, en la casa de Joey, las cosas no estaban tampoco tan "comúnes".

- Te hablaré mañana, ¿está bien? – preguntó la voz de una chica que hablaba con Joey por teléfono.

- Sí, esperaré tu llamada. – respondió Joey animadamente.

- De acuerdo. ¡Hasta mañana, hermano! ¡Duerme bien!

- Gracias, igualmente. Descansa, Serenity. – se despidió.

Ambos colgaron, Joey suspiró feliz. Estaba cansado y pensó en irse a dormir ya así que subió a su habitación para alistarse.

Una vez acostado, cerró sus ojos y deseó que su hermana Serenity la estuviera pasando bien en ese viaje al que fue. La verdad es que estaba un tanto preocupado, pero es normal, es casi como el trabajo de un hermano. Sin embargo… ¿Acaso eso era lo único que estaba en la mente del rubio? No, había algo más.

- Kaiba… – dijo casi en un susurro.

Recuerdos de las estúpidas discusiones que había tenido con el gran Seto Kaiba ese día en la preparatoria comenzaron a aparecer por la memoria de Joey.

Últimamente sentía la necesidad de pelear con él, incluso si era sólo una discusión tonta y sin sentido, como lo era la mayoría de las veces.

Eso le resultaba muy poco común al rubio, ¿por qué sentía que quería hablar con Kaiba aunque fuera sólo para discutir? Joey de pronto empezó a sentirse extraño al pensar así…

- Kaiba… – repitió quedándose dormido.

Sin duda alguna, el rubio también soñaría con Seto esa noche. Pero, Joey no sentía atracción ni nada por el estilo hacia Seto, ¿o sí?

Para Joey eso era imposible, pero estaba ignorando completamente el hecho de que uno nunca sabe cómo puede reaccionar el corazón, provocando sentimientos que nosotros no controlamos…

Notas finales:
Continuará...

Trataré de subir el capítulo 2 pronto. Si tienen algún comentario o alguna sugerencia me lo pueden decir en un review. ¡Saludos a todos!

* NyanNyan

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